Marta, que está pegada a Gari, cogiéndole del brazo, te informa:
- Gari y-ya nos exp-plico c-cómo jugar, parece muy divertido. ¡Jo! ¡Qué-qué compañeros t-tan divertidos!
La niña lo suelta y ocupa un lugar entre vosotros dos para jugar. Echa un breve vistazo a Raquel y luego examina un momento las cartas.
Miro a Amanda que parece haberse tomado las advertencias de la bibliotecaria muy en serio...hasta el punto de parecer a punto de mearse de miedo. Este sitio es tan encantador que se me saltan las lagrimas.
Espero formal en mi sitio y miro las cartas que me tocan y dejo dos sobre la alfombra.
Dos sietes...
Enseguida me centro en la partida, olvidándome de todo lo demás. Tiro tres cartas encima de las de Gari.
-Tres cinco.- afirmo con seriedad-Marta, te toca.-
-Seguro que la cosa que se parece a Marta miente bien.-
Juega que te juega se os va pasando la tarde. Os llaman para cenar, platos de macarrones a la bolognesa y flanes y yogures de postre, incluso piezas de fruta para los intolerantes a la lactosa. Marta no ha demostrado ser una gran jugadora de Mentiroso.
Luego habéis tenido que volver a vuestros cuartos, aún están las luces encendidas, aunque no lo estarán hasta dentro de mucho. Marta se ha metido en su cama nada más llegar al cuarto y parece pensativa.
Eso de narrar una partida de Mentiroso sin dados de por medio... no lo veía demasiado interesante :P. Lo siento muchachos.
Voy al comedor animado. La verdad es que la comida de aqui no es nada mala y me encantan los macarrones, asi que como hasta que me lleno.
Luego, ofrezco el flan a Raquel en gesto de paz, a ver si le sienta bien. Si ella no lo quiere se lo ofrezco a Amanda o a Marta.
Luego regreso con las chicas al cuarto, dándome palmaditas en la barriga y algo amodorrado por la comilona.
Estoy lleno...llenisimo... Miro a Marta y suspiro por dentro. Sucede algo Marta?.
No hay problema. Era para pasar la tarde de una forma normal. Ya abra tiempo para recorrer los pasillos prendiendo fuego a las cosas xDD
-Uff, yo tambien, la verdad es que la comida de este cole está buena... pensaba que no lo iba a ser, porque en los campamentos de la Xunta era bastante mala.-
Antes de meterme en cama, cuento todas las cartas dos veces y meto la caja de la baraja en cama conmigo. No quiero que se pierdan, ni que otra-Marta les haga nada.
Me voy a cambiar al baño, me lavo los dientes y me pongo el pijama. Ha sido un día largo y ayer no dormí bien. Cojo el libro de Drácula y lo ojeo un poco.
-Voy a leer un rato antes de dormir...- aviso am mis compañeros.
Abro el libro por la primera página, y empiezo a leer.
Muevo la comida en el plato sin ganas, todo me parece horrible y deprimente. Quiero volver a mi casa y no entiendo como el resto de los niños se resigna tan rapido a estar alli. Como lo justo y me voy a la cama con el animo por los suelos. El niño es tonto y la niña mas... y la otra niña es la mas tonta del mundo.- pienso mientras me subo a mi litera.
- No, G-Gari, sólo estoy c-cansada. Muy cansada.
El tiempo discurre tranquilo el rato que os queda antes de que apaguen las luces y os acune la oscuridad. Marta se queda dormida antes incluso de quedarse a oscuras. Ha estado muy silenciosa casi todo el día, aunque sí parece sincera al admitir su cansancio.
Fuera, el viento se detiene. La noche es completamente silenciosa. Casi incómodamente silenciosa.
Va llegando la oscuridad y no tengo demasiadas ganas de apagar la luz y dormir...no después de lo que sucedió anoche.
Por si acaso, dejo las zapatillas colgando de los cordones de los muelles del colchón de arriba y uno de los libros bajo la cama.
Si me hacen falta proyectiles, al menos tengo uno mas...
Por si acaso, trata de aguantar despierto lo mas posible.
Leo un poco debajo de las sábanas, con la linterna. Antes de dormir cambio las pilas, para que no se acaben en mitad de la noche. Y me preparo para dormir.
-Buenas noches- susurro mientras cierro los ojos y me imagino que mis padres vienen a darme un beso de buenas noches, y que no estoy metida en un orfanato lleno de niñas raras y profesores con la cara torcida.
Cierro los ojos mientras pienso como escapar y las cosas que hare cuando me escape. Poco a poco me voy quedando dormida
Es plena noche cuando os despierta un ruido de cadenas arrastradas, un golpe contra la pared y un chillido como de un animal muriéndose. La linterna de Marta parece menos luminosa que nunca ahora que todos queréis que la luz del Sol bañe toda la habitación.
Estáis cada una en su cama y el ruido de cadenas se acerca lentamente a vuestra puerta. Cada vez más cerca. Cada vez más cerca.
Sueño que estoy con papá en la montaña rusa del parque de atracciones. Mamá nos saluda desde abajo, no le gustan las atracciones. Los dos la saludamos con la mano, felices. Escucho el ruído de las cadenas arrastrando la cabina en la que vamos. Pero algo malo pasa, todo está oscuro y huele a humedad y... me despierto tapándome la mano con la boca para no gritar. Las cadenas son de verdad, y se acercan hacia nosotros.
Apunto con la linterna al centro del cuarto, no quiero ver la puerta ni la ventana, en centro está bien. Respiro hondo y despacito, intentando calmarme.
-Espero que Raquel llame a su perro y que de verdad pueda protegernos...- pienso al borde de las lágrimas.
Tras que cese el rechinar de las cadenas, bajo la tenue ilimitación de la linterna, que alumbra de forma muy lateral la puerta de la habitación, podéis ver cómo ésta se abre, lentamente y sin hacer ruido.
Una sombra, artera y silenciosa se cuela, de pronto en la habitación.
Miro de reojo desde mi litera hacia el sonido. Casi me habia logrado dormir cuando lo escucho.
- ¡GOL! ATACA.- grito poniendome de pie sobre el colchon, armandome con la almohada.
Oigo el grito de Raquel y despierto sentándome sobre la cama y echando mano de la zapatilla y preparándola para lanzarla como la noche anterior, si veo cualquier cosa extraña.
En la puerta abierta, una sombra que sostiene algo en la mano os observa durante unos instantes, sorprendida por el grito de Raquel.
El chirriar de cadenas ha cesado, pero ahora, con la puerta abierta y la sombra en el quicio, la luz de la linterna de Marta parece menos brillante, como si el miedo, como si la duda comiese la luz, la abrazase y oscureciese. Y allí, en mitad de la luz moribunda, estuvierais vosotros.
Raquel, si descuentas uno de inocencia, Gol te obedecerá toda la escena como una especie de convocación mágica completamente presente :P.
Son puntos que no se recuperan y que se utilizan para 'manipular' la realidad.
Y qué gran momento para que se despierte Gari, ha quedado a pedir de boca, ni siquiera he tenido que despertarlo yo :D
Tengo miedo, mucho miedo. Pero los otros niños me necesitan. Con la mano temblorosa, elevo la luz de la linterna hasta que esa cosa esté iluminada.
No quiero quedarme sin más dedos.
Me detengo antes de lanzar la zapatilla. Lo que quiera que haya en la puerta se ha detenido como sorprendida, y por un momento dudo ya que pasa por mi mente la idea de que pueda tratarse de un profesor, que a entrado a ver como estamos.
Desde luego, no parece la araña gigante de anoche...
Una figura alta y pálida con los ojos negros como ala de cuervo en los que brillan pequeños puntos blancos os está mirando. Muy muy fijamente. Tiene el cabello revuelto, despeinado y viste una extraña túnica. En una mano lleva un saquito, la otra sujeta el pomo de la puerta.
En un momento parece que va a hablar con sus labios finos y quebradizos, pero vacila... la notáis incómoda —a la figura— intentando articular su boca reseca y pastosa, su lengua hinchada y deshidratada.
Rindiéndose, sólo os mira.