Partida Rol por web

Nothgoth - Memento Mori

Capítulo 4: Guerra

Cargando editor
11/08/2016, 11:48
Charles Monzward

Jonathan da un paso hacía adelante. Charles vuelve a intervenir, ahora con más autoridad. 

Lord Erik, sólo se lo advertiré una vez más. - Dice en tono sentencioso. - Marcharse ahora será lo mismo que reconocer que oculta algo sobre el asesinato de Gholas Khanforn. Atraviese esa puerta y toda posibilidad de un acuerdo de paz llegará a su fin. 

Cargando editor
11/08/2016, 11:53
Erik Escorpión

- Las negociaciones han terminado.

Digo finalmente, mientras impulso levemente a Jonathan en señal de que continúe.

Cargando editor
11/08/2016, 12:03
Director

La habitación se mantiene en silencio mientras que Jonathan abre la puerta y guía a Erik hacía el exterior. Entonces Erik puede sentir cómo el resto de sus acompañantes se levanta y lo acompañan hacía la salida. Una vez que estaban todos fuera, y sin mediar palabra, siguen caminando hacía dónde les esperaba aún el carruaje dónde habían venido. En el exterior la atmósfera era incómoda, impredecible... Cómo el inicio de una batalla, y sin embargo, nadie se interpone en el camino de la comitiva. Los hombres con los que habían venido abandonan sus posiciones y rodean el carruaje mientras que todos se montan en él. Y eventualmente, el mismo se pone en marcha dejando otras toda posibilidad de paz. 

Erik podía sentir cómo el veneno ganaba terreno poco a poco en su cuerpo, produciendole nauseas ante el mínimo balanceo del carruaje. Agradecía el silencio, pues la cabeza le estaba comenzando a dar vueltas, y sin embargo cómo siempre Robert fue el responsable de romperlo. Habló con frialdad. 

Lord Erik, Lord David. - Dice pausadamente. - No quiero arrepentirme de haber decidido volver al carruaje, así que no esperaré más... Más les vale que comiencen a hablar sobre lo que ha ocurrido ahí dentro. ¿Que nos habéis estado ocultando? - Posiblemente se refería a él y a Jaime, que seguía mudo.

Cargando editor
14/08/2016, 16:16
Erik Escorpión

Silencio.

Tardo varios segundos en contestar. Justo cuando voy a contestar parece que va a hablarme de nuevo Robert, pero es interrumpido por mi voz.

- Gholas fue asesinado por mis tropas al intentar matarme por la guerra que estaba intentando comenzar.

Y tras esas palabras quedo en silencio de nuevo.

Cargando editor
14/08/2016, 16:49
Director

Silencio es lo único que recibe Erik cómo respuesta a sus palabras, devolviendo el ambiente a su tensión estándar. David y Jaime se movían nerviosos y Robert respiraba profundamente, dejando escapar grandes bocanadas de aire por la nariz. Llevaban en está situación varios minutos cuando de pronto Erik puede escuchar las voces de sorpresa de los soldados que guardaban el carruaje. Alguien gritó "¡Alto!" y el carruaje se detuvo. 

Voy a preguntar que ocurre. - Comenta Jonathan casi inmediatamente después de que comenzaran los murmullos en el exterior. La cortina de la ventana dell lado de Jonathan se descorre y, después de que Jonathan diera una orden, uno de los soldados se acerca a hablar. 

Hay tres jinetes de aspecto sospecho bloqueando el camino más adelante. Van encapuchados y no les podemos ver el rostro desde está distancia. Parece que no tienen intención de apartarse. - Informa el soldado. - Lord Erik, ¿Quiere que mandemos a un grupo a interceptarlos?

Cargando editor
15/08/2016, 11:32
Erik Escorpión

- Sí. Si hace falta, sacadlos por la fuerza. No tenemos tiempo para esto.

Cargando editor
15/08/2016, 20:28
Director

Jonathan termina por descender del carruaje pero se queda cerca de la ventana de Erik. Da las órdenes pertinentes para que cinco de los soldados fuera a interceptar al pequeño grupo que bloqueaba el camino y después va describiendo la evolución de los acontecimientos desde su posición para que Erik lo escuchara. 

Los cinco hombres cabalgan deprisa hacía la posición de los jinetes y se detienen a varios metros de ellos. Entonces, ambos bandos comienzan una discusión, inaudible desde la posición del carruaje. Lo que si era visible es que uno de los jinetes actuaba de portavoz para los otros dos. 

Parece que la discusión termina y las armas en ambos bandos son desenvainadas. Las jinetes que no habían hablado descabalgan al mismo tiempo que los 5 soldados. Ambos grupos se acercan poco a poco, cómo si calibrarán las fuerzas del contrario. Y entonces, en un pestañeo... 

Han caído... - Dice de pronto Jonathan, que no parecía creer lo que veía a juzgar por el tono de sus palabras. - Les... Les han prendido fuego... - Parece que le cuesta hablar. - Ellos... Han ardido sin más... De la nada... 

Se escuchan gritos en el exterior. Soldados nerviosos. Espadas desenvainándose. Alguien grita que venían hacía allí. Los ocupantes del carruaje se mueven nerviosos, asomando la cabeza al exterior y maldiciendo entre dientes.  

Cargando editor
17/08/2016, 23:46
Erik Escorpión

- ¿Qué? Yo... quiero decir...

Agh... mierda, mierda. Somos pocos, hemos dejado a la mayoría de nuestros hombres para no afectar a las negociaciones... pero no podríamos huir de estos. Mierda.

- ¡Mantened la posición! ¡Defended el carruaje dispersándoos alrededor de él!

Así al menos las llamaradas no se llevarían a todos mis hombres a la vez.

Cargando editor
18/08/2016, 13:26
Director

Erik pude sentir cómo sus hombres forman alrededor del carruaje, pero también eran perceptibles los murmullos de duda y de terror que recorrían la formación. Y terror era algo que sentía Erik en aquellos momentos después de mucho tiempo, completamente a oscuras, indefenso y sin información... Contra un enemigo que no entendía. ¿Servía de algo defenderse acaso de llamas que aparecían de la nada o sólo conseguiría retrasar lo inevitable al precio de la vida de sus hombres? 

Fuera cómo fuera, no tenía demasiado tiempo para pensar y tampoco podía permitirse salir corriendo en su estado. Erik notaba cómo el veneno ganaba terreno en su cuerpo, lo volvía débil, lo paralizaba... Sentía cómo la vida se le escapaba con cada suspiro... Cómo su cuerpo dejaba de responder... Era evidente que faltaba poco para que perdiera el conocimiento. 

Sus pensamientos se dispersaron cuando alguien proclamó: 

¡Se acercan! 

El nerviosismo en el exterior y en los ocupantes del carruaje se aceleró. Al aviso lo siguió un silencio tenso... La cabeza de Erik no pudo evitar pensar en aquel momento que cualquiera de los hombres que lo acompañaban serían capaces de abandonarlo allí mismo en cuanto vieran que no tenían posibilidad alguna de ganar. 

Y el enfrentamiento dio comienzo para la primera línea de la formación. Jonathan gritaba órdenes desde el exterior, pero las mismas siempre iban acompañadas por los gritos de sus hombres. Los atacantes eran implacables, veloces en sus movimientos y mortíferos con sus llamaradas. Erik pudo escuchar cómo uno de los soldados se vanagloriaba de haber atravesado con la espada a uno de ellos, pero ese mismo soldado murió segundos después entre gritos de agonía. El caos y la confusión se apoderó de todo, Erik juraría que sintió cómo algunos soldados salían corriendo de allí. 

Jonathan se acercó al carruaje y habló alterado. 

- Mi señor, hay que marcharse, las llamas han alcanzado al carruaje. - Segundos después Erik pudo comenzar a sentir el calor. - Intentaré entretenerlos... - Jonathan gritó un par de órdenes para que dos de los soldados que aún no habían luchado se encargaran de escoltar a Erik. Acto seguido, corrió hacía el frente de la batalla, llamando la atención de los atacantes a gritos. 

Robert, Jaime y David bajaron del carruaje, todos totalmente alterados y confundidos, y ayudaron a Erik a bajar. 

Al bosque. - Dijo uno de los soldados que los escoltaban. - Tenemos que intentar que nos pierdan de vista. 

A duras penas el pequeño grupo se puso en marcha, dejando atrás la acción lo más rápido que podían... Que no era muy rápido debido a que tenían que ir al paso de Erik. El mismo sentía que los pies le pesaban, que sus brazos y piernas perdían fuerzas mientras que avanzaba por instinto hacía adelante. Sólo pudo continuar porque David se acercó para servirle de apoyo.

- ¿¡Que significa esto!? - Gritaba Jaime de pronto, realmente desesperado, aunque Erik lo escuchaba cómo una voz lejana. - ¿Quienes son? ¿De dónde sacan las llamas?

- ¡Cállate! - Le ordenaba Robert autoritario, que también parecía distante para los oídos de Erik. - ¡Tenemos que escondernos! ¡Gritar no servirá de nada ahora!

Erik tropezó. Los pasos seguían hacía adelante mientras que David tiraba de su débil cuerpo. No había manera, las piernas no le respondían. 

¡Esperad! - Dijo David de fondo, distante. - ¡Algo le pasa a Lord Erik! 

Los pasos distantes se acercaron. 

- No tenemos tiempo para esto. Que alguien lo cargue... - Proponía la voz de Robert. 

Erik pudo sentir cómo unos brazos lo rodeaban al poco rato, con fuerza. Pero no avanzaban... El mundo se volvió poco a poco silencioso a su alrededor, hasta que al final escuchó: 

- Es demasiado tarde... - Aunque Erik no pudo discernir de quien era la voz en ese momento. 

Antes de caer inconsciente, pudo sentir el calor de la llamas. 

[IR A NEXO: Cicatrices]