Partida Rol por web

Cuando el chico de gafas dijo "Seguiréis llorando por los del otro lado" me puse a pensar : "los del otro lado..¿se referirá a que alguien se ha quedado con las acromántulas? de inmediato pensé en Jan y mi amiga. - ¿Quienes son los del otro lado? No serán Jan y mi "amiga", ¿verdad?- solo pensar en eso me ponía los pelos de punta, pero pensé que sería bastante improbale que fuesen ellos, entonces le quité importáncia. Me levanté sola demostrándole a Anthoni que no necesitaba ayuda para eso -Vamos a ver...¿Se supone entonces que, el claro se infectó de unas arañas gigantes llamadas "acromántulas?  ¿Y se supone que vosotros habéis decidido salvarme de ellas? No me lo trago. ¿Por qué ibáis a salvarme a mi? - miré a la chica pelirroja - Sobre todo tú. ¿Por qué? Por lo que tengo entendido no nos caemos nada bien. ¿Por qué no ibas a dejarme morir? - miré a Anthoni - Y tú, ¿por qué arriesgaste tu vida en salvar a una desconocida? Si ni si quiera hemos hablado nunca. O al menos desde que estamos aquí. - miré finalmente a Niccolas y el otro chico de mi edad - Noto cierto odio entre vosotros dos. Nada me encaja. ¿Porqué vosotros también me salvasteis? Y para que lo sepas, no confio nada en tí- dije señalando al chico de gafas. -Ni en ninguno de vosotros. Seguramente lo hayas hecho por algún tipo de interés.

Reflexioné sobre lo que acababa de decir. Si me habían salvado de verdad quizá no se merecían ese tipo de respuesta que yo les había dado. Después de pensar que fuí una idiota al decirles eso les pedí disculpas. - Perdonad chicos. Lo que quería decir era "gracias". Me cuasta un poco expresarme del modo adequado. - ¡Acababa de pedir perdón! ¡Yo! Con lo orgullosa que era...Eso si que era raro... Quizá el laberinto/claro me estaba haciendo cambiar. 

De pronto Niccolas usó el hechizo "Accio" y una llave asquerosa cayó en sus manos. - Vaya... - No sabía muy bien que decir. - ¡Tendremos que probarla! Que, ¿nos vamos? - miré a Niccolas y sonreí - Me parece que tenemos un buen guía. 

Jan no parecía querer ayudar, o no parecía entender del todo la propuesta. Mi idea era que si me decía cómo lo había hecho, tal vez sonaría alguna campana en mi cabeza o podría simplemente imitarle.*

Sin embargo no llegué a explicarselo pues la llave de su bolsillo salió disparada y antes de poder recogerla se perdió en las alturas, trepando el pasillo. Miré entonces a Jan, tan sorprendida cómo él, y sin saber muy bien qué decir. Fruncí el ceño entonces, al recordar algo de repente. Era el primer recuerdo de todo el laberinto y no entendía nada. Miré a Jan entonces.

- No recuerdas a nadie me has dicho, ¿verdad? ¿Ni siquiera a la pelirroja bipolar que gritaba cómo una histérica hace un rato?** 

Charlotte le pide a Anthoni que le llene su cantimplora aprovechando el chorro de agua que brota de su varita, -Aguamenti... Sin duda tenía que probarlo alguna vez.

Posteriormente la chica de cabello morado de una forma paranoica comienza a cuestionar a todos sus compañeros y el porque la salvaron, ¿a caso ella misma se creé tan arrogante que sabe que en cualquier momento la gente la puede abandonar o incluso traicionarla? -Ya comprendo porque su actitud.

-¿Por qué te salvé? ¿Por que hice algo por tí?. - Pregunta la pelirroja con un tono de sorpresa y seguridad. -Porque tu lo has dicho, no me caes del todo bien, pero eso no es pretexto para dejarte morir de esa forma tan horrible; además debemos de escapar de este extraño lugar, entre más seamos y más unidos estemos más probabilidades tendremos de sobrevivir.

Segundos después vemos como del cielo cae una llave en la mano de Niccolas, cubierta de una extraña baba... al parecer el chico hizo el hechizo accio que anteriormente Charlotte vio a Jan hacerlo.

Se quedó en silencio observando la escena.

Reconoces la sustancia gelatinosa esa, es la que envolvía el cielo en el claro cuando habías intentado mirar los al rededores del laberinto.

-Mierda. ¿Qué acaba de pasar? Alguien debe de haber hecho Accio con la llave del laberinto. -Dije mientras corría hacia la pared por donde había subido la llave. -Sí, si recuerdo a la pelirroja, ha Charlotte. Y también un vago recuerdo de Niccolas y Anthoni. 

Intenté realizar Accio a la llave, pero no funcionó.

-¡Maldita sea!- Dijo impotente.

Fiándose de su instinto y pensando en las palabra de Mathew, aquello que había dicho de que había mejores formas de abrir una puerta, trató de recordar si en su olvidada memoria había algún rastro de un hechizo para abrir puertas. Pero no dio buenos frutos. 

-¡Qué rabia!

Accio. lo había mencionado ya varias veces, y al parecer servía para atraer objetos. Intenté recordarlo... Pero me sonaba a chino. Seguro que se lo estaban inventando. Maldita sea, todos escondían tanta información... Miré el muro, por dónde había subido la llave.

- Seguro que ha sido Niccolas. - dije sin asomo de duda - O el otro idiota arrogante, el del pelo corto.* No son de fiar. Ni Charlotte. - añadí refiriendome a la pelirroja, de la cuál Jan acababa de decir su nombre.

Sopesé la idea de trepar, pero yo no era muy buena con esas cosas. O mejor dicho, no tenía la sensación de ser muy buena con esas cosas, y menos tras mi penosa carrera.

- Podrías intentar trepar, pero no veo de qué nos sirve la llave ahora, de todos modos. Creo que sería mejor investigar el pasillo. - le dije mientras inspeccionaba las paredes. Ya había encontrado cosas curiosas así antes, esperaba poder encontrar algo ahora también. - Qué recuerdas de Charlotte y Niccolas? - lo que recordase de Anthoni no me parecía relevante, pero de los otros dos...

-Ah, mierda. No sé si servirá de algo intentar escalar esos muros, pero que rabia haber perdido la llave.- Espeté ofuscado.

-En fin, será mejor explicarte lo que he recordado hasta ahora.- Si íbamos a estar juntos en ese pasillo teníamos que tratar de confiar el uno en el otro. -Sobre Niccolas, he tenido un recuerdo de él dándole una paliza a Anthoni al lado de los muros de un castillo. Yo observaba impotente mientras sentía un sentimiento de miedo. Ese recuerdo me preocupa especialmente, no sé si Niccolas es un simple matón de instituto o algo... más peligroso. Pero lo cierto es que él me reconoció en el claro... Por eso me hubiese gustado hablar con él, quizá me hubiese ayudado a recordar. Y sobre Charlotte... En fin, tuve un recuerdo sobre ella, algo personal, no es relevante. -No tenía porque contarle a todos el único recuerdo agradable e íntimo que había recordado desde que había despertado. Además, de nada le serviría saberlo.

-Pero después de hablar con ella, me explicó que había recordado como Niccolas le obligaba a besarme, por lo que tampoco me fío demasiado de ella y menos de Niccolas. Lo cierto es que no he recordado mucho. ¿Y tú?, ¿recuerdas algo? ¿Sabes al menos tu nombre? -Le pregunté pensando que estaría muy bien poder dar un nombre a la persona con la que hablaba. 

Las puertas están todas entre-abiertas menos la del pasillo de Niccolas porque este la había cerrado.

Los dementores ahora están dentro del laberinto, en ningún pasillo en concreto, de momento. 

Al mirar por la pared de la derecha ves una puerta entre-abierta, entre las hiedras. 

¡Por los pelos!

Seamus respira profendamente. 

- Muchas gracia, pensé que me iba a quedar ahí para siempre. El miedo me paralizó. -Le dice a Matthew con la respiración acelerada. 

Entonces, se sienta en el suelo del susto y escucha como sus dos compañeros de pasillo hablan. 

- Que curioso que sea de día en el pasillo y de noche en el claro ¿No creéis? - Dice mirando el cielo y rascándose la cabeza. 

Se queda un rato en silencio, como recordando algo y mira a Nora por un momento. - Sí, te llamas Nora. Es verdad. Te pega ese nombre. 

Tras decir eso se pone en pie. - Vayamos pues a donde dices... ¿En serio hay otra persona? - Por su tono se notaba que no se fiaba mucho de Matthew.  -¿Y de qué pasado complicado estás hablando? 

Miro a Seamus. Creo que tenias una novia o alguien que te gustaba, supuestamente yo me besaba con ella. Y a ti te dolia porque sentias algo por ella, no me digas porque o me preguntes mas porque no se. Quedo mirando a los dos mientras vamos a lo del chico.

Nora prueba con Alohomora, sirve para abrir puertas o cofres que están cerrados normalmente. Quería compartir con ellos mis hechizos. Debemos pensar en nosotros si queremos sobrevivir, yo tambien quiero encontrar a Anthoni pero ahora ustedes sin mi prioridad. Yo los cuidaré hasta ver a los demás de nuevo.

Lo que decía Jan tenía sentido con lo que yo acababa de recordar.

- Creo que sé que has recordado. Os he visto, tonteando, pero Charlotte te estaba utilizando. Todo parece encajar con lo que me dices. Yo no me fiaría de ninguno de los dos. - le expliqué mientras seguía inspeccionando las paredes. 

Entonces entre las hiedras encontré algo y sonreí. Aparté las hiedras ligeramente y le mostré a Jan orgullosa mi descubrimiento: una puerta entre abierta.

- Voilà. No hay de qué. Y no, no recuerdo mi nombre... es frustrante. - dije frunciendo en entrecejo. Si ya era malo no recordar nada -casi nada, ahora -  no recordar mi propio nombre me hacía sentirme irreal, vacía, falsa. Era cómo si el nombre me diese validez como entidad. Era estúpido, pero era así.

Me asomé con cuidado por la puerta, intentando ver qué había al otro sin que me viesen a mí, si es que había algo o alguien.

- Bueno, deberíamos empezar a movernos, me gustaría encontrar al resto. - ¡Por favor, que estén bien, que estén bien, que estén bien!

Me levanto y miro hacia el pasillo que hay enfrente nuestro.

Observé como la chica se asomaba con cuidado al otro lado de la puerta. "¿Por qué lo único que había recordado era sobre mi y Charlotte?" Me acerqué yo también a la puerta y me puse a su lado a ver si lograba ver algo.

-Oye, ¿qué recordaste exactamente sobre mi y Charlotte?- pregunté susurrando, muy interesado, ya que no habíamos tenido el mismo recuerdo. -Mientras no recuerdes tu nombre porque no te damos uno, me será más fácil hablar contigo. A tú yo actual, a la desmemoriada, ¿Cómo le gustaría llamarse?

-Sí, ¡vayamos tirando ya! No hacemos nada aquí parados. Y sigo preguntando por tercera vez : ¿ Dónde están Jan y la chica bajita (mi amiga) ? - al decirlo fruncí las cejas y di a entender que empezaba a cabrearme, nadie me lo respondía. ¿ Pero por qué ? "Quizás les ha pasado algo malo de verdad... No, no creo." 

Mientras hacía la pregunta avancé unos cuantos pasos para así llegar un poco más a las profundidades del laberinto. Iba mirando mientras caminaba, no quería perder nada de vista. 

Al asomarte ves que hay unas escaleras estrechas que van hacia arriba. No hay nada más, solo el hueco necesario para dejar abrir la puerta hacia dentro. 

Avanzáis por el pasillo con Matthew en cabeza y os lleva hacia una puerta que hay, entreabierta. 

- ¡NOOO NOOO POR FAVOOOOR! -Escucháis exclamar a una voz masculina que provenía de unas escaleritas que hacían subida, dentro de la puerta. - ¡QUE ALGUIEN ME AYUDEEE! ¡MATTHEW MAL NACIDO TU ME HAS DEJADO AQUÍ! ¡AYUDAAAAAAAA!

Miré al de la llave babosa, sólo pude pensar en que era la peor amenaza que recordaba... Y lo cierto es que era la única.

-Me estás amenazando con no defenderte a ti mismo si abres una puerta y hay algo al otro lado? Lo único que me haces creer es que estás más loco de lo que pensaba y que eres menos de fiar aún. Parece que nada puede pararte en tu intento de... algo. Iremos hacia esa puerta porque es la única dirección lógica, y si hay algo detrás nos enfrentaremos a ello, y no lo digo como una orden, si no como algo obvio de gente que no quiere morir.

Miré a Kyra, que se había adelantado un poco:

-Jan y la otra estarán bien, seguro que han conseguido ir por algún lado distinto. Había muchas arañas y los perdímos al otro lado. -Ya está, era lo más sincero que podía ser con ella. No quería que le afectara demasiado, aunque tampoco es que los conociera mucho pero... Estaba claro que era a los que más apreciaba.

-Si a todos os place, avancemos con esa babosa llave, a no ser que veais algo. No quiero dar ordenes a nadie, no soy nadie para hacerlo y tengo un miedo de la ostia, pero está claro que algo hay que hacer.

Gilipollas.

Le tiré la llave al espadero.

-Pues buena suerte, yo no cruzo esa puerta. Y como parece que no lo has entendido del todo me explicaré mas claro.- Le miré fijamente articulando las palabras despacio y de forma clara y concisa.- Te estoy advirtiendo que si sigues hablándome así, amenazándome así, yo no te ayudare a ti.

Luego me giré y me apoyé en la pared, pero no aguanté mucho, y avancé hasta el otro extremo, al inicio del laberinto junto a Anthoni y Kyra.

-Buena idea, ir por el corredor, a lo desconocido, con gente de la que no te fías. Por c¡erto, mentir se te da de culo. No crees que estén bien y engañarla no le será de ayuda, precisamente.- Me giré a Kyra y dudé un instante pero la miré a los ojos y le respondí serio.- Me has preguntado por qué te ayude a salir de ese sitio. No tengo nada en tu contra, y no creo que te hubieras merecido quedarte ahi... Jan y la chica bajita no llegaron a cruzar el muro. La última vez que los vi estaban rodeados de esas cosas... Lo siento.

Miré la llave cubierta de esa gelatina asquerosa... La última vez la tenía Jan. Si la gelatina es lo que creo que es... Habrá salido de su estómago. Negué con la cabeza ante la idea mientras notaba el sudor frío recorriendo mi espalda.

Después de ver y escuchar aquella escena tan tensa entre sus compañeros, la pelirroja exclama:

-¡Yo reconozco esa baba! es la misma sustancia viscosa que se encuentra al subir las paredes del laberinto, y que al cruzarla se siente un frío intenso. Así que... no creo que estén muertos.

La chica lo dice tratándose de engañar a si misma, eran tantas arañas que venían hacia ellos que se le hacía imposible que pudieran salir de esa. Lo importante era convencer a sus compañeros de que trabajando en equipo podrían resolver el misterio de ese lugar y salir de ahí.

Sigamos por el pasillo, es la opción más factible, si nos quedamos aquí no lograremos nada.