Partida Rol por web

-¿Qué te crees?... Aaaaaaaaaaaaaaaahhh... Joder Buda. -La blasfemia escapó con facilidad de sus labios, parecía ser cierto que el dolor hacía que las palabras abandonaran los labios sin apenas esfuerzo.

-El dolor no hará que ceda maldito eta. ¿Qué será lo próximo que harás... Comer carne?

-Quizás no rozarte solo con el filo - Contestó Toshiro mientras le mostraba el dorso del instrumento - Aún queda mucha vara por usar, ¿no crees? - Dijo con cierto tono sarcástico.

Toshiro actuaba de forma dura e inflexible. Cualquiera que no lo hubiese conocido pensaría que se trataba de una persona fría que estaba acostumbrado a realizar este tipo de actividades y que, además, disfrutaba con ellas.. nada más lejos de la realidad. En su interior, aquel samurái solo deseaba que ese rebelde que apenas debía alcanzar la adolescencia no tuviera que sufrir más y pudiese tener una muerte no tan deshonrosa. Por ello de momento solo había usado aquella "inofensiva" vara y no el resto de instrumentos destinados a martirizar más duramente a sus víctimas.

-Ahora sé inteligente y habla - Añadió finalmente mientras clavaba su mirada en el rostro del rebelde y se acercaba de nuevo lenta pero firmemente hacia él.

El bushi asió torpemente la taza en comparación con los delicados gestos de su interlocutora. Tras dedicarle un suave trago lo devolvió a su lugar original y comenzó su relato:

-Mi historia como otras muchas podría decirse que comenzó en primavera, yo era el hijo de una familia de samuráis comerciantes y mientras peleaba contra las olas descubrí un cuerpo que luchaba por salir a flote al que intenté rescatar con poca fortuna, así lo quisieron los kamis de la misma manera que trajeron a un pescador para que solucionara aquel problema. El joven como podrás deducir era Toshiro Kurosawa-san y a raíz de ello nuestras familias estuvieron bastante unidas a pesar de la historia de nuestros clanes.

Al terminar notó su voz algo rasposa lo que aprovechó el final del relato para tomar otro pequeño sorbo.

Natsuki escucha con atención la historia del cangrejo, cargada de heroismo y fidelidad. Estaba complacida de haber elegido bien, en ese momento le parecio inadecuado que una grulla tenga en tanta estima a un cangrejo, pero ciertamente este bushi se había ganado su buena reputacion.

Asintió con la cabeza y espero a que termine de beber toda la taza, luego dio unas palmadas suaves y Aria aparecio por la puerta y se dispuso a retirar las vasijas - Traeme agua bien caliente para un te - le dijo con una sonrisa pero con palabras formales.

Una vez solos se dispuso a hablar - Yasuki-san, debo confiarte algo muy importante, ahora se quien eres y que eres apto para esta importante labor. Dentro de muy poco tiempo comenzará la corte de invierno que convoco tu Daimyo, y tendra lugar en esta ciudad. El regente grulla me confio la recepción de los enviados cangrejo, es su voluntad que sean bien tratados y que se sientan a gusto, para lo cual me dio a elegir a uno de la guardia del shogun, y de sus labios salieron vuestros nombres- hace una breve pausa - Reconozco que otro grulla hubiese optado por Toshiro, pero he decidido que seas tu, y se que no me he equivocado al elegirte. Es un encargo que parece sencillo, pero no es asi, las tensiones entre grullas y cangrejos son antiguas como nuestros clanes, y mantener la paz con el heredero del shogun tan joven y con ataques rebeldes es algo delicado, por lo que no solo los recibiremos, sino que nuestra accion redundara en fortalecer la paz en el reinado de nuestro señor shogun -

Se detuvo para observar el rostro de su compañero - Aceptas formar parte de mi equipo para esta honorable mision?-

Se arrodilló rápidamente el Cangrejo mientras empezó a hablar con total humildad-. Soy indigno ante tal oferta. Más si preserváis en vuestra idea... Aceptaré humildemente la labor que se me encomienda.

-¿No sé de que os sirve que hable, qué es lo que queréis saber?- Preguntó con una sonrisa de suficiencia.

Natsuki mira satisfecha al bushi, su actitud es aun mas colaboradora de lo que habria esperado

- Persevero... asi que cuento con vuestro talento en esta tarea - se muestra distendida y mas relajada que lo usual.

- Tenemos que averiguar algunos detalles importantes, quienes conforman la comitiva, que estatus tienen, sus nombres, sus preferencias, cuando llegan...- su mirada se perdia al imaginar las complejas tareas que la correcta etiqueta requeria, pero al ver la expresión del Yasuki, se detuvo - quizas sea mas apropiado que te adelantes a su llegada, los interceptes, y los hagas sentir comodos hasta que yo disponga de las formalidades minimas, verdad? -

-Desde luego.

Me acerco y bajando la voz  comento

-Si me permitís un consejo. Sería buena idea que no faltara el saque durante la recepción, pero tampoco es buena idea tener a unos cangrejos borrachos discutiendo.

-El sutil arte de la diplomacia cangrejo es conseguir ese equilibro.

Ya con voz más natural. -Yo personalmente creo que es imposible. Digo sonriendo nunca es demasiado saque. 

- Lo tendre en cuenta - dice Natsuki mostrando una sonrisa. Sin duda el sake era indispensable para los cangrejos, y para otros de buen paladar, como ellos. Continuan hablando de algunos detalles mientras avanza la tarde, conociendose y ganando confianza entre si.

- En cuanto sepa mas detalles de la llegada del sequito, te avisare, pero debes estar preparado para actuar inmediatamente de ser necesario. Ahora me gustaria informarle a vuestra superiora, la capitana, sobre mi elección, seguramente debe estar con Toshiro-san en estos momentos- Se pone de pie delicadamente, y con total elegancia abre la puerta, saludando a Aya, y sale de la casa - ... acompañame..-

Aquel tono mezcla de confianza e ironía con la que hablaba el chico empezaba a molestar a Toshiro. Sin dudarlo acercó rápidamente la vara al rostro del joven. Un breve temblor haría que aquel instrumento rozara su piel marcándole el rostro de por vida.

-¿Sientes el calor? - Preguntó Toshiro imitando el mismo tono con el que el joven había preguntado momentos antes - Sí, claro que debes sentirlo.. A esa distancia debes incluso escuchar el pequeño crepitar del hierro debido al fuego al que ha sido expuesto. Imagínate qué ocurriría si accidentalmente se acercara unos centímetros más a tu rostro. Lo puedes imaginar, ¿verdad? - Hizo una pequeña pausa, el tiempo suficiente para que el rebelde pudiera recapacitar y sentir miedo - ¿Cómo lograste salir del caserón? ¿Alguien más logró huir?

Toshiro había decidido comenzar con algunas preguntas simples. Las complejas vendrían después, cuando la moral de aquel chico hubiese caído definitivamente y fuera más fácil sonsacarle las palabras.

El prisionero empezó a enrojecer su rostro y a sudar, el calor que sentía era visible en sus reacciones, su mirada además ya no emanaba tanta confianza.

-No sé por qué insistís, qué queréis saber, me ordenaron no cometer seppuku, y es por ello por lo que escapé mientras mis hermanos se quitaban la vida de manera honorable.

Parecía que por fin el miedo empezaba a dejarse vislumbrar en el rebelde. Aún así seguía contestando con evasivas..

-¡No has respondido a mis preguntas! - Contestó duramente dejando vislumbrar en su tono de voz que la paciencia se le empezaba a agotar - Última oportunidad.. ¿cómo lograste escapar? ¿Alguien más logró huir?

-No, yo fui el único, a través de una salida subterránea. Fui al único al que se le privó del honor... Su rostro consternado mira desafiante al del interrogador.

Toshiro asintió conforme mientras alejaba poco a poco la vara del rostro del rebelde. Sin prestar atención a la mirada desafiante del chico dio media vuelta y anduvo hasta el recipiente donde se encontraban almacenados todos los instrumentos de tortura. Con sumo cuidado, y tras unos segundos de espera, Toshiro guardó la vara.

-Bien, creo que empezamos a entendernos - Dijo sin desviar la mirada del recipiente - Todo depende de ti si debo utilizar otro instrumento o, por el contrario, este recipiente seguirá almacenando cada uno de ellos.

En ese momento volvió a mirar al rebelde con dureza. A pesar de que le estaba ofreciendo llevar un interrogatorio sin que tuviese que seguir siendo torturado, con aquella mirada demostraba que si se oponía sufriría las consecuencias.

-Ahora dime, ¿por qué no se te permitió cometer seppuku como al resto? - Hizo una pequeña pausa mientras miraba a los ojos al rebelde - ¿y qué intenciones teníais con las reuniones que llevabais a cabo?

Toshiro se guardaba una última pregunta para el final del interrogatorio. Quizás la más importante para desmantelar aquel grupo, aunque seguro la que más trabajo le costaría sonsacar. Aquellas otras preguntas, aunque importantes también, tenían un valor menos trascendental y servían como camino para llegar a ella.

-¿En serio esto es un interrogatorio?, derrocar al shogun y restituir el poder imperial. ¡Sólo el hijo de Amaterasu está sobre todos los hombres!

Era obvio que la contestación que le había dado aquel rebelde ya la sabía Toshiro, aún así mantuvo la paciencia e insistió de nuevo.

-¿Y cómo pretendíais derrocarlo? ¿Cuáles eran los pasos que teníais planeado dar? - Hizo una pausa mientras reflexionaba - Por cierto, no me has contestado a una de las preguntas.. te la repetiré de nuevo y procura que sea la última vez que te repito dos veces una misma pregunta.. ¿por qué no te dejaron cometer seppuku? ¿Tenían alguna misión destinada exclusivamente para ti?

Con gesto indiferente alzó la mirada hacia el cielo mientras esperaba la contestación de aquel chico. Ya quedaba poco de aquel deshonroso trabajo, unas preguntas más y podría dar el reporte a la capitana. Lo que ocurriera después con aquel joven.. no estaba en sus manos decidirlo.