Partida Rol por web

El islote de tierra se desliza por la niebla, navegando sin rumbo, como un navío a la deriva. Sus árboles, numerosos y frondosos, atrapan la niebla bajo sus ramas, que se convierten en realidades probables, como insectos, pájaros, rocío o sencillamente aire. Este refugio natural, no permite el paso de la luz, ni siquiera la que la Niebla emite al refulgir en sus tonos de grises más metálicos y plata. 

En la oscuridad, los Rasha se apiñan, buscando encontrar alguna seguridad y consuelo en los miembros de lo que consideran su raza por compartir olor y tacto. Sin poder ver lo que les rodea, se defienden de lo desconocido acercándose tanto como pueden los unos a los otros. 

Khan se materializa en el bosque, entre las sombras, observando en la distancia a los Rasha. Sus pies tocan el suelo, y por un momento, parece que se va a hundir bajo sus pies. Podía notar que la burbuja de realidad era bastante más frágil lejos de los rasha, que en su entorno. Los árboles que habían marcado con sus garras, el suelo que pisaban y el aire que respiraban, tenía algo más de real, mientras que a unos metros de distancia, en la oscuridad, Khan podía notar que sin esfuerzo podría volver a convertir esos árboles, tierra y aire en pura Niebla.

Desorientados y desnudos, no parecían en mal estado más allá del temor que lo desconocido parecía alentar en ellos. La temperatura era agradable, ni alta ni baja, y después estaba el silencio. A excepción de los rasha, nada más parecía moverse, y además el follaje devoraba el sonido. Un remanso de paz, o tal vez un escondite antes de empezar la cacería. 

Miro a los rasha, las cosas a su alrededor parecen más solidas, si es a causa de ellos supongo que me beneficiaría ayudarles y guiarlos. Los observo durante un tiempo desde las sombras y simplemente dan pena. Hay tantas cosas por arreglar que casi no se por donde empezar... supongo que lo prioritarío es darles un objetivo para que puedan centrarse y empezar su propio desarrollo centrado en ese objetivo.

¡Atentos! Mi voz surge como un rugido para llamar su atención. Un rasha no le teme a lo desconocido, se adentra en lo desconocido para explorarlo y cazar. Me quedo un momento pensativo y no veo presas dignas entre los árboles, me concentro para crear unas criaturas que puedan ser las presas perfectas para sus cacerías, hacerlas aparecer ante mi y que se dispersen por el bosque. Estas serán vuestras presas y vosotros los cazadores, solo los mejores cazadores podrán guiar a los demás para desarrollar todo vuestro potencial en el futuro. La caza será una parte esencial de vuestras vidas. La caza es vuestra vida.

Los Akasha buscan la fuente de los rugidos, aquellos con el oído más agudo no tardan en localizarlo y se alejan aullando para llamar al resto de la manada. El silencio en el que vivían se había roto por lo que parecía más una amenaza, que una orden. El grito de Khan, solo les hace huir tan rápido como pueden. 

Con un gesto de su mano, las sombras toman consistencia. Las formas fluidas comienzan a corretear entre las piernas del dios y sus raíces, haciendo ruiditos y sacudiendo su recién creado pelaje. Las adorables criaturas no parecen conscientes de que su existencia está limitada a ser alimento de los Akasha. Aproximadamente una veintena de Presas habían surgido en medio de la nada. 

Mi rugido parece haber asustado a los rashas lo cual me molesta, tenía que haber despertado su curiosidad no asustarlos. Los observo molesto por lo asustadizos que son. Me concentro en ellos para darles el don del lenguaje ya que sin él todo será más complicado.

Yo soy Khan vuestro Dios y os ayudaré siempre que me recéis apropiadamente. Vosotros sois cazadores y ya he soltado a vuestras presas en el bosque. Los instruyo. Adorarme con vuestros actos, adorarme durante la caza ya que solo los mejores cazadores podrán guiaros a la prosperidad.

Los Rasha se detuvieron en seco cuando la energía del milagro de Khan se extendió de mente en mente como una luz, un fuego que se propagaba. El escaso control en el flujo de la energía mística por parte del dios, se vio reflejado en el escaso resultado de sus actos. Algunos de los rasha aprendieron palabras básicas: Dios, caza, presa...

- Oscuridad. Ciegos.- Fueron algunas de sus primeras y escasas palabras. Los pocos que hablaban no parecían haber entendido el mensaje completo de su guardián. 

No fue un rotundo exito pero por ahora tendrá que bastar, espero que con esa base ellos puedan evolucionar su propio lenguaje con algo de tiempo. Pero la actitud de los rashas me parece bastante decepcionante, realmente falta mucho trabajo para desarrollar su potencial.

Os permitiré ver en esta oscuridad, pero debéis aprender a cazar, aprender a colaborar en la caza.  Digo intentando mantener el discurso simple para estas criaturas

Esta vez Khan decidió no guardarse nada, fue mucho más generoso que en las anteriores ocasiones. Utilizó toda la energía que le quedaba y que no le componía a él mismo. Notaba como la primera chispa le granjeaba permiso para cambiar la realidad, y el resto alimentaba el fuego de la maquinaria que el cosmos tenía que poner en marcha cada vez que hacía su voluntad.

No tardaron en surgir muestras de asombro entre los Rasha, a medida que el don que les regalaba el dios se hacía patente y les permitía ver en el entorno oscuro en el que existían. 

1. Pasa el tiempo: 

Los rasha que habían recibido el don de un idioma aunque precario, enseñaron a los demás el lenguaje. Las conversaciones eran básicas, pero comenzó el intercambio de ideas e información. Estructuras y conceptos básicos como familia, padre, madre, hijos permitieron a los Rasha a relacionarse sin tener que estar palpándose los unos a los otros constantemente para reconocerse. A esto contribuyó en gran medida el rasgo con el que Khan dotó a la mayor parte de la población de la habilidad de ver en ausencia de luz. 

Era habitual que aquellos videntes ayudasen a sus familiares a desenvolverse en la oscuridad, Khan con sus agudos sentidos de cazador, podía oír sus conversaciones y entender que le estaban agradecidos. Se sorprendió a sí mismo, maravillándose al notar un subidón de energía divina. 

Khan aspiraba a convertir su tribu en un grupo de cazadores, por lo que le molestó ver que en vez de aprender a cazar las presas que se multiplicaban,  se dedicaban a empezar a construir un idioma algo más elaborado. Los Rasha también se multiplicaban, no cabía duda. 

Sin embargo, aunque el tiempo pasaba, los Rasha no parecían envejecer, ni morir, ni tan siquiera tenían hambre, frío o calor. 

La ausencia total de enfermedades o hambre entre los rashas era extraño. Aunque no necesitaran comer me molesta que los rashas no cacen ya que es el fin último de mi misma existencia.

- Me marcho pero os estaré vigilando. Informo a mis criaturas. Ahora que veis debéis adentraros en el bosque y cazar. Les indico antes de desaparecer en las sombras esperando que esta vez si me hagan caso, supongo que lo averiguaré cuando vuelva pero ahora que las cosas están más o menos en orden es momento para ver como les va a los otros dioses e investigar un poco.

Las idas y venidas de Khan habían sido demasiado breve como para que se hubieran dado cambios significativos en el tiempo que no había estado presentes. 

La tribu seguía como hasta ahora y Khan pensó para si mismo que era el momento de cambiar las cocsas guiando a su pueblo hacia donde quiso desde el principio. Las bases ya estaban puesta ahora quería enseñarles para que llegaran a ser lo que él quería.

-Rashas hoy aprenderéis a cazar. Con la caza conseguiréis comida y otros materiales útiles.-  Aunque por ahora parecía que los rashas no tenían hambre por alguna razón no esperaba que esto se mantuviera asi. Cuando se acercan los suficientes continuo. -Se caza mejor en grupos pequeños pero seguirme y os indicaré como se hace, hace un tiempo ya poblé los bosques con presas adecuadas para vosotros.- Les informo -Con vuestras habilidades podéis rodear a la presa antes de que os note y atacar desde un lado haciendo que la presa escape hacía los que están esperando en el lado contrario que podrán cazarla fácilmente.- Les digo indicándoles una estrategia de caza muy sencilla digo esperando que alguno de ellos la pongan en práctica

Los Rasha estaban dubitativos ante la idea de lanzarse a cazar, pero no se atrevían a contradecir a su dios. Un pequeño grupo se separó de la comunidad siguiendo las órdenes de Khan. 

Buscaron a uno de los pequeños animales y se coordinaron para lanzarse sobre el animalillo. Tal vez fuera por que no le veían la utilidad, o no entendían lo que era cazar,  o porque se lo estaban tomando como un juego. Pero después de hacerlas correr, las dejaban escapar entre risas. 

Observo el torpe intento de caza de los rashas, podía ser mucho mejor pero supongo que mejorarán con el tiempo sobretodo si en algún momento sienten hambre. Al menos la semilla esta plantada. Veo molesto como la presa se escapa y me lanzo a la carrera para cazarlo yo mismo.

Me acerco a los rashas con mi presa en la mano y recojo una piedra con la otra. Mojo mi uña en la sangre de la presa y escribo en la piedra con la sangre.  Le doy la piedra al rasha al más cercano mientras digo en voz alta lo que hay escrito.

KHAN

Paso del tiempo - 2:

Los rasha miraban al cadáver que Khan tenía en la mano con repugnancia. Asqueados se alejaron de él. A los Rasha que se acercó con la piedra escrita les infectó con las ideas de la lengua que se conservará para las siguientes generaciones, pero miraban horrorizados como la sangre dibujaba las líneas. 

Lo ocurrido se convirtió en un rumor, y los rasha comenzaron a meditar en el sentido de la vida y sobre todo, sobre si ellos podían morir como había ocurrido con la Presa. No tardó en hacerse constar, cuando los que llevaban más tiempo entre ellos comenzaron a cerrar los ojos para no volverlos a abrir. Algunos susurraban que era Khan, otros le dedicaban un pensamiento pidiéndole clemencia. Un grupo comenzó a evitarle.

Los relatos eran precisos y elaborados, los rasha, habían aprendido a manejar su idioma con una mayor fluidez, y podían comunicarse eficientemente. 

Que la reacción de los rashas era decepcionante era quedarse corto. No entiendo como la muerte de un animal creado precisamente para ello les puede afectar tanto. Algunos parecen verme con temor ahora pero no es algo que me preocupe si con ello acelero el desarrollo. Iba siendo el momento de averiguar como le iban a los demás dioses pero me preocupa dejarlos sin supervisión.

Busco a uno de los que empezaban a rezarme y me acerco a él hablando en voz alta para que me escuchen todos.

A partir de hoy, cuando yo no este tu lideraras al resto, tomarás las decisiones que guien al resto por el buen camino. Practicad lo que os enseñe y volveré para daros más dones y enseñaros más cosas. Les prometo. Espero que no me falléis. Añado a modo de advertencia. Para elegir a futuros lideres se harán partidas donde los candidatos tendrán que cazar con hasta cuatro seguidores. Los que no participen en la competición valoraran la cantidad y calidad de las presas.

El meto de elección me parecía una manera sencilla para calibrar las dotes de liderazgo y el apoyo entre el resto de la tribu. Si era malo liderando no sería capaz de cazar en grupo y si estaba mal valorado el resto tendería a apoyar a otros candidatos.

-¡NO!- Fue la respuesta clara y concisa de aquellos que estaban en el entorno.- Puede que necesitemos un líder pero no cazaremos, buscaremos la forma de elegirlo nosotros mismos. Cazar es un acto cruel y malvado que hace que algo vivo pase a estar muerto. No hay ninguna necesidad de causar ese sufrimiento. Si así es como debemos rezarte, entonces, no lo haremos. 

Me rio sonoramente ante el comentario del rasha.

Habrá un día que tendréis que matar o morir yo solo os quiero preparar para ese momento. Les advierto. Acaso no os di el habla y la capacidad de ver en esta oscuridad. Haríais bien en prepararos para lo que viene. Esas presas las cree yo con el mero objetivo de que pudieras cazarlas y pulir vuestras habilidades, además de usar su carne como alimento y su piel como abrigo. Es vuestra elección si queréis estar preparados para el futuro o solo esperáis que todo vaya bien sin hacer nada para que eso ocurra. Pero si no os preparáis no esperéis mi ayuda cuando la necesites.

Desaparezco en una sombra

El retorno de Khan a su tierra no fue especialmente celebrado, algo que el dios interpreto como un éxito, sus pasos habían sido sutiles y había pasado desapercibido. 

Los rasha seguían probando diferentes formulas para referirse a su dios, y sus números seguían creciendo de forma lenta pero constante. Parecía que la idea del jefe había quedado aparcada, pero en todo caso parecían más tranquilos. No se les oía murmurar aterrados como antes, había un cambio en el ambiente y lo podía notar en la energía que había sacado de su pueblo.

Los rashas seguían algo estancados pero al menos más estables que antes lo que era una pequeña victoria. Parece que la idea del lider no acaba de cuajar así que recordando una de los recuerdos recuperados de la niebla se como darle un empujón. Me acicalo un poco y busco a una joven atractiva sin pareja.

Tus descendientes serán reyes. Declaro con confianza invitandola a seguirme a un lugar apartado.