Partida Rol por web

La embarcación se acercó a la orilla lentamente hasta que por fin tocó tierra.

-¡Vamó Kinoshita-san! Daós velocidá, hay que vendé esto cuanto antes. -Le apremió a su compañero mientras pasaban pescado evitando los controles.

Encontrarse con contrabandistas fue un golpe de suerte que le serviria tanto para la ida como para la vuelta si lograba aprovechar bien la circunstancia. Se mantuvo en su sitio vigilante esperando a que abandonasen el barco para llevar la mercancia. En el momento en el que desaparecieran  inspeccionaria el barco buscando un escondite en el que pudiera refugiarse y esperaria el tiempo que hiciese falta hasta que acabasen su venta. Si todo marchaba bien lo llevarian sin darse cuenta al puerto de origen que creia que estaria en la Ciudad de la Llanura Prospera, y a partir de ahi le sería más sencillo avanzar hacia el noreste.

Hayato al contemplar más detenidamente descubrio con rapidez que no habia lugar posible en el que pudiera esconderse en una embarcación tan pequeña. Se decidio a esperar a ver si la abandonaban por completo para hacer la venta y así realizar el robo de forma no violenta ya que imaginaba que no podrian explicar como se habia sucedido el robo a las autoridades

La pareja no tardó en perderse tras la colina, seguramente no tardarían en encontrarse con algún tratante sin embargo el Ronin no quiso esperar para descubrirlo. En lugar de ello se subió a la embarcación la cual protestó al sentir el peso del recién llegado, aunque no había navegado anteriormente no resultó demasiado complicado hacerse a la embarcación, era cuestión de equilibrio y fuerza, entre golpes de remo no tardó en llegar a la otra orilla y abordarla. Ya estaba en tierras Grulla 

En la lejanía las figuras de los dos tratantes no tardó en vislumbrarse.

Satisfecho por conseguir entrar de una forma tan limpia se alejó con rapidez del cauce para que lo viesen lo minimo posible. Esperaba que los pescadores fueran buenos nadadores y tras cruzar el río y recuperar su barca prefiriesen olvidar lo ocurrido, razón por la cual se había molestado en fijarla para que no se la llevase la corriente. Sin detenerse un instante busco orientarse hacia donde el bosque se hacia más espeso. Viajar fuera de los caminos podía ser ahora lo más sensato, y si además encontraba la aldea donde pudiese robar lo que le faltaba para su disfraz antes de internarse en el bosque llegaria al norte preparado para hacer bien su papel.