Partida Rol por web

Acostumbrado como estaba Hayato Watanabe a servir al mismo Daimyo del Clan Escorpión, se sentía incómodo ante la presencia de Bayushi Jotaro, el hombre que si el destino no hubiese sido tan cruel ahora mismo sería el Shogun de Rokugan. Su presencia era imponente y sobria, su máscara no era más que un paño de seda elegante que le distinguía de otros escorpión que optaban por diseños más aterradores, dos guardias apostados tras él subrayaban su importancia. Frente a él, Watanabe se sentía totalmente desnudo, con su rostro expuesto y sus rasgos a estudio.

El silencio tenso y largo que se había prolongado tras la reverencia del recién llegado se rompió con el sonido de los guardias al abandonar la estancia, un leve y elegante gesto del Escorpión bastó para ello. Cuando parecieron quedarse a solas, Jotaro-dono sacó un pergamino.

-¿Sabes lo que es esto?

Mientras el escorpión sopesaba desde la lejanía aquel papel que mantenía, parecía un papel insignificante con un mensaje y un sello, el Mon del Clan Gorrión.

Con la postura inclinada, claramente sumisa y obediente, su lenguaje resultó más pragmatico que ornamentado.-Lo desconozco Bayushi-dono-. Se sentía muy honrado por que siendo ronin había hecho que los guardias se retiraran quedando solos.

-Si quieres prosperar deberías abrir los ojos y oídos a las historias del pueblo llano, tras ellos se encuentran muchas verdades. -Tras la reprimenda tomó el mensaje nuevamente mientras lo mostraba- Este es la causa de muchos rumores en los últimos días: un mensaje del Shogun, o tal vez debería decir de su marionetista: Doji Gisaku. Ha convocado a los cinco regentes para una Corte de Invierno en el Palacio Seppun, ha pasado mucho tiempo desde la última que implicara a los cinco clanes... Estoy seguro de que Hida Takeo partirá cuanto antes, yo sin embargo... Esperaré... -Sus ojos se estrechan en lo que parece una sonrisa enigmática, parece estar planeando algo y el solitario Watanabe parece su herramienta.

-Estoy al tanto de vuestro pasado, así como de vuestra lealtad al Clan -Es por eso que pensé en ti- Debes seguir siendo Ronin por un tiempo, el trabajo que tengo, es un trabajo sin Mon.

.-No me atrevería a contestaros con un rumor Bayushi-dono-. Empujo la cabeza aún más hacia el suelo pretendiendo que se tomase como respeto y no como correción .-Obedeceros sera mi honra entonces-.

-Los rumores es lo que la plebe cree. Plebeyos son pero sin ellos no hay señores y sin señores no hay dioses. -Entonces cerrando sus ojos, única parte de su rostro apreciable entonó unos versos de algún Haiku. El escorpión dudaba de si eran versos improvisados o de algún escritor de renombre. -El mundo gira, la gente cambia, el orden Celestial permanece.

-Volviendo a la misión. Los indicios como os comentaba también apunta a una posible deslealtad de Hida Takeo. Él no es tan estúpido como para proclamar su rebelión tan a la ligera, sin embargo tal vez debamos empujarle para convertir los rumores en hechos. Ahí entras tú mi joven Ronin. -Sus ojos han vuelto a desaparecer, parece que el mero pensamiento de la misión le llena de alegría.

.-Es necesario acorralar a algunos animales para que muestren los dientes-. Dijo suponiendo que se estaba refiriendo a algo así el Daimyo. El joven ronin se lamentó de no saber manejar adecuadamente los haiku, y a pesar de ello sabia que su potencial no residia en las grandes palabras sino en las adecuadas. Su caracter serio no permitía muchos artificios y aunque los aprendiese resultarian extraños de sus labios.

-Y una vez que el perro muestra los dientes su amo le castigará, convirtiéndose el gato en el único dueño del hogar. -Terminó la frase para dejar claro lo que esperaba forzando a los Hida. -Es por ello que necesito que reclutes a un grupo de Ronins y te hagas pasar por emisario de los Daidoji, conocidos como son por velar los intereses de los Doji, no tardará en salpicar el asunto a Gisaku. 

.-¿Esos ronin tendrán que actuar también como Daidoji y conocerán parte del plan, o pensaran que es verdaderamente un emisario Daidoji quien los contrata a sueldo?-. Intentaba comprender si el Daimyo intentaba imitar una acción traicionera de los Daidoji mandando ronins para hacer su trabajo sucio o una acción más directa

-Todos deben creer que son Daidoji, al final cabo se vela por el bienestar de los Doji. Éstos serán derrotados y acabarán confesando a su patrono.- Aunque sólo una parte del plan estaba siendo revelada, la sensación que aquello era mucho más extenso está bastante presente en la conversación. -Para acentuar aquello deberías reclutarlos en tierras Grulla. Para ello te pondrás en marcha cuanto antes hacia tierras grulla, como ronin irás sin salvoconductos y deberás encontrar una forma de saltar los puestos de control. Un pequeño pueblo sería un buen lugar donde buscar a los ronins. Pues la ignorancia de los pueblerinos jugará aún más a nuestro favor.

.-Cuanto más importante les diga que es mantener el secreto, más credibilidad tendra cuando los hagan confesar-. Asintio y pensativo continuo .-¿Cual sera el objetivo del emisario? ¿Tal vez causar daños que faciliten una guerra posterior? ¿Eliminar personalidades capaces de influir?...-.

-Eliminar a Hida Takeo para evitar que conspire contra el Shogun y reclame el título para sí. La respuesta más sencilla es la evidente. -Y con una sonrisa susurró en un tono a medio camino entre lo enigmático y lo escalofriante: Rumores, rumores...

Algo sorprendido por el retorcimiento del plan y la astucia del daimyo asintio manteniendo un instante de silencio .-Acabar con Hida Takeo le daría credibilidad al clan Cangrejo, y los Grulla se contendrían incluso al sentirse insultados por su acusación. El asesinato no debe tener exito...para que la Grulla crea que el Cangrejo esta buscando una justificación por la que poder iniciar su traición-. Tratando de imaginar el curso a seguir continuó .-Sera como habeis planeado Bayushi-dono-.

-Así lo di por hecho. Watanabe-san, puedes retirarte. -Le dio permiso con un gesto de su mano, aún siendo el recién llegado un samurái, poco tenía que ver en estatus con el Daimyo que tenía enfrente.

Manteniendose en actitud humilde se levantó, y sin darle la espalda al Daimyo se dirigio a la salida. Ya fuera de la estancia, aunque maravillado como siempre, sintio haberse quitado un peso de encima al salir de la presencia de alguien tan poderoso. Camino hacia el exterior del edificio esperando encontrar algunos Escorpión que tal vez seguirian desconcertados por la atención del Daimyo a un simple ronin. Pensaba tomar sus escasas pertenencias del lugar donde residia. Aunque el superior de los escorpión pudo haberle proporcionado un lugar más digno donde no tuviese que estar rodeado de gente extraña al bushido, eso hubiera sido contraproducente en su particular mascarada. Una vez con sus cosas partiría de inmediato a las zonas de labranza en el camino a tierras Grulla, donde robaría ropas de campesino, una kama y algun recipiente donde guardar el resto de sus cosas de la forma más discreta.

El ronin no tardó en tomar el camino que le llevaba al Río del Monje Ciego que naciendo en el Lago de la Tristeza y desembocando en el mar, lindaba tierras Escorpión con las Grulla. Al cruzar los controles fronterizos que unía las distintas tierras Escorpión parecía que todos los guardias tenían sus días libres y pudo cruzarlos sin problema.

Tardó una semana en llegar al río. En el horizonte se distinguían en miniatura los Castillos de Daidoji y de los Doji, y en el medio la Ciudad de la Llanura Próspera.

Su sombria mirada contempló el contorno del río como un rapaz buscando presa. Se trato de aproximar a sus aguas al abrigo de vegetaciones espesas y recodos de dificil acceso. Oculto esperaria el paso de alguna embarcación pescadera de pequeño calado y atrería su atención con algún artificio para después de deshacerse del ocupante y dirigirse a la orilla opuesta.

No tardó en divisar una embarcación de pescadores presumiblemente del clan Grulla, la posición de la barca les delataba al encontrarse faenando en aguas Grulla.

Hayato contemplo la embarcación acercandose sin que el revelase su posición. Pretendía comprobar que estuviese gobernada por uno o como mucho dos campesinos de los que se pudiese deshacer de forma discreta ya que tenia que tener en cuenta que al problema de tener que eliminarlos, se añadia el de que su desaparición podría resultar sospechosa especialmente por ser zona fronteriza.

En caso de que no coincidiese el pesquero con sus espectativas esperaria pacientemente...