Partida Rol por web

Tus palabras hicieron a la joven Ladovia mirar hacia el barco, un rastro de orgullo en su rostro. Aunque te vio con una media sonrisa al escucharte hablar sobre tu propósito de proteger las esperanzas de los demás. -Si realmente quieres protegerlos, entonces espero que te guste entrenar, porque los sueños y esperanzas de cada uno aquí son muy grandes. Yo me jacto de poder hacerle frente a cualquier pirata del East, pero ese día no pude haer nada. Y no pienso dejar que eso se vuelve a repetir -Dio un suspiro mirando al firmamento nocturno, para después volver a ti-. Shire tiene suerte de tener a alguien tan confiable en su tripulación, pero, hay una cosa que debes saber -Ladovia extendió su mano vendada hacia ti-. No tienes que hacer esto solo. Tú y yo tenemos el mismo propósito.

Ladovia ladeó la cabeza confundida ante tu pregunta. -Pues... yo creí que sabías. La marina nos buscaba porque tuve un altercado con ellos para conseguir los planos de Salty Mine, así que hizo una cosa con el poder de su fruta -Se señaló a sí misma-. Y así pasó. Nadie nos reconoció, pero ahora estamos atascados así hasta que Alvert descubra como revertirlo.

-El mar es muy ancho, Edward. Bastante. Y entre más viajas por él, te das cuenta de que las personas buenas hacen cosas malas, y que las malas pueden hacer el bien -dijo la pirata poniéndose filosófica, aunque luego sonrió en tono más ligero-. No sé lo que digo, solo quería sonar profunda. Es algo que Elías solía decir -Tras esto se mostró un poco más seria-. Yo confío en cada uno de los que compartieron un bote conmigo, y ellos creen en ti, y ahora que te estoy conociendo, creo saber qué es lo que vieron en ti.

Empezó a inspeccionar la madera y los arreglos a la par tuya. -Sí, bueno, dicen que se se hace más fácil mientras más lo cuentas, ja, aunque para mí sigue siendo difícil -dijo con una sonrisa triste-. ¿Bebes? Porque quisiera tomar un trago, después que terminemos. No sé que tan bien pueda tolerar el alcohol en este estado, pero supongo que lo averiguaré. Y sería bueno saber como Edward, el astillero, terminó en un barco que va directo a la marina.
 

-Yo no quise decir -decía el pequeño Drake con gesto desencajado, pero se detuvo a sí mismo al ver tu reacción tan dinámica y dispuesto a ayudar-... solo prométeme que tendrás cuidado -dijo para después suspirar, como si con todo lo que había dicho antes se hubiera metido en un lío-. Pero por nada dejaré que un pollo se acerque a mis instrumentos médicos -Miró con malos ojos al gallo, quien no perdía el entusiasmo.

-Buruzame estará bien mientras se mantenga con los demás. Lo único que me preocupa es como eso le pueda afectar -Rufa se veía bastante intranquila-. El mundo es un lugar cruel donde solo perseveran los fuertes. Y la forma en la que habla, en la que actúa, me lleva a pensar que aún no ha visto la cara mala del mundo, pero cuando la vea... no sé si siga siendo el Buruzame que conocemos -La ladrona dobló las piernas, acercándolas a su cuerpo para después apoyar la barbilla sobre sus piernas, su actitud más reflexiva.

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Aunque Rufa no te veía, pudiste notar sus mejillas ruborizarse un poco al escuchar que de hecho sus compañeros la apreciaban. -Ya basta, Alvert, a menos que quieras hacer llorar a una chica, ¿podrías vivir con eso? -Bromeó Rufa, aunque misteriosamente, su dedo rozó el rabillo de su ojo de manera rápida.

-Tsk. No creas que esto es algo que quiero. Yo no necesito la simpatía ni lástima de nadie -dijo Rufa abrazándote con expresión orgullosa-. Es solo que ya lo había dicho, y, y, no sé... tenía frío supongo, ¿tus abrazos siempre son así de cálidos? -Con lo buena que era mintiendo, era difícil saber si eso último había sido una referencia a la manera en la que la salvaste, o si de verdad solo era un coincidencia, sin embargo, era más que claro que algo de lo que había dicho recientemente no era verdad.
En pleno abrazo, al solo usar una bata, tu mano se topó con lo que parecía una gran cicatriz en la parte alta de su espalda, pero más preocupante aún, era que esa solo era la más grande, porque toda sus espalda parecía estar llena de cicatrices.
Justo cuando la ladrona había dejado de verse molesta y orgullosa, teniendo más bien una expresión tranquila, se alejó de ti en ese momento. -Suficiente. Cumplí con eso, y eso ya fue suficiente contacto humano por este siglo -Rufa se recostó y se cubrió con la sabana-. Ahora tengo que descansar, que si Drake viene y no estoy dormida, me va dar otro de sus sermones, aunque ni siquiera tenga sueño -Cerró los ojos y se acostó de lado para después bostezar-. Y Alvert, la tripulación también te aprecia, y también... -En ese momento, el país de los sueños reclamó a Rufa, porque esta empezó a roncar enseguida.

.-Mentiría si dijera que no tengo miedo. El capitán Morgan me dio muchísimo miedo pero gracias a eso y a mi aspecto de niña torpe pude mentirle en sus narices y evitar que descubrieran el barco mientras estábamos en el Voyarti.-le dije mientras la acompañaba. 

.-El hecho de ir allí es para conseguir materiales para el barco y para unos inventos que a lo mejor intento hacer para ayudar a la tripulación.-digo dejando entrever que tengo alguna que otra idea para todos. 

Ciertamente esa frase tenía mucha razón, al parecer el difunto Elías fue un hombre justo y honesto, algo que no encajaba en un pirata, a Edward le hubiera gustado tener la oportunidad de conocerlo.

Con una sonrisa le dijo a Ladovia- No te diría que no a una copa, aunque hay que hacer algunos preparativos no esta de más el tomarse un respiro- segundos después respondió a la sugerencia de contarle la historia de como llegó a este navío- sinceramente no es algo muy interesante, es más es algo vergonzoso para mi- tras unos segundos y una sonrisa nerviosa dijo- Yo tenía un pequeño taller, no tenía para poder construir un barco propio, pero nunca me faltaba trabajo de reparación, hasta que un pirata de mala muerte me engañó al hacerme reparar un barco de la marina, cosa que hizo que la marina me tuviera encarcelado durante unos días y siendo como es la gente, mi reputación empezó a empeorar, así que mi trabajo empezó a escasear, así que decidí salir de allí y buscar fortuna en otro lugar, tras unos días escuché que Elías estaría en Bon Voyarti y fui a probar suerte se me podía enrolar en su tripulación, no podía imaginar que cuando llegué a la isla Elías ya estaba muerto- Edward estuvo unos segundos en silencio, no sabía si sus palabras podían afectar a Ladovia, segundos después siguió con su relato- Por fortuna o el destino me encontré con los demás mientras discutían que hacer, sinceramente no yo mismo se como acabé abordando el barco, necesitaban alguien para reparar el barco y yo estaba en el lugar indicado, después tuvimos algunos problemas con el jefe del casino Bon Voyarti, Genome, luego llegamos a Loguetown y tras más problemas y reparaciones del barco ahora nos encontramos dirección a una base de la marina, más o menos ese es un resumen, algo largo, de como acabé uniéndome a ellos, mi objetivo es llegar a Water 7, y no encontré mejor forma de hacerlo que con la antigua tripulación del famoso Elías- Edward acabó el relato con una sonrisa y camino hacía donde podrían encontrar algo para beber.

A decir verdad cada vez me gustaba mas entrenar y es que me hacía sentir en paz conmigo mismo a la par que me ayudaba a organizar mis pensamientos, eran momentos para mi que me permitían seguir manteniendo el ritmo que llevaba hasta ahora a pesar de los problemas que teníamos.

- Yo no puedo detenerme en el East Blue, debo llegar mucho mas allá... ni siquiera en el Grand Line debo tener rival y es que solo una vez llegué al Nuevo Mundo podre empezar a encontrar gente tan fuerte como quiero ser. El lugar donde se encuentras las personas mas fuertes del mundo fuera de la Marina, debo llegar ahí con mi propia fuerza para luego conquistarlo -había desviado la mirada el mar, hablaba de un futuro terriblemente lejano pero a la vez lo sentía inminente- Por lo tanto no puedo abandonar el East con Sandler vivo.

Volví a mirarla cuando comenzó a hablar sobre lo que le había pasado, toda mi expresión seria y llena de determinación había desaparecido por una de preocupación, curiosidad y asombro.

- Esperemos que encuentre la solución antes de Salty Mine, no queremos que pelees así contra gente peligrosa. Sería arriesgado... -no dudaba de sus capacidades pero me parecía mucho mas peligroso ir con un cuerpo sin desarrollar en lugar de otro completamente adulto

Por lo visto no solo Helena tenía asuntos que resolver el Salty Mine. No quise incidir más en ese pasado de Alvert y seguí escuchando, solté un bufido al tratar de contener una risotada por su segundo motivo. - Para serte sincera, dudo que llegue el momento en el que esté completamente preparada, lo hago lo mejor que puedo.- Volteé la cabeza para mirarle con una pequeña sonrisa. - Sea como sea me alegra tenerte de nuestro lado, parece que al final hasta nos has cogido un poco de cariño.

Aun sin haber sabido que el libro fue elección de Elias, era fácil intuir que le gustaría, muy típico del pirata soñador y ambicioso. Por alguna razón tras leerlo me sentía más calmada, como si leerlo de alguna forma me hubiese repuesto las fuerzas.

Ya en la enfermería por suerte Rufa estaba despierta, pero antes de que pudiese siquiera preguntarle como estaba se lanzó a hablar con un tono que no esperaba para nada. Escuché con el rostro ensombrecido hasta que terminó, me dolía ver que lo estaba pasando mal. Tardé un momento de más en reaccionar, pues no sabía como responder, finalmente tomé una silla y me senté frente a ella, mirándola a los ojos. - Yo también me siento así, soy la capitana y aún así no he podido hacer nada para evitar que esto pasara. Lux puede navegar, Edward reparar el barco y Ryuta cocinar mientras yo solo puedo leer inscripciones para satisfacer mi propia curiosidad.- Según hablaba mi tono de voz iba subiendo y mis ojos enrojeciéndose, estaba destapando frustraciones que ni sabía que albergaba en mi interior.- Si no fuera por Drake Podríais haber muerto, pero si yo no estuviese tal vez todos estaríais más seguros.- Cerré los ojos, baje la cabeza y respiré hondo tratando de calmarme y volver en mi. Tomé aire y volví a dirigir la mirada hacia Rufa. - Pero no me voy a dar por vencida, y te pido que tu tampoco lo hagas. No vuelvas a decir tonterías como que me has fallado, has puesto en riesgo tu propia vida para proteger a Lux, eso es más valioso que saber cocinar o cualquier otra cosa.- Me acerqué un poco más a ella, llena de determinación. - Yo tampoco estoy lista para lo que está por venir, por eso debemos apoyarnos entre todos para seguir adelante. Así que mejórate cuanto antes para que Lux te ponga a trabajar.- Acabé con un comentario distendido y un principio de sonrisa.

A Rufa le era difícil mantener la mirada sobre la tuya. Como si tus palabras dolieran, pero aún así no dejó de verte, hasta que después de calmarte, o siguiente que dijiste sorprendió bastante a la ladrona. Si al final Rufa no se veía alegre, si se veía de un humor mucho menos decaído.
-Si de algo sirve, todos aquí creen que eres una buena capitana. Y yo también lo creo -dijo eso último en voz baja.

Apenas Rufa terminó de hablar, el pequeño Drake tocó la puerta. -Rufa, debes descansar. ¿Ya te tomaste tu...? -En ese momento se percató de tu presencia-. ¡Shire! No sabía que estabas aquí, pero ahora que te veo, ¿crees que pueda hablar contigo un momento? -El mini médico te señaló hacia afuera del cuarto y una vez en el pasillo, te habló en voz bajas-. Durante la revisión médica de Rufa, descubrí... escucha. Normalmente no revelaría información, tú sabes, el código que hay entre médico-paciente, pero eres la capitana, y no sé cual es protocolo en circunstancias que parecen importantes -Drake sacó una carpeta con unos papeles dentro y los extendió hacia ti-. Como nuestra capitana deberías saber más de tu tripulación, pero si no quieres hacerlo también lo entenderé. Es tu decisión.

La chica abrió los ojos como platos al escuchar sobre le peligroso lugar más allá de Paradise. -¿El Nuevo Mundo? Hablas del territorio de los Yonko, eso -decir que la joven Ladovia se vio un poco intimidada con tales palabras era decir poco, sin embargo se recuperó cuando eso otro que dijiste la hizo ponerse muy seria-... Si tu quieres superarlos a todos, incluso derrotar a los fuertes del Grand Line, déjame decirte una cosa -Señaló con determinación hacia adelante, hacia su destino-, ese es mi Nuevo Mundo. Yo se que esta forma no es la indicada, y se que aunque Alvert se esfuerza, lo más probable es que no lo solucione hasta mucho después, pero eso no me va a detener -La chica te miró directo a los ojos-. Yo estaba dispuesta a ir yo sola, y te puedo asegurar que mi deseo de acabar con Sadler es tanto como el tuyo, sea en esta forma o no. Nunca he dudado de tu fuerza y habilidad, Ryuta. Así que te pido que no dudes de la mía. Entrenaré el doble de fuerte, me esforzaré el triple, pero cuando esté ahí en Salty Mine, voy a ver a Sadler a la cara -dijo con lo que parecía un enojo contenido, tras lo que dio la vuelta dispuesta a marcharse.

Rufa se mostró algo más preocupada al escuchar sobre lo de Morgan, después de todo, ella misma había mencionado haber tenido roces con el marino. Sin embargo, hizo una media sonrisa al escuchar lo siguiente.

Entrando al barco había un sonido que predominaba sobre todos, y ese era el sonoro roncar de Daiki dormido. Potentes ronquidos considerando que eran audibles aún a través de la puerta cerrada.

-¿Inventos dices? -preguntó Rufa curiosa-. ¿Qué tal se te dan las armas de fuego? Tengo dos buenas pistolas, pero me gustaría ver como sería una model Lux -Bromeó mientras llegaban a la habitación donde Rufa se encontraba reposando antes de ir a buscarte tan apurada.

Ladovia te escuchó con atención. -Lamento eso que te pasó -dijo la pirata sobre tu historia-. Los piratas tienen muy mala fama, y me gustaría decir que no está justificada, pero -Dio un suspiro volteando la vista al cielo un momento-, en muchos casos es cierta. Pero no son los únicos, también los hay aventureros que van en busca de sueños más grandes que el mar -Su cara se iluminó como si recordara algo-. Y tú, tienes sueños grandes. Atravesar los peligros del Grand Line para llegar al sitio que se dice cada experto astillero ha pisado por lo menos una vez -La chica te dio una palmada amistosa en hombro, aunque en definitiva con más fuerza de lo que su cuerpo sugería-. Puede ser que estás aquí por una mala situación, pero alégrate que estás cada vez más cerca de tu sueño. No hagas caso de lo que la gente diga en tierra, lo dicen porque no conocen el mar -Ladovia hizo una media sonrisa mientras caminaban hacia la cocina-. Vamos, hay que brindar por unirte a esta tripulación. ¿Me pregunto si Ryuta sabe hacer tragos? 

Y así, ambos partieron a tomar algo, a brindar y hablar del viaje que se aproximaba.

Me mostré aliviada, ya no solo por haber dejado escapar lo que tenía dentro sino por ver que Rufa ahora se encontraba mejor. - Espero cumplir vuestras expectativas entonces.- La entrada de Drake me pilló por sorpresa e incluso pegué un pequeño bote del susto. Le acompañé fuera expectante a lo que tenía que decirme. - Ahora vuelvo.

Estiré la mano hacia los papeles pero me detuve antes de tocarlos. - ¿Es algo relativo a su salud? ¿Sabe Rufa lo que hay en estos papeles? - Sentía que si leía sin más lo que me entregaba Drake estaría invadiendo la intimidad de Rufa.

   Ahhhhhhhhhhh...- dejando un fuerte suspiro, el cual no solo era mío... si no que hasta Ko-ko se habia unido al mismo - chica... ¿ hasta que punto no te enteras de lo que sucede alrededor... ?

  Mientras un tanto desganado comenzaba a marchar.

  Nunca.... e dejado de querer a nuestra tripulación.... - dando una media vuelta - quiero tanto a cada uno de los compañeros que e ido conociendo en este viaje... pero - para volver a ver hacia delante - una cosa es quererles... otra cosa es estar de acuerdo con tus decisiones y el como los estas llevando... - dicho esto comenzaba a caminar una vez mas - Si me disculpas... tengo que volver a la enfermería ayudar a Drake... nos vemos... Shire...

- Nunca se me ha dado muy bien tratar con la gente, puede que sea por eso.- Me encogí de hombros, seguía con la mirada al granjero mientras se marchaba.

- Me alegra saber que piensas así de nosotros, y te agradecería que cuando haga algo con lo que no estés de acuerdo me lo digas. Buenas noches Alvert.- Me despedí, alzando la mano antes de volver a apoyarme en la barandilla mirando el firmamento.

Negue lentamente con la cabeza cuando dijo que dudaba de sus fuerzas, desde luego me había equivocado en mi elección de palabras ya que absoluto pensaba eso.

- No dudo de tus capacidades pero no quiero que nada vaya a medias en esa isla... eso es todo. Confió plenamente en ti, sin importar el cuerpo que tengas -desenvaino mi espada- Pero no dudes en pedir ayuda si la necesitas, incluso la espada mas fuerte se quiebra a veces.

Lentamente adopte la misma posición exacta que antes de su llegada, esta pequeña conversación me había servido para recuperar algo de aliento pero aún notaba el cansancio, aún así debía continuar entrenando hasta que no pudiera levantar la espada, hasta no sentir mis brazos y hasta que me fuera imposible dar un tajo mas. Si no lo hacía y algo malo ocurría en Salty Mine no tendría excusa ya que habría tenido la oportunidad de mejorar más y ser mas fuerte.

-No es relativo a su salud, bueno, no enteramente -El pequeño Drake hasta se vio preocupado-. Y estoy seguro que ella sabe -El mismo médico miró a la carpeta un segundo-... tengo motivos para pensar que ella es la responsable -Se quedó un momento en silencio mirando hacia el suelo, pero luego volvió su mirada hacia ti-. Como dije, si es algo que no quieres hacer, está bien. Al menos uno de los dos sabe la verdad, es solo que este es uno de esos casos que tal vez una capitana debería enterarse.

Ladovia se detuvo un momento para escucharte, sin embargo se mantuvo de espaldas. Pudiste ver como apretaba los puños, pero relajó las manos al poco.

Tomaste tu espada dispuesto a seguir tu entrenamiento cuando escuchaste la voz de la joven pirata.
-Lo mismo te digo -dijo de espaldas-. Si de verdad tu objetivo es acabar con Sadler, entonces estamos en esto juntos. Si tu espada se rompe, tienes mis puños de tu lado -La chica dijo con una seriedad no acorde a su apariencia, para entonces irse al otro extremo de cubierta, después de todo, ahora tenía que esforzarse mucho más en entrenar.

Cuantos más datos me daba Drake más confusa estaba sobre lo que ponía en esos papeles. - Gracias por comentármelo, déjame esos papeles, lo hablaré con ella.- Tomé los papeles y me di la vuelta para entrar de nuevo en la enfermería, pero antes miré al médico de arriba a abajo. - ¿Puedes pedirle a Alvert que te devuelva a tu forma de adulto? Es un poco raro verte así.

De vuelta en la enfermería fui a la cama de Rufa con los papeles en la mano y se los tendí. - Son los resultados de tu examen médico, Drake me ha dicho que hay algo raro que tal vez deba saber, pero no quiero saber nada que tu no quieres que sepa. Si no quieres contármelo esta bien, no te voy a presionar.