Partida Rol por web

El avión trasladó a los tres agentes al aeropuerto Adolfo Suarez Madrid-Barajas en la capital del país. Lo bueno que tenía el MI6 es que entendían que hacer recortes en transporte y otros menesteres relativos al espionaje, era contraproducente... por eso habían viajado cómodamente sentados en uno de los aviones privados del servicio británico, desde que la amenaza terrorista se hizo más patente era complicado trasladarse de un país a otro en avión, con un arma. El viaje en sí no duró mucho pero si que tuvieron tiempo de estudiar mejor la información dada por M y establecer los principales puntos de actuación.

 Según los informes que M les facilitó había indicios de que Lange se había estado moviendo de un país a otro de manera constante y España era uno de esos países... lo que no podían determinar es si encontraba todavía allí o si por el contrario se había marchado, pero al menos habría dejado algún tipo de rastro y encontrarlo era la misión que tenían encomendada.

La primera ciudad que debían visitar era Madrid, pues el MI6 tenía constancia de que Lange poseía una propiedad en la ciudad, un piso en pleno centro de la capital que posiblemente podría haber utilizado como laboratorio particular o simplemente como refugio, pero que sin duda podría aportar nuevos hilos de los que tirar.

Sean y George, había visitado España con anterioridad pero para Timothy era la primera vez. Efectivamente el clima no defraudó... lucía el sol y la temperatura se les antojó agradable... al principio al menos, pues conforme avanzaran el día se les antojaría un pelín caluroso para sus refinados gustos... el caso es que desembarcaron en una de las terminales más recientes de aquel aeropuerto, quizás demasiado amarillo pollo, pero lo cierto es que le habían dado una amplitud necesaria teniendo en cuenta el trasiego habitual. M les había reservado habitación en el Hotel Gran Melia Fenix que estaba ubicado a unos diez minutos de Cibeles.

El avión trasladó a Alec hacia el aeropuerto Adolfo Suarez Madrid-Barajas, el antiguo 006 no había estado nunca en España, sus destinos como agente del MI6 lo habían llevado a muchos lugares... todos ellos fríos, por lo que agradeció poder visitar aquel país Mediterraneo famoso por su clima, su comida y... sus mujeres. Lo cierto es que la perspectiva de toparse con el Bond actual y poder vengarse era buena... aunque la pena era no poder hacerlo con el Bond que lo eliminó a él...

Pero algo era algo... Ernst le proporcionó un arma que era todo un clásico y que incluso la utilizó como doble cero, una pistola fácil de llevar y efectiva... además de un teléfono móvil de última generación donde tenía acceso a toda la información que necesitaba, objetos pequeños pero bastante útiles a los que daría buen uso amén de un buen adelanto para cubrir gastos, parecía ser que Spectra no estaba reparando en gastos y que incluso podría darse un homenaje y hospedarse en un buen hotel... uno cercano al piso de propiedad que Lange poseía en la capital, según los datos filtrados del MI6, el científico pasaba temporadas en ese piso y era posible que encontraran información útil.

Una vez en tierra, se movió rápidamente entre la multitud. Debía encontrarse con Obbjob y con Froilan Igma de inmediato, aunque no sabía exactamente en que sitio del aeropuerto lo estarían esperando... un aeropuerto de un color demasiado llamativo para su gusto, pero amplio y con pasajeros llendo y viniendo por todos lados.

Finalmente el destino era España. Timothy esta algo decepcionado desde luego hubiera deseado que trabajar con otros agentes 007 hubiera sido una experiencia más agradable pero después de ver el estupido espectaculo de machitos que se vio en el despacho de M se le habían quitado las ganas y no podía pensar el la prepotencia y estupidez de algunos...

Pero como siempre lo importante era la misión y aquella situación no era más que un handicap más como otros muchos, si Sean pensaba que era el lider del grupo que pensará lo que quisiera desde luego M no había pronunciado tales palabras... Timothy esperaba que todo fuera mejor ahora en un grupo más reducido que nadie olvidará que al fin y al cabo todos eran agentes 007 por algo.

Bueno... si hay un topo en el MI6 y saben todo lo relacionado con nuestro reclutamiento no me cabe duda que tendremos más de 4 ojos encima en cuanto pongamos un pie en España. Nuestras reservas en el hotel sin duda ya habrán sido filtradas, ¿que os parece que demos esquinazo y vayamos a un hotel discreto y no previsto?

Sean se guardó una retahila de respuestas ingeniosas e hirientes ante el comentario de George. En el fondo M era toda una dama y mostrarle un combate de machos era algo bastante inapropiado. Al ser ya anciano, al menos de mente, tengo la suficiente madurez como para dejar las cosas pasar cuando es necesario aunque tengo claro que el 007 desaparecido me caía mejor cuando estaba ausente.

Durante todo el camino a España permanecí callado, absorto en mis pensamientos y en el estudio de la ciudad a la que viajábamos, Madrid.

Una vez en nuestro destino contemplo con cierta sorpresa el extraño color del aeropuerto. Estas gentes desconocen el sentido del gusto. Tal vez no ha sido tan buena idea venir aquí, puede que incluso George ligue antes que yo. Cualquiera sabe que hombre prefieren las españolas, visto lo visto.

El comentario de Timothy me hace centrarme una vez más en la misión y no puedo más que asentir ante su propuesta -Estoy totalmente de acuerdo. Lo ideal sería localizar un hotel apartado y separarnos en este momento. Tal vez tengan espías en el propio aeropuerto y creo que lo mejor será dividirnos en nuestro viaje para confundirlos. Daremos un rodeo y nos veremos en el establecimiento por la tarde ¿que os parece?

George sonrió levemente al entrar en aquella terminal. Aquello había cambiado mucho desde la última vez que estuvo en aquel aeropuerto. Estos españoles, tanto color y tanta alegría, pero nunca deberían sacrificar la elegancia por todo este alarde de modernidad. Son incorregibles.

Al salir del aeropuerto, Timothy propone cambiar la ruta que esperan de nosotros, para evitar posibles topos y filtraciones y así hacernos un tanto impredecibles. Mientras tanto, el todopoderoso Sean tiene intención de interpretarlo a su manera. Así que considera que ha llegado el turno de intervenir:

-Sabemos bien como funciona este juego: Anticiparse a la jugada del contrario mientras tu intentas predecir la suya, como una partida de ajedrez. El cambio del hotel es algo lo suficientemente sencillo como para que resulte completamente inesperado, bien pensado Tim. ¿Te puedo llamar Tim, no? En cuanto a lo de dividirnos, puede ser el detalle para terminar de confundir a quien pueda estar tras nuestros pasos. Solo espero que en realidad no lo hayas propuesto solo para desaparecer y dejarnos tirados para enfrentarte tu solito a la misión.

Digo estas últimas frases mirando con una sonrisa a Sean. Tratando de que mi comentario parezca más bien con humor conciliador que una provocación. Somos un equipo, pero pequeño, no sería aconsejable andar como el perro y el gato con Timothy de espectador.

George, haciendo gala de su sentido del humor, si se le puede llamar así a ser profundamente desagradable y amargado, no duda en soltar un chascarrillo ante mi propuesta.

No te preocupes George, nos reuniremos en el hotel modesto que escojamos ahora horas más tardes, por ejemplo a la hora del té. La idea es que perder a nuestros posibles vigilantes, no perdernos nosotros. Y estaremos siempre en contacto -respondo con formalidad y cordialidad estricta -respecto a tu otro comentario, puedes estar tranquilo, no voy a perder la oportunidad de mostrarte como se trabaja con eficacia, algo que solo podré hacer si estás delante -acompaño el chascarrillo con un amigable golpe en la espalda de George. Si hubiera cambiado la inclinación de mi golpe, escogido un punto algo más arriba y aplicado un poco más de fuerza el agente estaría en estos momentos en el suelo, inconsciente. Por suerte para él somos compañeros...

Los tres caballeros parecían haber decidido separarse mientras hablaban en una zona del aeropuerto, aquel sitio estaba tan concurrido de gente yendo y viniendo... e incluso corriendo, para no perder el avión... que no parecía que a nadie le importase que tramaban ese trío de estirados ingleses. Madrid era una ciudad grande, llena de empresarios, famosillos, gente corriente y salvo que fueras Cristiano Ronaldo o David Bisbal, no se solía reparar en nadie... aunque teniendo en cuenta quienes érais posiblemente lo sensato era lo que estábais pensando... o podía ser que no, el caso es que deberíais decidir donde encontraros antes de separaros

Arrastrando la maleta de mano salí de la terminal por la fila de nada que declarar. Me gustaba la política que permitía la libertad de movimientos a los miembros de la unión europea, no era segura, ni permitía un control de fronteras mínimamente eficiente, pero era ideal para mis objetivos.

Ya dentro de la colorida terminal pude notar ya el calor que notaría fuera. Sabía que debía encontrarme con los dos esbirros que Spectra había puesto bajo mis órdenes, pero estaba claro que no era yo quien tenía que recorrer el aeropuerto de arriba abajo buscándolos, así que busqué la salida siguiendo las flechas de los carteles.

Si Obbjob e Igma no me localizaban antes de salir, cogería un taxi para ir a hospedarme a un buen hotel en el centro.

Consulté la siempre fiable guía de teléfonos, tratando de desempolvar mi español. Finalmente di con un hotel de tres estrellas, algo bastante modesto y sencillo que, sin duda, podría servir para ocultarnos -¿Qué os parece este? Hotel Primera Luna, con restaurante propio especializado en carnes y tortilla de patatas. A mi me atrae, la verdad, y está muy cerca de la línea del metro -concluyo consultando un pequeño plano de la ciudad.

Los tres agentes acordaron que lo mejor sería separarse para poder recabar información y no llamar la atención, a pesar de que España era un país que permitía circular libremente era mejor prevenir y más con Spectra detrás de Lange. Aquello era una competición por ver quien daba antes con el paradero del escurridizo intelecto que había detrás del genoma alfa...

 De manera que para no perder el tiempo y con relojes Omega sincronizados cogieron taxis separados, se registraron en el hotel para dejar sus equipajes y con la misma celeridad cada uno tomó un rumbo distinto. El objetivo era localizar el piso de Lange y hacer averiguaciones una vez obtuviesen la localización exacta... todo lo que M les había podido decir es que se encontraba en pleno centro de la ciudad.

El problema es que Madrid era una ciudad grande... aunque si que se tenía consciencia de que establecia relaciones con un tal Gea, una persona de confianza que al parecer era gerente de una importante franquicia en Madrid. Dicho caballero solía comunicarse con Lange en horas determinadas y siempre que lo hacía era en tres puntos específicos: El Palacio del Congreso, El Retiro y La Plaza Mayor, dichos datos habían sido contrastados gracias al localizador de llamada del MI6. Localizar a una persona con tan pocos datos era complicado... pero lo que si solía ser una tónica, era que Lange hablaba con Gea a través de Skype.

Así pues, cada Bond tomó un rumbo distinto, tan sólo debían armarse de paciencia y estar atentos a cualquier persona que pudiese encajar con el perfil que estaban buscando.

Alec deambuló por la terminal buscando a alguno de sus dos aliados, el aspecto de ambos era fácilmente reconocible pero también era cierto que la terminal estaba muy concurrida, así que decidió ir directamente a coger un taxi. Quizás era allí donde lo estuvieran esperando o quizás se pondrían en contacto con él más adelante...

 El caso es que mientras la mirada de Alec recorría a los presentes en busca del asiático o la rusa, sus ojos se posaron en el rostro de una persona que le resultó familiar, se trataba de un hombre de mediana edad, pelo oscuro y ojos claros que se había detenido unos segundos a encenderse un cigarrillo mientras continuaba andando por la terminal, probablemente en busca de un taxi.

No conseguía acordarse de que... pero estaba seguro de haberlo visto y si su instinto le había echo fijarse en él... sería por algo, no perdía nada por seguirlo y forzar a que su mente se acordara. Mientras se apresuraba a seguirlo una mano femenina le tocó en el hombro.

- Camarrada- le dijo Froilan Igma- le estábamos esperrando, no necesitarrá ningún taxi tenemos hecha la reserva en un hotel- le dijo la rusa tratando de esbozar una amable sonrisa, aunque con poco éxito a la vista estaba de que se trataba de una mujer tan estricta como complicada.

Sean había decidido echar un vistazo por el Parque del Retiro, conocía aquella zona de la ciudad por haberla visto en algún que otro folleto de turismo... hubiera preferido echar un vistazo en alguno de los otros puntos de la capital pero si algo había aprendido a lo largo de toda su carrera es que no debía desdeñar ninguna pista, por inútil o inverosimil que resultara y si el MI6 había localizado el parque como uno de los puntos desde los que Lange y el tal Gea se comunicaban, debía de vigilar.

El primer Bond caminó de manera despreocupada como si fuera un turista... con estilo por supuesto, pero un turista al fin y al cabo... sus pasos lo condujeron hacia el mismo centro del parque una bastante extensa con una laguna artificial y un conjunto monumental del siglo XIX donde estaba representado a caballo un rey español... si sus conocimientos de Historia no le fallaban debía tratarse de Alfonso XII.

Timothy dirigió sus pasos hacia La Plaza Mayor, se trataba de una plaza tradicional española donde se vertebraba gran parte del turismo y comercio de la ciudad. Posiblemente fue uno de los gérmenes de la capital española, al verla no le costó mucho relacionar el entorno con el recuerdo del antiguo imperio que en su día fue aquel país.

 Aquel enclave de Madrid estaba demasiado concurrido para su gusto... pero precisamente por eso cabía una gran probabilidad de encontrar al tal Gea, el problema es que no poseía ninguna fotografía... pero si era buen observador era posible identificar a los posibles usuarios... un hombre utilizando un portatil probablemente sentado en una de las cafeterías, un trabajo sencillo que requería paciencia que al fin y al cabo era parte indispensable de su trabajo como espia.

George se dirigió hacia uno de los puntos clave de la ciudad, el Congreso de los Diputados... donde se vertebraba y dirigía el poder de la nación española, al calle en sí era bastante amplia y concurrida pues cerca del congreso se encontraba una serie de hoteles de renombre y gran parte del aparato económico y administrativo de Madrid.

 Una de las ideas que comenzo a cruzar la cabeza de George fue el hecho de que si Lange y Gea habían establecido conversaciones desde allí... es que Gea tenía que trabajar o bien en el Congreso o cerca del mismo, al llegar a la puerta del Congreso y leer varios folletos turísticos se dio cuenta de que las puertas principales, la que guadaban los leones de acero, sólo se abrían cuando el rey acudía o en fechas muy señaladas. Por la hora que era, debería de haber actividad en el edificio pero se entraba y se salía por la parte trasera.

Paseo por el parque del Retiro, tratando de encontrar alguna pista sobre Lange o el tal Gea. Tengo claro mi objetivo, algo que no me permite disfrutar del lugar tanto como quisiera. Voy en primer lugar a la fuente del Ángel Caído, un monumento extraño pero que, sin duda, podría atraer a gente que, como Lange, se creyera por encima de las leyes divinas. Aunque a mi eso me ha venido bastante bien.

La segunda opción, tras registrar la fuente, era acercarse a los lagos. Sin duda Lange tenía ya una edad y sabía a ciencia cierta, ya que él había tenido ciertos instintos de anciano, la atracción que sentían los hombres por las obras, las palomas y los patos aumentaba año tras año.

El Sol reinante en la ciudad invitaba a la alegría pero para acciones de vigilancia un cegador Sol no era el mejor aliado. La plaza era enorme y desde luego no iba a ser nada fácil cubrir toda su extensión con solo dos ojos. Tim miró alrededor y se percato de que si algo abundaba en la plaza erán los relaciones públicas de los restaurantes, eran perfectos vigilantes siempre escudriñando a los viandantes para ofrecerles una rica paella Española.

Pronto Tim tuvo la idea de utilizar estos vigilantes a su favor, eligiendo a 4 o 5 de ellos a lo largo de toda la perifería de la plaza lleva de bares y terrazas podría cubrir toda la zona, quedandose Tim en el propio centro.

Tras unos minutos observando a cuales eran los mejores candidatos se acerco a cada uno de ellos, les entregó una tarjeta con su número acompañado de una generosa propina para que le avisarán si vieran a alguna persona usando skype en un portatil. Era una tarea muy fácil sobretodo teniendo en cuenta la generosa propina del Tim, por lo que una vez echada la red solo era cuestión de esperar la presa...

Sean caminó hacia la fuente atento a lo que ocurría a su alrededor, sus ágiles ojos captaron varias discusiones de pareja, otras tantas declaraciones de amor, pequeños urtos de wifi de alumnos de informática, familias con sus hijos tomando el sol, varios jubilados poniendo a parir a los políticos, sendas excursiones escolares, estudiantes de arte realizando dibujos, estudiantes de periodismo o marketing realizando encuestas para la Universidad, hippies montando sus números para conseguir unas monedas sueltas, ejecutivos con y sin portátiles... todo un sin fin de personas agrupadas en torno a aquel lago y lo cierto es que tanto la temperatura como el ambiente invitaba a relajarse, sólo que él era demasaido profesional para que su cerebro no fuese procesando, seleccionando y eliminando la información que necesitaba.

¿Para que hacer el trabajo sucio si tenías dinero para que otros lo hicieran por tí? estaba claro que a pesar de eran otros los que poseían la fama tu eras un hombre muy serio, y sabías lo que hacías y hacia donde querías ir. Un par de ojos, aunque entrenados y agudizados como los tuyos, no eran suficientes para abarcar toda la plaza... y más una como esa tan abarrotada de gente... en cambio los camareros iban y venían por todos lados, conocían a los clientes e incluso podían escuchar conversaciones, nadie solía dejar de hablar cuando el camarero pasaba a su lado y siempre estaban solícitos a una buena propina... en especial los españoles tan poco acostumbrados a recibirlas y tan mal pagados.

 Pese a la reticencia inicial de alguno de ellos, no te costó ganártelos abduciendo estabas trabajando para una importante empresa de nuevas aplicaciones y que necesitabas saber cuantas personas utilizaban Skype para elaborar vuestro siguiente producto... uno fabricado en España para hacerles la competencias con mejores prestaciones aprobechándose de las limitaciones de la famosa red social. Una explicación a priori inverosimil pero que coló más fácilmente de lo que pensó, para su propia satisfacción.

De manera que sólo tuvo que pedir su café con leche y esperar resultados.

Tras admirar la fachada del congreso de los diputados español e informarme en condiciones con folletos turísticos, llegué a la conclusión de que por ahí no iba a encontrar nada productivo para la investigación. Así que decidí acercarme a la puerta trasera, la cual parecía estar más operativa en estos momentos.

Mirando insistentemente a los folletos y forzando mi acento para marcarlo más, recreando una típica estampa de turista medio perdido. Me acerque al hombre que vigilaba la entrada para preguntar:

-Buenous díash. Esto es congresou espaniol, no?

No estaba muy seguro de la reacción que podría tener aquel hombre, pero intentaba inspirar un poco de compasión con mi papel de guiri despistado.