Partida Rol por web

Night Reign - Para traerte mi amor

Escenario 3. Fuerte Leodruhn

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13/02/2022, 09:17
Jean-Paul

La diferencia era abismal, bastante más de lo que esperaba Jean, pero al menos parecían reacios a alertar a sus señores de la presencia de los asesinos. Al menos aquello jugaba en favor de la pareja, y no era del todo inesperado, teniendo en cuenta lo que habían visto con respecto al trato que los nobles daban a la servidumbre.

El rubio siguió al sirviente con gesto dubitativo, preparado para cualquier eventualidad y saltarle a la primera de cambio, pero al ver que conocía a Alexander y a Maxwell, se permitió relajarse un poco.

Es bueno ver una cara amigable por aquí... o dos -asintió en dirección a la muchacha-. Necesitamos hacernos pasar por sirvientes, ¿por casualidad tendréis algún atuendo que os sobre? ¿Sabéis si el Lord Forjapalabra Logan se ha dejado ver? -las implicaciones eran bastante claras-. Necesitamos mezclarnos con el resto -añadió.

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13/02/2022, 23:43
Elliot

- Resguardaos aquí, junto al carro y os conseguiremos ropa.

Le hace un gesto con la mano a su compañera, mientras afirma con la cabeza. Ella no duda y se mueve en silencio.

En apenas unos minutos trae unas mudas limpias y una sábana para que os la pongáis por encima mientras os cambiáis en un rincón.

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14/02/2022, 13:43
Julianne

Luego de haberle guiñado un ojo a su compañero, se encontró con aquellos dos a los que miró con cierto aire desconfiado. Pero en verdad estaban dispuestos a brindarnos ayuda, así que Julianne la aceptó de buena manera mientras se quedó allí junto a Jean para aguardar por la ropa y demás cosas que necesitasen para pasar desapercibidos. Al traer las mudas limpias, siendo un vestido bastante antiguo con un escote sugerente, no dudó en darse la vuelta para que Elliot no la mire tanto pero sí su compañero. 

Poco a poco comenzó a quitarse su atuendo con tal de colocarse el otro, exponiendo completamente esos voluptuosos pechos y su delicada figura que si bien el otro conocía ya de memoria, no dejaba de ser un motivo para observar. 

Debemos portarnos bien, más ahora que tenemos ayuda—comentó divertida y agregó—. Después de ver la situación, quizás podemos jugar un rato. 

Una vez terminó de cambiarse, se asomó bastante cómoda con las ropas y preguntó a Elliot. 

Bien... ¿Algún consejo?

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15/02/2022, 15:42
Elliot

- La cena está a punto de servirse, tras la ronda de bebidas y baile de la tarde, y es donde se necesitarán más sirvientes. Es posible que si os ven pululando por el fuerte, os envíen a atender la mesa.

Elliot guarda silencio durante un instante, pensativo, y su compañera le da un golpecito en el codo. Él la mira y asiente.

- Debéis tener cuidado con Campbell, es el mayordomo que esta a cargo de todo. Es cruel. En cuanto le veáis le reconoceréis.

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16/02/2022, 13:03
Jean-Paul

Jean aguardó, junto a Julianne, en el pequeño espacio en el que los sirvientes les habían indicado que lo hicieran. Con el apoyo de aquellos dos muchachos, que realmente no debían ser mucho mayores o menores que ellos, el rubio estaba seguro de que la misión se les acababa de hacer considerablemente más fácil.

Cuando volvieron con las mudas, el ejecutor se permitió sonreír, pues sin duda lograrían pasar desapercibidos. Colgó la sábana de la mejor manera que pudo, y empezó a desvestirse junto a su compañera, sin ninguna clase de pudor, pues no era la primera vez que estaban desnudos el uno frente al otro, ni tampoco sería la última.

El muchacho no pudo evitar dedicarle a la chica una larga mirada, disfrutando de su figura y sonriendo sugerentemente ante sus palabras.

— Me lo pones difícil —respondió él, mientras uno de sus dedos recorría el contorno de uno de sus senos—... pero tienes razón —con una suave caricia, el muchacho apartó la mano y siguió vistiéndose—. Seguramente encontraremos algún momento, y a juzgar por los sonidos, tampoco creo que sea difícil encontrar a más gente dispuesta —le guiñó un ojo y acabó por salir, ahora vestido como un sirviente más, la daga oculta profesionalmente por debajo de las calzas.

Escuchó con atención las palabras de Elliot, asintiendo varias veces.

— Ahí es donde debemos estar —afirmó, aunque frunció el ceño ante la mención del mayordomo—. Este... Campbell, ¿tiene algún vicio?, ¿algún gusto? ¿Algo con lo que se le pueda sobornar o chantajear? —miró a ambos, en especial a la muchacha, que parecía no querer hablar, o tal vez era muda.

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16/02/2022, 21:18
Elliot

Se puede decir que es un buen perro... Defiende a la casa Foreyda, a la que sirve con devoción, y goza de un trato especial por el señor de la misma. Le encanta humillar y causar dolor a sus semejantes... a pesar de que son clase baja, como él.

Mira con pena a la muchacha y le hace una seña. Ella niega y cruza sus brazos por delante del pecho. Elliot se acerca con cuidado y ella gira la cabeza, aunque no le impide a su compañero le dé un beso en la mejilla.

- Es mejor que lo vean, sólo vienen a ayudar.
Las palabras de Elliot le hacen recapacitar y os mira, con su rostro lleno de un dolor que aún no ha desaparecido. El origen del mismo es físico, como podéis comprobar cuando os enseña la lengua cortada. La herida está curada y el dolor que aún llena su alma es debido a la impotencia. No pudo evitar la mutilación y nadie la ayudó. Los pocos sirvientes que se hubiesen puesto de su lado, no se encontraban junto a ella cuando todo ocurrió.

- Ese cerdo de Campbell la acusó de algo que no había hecho, ella protestó y se negó a cargar con la culpa. Él... él cogió un cuchillo y... -un lágrima recorre la mejilla de la joven mientras aprieta los puños y Elliot le abraza para consolarla.

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17/02/2022, 17:57
Julianne

Toda la información era importante, incluso para alguien como Julianne. 

 —¿Le atraen las mujeres que se le insinúan?—preguntó con claras intenciones—. No tendría problema de conquistarlo con tal de que no nos moleste. Puede ser una buena estrategia, aunque depende de como sea este sujeto. 

Tras su explicación, le dio un poco de pena por la mujer pero no dijo nada al respecto ya que esas cosas eran para su desgracia muy comunes. La joven había perdido la lengua, otros quedaban en el suelo desangrándose y así de injusto era este mundo donde prevalecía el más fuerte o el más astuto. 

Entonces habrá que ir moviendo. ¿No?

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18/02/2022, 12:18
Jean-Paul

— De la peor calaña, entonces —respondió él, bufando por lo bajo, en especial cuando la muchacha abrió la boca, mostrando así su lengua mutilada. No obstante, no mostró sentimiento alguno. Después de todo, aquello era el pan de cada día para muchos desde la caída de la Casa Wilderose... aunque todavía podía haber un poco de retribución—. No os preocupéis, nos aseguraremos de que este... Campbell también tenga su merecido —palmeó suavemente el hombro de Elliot y asintió a la sirvienta, para luego mirar a Julianne—. Sé lo que piensas, es buena idea... tal vez podríamos también encontrar la manera de inculparlo y que el castigo caiga sobre él —se llevó una mano al mentón, pensativo—. Lo mejor será moverse, sí. Gracias —dijo, mirando a los dos sirvientes—. No olvidaremos vuestra ayuda —concluyó.

Dicho esto, el muchacho empezó a caminar hacia el gran salón, donde sería servida la cena, y donde esperaba, vería a su objetivo.

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22/02/2022, 00:41
Narrador

Entráis por la puerta de servicio. Los invitados se dirigen al salón principal - de donde sale la música - para disfrutar de la cena. La gran mayoría de los nobles se encuentra en un estado de embriaguez que roza lo lamentable.

El interior del fuerte goza de un recargada y cara decoración: Candelabros de plata, lámparas de araña, alfombras tan gruesas y mullidas que los pies se hunden en ellas, como lo harían en la arena húmeda, las paredes están cubiertas de un papel pintado por los mejores artesanos y el aroma del incienso cubre el sudor de los cuerpos y el hedor de las pútridas almas que has sido regadas con licores caros.

Los sirvientes se dirigen hacia un lateral de donde emana un aroma delicioso que se anula el incienso por un segundo, cuando la puerta se abre. El olor de la comida es tan penetrante que os hacer sentir lo vacío que está vuestro estómago.

Cuando los invitados llegan al salón y el ruido de la última silla, al arrastrarse para recibir el peso de las posaderas de algún obeso borracho de ropas elegantes, un hombre sale de la cocina y se sitúa a un lado de la puerta. Viste ropas de mayordomo y su rostro serio, coronado por un rostro canoso, revisa con su mirada cruel y severa la primera tanta de platos que se van a servir.

El hombre se percata de vuestra presencia.

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22/02/2022, 01:08
Campbell

- Vosotros dos ¿Qué hacéis ahí plantados? Aquí dentro no quiero a ningún sucio haragán sin hacer nada.

El mayordomo se acerca a vosotros y os señala con el dedo.

- Si no os movéis ahora mismo y comenzáis a servir a los comensales, no valéis más que un sucio perro famélico abandonado y que lo único que merece es que lo lancen al río para que se ahogue.

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23/02/2022, 14:10
Julianne

Al ingresar al salón, observó cada detalle del lugar pero de forma muy simulada para no generar sospechas o llamar demasiado la atención de quien justamente en ese momento les habló. Rápido fingió un gesto de preocupación por miedo a que la echen y asintió conforme, ocupándose del servicio al coger una bandeja para ponerse a trabajar ya mismo. 

Se habían tragado el verso, así que ahora tocaba continuar en la misma sintonía porque no debía ni recordar quienes eran los que trabajan para él. 

Bien. 

Sólo le susurró aquello a Jean, para darle a entender que estaban más que bien en la situación y comenzó a ocuparse, sirviendo a los comensales.

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24/02/2022, 22:41
Narrador

Entráis en la cocina donde los sirvientes se afanan por recoger los platos que se preparan allí. Como si fuesen hormigas todos tratan de cumplir su trabajo sin cometer fallos.

Cuando llegáis a la cola de camareros os toca la sopa, pues los entrantes llevan varios minutos en las mesas. La orquesta guarda silencio mientras las canciones soeces surgen de alguna mesa lejana, aunque por el momento su tono no supera el volumen constante de las conversaciones.

En la zona más alejada de la puerta hay una mesa sobre un altillo y tras ella un enorme cortinaje con bordados en hilo de oro. Tal es el poder económico de la casa Foreyda. En dicha mesa se pueden ver a los novios y a sus familiares. La novia lleva un vestido blanco y vaporoso, ligero como la bruma junto al mar. Un velo cubre su rostro, como si fuese el mayor secreto jamás contado. El novio, viste de forma elegante y parece un general con su uniforme de gala: Hombreras en su casaca, galones de oro de batallas nunca luchadas y un sable colgando de su cinturón. Otros hombres y mujeres, tan llenos de lujos como carentes de escrúpulos completan el cuadro y sin duda uno de ellos es Lord Forjapalabra Logan de Foreyda.

El lord es un hombre alto y con sobrepeso. Su cabeza calva brilla bajo la luz que proyectan las enorme lámparas de araña. Viste de una forma extraña, para alguien de la ciudad. Sus ropas tienes una aire oriental, de tierras que jamás habéis conocidos pues no sois comerciantes adinerados.

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24/02/2022, 23:23
Narrador

Os movéis con agilidad entre las mesas y los otros sirvientes sin tropezar con nadie ni con nada, y depositáis la sopa donde os corresponde.

Un plato cae al suelo y se hace el silencio.

Os dais la vuelta para mirar. Un sirviente, apenas un muchacho, está de rodillas en el suelo conteniendo las lágrimas y tapándose la cara con las manos. Uno de los nobles se queja de su torpeza, pues ha derramado parte de la sopa en sus botas de piel.
Todo ha sucedido demasiado rápido, pero no tenéis ninguna duda de lo que ha pasado. Al derramar la sopa caliente y antes de que el hombre llegase a quejarse por que su calzado estaba sucio, Campbell se aproximó con la velocidad de una tormenta en alta mar y golpeó al joven con el dorso de la mano, derribándolo.

- Maldito puerco -afirma el mayordomo - ¿crees que es forma de tratar a nuestros invitados? Deberías lamer sus pies.
La sangre mancha el suelo cuando Campbell le golpea de nuevo, dejándolo tumbado sobre el piso, gimoteando y con el labio roto.
- Sucia rata de alcantarilla, fétido desecho, ponte en pie.
Los ojos del mayordomo irradian ira y odio, mientras agarra al joven del brazo y le obliga a levantarse. Hace una seña con la mano libre y dos sirvientes recogen varios platos vacíos de la cabecera de la mesa, donde no había nadie sentado. Sin mediar palabra le agarra del pelo y de un fuerte tirón le obliga a subirse a la gruesa y pesada mesa de madera, a pesar de que sus zapatos apesten a sudor.
- Pide perdón o te juro que probaras la vara y el látigo hasta que se derrame la última gota de tu inmunda sangre en el suelo de la más profunda de las celdas.

Mientras el muchacho susurra una disculpa, algunos de los comensales le lanzan pedazos de pan y trozos de comida mientras le abuchean.
Cuando termina se baja y recibe otro golpe, en el estómago. Esta vez no ha sido Campbell, sino uno de los guardias que ha entrado al salón al oír el escándalo y que se lleva al avergonzado joven, después de que el mayordomo le haga una seña.
Le espera una noche de dolor y agonía.

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06/03/2022, 22:32
Narrador

Apenas termina este triste episodio unas voces canturrean algo. Son unos nobles ebrios, cuyo decoro y saber hacer se pierde entre la alta graduación de las bebidas que consumen. Están sentados en la mesa más alejada de la puerta y situada contra una pared.

Los cánticos que surgen de sus gargantas os hacen sentir como una mano oprime vuestros corazones. Aquellas palabras, carentes de cualquier melodía, hablan del inicio del Reino de la noche y sobre la fatídica noche en la que los Wilderose fueron asesinados, más bien masacrados.

Logan de Foreyda no se une al canto y parece levemente avergonzado, pero no hace que se detengan. Tan sólo les hace gestos para que canten más bajo y ellos, a pesar de su estado, le hacen caso.