Se acabó, cargaremos contra ellos.
-¡A por ellos!- grito mientras me suelto de la mano de mis compis y cargo contra el hombre de negro.
-Mamá me enseñó que a los chicos les duele mucho si les golpeas en la pilila. Seguro que él tiene de eso-
Corro intentando darle un sonoro cabezazo en sus partes nobles.
Todo esto esta poniéndose demasiado raro para mi...si no fuera porque es demasiado realista diría que seguimos en un sueño extraño. Un sueño muy, muy malo.
De todas formas no me gusta nada la forma en la que sonríe Marta y el que el puñetazo que Amanda propino a la cosa siniestra parezca haberle dado a ella me hace pensar un poco.
Trato de llegar hasta ella corriendo y empujarla con fuerza e impulso contra el cristal de la ventana.
Perdón por la ausencia.
Me da mucha rabia, sobretodo que la niña tonta sonria... no me dan miedo sus dientes, se los quiero tirar de un cabezazo.
- ¡Os dije que era una niña tonta y mala! ¿Me creeis ahora?- grito a mis compañeros, con un toque de victoria porque yo tenia razon y ellos no, mientras cargo contra la niña tonta a la que, sea un monstruo malo o no le tengo unas ganas increibles...
Antes le pegue y le dolio, esta vez quiero darle mas fuerte, tanto que se caiga al suelo para poder salir corriendo de alli.
Uah! A ver, por partes:
Amanda, físicas 10. Todo tuyo.
Garikoitz: el puñetazo se le dio a Marta, que ahora tiene un aire a criatura de los mitos de Cthulhu, con fieros y deformes dientes y la cara ensangrentada. Te dejo cambiar tu acción si quieres, pero si decides mantenerla: físicas 8.
Raquel: Garikoitz está, presumiblemente, arrastrando a Marta. Si quieres pegarle de todos modos te pediré dos dificultades distintas, una con riesgo de sacudir a Gari y otra sin él; esperemos a ver qué hace el niño.
Un saludo y lamento la tardanza, a mi vuelta de Holanda quería hacer poco más que dormitar y vegetar. 20 ºC más se notan demasiado xD.
¿Tabas? ¿Qué tabas? A mi ya no me queda de eso. Cargo a saco. ^^
Pues gasta de salud... xD. No hay opción a hacerlo sin tabas... el sistema es el que es :P.
Pues gasto dos de salud :S
Yo quiero empujar a MArta por la ventana...dando por sentado que es la mala...que hice mal en mi post?
Y tranquilo por la tardanza. A mi me pillas poco en casa últimamente también y en cuanto al calor me pasa lo mismo xD
Gasto otros dos de salud. Perdón por el retraso.
Garikoitz empuja con todas sus fuerzas a la monstruosa niña, que rompe el vidrio con la nuca y la parte superior de la espalda ante la violencia del impacto. Caen fragmentos infligiendo heridas entre leves y moderadas en su cara y en las manos de Gari, que mantiene el fuerte empujón contra Marta hasta golpearle la cabeza con los barrotes. El tiempo parece detenerse, el mundo parece quedarse estático, en silencio. Sobre las manos de Gari caen goterones de sangre procedentes de la brecha que se le ha abierto a Marta a un lado de la cabeza, por donde parece gotear, más lentamente, otra sustancia además de la sangre: un líquido más espeso, más denso y casi blanquecino.
Amanda, por su parte, sacude una brutal patada entre las piernas del hombre pero, finalmente, tropieza al no encontrar ningún obstáculo y se cae. Desde el suelo, con el culo dolorido y un tirón en el muslo, se da cuenta de que el hombre siniestro ya no está. El resto de la habitación está en silencio, en absoluto silencio. En un silencio macabro y de pesadilla que parece ir haciéndose, cada vez, más tangible.
Grito cuando caigo al suelo, haciéndome bastante daño.
-No... no está. No está. No ha nada- grito asustada.
Miro asustada a mi alrededor, pensado que podría haberme esquivado, o que se haya escondido... pero no. Se ha evaporado. Pero Marta si que está, y voy a ir a por ella.
-Pero aún quedas tú, cosa- digo mientras me lanzo a por ella para ayudar a Gari.
Cuando Amanda se da la vuelta para ver a Gari y a Marta, ve a Gari un poco pálido sosteniendo el cuerpo desfallecido de Marta. La sangre le mana profusamente de la brecha en la cabeza, junto con trocitos de hueso y algo que preferís no pensar que puede ser pero que, sin ninguna duda, es algún tipo de líquido muy viscoso del interior de la cabeza. De la parte muy interior de la cabeza.
A ojos vista, Marta está muerta y ahora, sin el influjo del hombre siniestro, parece sólo una niña inocente. Una vulgar y menuda niña con la cabeza abierta contra unos barrotes y un ojo morado. Nada más.
Busco la luz, necesito un interruptor o algo, la estupida linterna de la niña tonta del gorrito... lo que sea. No se que pensar, ni que creer, Marta era mala y ahora parece buena pero antes tambien lo parecia y no lo era. Todo es confuso pero al mirar a la pequeña siento como si fuera una muñeca rota, por alguna razon no me siento mal porque este.... muerta.
Mis compañeros parecen mas afectados, ellos la apreciaban y puede que lamenten su muerte. Yo no.
Miro el cuerpo de la cosa que se parece a Marta, y tenog miedo. Miedo de que no esté muerta, de que se despierte y vuelva a intentar matarnos. Porque el monstruo es ella.
-Gari, ¿está muerta?, ¿crees que volverá a despertarse?- pienso temblando un poco.
Cuando veo como Raquel busca una luz, recojo mi linterna y se la doy.
-Toma, pero no creo que la necesitemos más. Parece que se ha ido-
Solo puedo quedarme mirando el cuerpo de Marta que sostengo entre las manos. Oigo las voces pero parecen llegar desde muy lejos y desde luego carecen de sentido para mi.
Lo que a sucedido hasta ahora es una locura tan total que aun trato de darme cuenta de lo que a pasado y lo que he echo.
Creo...creo que la he matado. He matado a Marta, verdad?. Susurro esperando que en realidad me digan que no, que no le ha pasado nada y que se levantara dentro de poco.
Siento pena por Gari, mucha pena. Pena porque se que se siente culpable por haber matado a un monstruo que hemos confundido con una niña. Siento pena por Gari, por Raquel, y por mi.
-Gari, eso ya no era una niña. Era otra cosa. Recuérdalo. Intentó matarnos y tuvimos que defendernos. Si antes hubo una niña en ese cuerpo, hace tiempo que lo dejó- susurro agachándome a su lado, poniendo una mano en su hombro.
Se acerca el día y, cuando amanezca, va a ser muy difícil explicarle a los adultos qué ha pasado.
Pasos apresurados se escuchan por el pasillo, también algunas voces; pero os sentís confusos y agotados. Los pasos se acercan a vuestra habitación, a la puerta. Durante un instante eterno, todo vuelve a quedar en silencio, un silencio roto por los secos golpes de unos nudillos contra la puerta. La voz del amable director se eleva claramente sobre el murmullo que habíais escuchado antes cuando pregunta:
—Niños, ¿está todo bien? ¿Se puede pasar? Hemos oído unos golpes y ruidos y... bueno, ¿todo bien?
-Piensa Amanda, piensa como salir de esta...-
Me presiono todo lo que puedo para inventar algo. El cuerpo que tiene Gari entre los brazos es el de una niña, no el de un monstruo. Pensarán que hemos hecho algo malo, y no lo podemos consentir. Abro la puerta.
-No... no se que ha pasado- digo con cara asustada -Marta se despertó gritando y cuando la vimos estaba tirada en el suelo, con sangre en la cabeza. Gari la está ayudando, pero creo que necesita un médico-
Miro al director con cara llorosa y preocupada.
El director se acerca y coge a Marta, cuyas extremidades se balancean macabramente al ser movida. El hombre palidece a un extremo impensable y su respiración se entrecorta nerviosamente. La deja en cama mientras con mirada desencajada observa la considerable brecha en el cráneo y comienza a dar voces.
Pronto el orfanato entero se moviliza. Pasos apresurados en una y otra dirección, resonantes con eco por los pasillos. Gritos, habladurías y demás.
El director se sienta nervioso, inquieto, al borde de un ataque de histeria, en otra de las camas. Se agarra la cabeza con las manos. «Esto no puede estar pasando», parece querer decir. De vez en cuando levanta la vista para ver a Marta, como si no diese crédito, como si tuviera que volver a comprobarlo.
—Oh, niños, niños... ¿pero qué ha pasado? —su consternación parece absolutamente sincera.