Partida Rol por web

Nothgoth - Memento Mori

Capítulo 4: El Azote del Infierno

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05/08/2016, 14:02
Director

Madam Mary acompaña a Gustav hasta la puerta trasera del local y tras una breve despedida la cierra dejándolo sólo en un callejón. Aquel encuentro parecía haber ido mucho mejor que el anterior, así que Gustav se sentía un poco mejor. Miró al cielo para comprobar que aún era muy pronto cómo para pensar en comer, cosa que le había prometido a Hannah que haría con ella cuando regresara a la base. Tampoco podía ir en aquel momento a hacer uno de los recados que tenía en mente, es decir, ir a enseñarle la espada a Fred Hammer, pues no llevaba la misma consigo. Así que sólo le quedaban dos opciones, regresar a la base antes de tiempo o improvisar. 

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09/08/2016, 20:45
Gustav Andersen

Decido volver a la base pasando antes por el lugar donde enterraron a Heath y Maverick. Camino por la ciudad bastante ensimismado en mis pensamientos. 

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09/08/2016, 22:37
Director

Eventualmente, Gustav deja atrás los muros de los ciudad y se interna en los bosques procurando cómo siempre no ser visto por nadie. A pesar de que los Gnagerit se habían encargado ya de regenerar la zona del bosque que se había quemado, su base había cambiado de localización para evitar que los soldados de Gloryhill los volvieran a encontrar con facilidad. Ahora el lugar se encontraba mucho más internado en el bosque, a poco menos de una hora de la aldea de los Gnagerit. Se trataba de la falda de una montaña con algunos túneles naturales que se usaban de despensa, tanto para tesoros cómo para alimentos y recursos. Los miembros de la banda dormían en tiendas sencillas mayormente, pues pocos se arriesgaban a dormir bajo el suelo, y en su regreso a Gloryhill Gustav se había sorprendido gratamente al comprobar que el número de dichas tiendas había aumentado respecto a su partida. 

Por lo visto, Hector había hecho un buen trabajo en lo que se refería a aceptar nuevos reclutas. Estaban los típicos, hombres con ganas de luchar contra su gobierno o jovenes delicuentes a los que era mejor reencaminar. Sin embargo, había de nuevos, cómo simples jornaleros que huían de la guerra que se avecinaba. Por desgracia, algunos de estos últimos traían consigo problemas para los recursos, y es que no habían dejado a sus familias atrás. Aunque no era del todo negativo, pues ahora mujeres o niños se dedicaban a hacer tareas en la base que la hacían un lugar más agradable y habitable. Quién sabe, quizás aquel sólo era el inicio de la sociedad con la que tanto había soñado ya Gustav. 

En cuanto a los Gnagerit, los más sociables incluso estaban ayudando a reconstuir la base, formando una barrera natural entre el bosque y ella. Otros se encargaban aún de las negociaciones con el representante Zwerk que se había hospedado en su aldea. A parte, un grupo de Gnagerit había viajado al sud en busca de más información sobre los Golem y aún se esperaba su regreso. A pesar de ello, Gustav temía que la información no llegaría a tiempo antes de que les tocara actuar. Muchos de sus camaradas consideraban que la reunión entre la Marioneta y el Consejo era una oportunidad que no se podían permitir dejar escapar.

Una larga caminata cuesta arriba a través de los árboles fue suficiente para que Gustav viera a las personas que estaban vigilando en aquel momento la base, aunque extrañamente las mismas se encontraban algo lejos de la entrada principal. Le sorprendió ver que eran Deborah y Hannah, las cuáles parecían estar en medio de una "discusión" amigalbe. Y parecía una discusión por la tosquedad con la que Deborah solía decirlo siempre todo, pero a Gustav no le había costado muchos días entender que aquello era parte de su carácter. Solía mostrarse bastante agresiva y poco amigable con la mayoría de gente, por lo que el hecho de que tratara a Gustav con frialdad le hacía pensar que le caía bien. 

Bienvenido de vuelta, Gustav. - Dice Hannah en cuanto detecta la presencia de Gustav. - Te estábamos esperando. Hace poco que uno de tus hombres ha vuelto con información, te hubiéramos ido a buscar si hubieras tardado un poco más. Lo que sea que viniera a decir ese hombre, se lo ha ido a comunicar directamente a Hector. 

Gustav asiente y sin mediar muchas más palabras se ponen en marcha. Al rato, Gustav ve que Hannah y Deborah no eran las que vigilaban, pues había otros dos hombres en la entrada principal, una maraña de enredaderas que formaban un arco semi-oculto. Ambos saludan a Gustav con respecto cuando pasa a través del mismo. Al rato de avanzar por el camino de tierra que llevaba hasta la base, Deborah se dirige a Gustav. 

¿Cómo ha ido todo, Vendas? 

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14/08/2016, 17:51
Gustav Andersen

No estaba muy atento cuando Deborah me habla y respondo casi sin darme cuenta. - Bien... - Me quedo un momento en silencio y añado. - No podía haber ido bien, en el caso de Heath perdimos un camarada y un amigo pero Pamela perdió un marido y el sueño de una vida mejor. - Inspiro de forma sonora y como veo que no puedo continuar cambio de tema. - La despedida de Maverick fue, relativamente, mejor. No le había dado tiempo a tener una vida que abandonar por la causa, solo las chicas del Suspio de Kihn le alejaban de la guerra. Estuve hablando con Madam Mary, por si nos ayuda a conseguir algún contacto en el territorio de los Mozward para nuestras operaciones.

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15/08/2016, 09:42
Director

Deborah asiente con el ceño fruncido, parecía satisfecha aunque nunca se podía saber de aquella mujer. Hannah, por su lado, se pega un poco más a Gustav al ver sus ánimos y le coge de la mano.

El trío avanza así durante un rato hasta llegar por fin al campamento. En el mismo se veía movimiento aquí y allá: Mujeres preparando la comida, Hombres entrenando en un pequeño claro con arcos, espadas o incluso con algunas de la Bolas Gnagerit, e incluso algunos niños corriendo entre las tiendas. Demasiada vida para los tiempos en los que corrían. La gente saludaba a Gustav mientras que pasaba, algunos con respeto pero otros aún con cierto temor... Había sido Hector quién los había reclutado, la visión de que su verdadero jefe tuviera un aspecto tan tétrico no parecía entusiasmarles especialmente, además de que no había tenido apenas tiempo de acercarse a ellos y conocerlos desde su llegada. 

Eventualmente Gustav llega al circulo de tiendas más grande del campamento y allí ven a Hector, que en aquel momento parecía estar hablando de algo con Kayden mientras señalaban un mapa sobre una mesa improvisada. Luke y Smith estaban cerca, simplemente escuchando. Cuando Gustav se acerca, Hector deja de hablar con Kayden y se dirige a Gustav. 

Me alegro de que ya estés aquí, Gustav. - Dice con respeto. - Parece que el Consejo ha tomado la precaución de ponerse en marcha antes de que los detalles sobre su decisión llegaran muy lejos. Hoy mismo un carruaje de los Monzward ha partido de la capital con un séquito de 20 soldados, se cree que en su interior viajaban el rey y la reina y el resto del Consejo. Todo parece indicar que iban en dirección a la posada dónde se van a organizar las negociaciones entre Helltia y las fuerzas de la Marioneta. 

- Se que es precipitado. - Añade Kayden. - Pero estábamos discutiendo cómo aprovechar está oportunidad. Cómo mínimo deberíamos salir a observar desde lejos los resultados de la negociación. El lugar está preparado a base de emboscadas, lejos de perturbaciones del terreno o vegetación. 

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15/08/2016, 17:54
Gustav Andersen

Escucho antentamente y contesto. - Recapitulemos ¿Que información tenemos del encuentro? Por mi parte aproveché el viaje a Gloryhill para buscar si podriamos sacar información de alguno de los oficiales descontentos.

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15/08/2016, 20:05
Hector Maddox

Hector medita unos segundos antes de hablar. 

Se cree que es un encuentro pacífico para negociar el final de la guerra que aún no ha comenzado, pero eso no está del todo claro teniendo en cuenta que por un lado está la Marioneta y por otro la Iglesia. En todo caso, al ser "pacífico", ambos bandos deberían tener fuerzas equivalentes, lo que indica que no sería raro que a parte de los 20 hombres de los Monzward hubiera otros 20 hombres del ejército de la Marioneta guardando dicha posada. El lugar se encuentra en la frontera entre las tierras de los Hollster y las tierras de los Monzward, y supuestamente ha sido limpiado de curiosos, es decir, sólo el dueño de la posada está allí. 

Se cruza de brazos y mira a Gustav fijamente. 

¿Se te ocurre algún plan brillante?

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16/08/2016, 12:08
Gustav Andersen

Me quedo unos momentos en silencio. - No tenemos tiempo para interceptarles ni hacernos pasar por alguno de los soldados. Lo mejor que se me ocurre es ir con el traje de camuflaje de foliaje.  - Hago una pequeña pausa y concluyo. - Estaremos con catalejos en puntos estrategicos para reconocer si pasa algo en la taberna, después tendremos varios hombres en el camino para reconocer a los hombres que salen. Si reconocemos alguno podremos interrogarlo más tarde por los detalles. - 

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17/08/2016, 11:57
Director

Ninguno de los hombres de Gustav parece tener ninguna queja con su plan, al fin y al cabo no había tiempo ni recursos suficientes para preparar algo mucho más complejo que aquello. Tras hacer los preparativos necesarios para el transporte, el equipo y el traje de camuflaje, Gustav decide que lo mejor era que lo acompañaran pocas personas. Entre las mismas, Hannah y Deborah se ofrecen cómo voluntarias, mientras que por su lado Gustav elige a Kayden y Hector.

Se marchan del campamento tan pronto cómo todo el grupo está listo para partir, en dirección a la posada dónde se iba a celebrar la reunión, marchando tan rápido cómo pueden sus caballos. Eventualmente llegan a caminos, pero escogen utilizar los menos transitados para evitar cualquier riesgo de un encuentro indeseado. Tras un par de horas calculan que están cerca del claro dónde se encontraba la posada, pero no lo atraviesan si no que lo rodean en busca del lugar con mejores vistas desde el cuál pudieran observar la situación. Lo encuentran en un pequeño acantilado que daba directamente al claro. Tras esconder a los caballos, Gustav divide a sus compañeros por la zona (Tumbados en el suelo, subidos a arboles o controlando la retaguardia) y entonces comienza la vigilancia.

Aunque la posada estaba bastante lejos, Gustav no tarda en distinguir a los caballos en el establo y a los soldados que rodean el lugar. Había aproximadamente 20 soldados, tal y cómo ya habían supuesto, luciendo el estandarte de los Escorpión. Eso sumado al hecho de que solo había un carruaje cerca de la posada indicaba que los Monzward aún no habían llegado y que la Marioneta y sus aliados debían estar ya en el interior.

Pero no tienen que esperar mucho hasta que ven aparecer al carruaje Real y su comitiva. El mismo se detiene al llegar hasta la posada y ningún ocupante se baja del mismo durante bastante rato mientras que la comitiva se distribuye alrededor de la posada. Finalmente, la sorpresa llega cuando del carruaje no baja el rey ni ninguno de los miembros del consejo, si no que descienden más soldados. Los hombres de Erik parecen alterarse al ver esto, pero parece que la situación se calma cuando dos de los soldados que formaban parte de la comitiva se quitan el casco y se acercan a la posada. Aún desde la distancia, Gustav pudo reconocer a uno de los hombres. Charles Monzward, Consejero de Guerra y hermano del Rey. El mismo termina por entrar junto con su acompañante en la posada. 

Y entonces la espera vuelve a empezar. Y Gustav se toma la libertad de echarle una ojeada a las alrededores de la posada. Dejando de lado a los soldados que la rodeaban en silencio, no había rastro de ningún curioso más, claro que podrían estar camuflados al igual que los hombres de Gustav. También se puede fijar en las marcas que había dejado el carruaje de los Escorpión en el camino, dejando clara la ruta que habían elegido para ir hasta allí. 

Notas de juego

Te dejo este post por si quieres hacer algún preparativo. 

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18/08/2016, 00:38
Gustav Andersen

Nos ponemos en posición en en los puntos estrategicos y los colocados en los caminos tienen una bolsa con esferas. Quedamos a la espera del resultado de la reunión por si aparece una oportunidad para acabar con la marioneta o la comitiba del Rey. En cualquier, si no hay una gran oportunidad no se actuará, no es la ocasión para jugarse la vida. 

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18/08/2016, 12:37
Director

Gustav espera pacientemente, consciente de que la reunión podría durar horas. La situación parece calmada, al menos desde el exterior. Los soldados de bandos contrarios evitan hablar o cruzar sus miradas. Es evidente que se sienten bastante incómodos. Hasta hacía poco eran aliados y ahora por culpa de los designios de sus líderes tenían que verse obligados a tratarse cómo enemigos. 

Para la sorpresa de Gustav fue al cabo de poco menos de una hora cuando las puertas de la posada se abrieron de nuevo. Y entonces le vio, el hombre que había acabado con su vida: Erik Escorpión. Junto a él salen otros hombres que Gustav no reconoce, salvo por uno, David Hollster, al que solo había visto contadas veces. En el interior de la posada siguen estando Charles y el hombre que lo acompañaba. Caminan en silencio, no parecía que los ánimos fueran especialmente festivos... Aunque tampoco se podría predecir a esas alturas si la reunión había ido mal, al fin y al cabo no se habían matado los unos a los otros.

Todos se suben al carruaje, que es rodeado rápidamente por la comitiva de soldados, y el mismo comienza a avanzar hacía el camino que sus hombres estaban ya vigilando. Gustav cambia de posición para mejorar su punto de vista, y se acerca al lugar dónde estaba acurrucada Hannah ya. La misma le llama la atención con un gesto de la mano tan pronto cómo Gustav se acerca y le señala un punto más adelante en el camino. Tres jinetes encapuchados avanzaban por el mismo, parecía que en la dirección contraria que el carruaje por lo que eventualmente se iban a cruzar. 

Tras varios minutos tanto los jinetes cómo el carruaje se detienen a bastante distancia, posiblemente porque ambos se habían detectado ya. Parece que los soldados que rodeaban el carruaje se ponen nerviosos, pero tras un par de órdenes por parte del interior del carruaje, un grupo de cinco soldados se acerca a la posición dónde se habían detenido los jinetes. Tras una breve discusión entre los soldados y los jinetes, los soldados desenvainan sus armas y dos de los jinetes descabalgan de sus caballos. Y entonces, lo inesperado ocurre... 

Magia. Antes de que a Gustav le de tiempo a pestañear, los jinetes que habían desmotado había hecho aparecer fuego de la nada y habían prendido fuego a los cinco soldados. Los soldados caen muertos al suelo antes de haber podido ni moverse del sitio. Poco después, los soldados restantes del carruaje se ponen en formación rodeándolo, a la espera del enemigo. Los jinetes que habían descabalgado avanzan, mientras que el restante se queda dónde está, montado en su caballo. 

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18/08/2016, 13:57
Gustav Andersen

Hago una señal para que todo el mundo se ponga en posición de poder hacer llover muerte sobre los soldados y jinetes. A mi señal lanzaremos las plantas y secuestraremos a los VIPs. Le digo a Hannah que se encargue del jinete de la retaguardia. Si tiene la oportunidad que lo capture con vida pero si no tiene el tiro seguro que no dude en acabar con el.

Cuando esté todo el mundo en posición espero cuando estén todos los soldados luchando para lanzar el ataque.

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18/08/2016, 15:15
Director

Los hombres de Gustav esperaron en sus posiciones, y la batalla entre los dos encapuchados y los soldados comenzó. Había uno de ellos, cuya armadura dejaba claro que era de un rango muy superior, que gritaba órdenes sin parar, pero las mismas siempre llegaban tarde. Los soldados caían sin más, presos de las llamaradas, y cada ataque que intentaban asestar a sus atacantes era esquivado con una agilidad inhumana. Alguno de los soldados hirió a uno de los encapuchados, incluso uno lo atravesó, pero parecía que las heridas no les afectaban en absoluto y seguían luchando sin descanso. 

Entre el caos y la confusión, Gustav pudo ver cómo el soldado que comandaba al resto se acercaba al carruaje a hablar con sus ocupantes. Acto seguido, dos soldados que aún no habían luchado (Puesto que no estaba en primera línea de batalla) se acercaron a la puerta carruaje y ayudaron a bajar a los ocupantes. El pequeño grupo, entre los que estaban Erik y David, comenzó a huir en dirección al bosque, aunque su velocidad no era la más adecuada... La razón se hizo evidente cuando Gustav pudo fijarse en que Erik parecía especialmente debilitado. 

Paralelamente a esto, el comandante corrió de nuevo hacía la batalla llamando la atención de los atacantes. Pocos soldados quedaban en pie, los pocos que no habían sido aún consumidos por las llamas o habían huido, y todos estaban luchando completamente a la defensiva. Su prioridad parecía ahora mantener distraídos a los dos atacantes mientras Erik y sus aliados huían... Pero dicha estrategia no funcionó. Uno de los encapuchados se dió cuenta de que los ocupantes del carruaje huían y se separó de batalla dejando a su compañero sólo (Aunque no parecía que el mismo fuera a tener problemas con ello). 

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18/08/2016, 15:32
Gustav Andersen

Le digo a Hannah que voy a perseguir al encapuchado en el bosque. Que de ella la señal si ve que los otros encapuchados van a ayudar a su compañero. 

Me muevo por el bosque y me camuflo para interceptar al encapuchado cuando se adentre en el bosque. Tengo preparada dos bolas enredaderas y una toxica con una mano. Y la espada magica en la otra, escondida pero preparada para estocar.

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18/08/2016, 15:46
Director

El encapuchado avanza mucho más rápido de lo que Gustav había calculado y se acerca al grupo de Erik antes de poder interceptarlo. En ese momento, el grupo estaba parado no muy lejos del camino rodeando a Erik, que parecía haber perdido el conocimiento. Uno de los soldados que lo escoltaban estaba cogiéndolo en brazos cuando de pronto un latigazo de llamas le azota por la espalda. El impacto hace que el soldado suelte a Erik de mala manera y grite de forma horrible. 

Al detectar la presencia del encapuchado, David intenta arrastrar a Erik inútilmente (En parte por que no parecía especialmente fuerte y en parte por el miedo que era evidente que sentía). Al mismo tiempo, los soldados se interponen entre el encapuchado y su objetivo con las miradas cargadas de terror y los músculos temblorosos. Los otros dos aliados que acompañaban a Erik parecen decidir al unisono salir corriendo de allí. 

El encapuchado avanza, sus manos parecían estar en llamas. Cada paso que daba, los soldados retrocedían otro. El que había sido atacado por la espalda parecía especialmente debilitado. 

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18/08/2016, 16:17
Gustav Andersen

Me muevo hacia un lado para poder tener un tiro del encapuchado por la espalda. Cuando ataque a los soldados le voy a lanzar enredaderas para que estallen del lado contrario al que voy a abalanzarme hacia el encapuchado. Cuando se gire a hacia las enredaderas iré corriendo hacia el para estocarle.

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18/08/2016, 16:52
Director

Gustav se mueve con destreza a través de su ámbito, pasando totalmente desapercibido. El encapuchado se detiene y ataca. Con dos pronunciados movimientos de brazos, las llamas que tenía contenidas en sus manos salen volando en forma de bolas de fuego hacía los soldados. Los mismos intentan defenderse inútilmente echándose a un lado, pero las llamas les persiguen allí dónde se apartan y acaban por impactar directamente en ellos. Los soldados estallan en llamas, quemando también parte de los alrededores. El encapuchado se acerca a David, que aún intentaba mover a Erik, ahora para alejarlo de las llamas. Un leve movimiento de mano por parte del encapuchado fue suficiente para que todos los restos de llamas se consumieran en un instante. 

Fue entonces cuando Gustav vio su oportunidad. Lanzó la bola por la izquierda del encapuchado, la cuál no tardó en estallar en cientos de enredaderas. Y mientras que el encapuchado se giraba para apartarse de la mismas y prenderlas en llamas, Gustav ya se estaba situando a su espalda. En un último instante, el encapuchado estuvo a punto de girarse, consciente de al presencia de Gustav, pero ya fue demasiado tarde. Gustav le clavó la katana por el costado y su adversario se paralizó por completo. En la mirada del hombre, Gustav pudo ver cómo su vida se consumía poco a poco y cómo cuando cayó al suelo ya era un cadáver. 

Tan pronto cómo Gustav retiró su espada, pudo notar algo nuevo en la misma. Se notaba más... Ligera. Y casi parecía que la hoja transmitiera un calor sobrenatural, o por lo menos no provenía de la sangre del hombre al que había matado, pues la hoja no estaba impregnada con la misma.

Totalmente aterrorizado, de rodillas en el suelo y protegiendo entre sus brazos el cuerpo inconsciente de Erik estaba David. Las palabras salieron torpemente de su boca, pues por mucho que lo intentara no podía ocultar el miedo. 

¿Q-quién eres? ¿Q-que es lo que quieres? ¿Vienes a salvarnos? - Miraba fijamente a Gustav. 

A sus espaldas, Gustav pudo sentir gritos. La emboscada por parte de sus hombres debía de haber comenzado ya. 

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18/08/2016, 17:07
Gustav Andersen

Miro a Hollster y digo. - Somos mercenarios de la Casa Phal, estábamos espiando el encuentro pero esta situación es una locura. Quedaos aquí, nos encargaremos del resto de enemigos y os llevaremos a un lugar seguro.

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18/08/2016, 17:21
Director

David asiente levemente, con lo asustado que estaba parecía capaz de creerse cualquier cosa que lo pusiera a salvo, y luego baja la mirada hacía Erik. Lo zarandea con cuidado, cómo si quisiera intentar despertarlo. Pero Gustav no se queda a observar sus torpes intentos, tan pronto cómo se asegura de que David no va a salir corriendo se da la vuelta y vuelve con sus compañeros. 

La escena allí es mucho más caótica que cuando se fue. Todos los soldados de Erik habían caído ya, incluido su comandante, y rodeando una nube de humo estaban los hombres de Gustav, con las armas desenvainadas. De la nube de humo provenían gritos de angustia. 

- ¿¡Que es esto!? - Gritaba el encapuchado desde el interior. - ¿¡Que me habéis lanzado!? - Y mientras gritaba iba lanzando llamaradas de fuego a ciegas, cosa que mantenía apartados a los cuatro compañeros de Gustav.

Lo que los mismos no parecían estar advirtiendo era que el tercer encapuchado se estaba acercando al lugar. El mismo se detiene a varios metros y zarandea la mano con desdén. Una gran bocanada de aire barre el camino momentos después, haciendo desaparecer el humo tóxico. 

Deja de hacer el inútil. - Le recriminó el tercer encapuchado al segundo, que se apretaba las manos contra la cara. La voz del tercer encapuchado era de mujer, y por su tono parecía acostumbrada a tener autoridad. - Vosotros. - Dice la mujer, al parecer dirigiéndose a Hannah, Deborah, Kayden y Hector. - ¿Quienes sois? 

Ahora que el humo se había apartado Gustav puede fijarse en que tanto Deborah cómo Hector presentaban quemaduras considerables. El segundo encapuchado se aparta del circulo que habían formado alrededor de él, colocándose al lado del tercero. Cuando Hannah intenta impedirlo lanzando una bola, de pronto el suelo comienza a temblar a sus pies y una piedra sale disparada en dirección a su mano, obligandola con ello a soltar la bola. Por suerte, la misma no explota al tocar el suelo, pero parece la sangre comienza a mandar de un profundo corte en la mano de Hannah.

- Os advierto que no voy a dejaros intentar ninguna tontería. No os voy a perdonar que nos hayáis interrumpido. - Dice la mujer, tajante. - ¡Identificaos! 

El segundo encapuchado seguía frotándose la cara, pero de pronto ya no parecía que su piel estuviera irritada ni que sus ojos estuvieran rojos. Estaba cómo nuevo. 

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18/08/2016, 17:44
Gustav Andersen

Parece que me rinda pero no suelto la espada. Intentando llevar la minima atención a la espada me dirigo a la encapuchada que está hablando. - Para, nos rendimos. Somos mercenarios que trabajamos para la casa de Phal que estabamos espiando la reunión. No nos vale la pena mo... - Antes de acabar la frase estando ya lo suficiente cerca de la mujer le clave el estoque en el pecho mientras con la otra mano lanzo 3 esferas con enredaderas al otro encapuchado.