Partida Rol por web

La exclamación que suelta Amiya junto a Dheeron lo dice todo -¡¡Estamos jodidos!! tienen a esos dos- La piloto asoma durante un par de segundos y ve la situación en la que se encuentran sus compañeros, encañonados por los cazarrecompensas -¿Dónde esta el maldito Talón?- dice para si misma pero en voz alta, acto seguido empieza a hablar por el intercomunicador:

"¿Alquién puede decirme donde esta Talón, han cogido a los dos de los nuestros, pero no podemos entregarles al heroe bajo ningún concepto, ¡que alguién me de algo de información! cambio..."

Tras el disparo, escucho la amenaza de la mujer al otro lado del carguero. No tengo ni siquiera contacto visual. No puedo hacer nada por ellos desde aquí. Sacudo la cabeza con rabia y miro a Amiya.

- No podemos perder tiempo, ¿comprendes? El resto nos rodeará y no habrá nada que negociar.

Muy despacio, aprovecho que el cazarrecompensas está aturdido para dirigirme hasta los depósitos de combustible. Me siento tembloroso cuando llego y soy consciente de lo fácil que sería matarnos todos si un mal disparo terminara rompiendo los cierres de seguridad de los contenedores. Si ellos lo saben, tampoco lo harían. Una vez hubo un tiroteo en el callejón junto a mi taller. Nadie disparó una sola vez hacia mi posición, ni por accidente. La gente tiene esas cosas en cuenta si saben lo que se hacen.

Desde allí, al menos, puedo ver a la mujer.

Me concentro e intento conectarme con su mente. ME basta con decirle algo sencillo. "Debes dejar que se vayan", con convicción, como lo haría alguien a quien ella respetara.

Ridículo e inútil, pero yo soy un mecánico. Llevo todo este ataque siendo más un estorbo que una ayuda real.

Hay mucha confusión en el hangar. La mujer de gran estatura y belleza, encañona a Jack que se encuentra inconsciente, de la misma manera que otro de sus compinches con la única idea de disparar sobre el piloto si no se hace caso de sus exigencias. Por atrás de ellos están el cararrata, que se encuentra incapacitado en mitad del suelo, y dos cazarrecompensas que comienzan a salir de su escondite avanzando posiciones.

Fuera del hangar se hace silencio absoluto, ni Tallon, ni su guardaespaldas ni Kal saben muy bien cómo actuar, y por sus comunicadores suena la voz angustiada de Amiya pidiendo ayuda. Tallon hace gestos de calma, como dando a entender que está tratando de pensar en algo, pero de pronto: ZAPP ZAPPP!!!

Dos disparos desde la puerta interior del hangar, la que da al complejo. Allí veis como dos tipos disparan y se vuelven a esconder tras la puerta. Los dos blásters atinan de lleno a la mujer, quien cae redonda al suelo, como un saco de patatas Loopy. El cazarrecompensas de al lado, al ver horrorizado como la mujer cae muerta, dispara dos veces sobre Jack. El primer disparo destroza la cabeza del piloto, que pierde la vida gracias a la interrupción indeseada de quien quiera que sean los que están en la puerta Este.

Ya no hay marcha atrás, el objetivo ha sido eliminado y Tixanai no está encañonada, por lo que Tallon abre su comunicador y dice vuestra frecuencia privada:

-¡Atacad! Es nuestra única salida.

Tratas de hacerle llegar el mensaje, pero no consigues entablar contacto.

Desde la puerta de la derecha sale una voz que grita:

-¡Mercenarios! ¡Vuestros jefes están muertos! ¡Uniros a mí, trabajad para Jaba y viviréis! ¡Si no moriréis aquí como perros!

Peep  Peeep

Guau Guauu

Amiya descarga una vez más desde su posición una rafaga de disparos con su blaster, cubierta como está por las cajas, confiando en que a pesar de estar herida acierte de una vez y estén un poquito más cerca de salir del maldito angar, aunque empezaba a tener serias dudas de la posibilidad de salir con vida de allí, mas aún después de lo que le acababan de hacer a Jack.

-¡¡Cabrones de mierda!! ¡¡Vamos Amiya ... aguanta!!-

Nada más disparar se tapa de nuevo tras las cajas, y habla por el intercomunicador -Nuestra única posibilidad es subir a ese carguero pero parece que hay alguién dentro, deberiamos ir todos a una a reventarlos, recoger a Tixa y salir de aquí cagando leches, ¿que decís?-

Miro hacia Amiya. Apunto al mismo que ella y le disparo. Maldición, yo no debería estar haciendo esto. Espero que R5 esté bien.

Disparo y me oculto, observo el panorama desde mi situación.

- No podemos movernos todavía, Amiya. Serviremos para que los demás se muevan y nos cubriremos. Si no aseguramos la posición, nunca saldremos de aquí.

Como en cámara lenta he visto cómo Jack caía, y cómo esa mujer le encañonaba, aunque estuviera en el suelo, sin moverse. Noto un dolor sordo en el hombro, casi en el pecho, debo estar herida. Pero ya me ocuparé de eso más tarde.

Sin poder reaccionar, veo cómo algunos disparos dan en la mujer, e inmediatamente después cómo el cazarrecompensas sin pensarlo dispara a Jack, no, no le dispara, le revienta. Una mueca de incredulidad aparece en mi cara.

Jack.

Sacudo la cabeza. No. Esto no está pasando.

Está muerto.

Imposible, deberíamos estar tomando unas copas en Mos Eisley, esperando que volvieran con el heroe.

¡Está muerto!

La idea se abre paso en mi cerebro poco a poco. Varias imágenes pasan por mi cabeza. Jack sonriendo la primera vez que le ví, justo antes de comprar la Blue Moon, necesitaba un piloto. Jack apoyando su mano en mi hombro. Defendiéndonos espalda contra espalda para salir de mil y una situaciones. ¿Cuántos años llevamos juntos? Sacudo de nuevo la cabeza.

Esto no está pasando. Levanto mi blaster. Avanzo un paso.

¡¡Hijo de putaaa!!!!!!

Si hay que morir, moriré matando.

Maldita sea.

Era lo único que podía pensar mientras la situación se volvía cada segundo más complicada.
Los de afuera, tenía una idea clara de quien podía ser, solo un hijo de las arenas curtido en mil batallas, y con la cabeza llena de arena podría pedir que se unieran a Jabba y llamarlos perros en la misma frase.

Estaba claro que las cosas no iban a mejorar al menos durante los próximos minutos. Los mercenarios que habían venido con él, lo hacían a expensas de que Jabba el Hut se quedara con dos palmos de narices. Estaba claro que no pensaban compartir el triunfo. Aunque nunca podría estar seguro.

Los que estaban fuera, solo contaban con que podían manejar la situación, sin embargo la situación no estaba para nada bajo control.
Rebeldes, Mercenarios, y cabezas de chorlito. Que más se podía pedir para un funeral. Porque estaba claro que de allí no saldría con vida.

Amiya quería usar el carguero. Pero no tenían tiempo para hacer un asalto, y además estaban en desventaja. La única oportunidad que tenían era que los mercenarios de dentro se encabronaran con los pistoleros de fuera. Y que bajo esa idea, les dieran tiempo para salir de allí por otro lugar. Sin embargo no existían más vías de escape. Tenía que intentar otra cosa.

Eh, Tallon, voy a intentar algo, pero necesito que me sigas la corriente.

Kal se puso en pie y asomo un poco la cabeza, echo un vistazo. Todo estaba peor de como quería. Había que conseguir tiempo para que se replegaran. Ahora mismo no podían hacer nada ahí fuera.

Bien, escuchadme todos. Soy Kal Darkside, y tengo al objetivo. Tallon es mío. Y si alguien quiere tajada de esto tendrá que hacerme un favor.
Los créditos por el serán mucho, pero no nos darán para todos. Dejad a mi equipo tranquilo, y eliminad la competencia, y os llevareis un buen pellizco. O quizás todo si conseguís matarme más tarde. Pero ahora, Tallon es mío, y solo tenéis una oportunidad, disparar para conseguirlo.

Sin más preámbulos, saca un poco de cuerpo por la puerta y dispara hacia los mercenarios. Sabía que se estaba jugando la vida de sus compañeros, pero qué demonios, no había muchas mejores soluciones. Y si alguien pensaba que podían salir de allí sin bajas, o sin pegar un tiro, estaban completamente loco. Mas locos que el.

Tixanai entra en un estado de furia notable, al ver a su compañero caer de esa forma tan cruel. En ese trance dispara a bocajarro contra su enemigo, que se encuentra de espaldas a ella, disparando hacia la puerta, donde se encuentran los hombres de Jabba. Como por obra de la justicia poética, el cazarrecompensas asesino de Jack recibe tres disparos, uno de Dheeron, uno de Tixa y otro del tipo que habla desde la puerta, y entre los tres hacen pedazos al tipo, que cae junto al cuerpo decapitado del piloto.

 Tixanai recibe a su vez un disparo desde la puerta, un gamorreano que está a la derecha, y que le impacta con un tiro certerno en el pecho, dejando a la contrabandista inconsciente en el suelo, con su rabia aún reflejada en la cara.

Jungen y Kal salen de su cobertura levemente, para disparar contra los dos cazarrecompensas que quedan con vida, los cuales están corriendo hacia el carguero coreliano, mientras disparan contra los hombres de Jabba. Uno de ellos acierta al gamorreano, pero sin hacerle daño grave, y los precisos disparos de Jungen y Kal acaban con los dos cazarrecompensas, que caen uno incapacitado, y el otro muerto, antes de alcanzar la rampa de subida al carguero.

Siendo así las cosas, el campo de batalla está más limpio, con Tixanai incapacitada e inconsciente, Dheeron y Amiya relativamente a salvo entre las cajas y depósitos, y el resto tras la cobertura del muro, al lado de la puerta exterior del hangar.

De enemigos ya sólo quedan los hombres de Jabba, que están en la puerta de la derecha, y los que haya en el interior del carguero coreliano. Además hay dos mercenarios que venían con Jarno, pero que nunca subieron por la trampilla, quién sabe dónde estarán.

Es en ese justo momento cuando los motores del carguero coreliano se ponen en funcionamiento, y la cúpula del hangar se abre sobre sí misma, dejando el cielo al descubierto.

 R5 se mueve silenciosamente debajo del carguero y sube la rampilla...

- Y un wuntari te vas a ir así - musito mientras observo alrededor a través de la cobertura.

Veo a R5 meterse en el interior del carguero. ¿Es él quien está haciendo esto? Cojo el comunicador mientras me cubro.

- Bien hecho, R5. Entra en el sistema e impide que despeguen. Desactiva las armas, la munición y activa los gases de purificación interna, a ver si eso les anima a salir. Si puedes, saca también el oxígeno de la nave. No sé si este carguero dispone de sistemas de purga de vida.

Vamos, pequeño, animo sin decir nada.