Partida Rol por web

Veis como Dheeron se mete por la rampa del carguero, donde antes entró Tilak.

Amiya trata de hablar con Jack, pero ambos se comunican mal, aturdidos por la explosión. Veis como el veterano de la puerta agarra a la mujer de la chaqueta y tira de ella ayudado por el cazarrecompensas que acaba de entrar y con la intención de ponerse a cubierto, mientras el que está tras las cajas abre fuego para cubrir. El único de vosotros que contesta al fuego es Jungen, que intercambia disparos con el del fondo, sin efectos ninguno de los dos.

Tallon, que continúa herido de gravedad a pesar de la curación anterior, observa al robot que está averiado a su lado y comienza a hacerle unas reparaciones, a lo que la unidad R5 contesta con unos beeps de satisfacción.

En ese mismo momento, veis como un objeto aparece por la puerta, es pequeño esférico y se queda en el lado derecho de la puerta, conforme se entra. ES UNA GRANADA!!! Y está muy cerca del hombre rata, y también de Kal, además de los tipos que llevan a la mujer hacia las cajas.

Kal se incorpora y ve otra granda. Decididamente quieren acabar con el en aquel lugar, y si no se da prisa lo conseguiran con una efectividad del 100%

Corred, otra granada.

Kal realiza un sprit, pisando la granada en su huida para apartarla hacia donde se encuentran sus enemigos. Corre como puede y se lanza por encima de la mesa del hangar, trantando de caer como buenamente puede al otro lado.

-Cuidado!! digo a Tixa mientras la agarro y tiro de ella para poner distancia entre la granada y nosotros, poniendonos detras de una de las patas de apoyo de la nave.

Estoy levantando mi blaster para apuntar a uno de los cazarrecompensas cuando Jack me agarra y tira de mí. ¡Jack! ¡Estás.... No termino mi frase, me ha movido varios metros, hasta ponerme detrás de una de las patas del carguero, con la espalda pegada a ella, y él justo delante mío. Estoy a punto de empujarle, cuando llega a mi cerebro el grito de Kal. ¿Otra granada? 

Jack agara a Tixa y la pone fuera de peligro, lo mismo que hacen los cazarrecompensas con la mujer a la que arrastran, pero los que realmente corren peligro son Kal y el cararrata, ya que la granada cae casi a sus pies, y con muy poco tiempo para reaccionar ambos corren lo que pueden para ponerse a salvo, y finalmente la explosión hace que caigan y rueden. Ambos reciben fuertes heridas de metralla, y quedan en el suelo en mitad del hangar, cada uno en su lado.

Simultáneamente a la explosión veis que Dheeron, con unos movimientos tan veloces que parecen fuera de lo normal, se lanza fuera del carguero, y en el lugar donde se encontraban impactan dos blasters con lluvia de chispas alrededor.

Jungen dispara, pero debido a la explosión no logra acertar a ningún enemigo, lo mismo que le pasa a veterano 4.

En el otro extremo del hangar, se produce una batalla ajena a la explosión. Amiya se enfrenta con su enemigo, ambos hacen un movimiento similar, se lanzan hacia un lado, disparando al enemigo, los dos a quemarropa, ambos se impactan el uno al otro y quedan en el suelo con una fea herida.

Ahora falta saber quién carajo es el que lanza granadas desde el interior de la fortaleza, al que no le importa que explote en las narices de los rebeldes, o de los cazarrecompensas. Y qué demonios hacen los mercenarios que vinieron con Jarno que no suben por la escotilla.

Kal se arrastra bajo la mesa, con un dolor inmenso en la espalda, y luego, con lagrimas en los ojos repta hacia una posicion menos comprometida.

El pequeño droide de vuelta a la acción mueve sus orugas tan rápido como su arreglo lo permite y saca su multiterminal para cerrar la puerta este del hangar, ya que de allí están viniendo los estallidos.

R5 recibe transmisiones del computador central del refugio, las cuales le informan de que la puerta neumática Este del hangar no puede cerrarse debido a que está dañada.

El procesador del pequeño robot piensa rápido en un plan alternativo. Encender los sistemas anti-incendio en las puertas del hangar de tal manera que den cobertura a los compañeros.

Me levanto a duras penas, inseguro de la posición que ocupa mi cuerpo. Estoy de pie, nunca lo hubiera creído, y fuera del carguero. Consigo situarme en el hangar. La situación se está calentando mucho. Hay explosiones además de los disparos. No va a ser fácil salir. Nada fácil.

Me dirijo hacia Tixa.

- ¡Al final vas a tener razón! - grito por encima del sonido de la batalla -. Hay dos tipos en el carguero y uno de ellos es el tipo que traicionó a Tallon y casi lo mata entonces. Si no los sacamos de ahí, estamos listos. Sería demasiado pedir que tuviérais granadas de humo, ¿verdad? Supongo que sí.

No añado más. Doy la vuelta al carguero para dirigirme, ocultándome en lo posible de los disparos enemigos, hacia la posición de Amiya. Está herida por lo que veo y no sola. Necesitamos reagruparnos.

Amiya se percata por el rabillo del ojo de que Dheeron se acerca dispuesto a ayudarla, aprovecha para salir todo lo rápido que puede en un descuido de su oponente, intentando ponerse a cubierto detrás de las cajas y esperar la ansiada ayuda -Ahora Amiya... ¡¡corre!!- se dice a si misma mientras se agarra el brazo donde le ha impactado el disparo.

¡Claro que tenía razón! Respondo a Dheeron cuando pasa por mi lado corriendo, no entiendo por qué no me hizo caso cuando se lo dije. Jack, vamos a ver qué pasa ahí dentro. Avanzo tres pasos hasta la rampa y me asomo, protegiéndome con la pared del carguero. Disparo hacia dentro, no creo que le de a nadie, pero por lo menos así se lo pensarán antes de bajar disparando.

Sigo a Tixa protegiendome como ella con el carguero -Te cubro! le digo disparando al cazarrecompensas que mas peligroso me parece.

Tixanai asoma el hocico por la rampa y dispara, pero sólo un segundo, pues dos blasters pegan encima de ella, a pocos centimetros de su cabeza. En el momento que ha podido ver, ha visto a un tipo con armadura mandaloriana arrodillado y presto a disparar, y a Quist el que traicionó a Tallon de pie con un blaster pesado. También está el cuerpo de Tilak, tirado en mitad de la rampa.

Jack abre fuego contra uno de los cazarrecompensas, pero todos están ocultos tras las cajas del fondo, ninguno asoma la cabeza y eso os pone nervioso. Qué estarán haciendo allí?

Kal, el cararrata, Amiya y su contendiente, están tirados por mitad del campo de batalla, aguantando sus heridas, y con la suerte de que el combate parece haberse detenido unos instantes. Justo en ese momento, R5 consigue activar los sistemas antiincendios, que lo único que hacen es volver a regar todo el hangar.