Partida Rol por web

Ves también como una niña de pelo morado va también a comer y coger comida de aquella mesa y luego, va hacia la misma dirección que el muchacho que se había perdido de tu vista. 

Entonces, escuchas un golpe seco de madera y una voz, al parecer proveniente del chico, que dice: 

- ¡Quieta ahí! ¡No te muevas! ¿Quien eres y con qué intención vienes eh?

También escuchas un ruido metálico proveniente del mismo lugar mientras el chico habla. 

Es entonces cuando otro muchacho sale corriendo hacia la mesa y hace lo mismo que las otras dos personas; coger comida y guardársela en el bolsillo. Sin embargo, ese chico no se mueve de la mesa, aunque mira hacia el lado donde las otras dos personas habían ido, cerca tuyo pero lejos de tu visión. A no ser que te asomes no verás qué esta sucediendo en ése parte del claro.  

Estaba confundida, descolocada, y el despertar con ese rugido me asustó. La voz no ayudó demasiado y no entendía nada de lo que decía. Sin embargo, tras unos segundos de respirar con dificultad mientras el corazón me latía a mil, me serené, al ver que aparentemente no estaba en peligro inminente. Intenté analizar la situación. No recordaba mi nombre, pero recordaba que era bruja. Era extraño, pues no recordaba ningun hechizo, pero en cuanto cogí la varita que estaba a mi lado me sentí completa. Observé la varita con detenimiento, pues no recordaba si era mía, pero definitivamente me la acababa de apropiar. La sentía míz. Miré mi ropa, cómoda, extraña, negra.

"Me gusta." - pensé rápidamente, sorprendiéndome a mí misma. 

Tras de mi había una pared y algun tipo de criatura. Frente a mi un pasillo y una luz. Bajo mis pies suelo, sobre mi cabeza oscuridad, y por todas partes paredes altísimas. Por alguna extraña razón en ugar de sentirm miedo sentí excitación y sonreí. Estaba claro ue la luz era un reclamo, quería que fuese hacia allí. Tal vez estaban los otros jóvenes que el tal Voldemort comentaba. No iba a presentarme tal cual. No era imbécil. Miré la varita en mi mano. Me preguntaba si el resto no recordaba conjuros tampoco o era sólo cosa mía. Opté por asegurarme de que la pared que tenía detrás era sólida. Me di la vuelta y la golpeé con los nudillos, primero suavemente, luego con más fuerza.

Viendo que le chico esta asustado y tiene un arma mucho mas eficiente que la mía, decido esperar a ver que más dicen. Mientras tanto, sigo vigilando a mi alrededor sin hacer movimientos bruscos y aprovechando el momento para comer un poco más. Tengo una piedra y no dudaré en usarla para atizar a quien se atreva a venir a por mi con malas intenciones.

La pared es completamente sólida, aunque diferente a las demás.Las otras de los lados están tan llena de hiedras que parece que sean paredes de plantas fáciles de traspasar, pero no lo son. Los muros están hechos de piedra blanquecina.

Al golpear la pared se escucha un eco extraño causado por los golpes que acababas de dar. Seguidamente, se escucha, tras la pared, una respiración continua y espeluznante. 

Escuchas de golpe y porrazo un sonido de golpes con mucho eco provenientes de la pared de tu izquierda. 

Escuchas de golpe y porrazo un sonido de golpes con mucho eco provenientes de la pared de tu derecha. 

  Me levante en algún lugar que no recuerdo, era frío y bastante extraño. Una voz se hace reconocer al aire y con ella dijo un poco de lo que estaba pasando, tuve miedo, mucho miedo porque lo raro era que no podía recordar nada. Era un extraño en un lugar oscuro y de seguro muy peligroso.

  Entonces no soy el unico si el dijo que debíamos matar a los otros para poder salir de este lugar. Intentaba hablarme para saber si algo me activaba el cerebro. Solo escuchaba el silencio hasta que un rugido se hizo presente y salte, se escuchaba detrás de mío pero una pared nos separaba aunque no sabía hasta cuando.

 Veo una luz por el pasillo donde estaba y tan solo pensaba en querer salir de ese lugar pero tenía que ser cauteloso o sino moriría muy facil. Elije la luz o el bicho grande que esta detrás tuyo. Creo que era muy fácil decirlo mejor la luz que tengo adelante por lo que voy caminando, aunque intento mirar a todos lados previniendome de lo que fuera a pasar.

Esta oscuro y por inercia coges la varita y haces un movimiento con ella acompañado de la palabra "Lumos". 

Lentamente vas avanzando por el pasillo, pero no hay ninguna salida a los lados. La luz de delante se va haciendo más y más grande en cuanto te vas acercando hasta que ves que es una salida a lo que parece ser un claro. Miras hacia arriba y ves que el cielo sigue negro, sin ninguna estrella. Sin embargo, en el cielo de aquel claro era de día y hacía buen día. Desde tu pasillo ves que en medio del claro hay una gran mesa rebosante de comida apetecible, tan apetecible que el olor llega a tu olfato. Desde donde estás, no puedes ver de qué comida se trata. Tras la mesa ves una entrada a lo que parece ser otro pasillo igual que el que te encuentras en estos momentos, y a unos metros, en cada lado de aquel pasillo, dos más idénticos. 

De golpe y porrazo, ves como un niño de unos 14 años va corriendo hacia la mesa y tira algo parecido a un pastel al suelo, a la vez que sale corriendo de nuevo con las manos en la cabeza y se aleja unos metros de la mesa. Luego, se vuelve a acercar y comienza a comer muy rápidamente y poniéndose cosas en los bolsillos. Después, ves como se aleja por el claro y se pierde de vista. Entonces, una niña de pelo morado sale corriendo y hace lo mismo que el muchacho; coge comida y va en la misma dirección que el niño. Se escucha un golpe de madera fuerte. 

Acto y seguido otro muchacho corre hacia la mesa y se pone a comer y llenarse los bolsillos de comida, mientras mira hacia la dirección donde habían ido el niño y la niña. 

 Llego a un claro donde parece ser de día y no de noche algo mas raro aún pero tenía que saber que estaba pasando y donde me encontraba, de repente vi comida en la mesa y acto seguido unos niños ir por ella para escapar por un pasillo. Me acerco a la mesa y tomo un poco de eso que había para verlo mejor.

 Debo estar loco. En cuanto supiera que era me iría detrás de ellos pero no sabía si la comida sería el activador de algo o tan solo era para marearme.

Seamus no oculta su sorpresa al llegar al claro y ver la mesa llena de manjares.Pero sus ojos se abren como platos al ver a un chico,que, ignorando su presencia,pasa corriendo,recoge algo de comida y desaparece en el claro.Ese sonido... sus tripas suenan pidiendo a gritos algo de alimento,pero,antes de que pueda acercarse a la mesa,dos personas más aparecen. La chica de pelo morado se dirige hacia el lugar donde el niño que buscaba algo había ido,mientras que otro se queda en la mesa mirando la escena desde lejos.

¿Y estos quiénes son? 

Se aproxima a la mesa apretando su varita y adoptando una expresión de seriedad y cautela ante la situación. Esta comida...podría estar envenenada por lo que se,pero...tengo tanta hambre... Toma algo ligero,lo suficiente para acallar sus tripas y se dirige al chico de la mesa,pero manteniendo las distancias por si las moscas:

-Eh.-le hace un gesto con la mano que sostiene la varita-¿qué haces aquí?¿Quién eres?-mientras espera a que el niño reaccione,el ruido metálico y las otras dos personas captan su atención.

Miedo, dudas, más miedo, más dudas. Notaba su corazón bombeando sangre por todo su cuerpo a la velocidad de una locomotora. Sentía como le palpitaba la sien y una especie de sudor frío le recorría el espinazo.

"¿Qué demonios se supone que debo hacer? Si ni siquiera recuerdo quién soy... ¿Está es mi ropa...? ¿Y esa luz, debería dirigirme allí? Mierda, si esa voz dice la verdad, esa luz puede ser tanto mi muerte como mi salvación. Si al menos pudiese recordar algo". Le empezó a doler la cabeza de tanto intentar forzar la memoria para ponerla en marcha, pero todo era borrosa oscuridad. 

"Al menos ese rugido ensordecedor sigue al otro lado del muro -pensó mirando a la pared que protegía sus espaldas-, pero nadie me asegura que lo que sea que sea esa cosa vaya estarse quieta ahí. Si me quedo parado tarde o temprano me encontrará, estoy en un callejón sin salida, solo me queda avanzar o esperar mi muerte."

Miró a su alrededor desconcertado. "Ese Volde...Tork, Volde...Ron, Volde...Sorch, en fin, Voldeloquesea, ha dicho que esto es un laberinto, no me será fácil avanzar. Lo mejor será que me mueva con cautela. De momento solo puedo seguir por este largo pasillo. Puede que me sea útil tratar de descubrir que es esa maldita luz. Así que adelante, y si es posible sin perder el pellejo en el intento -Se dijo a si mismo intentando insuflarse valor-. "

Con paso cauteloso el joven avanzó cargando con sus dudas y miedos por el largo pasillo. Al fondo, la enigmática luz relumbraba hipnotizadora, como una magnética llamada. ¿Sería de vida o de muerte?

-¡Ei, ei relájate! - le digo al niño intentando tranquilizarlo. Tiene una espada y no tengo ganas de ser la primera en probarla.-Mira, si te digo la verda, aún no sé quien soy ni porqué estoy aquí, pero pienso descubrirlo.Supongo que tu tampoco te acuerdas de quien eres, no?-  la situación me esta empezando a hartar, me estoy poniendo muy nerviosa pero tengo que mantener la calma para que a ese niño no se le ocurra nada raro.- ¿Que te parece si seguimos cada uno nuestro camino? O incluso nos podríamos aydar. - Digo temblorosa - ¿y esa mochila? ¿De dónde la has sacado? Yo también quiero una. - Digo intentando parecer simpática, cosa que me cuesta.

¿Quien soy? ¿Donde estoy? ¿Quien es ese tal Lord Voldemort? demasiadas preguntas llenan la cabeza de la pobre chica, dándole un dolor de cabeza, vaya que eso de la amnesia es algo difícil de tratar.

¿Que te hice? ¿Por que estoy aquí? grita la chica al cielo, como queriendo hablar con ese tal Lord Voldemort, segundos después se arrepiente de lo que hizo... si es verdad lo que dijo la voz, habrá otros como ella cazando a los demás chicos.

De repente escucha un rugido tan fuerte que le pone la piel de gallina, al parecer sea lo que sea está detrás de ella... a pesar de que está protegida por el momento, decide correr hacia la luz que se encuentra delante suyo.

El muro parecá fuerte y sólido, con lo que suponia que - si lo que fuera que estaba tras el muro no sabía escalar - estaba a salvo. Lo que no me dejaba mucha más opción que ir hace la luz.

Miré la varita y sin saber muy bien cómo ni porqué la agité pronunciando una palabra. La varita parpadeó con una luz balnquecina, pero eso fue todo. Cómo una bombilla rota. Estaba segura de algun modo, tras ahcerlo, que ese era un conjuro para iluminar que me habá salido mal. Fruncí el ceño, sintiéndome enfadada conmigo misma. En lo más hondo de mis entrañas sabía que era capaz de hacerlo pero por alguna razón no me salía.

Miré hacia el pasillo iluminado. Tal vez era mejor que no me hubiese salido. No quería atraer la atención de los supuestos otros chavales que el tal lord Voldemort habá dicho que había traído. Debía ser silenciosa y aprovechar las sombras para ocultarme. Me pegué a una de las paredes de hiedra y empecé a avanzar hacia la luz poco a poco, procurando ir en silencio y protegiéndome en las sombras.

La cabeza de Nora daba vueltas y vueltas. Tumbada en el suelo, la muchacha mira a todas partes, aturdida, confusa. Su cabeza es una niebla densa y blanquecina... ¿Quién era? ¿Qué pasaba ahí?

La muchacha se incorporó poco a poco cogiendo la varita cuando la voz resonó y el rugido se escuchó. La piel de Nora se volvió de gallina.

-¿Q-qué está pasando? -Se preguntó a sí misma

Ir hacia delante no era buena idea... Sería mejor ir hacia atrás... hacia la luz...

Parecía tener mi edad y sinceramente, no me fiaba un pelo de ella... Ni de nadie. Cuando propone seguir cada uno nuestro camino me parece bien, asiento con la cabeza:

-Está bien, cada uno por nuestro camino... -Miro las mochilas, tal vez si le diera una el trato le parecería más justo. -Quédate ahí quieta y no te muevas... Te daré una mochila.

Caminando de espaldas sin dejar de apuntarle con la espada me coloco delante de la trampilla y la abro. Cojo una de las mochilas y se la lanzo, cerrando con el pie la trampilla de nuevo.

-No sé qué tienen dentro, pero supongo que te será útil. Ahora elige un camino y anda... Vigilaré hasta que te pierda de vista. No me fío de nadie.

Escuchas como los muchachos hablan: 

-¡Ei, ei relájate! -Dice la niña de cabello morado, seguido de una explicación de que ella no sabe quien es ni qué hace aquí. Después, le propone al niño que cada uno siga por su camino y pide una de las mochilas que había en la trampilla donde estaba el muchacho. También le dice que se podrían ayudar mutuamente. 

El niño le da una mochila y parece que no accede a que se ayuden. 

-No sé qué tienen dentro. -dice referiéndose a la mochila.-  pero supongo que te será útil. Ahora elige un camino y anda... Vigilaré hasta que te pierda de vista. No me fío de nadie.

¿Qué harás? En cuanto comience a vigilar mirará hacia la mesa y te verá. La niña al parecer esta dispuesta a irse y perderse de vista, sola. ¿Cuál es tu decisión? 

De repente aparece un chico mayor que tu en la mesa, y sin saludarte ni nada comienza a coger comida. 

Por otra parte aparece otro muchacho, de más o menos tu edad. 

-Eh.-te hace un gesto con la mano que sostiene la varita-¿qué haces aquí?¿Quién eres?-

Otro chico se acerca a la mesa mientras tu vas hacia ella. Ves que la muchacha del pelo morado y el otro niño no se habían ido y que estaban en un punto de vista que no podías ver desde el pasillo, pero una vez has salido del claro los ves. El niño tiene una espada y estaba al lado de una trampilla donde, parece ser,  hay mochilas. Ves cómo saca una y se la tira a la niña de pelo morado. También hay una puerta enorme de madera al lado de ellos. 

- Eh ¿Qué haces aquí? ¿Quién eres?- Le pregunta varita en mano el chico que se había acercado a la mesa a la vez que tu al muchacho que estaba en la mesa en pie,  mirando a la niña del pelo morado y al otro joven muchacho con espada. Al parecer el chico no pensaba atacarla y ahora le estaba dando una de las mochilas.