Partida Rol por web

Escucho las palabras de Becca con una sonrisa infantil en mi rostro, cuando esta termina de hablar suelto una risilla casi tan infantil como mi sonrisa. 

-Oh Becca, pero si yo hago ejercicio, pero no el mismo tipo de ejercicio que tu - Tras esto le guiño el ojo - Y bueno... siempre he tenido una buena digestión... Pero tu eres mas fuerte que yo, por bastante, yo sin esto - Hago que mi rifle salte a mis espaldas y le indico con la cabeza - Estoy totalmente perdida. 

Suelto un suspiro y recuerdo rápidamente que cuando no tengo que trabajar en el barco, siempre estoy tomando sol, engrupiendo al cocinero para que me de mas comida o flirteando con los otros tripulantes, y en algunas noches... ejercicio... ok, en varios noches. 

-Me pregunto que habrá de comer, no he comida nada desde que llegamos aquí. 

Por la puerta principal entran Becca, Kuu y Bryo viendo allí mismo que estaban Takame, el Capitán y el alcalde a pie de escalera y en la entrada del comedor.

Al verlos entrar, Dexter no puede mas que espetar a las palabras dichas por Dimas: Creo que alguien ha olido a comida ya. Dice con una sonrisa insinuando que ya no podían rechazar la oferta. Del fondo de la cocina ya empeza a llegar cierto olorcillo a carne. Pues nada chicos, aprovecharemos la oferta del alcalde y nos hincharemos de buena carne.

El alcalde viendo a todo el grupo responde con un gesto invintandoos a entrar al comedor: Entonces ya no acepto un no por respuesta. Sin duda su cara reflejaba felicidad, seguramente para celebrar el fin de Bocagrande.

Con ello pasais todos al comedor o sala de estar donde ya habias estado. El sofá con su mesita estaban igual como viste. En el lateral izquierdo había una mesa de metal plateado redonda con 4 sillas alrededor y un jarrón con rosas en medio. Encima de ella había una pluma dorada. Luego en un mueble grande se podía ver toda una cubertería de cerámica cara ornamentada con flores en los bordes, cubiertos de plata junto a una bandeja, copas de cristal ultrafino y relucientes con un contorne de oro en el borde. Los dos cuadros grandes colgados tambien se veían que podrían ser de pintores famosos: Un cuadro vertical de un paisaje montañoso con una cabra en medio mirando al horizonte al fondo, y luego un bosque frondoso con dos chicas recogiendo flores al borde de un río. Los marcos eran de madera de roble bañados en oro.

El alcalde pide que le ayuden a poner la mesa plateada en medio y abrirla para hacer lugar a todos los invitados. Así pasaba de redonda a forma alargada con las puntas redondeadas.

El alcalde llama al mayordomo a través de la puerta: Frederich, por favor, trae 4 sillas más para el comedor.

Takame aún seguía algo mosqueado. Se acercó al alcalde.

-Disculpe Alcalde, ¿Donde está el baño?- le preguntó.

El alcada amablemente te indica el camino: Está justamente rodeando la escalera, en la parte de atrás.

Aquello era.. típico. Lujo y arrogancia. ¿Copas del más fino cristal? ¿Los marcos de los cuadros rematados en oro? Aquel hombre no tenía vergüenza y Becca no puede evitar poner cara de asco. Seguro que ninguno de sus congéneres en la isla tiene la décima parte de la riqueza que tenía aquel hombre. Aún así... - Capitán. - Le susurra al oído al capitán Müller. - Señor, cuando esto termine me gustaría hablar con usted. - Tampoco quería aguarles la fiesta, aunque le resultaba otra forma de soberbia y altanería. Le iba a costar mucho mantener la boca cerrada.

Con su torso aún al desnudo, tapado a duras penas por su chaqueta de oficial, se enciende otro cigarro y contempla la escena, asqueada.

Mientras el alcalde iba preparando la mesa haciendo sitio para las sillas que trajo el mayordomo. Dexter recibe las palabras a voz baja de Becca y le responde: Luego hablamos. Dando a entender que saliendo de alli luego tendrían tiempo para hablar de lo que quisieran.

En vez de dirigirse al baño, Takame advirtio de que no hubiera nadie cerca, y penso donde podria encontrar actividad sospechosa... Normalmente los trapicheos se hacen en la parte de atras, o bien en los sotanos... penso, dicho esto se puso rumbo a echar un ojo por alguna ventana que diera a la parte de atras., no sin antes observar de que no encontraria ningun encuentro no deseado.

La casa no tenía sótan como pudiste comprobar al pasar por detrás de la escalera. En las habitaciones traseras estaban la cocina y la despensa, esta al lado del lavabo. Desde aquí puedes observar a través de su ventana que en la parte trasera hay como una especie de trastero de tamaño medio cerrado con cadena y candado.

El lavabo que contenía todo lo necesario junto a su bañera, se notaba la gran calidad de su construccion, como las racholas con flores ornamentadas con un hilo finisimo de oro. El olor a la comida llegaba de la cocina.

El alcalde con ayuda del mayordomo acabaron por poner los cubiertos en la mesa al igual que las sillas que faltaban.

Podemos irnos sentando en la mesa. Poneros donde querais.

El alcalde se sentó en la punta izquierda, mientras el capitán hizo lo mismo en la punta derecha. En los laterales habían 3 sillas cada uno.

El mayordomo se retiró para ir a buscar la comida. El olor a carne cada vez se notaba más y esta apareció por la puerta en un carrito traido por el cocinero. Un enorme cerdo entero en una gran bandeja adornado con verduras a su alrededor y una manzana en la boca.

Espero que disfruten del cerdo afrutado. Es una nueva receta. Decía el cocinero mientras colocaba en medio de la mesa el plato principal. El mayordomo puso un par de jarras de vino para beber, mientras un ayudante repartió un plato para cada uno y con un enorme cuchillo se preparaba para cortar y repartir.

Por favor, que parte le apetece a cada uno? Mientras señalaba la manzana de la boca. La manzana ponedsela al Capitán, pues proviene de mi propia huerta y es de gran calidad. Así el Capitán recibio en su plato aquella manzana anaranjada.

Gracias por el detalle, señor Alcalde. Mirando a cada compañero marine os dice: Escoged lo que os guste del cerdo, pero comportaros. Sé que a algunos de vosotros la comida os pierde.

El color del enorme cerdo asado resaltaba entre las diferentes frutas a su alrededor: manzana, platanos, peras, y algunas mas exoticas.

No había hablado mucho, no me apetecía ni me gustaban estas cosas de banquetes y eso. Tenía hambre eso sí, pero un cochinillo me parecía excesivo así que cogí la ensalada y las frutas que había alrededor de la carne y las frutas exóticas y me las puse en el plato.

Acto seguido me lo comí con tranquilidad, degustando y experimentando apuntando y haciendo esbozos de las frutas que no sabía de que se trataban, aplicando unos baremos de acidez, dulzor, sabor en boca, permanencia del gusto y algunos más en una tabla, así podía saber qué frutas me gustaban más y pedirlas en otro momento.

Al acabar mi plato me dirijo hacia el capitán, me tenso y pongo la mano en la frente:

- Capitán, solicito permiso para ir ya mismo al navío, alguien tiene que protegerlo y no puedo esperar para empezar a realizar mis experimentos con las plantas y rocas que he encontrado. 

Como pensaba: lujo y arrogancia. Coge la copa de vino y sorbe un poco, hasta la bebida era pija. Chatóbubúdecruasán. Hace una mueca y coge algo de cerdo para quitar el sabor del vino. - No me importa la parte. - Hinca el diente en la dorada piel hasta la tierna, tierna carne. Levanta ostensiblemente una de sus cejas. - Muy bueno. - Hacía mucho tiempo que no comía una carne tan tierna. Todo un lujo. 

- Bryo, no seas un aguafiestas. Quédate un rato. Bebe, come, disfruta. ¡Es una fiesta! - Una mueca se dibuja en sus labios. No es del todo una sonrisa. Es la sonrisa que esperarías de alguien que va a cortarte la cabeza. Es difícil de leer sus intenciones. - Por Fernando, nuestro sargento. - Dice, levantando la copa. - Ahora tu vida ya no es tuya, muchacha. Ahora arrastras el peso de los sueños y ambiciones de un hombre que dio su vida por salvar la tuya. Haz que merezca la pena. - Y vacía la copa de vino de un solo trago.

Dexter recibió la manzana que había en la boca del cerdo en su plato por parte del alcalde. Con el cuchillo y el tenedor cortó un trozo y lo saboréo mientras la delicada textura quedaba triturada por sus dientes.

Ahhh!! Hacía tiempo que no comìa estas deliciosas manzanas. Se nota la tradición del alcalde en el cultivo de fruta. Tras comerse el trozo miro hacia Bryo.

Es de mala educación marcharse tan pronto, más el barco no pasará ningún peligro. Si sucede algo está James, el cual puede contactarme por el Den Mushi. Asío que tendrás que esperar a que acabemos todos de comer.

Mientras comáiais, Bryo disfrutaba de los diferentes sabores de la fruta. La carne de alguna manera no le atrajo, pero la textura de una extraña fruta donde su interior era blanquecino como con pepitas le llamo mas la atención. Su sabor agridulce era desconocido.

El alcalde al escuchar las palabras de Becca expetó: Es verdad que ha muerto alguien de tu grupo? Ahora recuerdo que siempre venía contigo ese sargento malcarado,no? Sin duda la expresión del alcalde fue algo forzada marcando sorpresa. En su mano tenía un fruta con una cáscara peluda roja, la cual partió con un golpe del tenedor. Siempre cogía de su zona cercana y de forma selecta.

Otra fruta éxoticas que podiais encontrar trozeadas eran:

A Dimas poco le importaba aquel banquete, pero por respeto al capitan mantuvo sus formas y se comporto de manera mas o menos civilizada.

Todavia estaba en la dudando de que el alcalde escondiera algo y por sus maneras de hablar y comportarse todavia estaba mas convencido de que escondia algo, pero sin pruebas no podia decir nada, estaba claro que el capitan era amigo del alcalde y confiaba en el alcalde.

Cuando su compañera alzo la copa Dimas correspondio al gesto y tambien dijo- por el sargento- no es que el sargento le cayera muy bien, mas bien al contrario, pero no de mas estaba mostrar sus respetos a un compañero caido.

Bryo suspira y vuelve a sentarse en la silla, sin comer nada más y sin hablar con nadie a no ser que se dirijan expresamente a él. 

- Está bien, capitán.

Ignoro las frutas y voy por la carne directamente, aunque me modero por petición del capitán, es sorprendente el sabor que han conseguido aquí, aunque dudo que sean lo mejor del mundo simplemente es de lo mejor que he comido en mucho tiempo, por lo que procuro simplemente observar con cara boba al resto mientras hablan, al momento del brindis también levanto mi copa, dejando los comentarios para mi interior también.

-Era tan guapo el sargento - Pienso mientras bebo - Era un descarado y algo perezoso, pero murió cumpliendo con su deber, eso es algo que remarcar, la verdad es que debe ser un honor. 

Mi mirada se pierde levemente durante unos instantes antes de encogerme de hombros y volver a mi actitud despreocupada y boba mientras sigo comiendo lo mas que pueda antes de que tengamos que retirarnos del banquete. 

Mientras ya estaba repartido parte del cerdo entre los platos de los comensales, el alcalde iba entablando conversacion con el capitán:

Bueno, después de esta victoria que planes teneis Capitán. Ireis a cazar mas piratas? No dudaba en echar la mirada a los dos asientos vacíos que habían. Frederich, por favor. Avisando al mayordomo. Puedes ir a mirar que le sucede al señor de los brazos biónicos, y a mi hija? Si se retrasan se quedarán sin comida.

El mayordomo que estaba de pie al lado de la puerta por si necesitaba algo, contesto: Si, señor alcalde, ahora voy a buscarles.

Pues no tenemos ninguna misión por ahora. A la espera de recibr ordenes del cuartel general, seguiremos la ruta planificada hasta el Grand Line.

Luego miró al asiento de Takame, y pregunta al grupo: Sabeis si le ha pasado algo? No se tarda tanto en ir al lavabo.

Ahí tiene que haber algo... iré a echar un vistazo... Takame miró a ambos lados por la ventana para asegurarse de que no había nadie, para poder salir por ésta e ir a investigar el trastero.