Partida Rol por web

Kate se fijo en el brillo que señalaba la chica y se acercó junto con Ander a Jessica. Aquello no podía ser bueno, es decir... las hadas brillaban... y eran malas... al menos la mayoría... lo mejor sería esconderse y alejarse.

¿Será el sendero rojo?— preguntó Zaina. Kolda no estaba y Melhi estaba lejos...Pero aún así aquello no era bueno ¡¡corramos!! Vamos a la clínica. La niña cogió la pequeña escopeta de feria (aunque para ella no era tan pequeña) y echó a correr hasta un árbol mirando atrás para ver si sus compañeros la seguían. Dándose cuenta de que se cansaría enseguida si arrastraba todo lo que llevaba en el zurrón sacó la manta y la dejó en el suelo. Con el resto de cosas era más que suficiente.

Antes de que Zaina pudiera advertirles, Ander ya estaba tirando de ellos en dirección contraria. Tratando de arrastrar con su poca fuerza a Kate y a Jessica, tirando de sus mangas. En la cara se notaba el terrible esfuerzo que hacía, con los dientes apretados y la cara roja como si se acabara de tirar un pedete.

Al ver que la chica gitana corria, salió detrás.

- Vamos - susurró - No os quedeis atrás.

En un acto de valentía y de arrojo, Robert salió corriendo y, tras alcanzar al pequeñín de Ander, le agarró de la mano y tiró de él para que no se quedara atrás. Aquella lucecita no molaba nada.. es más, realmente daba miedo. Si a eso le sumábamos la reacción de sus compañeros, quedaba más que claro que lo mejor era alejarse lo antes posible.

Kate dio un traspies cuando notó el tirón de Robert. Pero no soltó la mano del pequeño y trató de mantener el ritmo llevada por los dos chicos al trote. Solo esperaba que ninguna hada mala les pillase.

El grupete de chicos y chicas corrió lo más rápido que pudo hasta donde Melhi les hacía señales para que avanzaran. Ninguna de las Hadas que les sobrevolaban pareció fijarse en ellos... Quizá era verdad que sabían esconderse bien. De todas formas, la luz roja que iluminaba de forma macabra el bosque que dejaban cada vez más lejos a su espalda les había parecido terrible y amenazadora. No tenían ni idea de a qué podía deberse aquél resplandor rojizo, pero seguro que cuanta más distancia pusieran entre ellos y los árboles, mejor.

La Clínica no estaba lejos de ellos, pero antes tenían que dejar atrás el edificio del Colegio. Todos lo conocían bien, puesto que se pasaban allí seis horas al día de lunes a viernes. Tenía una fuente en el patio, dos árboles y unos columpios donde jugaban a la hora del recreo. Kate los había incluido en su mapa.

El edificio del Colegio estaba tan oscuro como el resto de los del pueblo, y en ese ambiente parecía más amenazador que de costumbre. La Clínica estaba al otro lado de la calle y no tendrían que correr mucho más para alcanzarla. La lucecita que sabían que era Melhi seguía titilando de vez en cuando, como para confirmarles que todo iba bien. Sin embargo, cuando iban a cruzar la calle, pudieron ver que la pequeña Hada se encendió y se apagó con rapidez unas cuantas veces. Después, simplemente desapareció en la oscuridad...

—Habrá oído algo y estará escondida— Zaina trataba de mantener el optimismo, pero sus oscuros ojos miraban en todas las direcciones. La niña miró por un momento la escopeta de feria. Aunque sabía utilizarla bien, pues en alguna ocasión había servido de "cebo" para atraer a jugadores. Pero ella era un pequeño animalillo salvaje que sabía hacer magia. No necesitaba el arma. Sin dudarlo dio la escopeta a Robert. Los piratas llevan pistolas, lo he visto en posters. 

A Robert todo aquello le daba mala espina. ¿No había brillado ya con anterioridad 3 veces indicándoles, como acordaron, que podían bajar? ¿Por qué volvía a brillar con fuerza? ¿Quizás porque creía que no se habían dado cuenta los chicos de la primera vez que lo había hecho? ¿O quizás era debido a que estaba en problemas? Por supuesto, Robert cruzó dedos de sus dos manos para que fuese la primera opción y no la de los problemas.

-Oh, sí, los piratas sabemos hacer de todo - Dijo mientras recogía la escopeta que le tendía Zaina sin poder dejar de mirarla con cierto respeto y totalmente maravillado. Al fin y al cabo era la primera vez que tocaba una arma de esas, aunque fuese de feria. ¡Si sus padres se enteraban se la habría ganado! - ¿Qué hacemos? No sé si es buena idea pero, en caso de que Zaina se haya equivocado y..  Melhi se encuentre en peligro.. quizás debamos ir a ayudarla, ¿no creéis?

En el fondo ni siquiera el mismo Robert estaba del todo seguro de si eso era lo que quería hacer. Solo el hecho de recordar a aquellas feas hadas cuando le atacaron antes de que pudiera huir de su casa ya era suficiente como para que sus piernas volvieran a temblar de miedo. Aún así, no podían dejar a aquella joven hada en manos de sus malvadas hermanas.. si es que realmente era aquello lo que había ocurrido.

- Puede que se haya escapado - dijo Ander - Pero a mi me parece que quería decirnos algo. Quizás haya peligro en este camino, quizás debieramos coger otro. O quizás deberiamos ir a ayudarla, claro que puede que eso también le causa más problemas. Si se enteran de que vamos a ayudarla, sabran seguro que está de nuestro lado.

El chico no estaba muy convencido de todo aquello. Ahora mismo se limitaba a que le llevaran pero, por otro lado, no podía no dar su opinión ante las cosas que pasaban. Y desde luego, no le gustaba demasiado.

Si la hubiesen hecho algo malo no se habría quedado quieta. Hubiese dado volteretas por el aire para escapar y lo habríamos visto.—respondió la gitanilla— Pero será mejor que vayamos de uno en uno por si acaso están ahí las hadas malas. Así si descubren a uno no sabrán que vamos todos. Ni siquiera sabrán que estamos juntos ni se les ocurrirá. Yo iré primero, que se me da muy, muy bien esconderme. Si hay algún hada mala y no me ha visto chillaré como un búho una vez, si el camino está libre dos veces. ¿De acuerdo?

-Vale, vayamos así, tienes razón con lo de ir de uno en uno, sin perdernos de vista. Si capturan a uno, los demás lo podremos rescatar.. -toqueteé mi gorra, acordándome de lo que era capaz de hacer. Si veía que alguno de mis amigos era secuestrado o atacado por los bichos, ¡lo iban a pagar caro!

Kate se alisó la ropa y se agachó cuanto pudo. No sabía que decir al resto. Estaba nerviosa por aquello pero le preocupaba mucho que alguno hiciese ruido y las hadas malas les atacasen. Pero no quedaba otra que ir de uno en uno y ver si en el médico encontraban algo.

Kate tuvo un escalofrío, no le gustaba nada ir al médico...

Recordad. Un "ululó" hay hadas malas; dos el camino está libre. Zaina hizo un gesto con el pulgar, indicando que todo iba bien y susurró antes de irse. Si aparecen pero no me atacan no hagáis nada... a veces les gusta solo dar miedo... como los niños mayores o como mí tío, solo que en malas. La niña sacó del bolso su mechero y el spray y con ellos firmemente agarrados corrió hasta el otro lado de la carretera buscando un lugar donde esconderse, como las escaleras o los paragüeros de al lado de las puertas

Ander tiró de las manos de Kate y de Robert.

- Vamos vamos. Yo no quiero que Zaina se quede sola. - Si tenia que ser el pequeño el que tirara de los demás, lo haría. Lo mejor era estar e ir juntos siempre. Pasara lo que pasase. Estar juntos les hacía más fuertes.

-Vale, vale.. pero no seas bruto - Dijo Robert haciendo muestra de valentía mientras tragaba saliva algo forzado y aferraba con fuerza la escopeta. Y es que realmente estaba muerto de miedo, pero Ander tenía razón - Voy con ella. Ander, tú mejor quédate con el resto. Con dos será suficiente.. espero.. Eso sí, yo no sé ulu..ulu.."ululular" o como se diga eso..

Ander negó con la cabeza. Podía tener las piernas cortas, pero era de mucha más ayuda acercándose con ellos. - No soy un bebé, Robert.

Robert sonrió levemente al escuchar la respuesta de Ander. Sin duda era el más valiente de todo el grupo.

-Pues ya estamos perdiendo tiempo - Dijo mientras alzaba un pulgar en señal de aprobación - Vamos con Zaina.

En ese momento le hizo un gesto con la cabeza y comenzó a correr tras la chica. Si los demás querían ir también, que los siguieran, aunque no estaba del todo seguro que ir todos juntos fuese una gran idea.. ya que así sería más fácil que las hadas les descubriesen si estaban por allí cerca.

Zaina, Robert y Ander corrieron en dirección a la Clínica. Lo único que les separaba del edificio era la calzada oscura, pero aún así les pareció que tardaban una eternidad en cruzarla. Sin embargo, finalmente alcanzaron la pared de la Clínica y se colocaron bajo una ventana.

No había ni rastro de Melhi, y el interior del edificio estaba oscuro como la boca de un lobo. Las Hadas sobrevolaban sus cabezas, pero no hicieron nada por detenerles. ¿Seguirían sin haberse dado cuenta de que estaban allí? A su alrededor todo estaba tranquilo, tanto que de no ser por las luces del cielo habría parecido una noche normal, sin más...

No había peligro, al menos de momento. ¿Pero dónde estaba Melhi y por qué había titilado así antes de desaparecer...?

Voy a hacer ululos para que vean que no hay hadas malas espiando—susurró Zaina. Las hadas volaban, eso estaba claro, y era posible que hasta estuviesen cerca, pero estaban bien a la vista. Lo importante era que no las había cerca.

Buuuh Buhhh

Buhh Buhhh

El sonido resonó, muy parecido al de los búhos de verdad. Mientras esperaba a que los niños cruzasen Zaina les miró intentando mantener el ceño fruncido, haciéndose la enfadada como Siobhan, pero a ella no la salía bien, con lo que pareció que se le había posado un bicho entre las cejas y tratase de espantarlo. Habéis sido muy valientes pero podían habernos pillaó a todos