Tras pocas horas de andar ves un grupo de soldados. Lanceros, que están entrenando. Te parece extraño, pero sus mallas son de colores y sólo conoces una unidad, así de extravagante como para atreverse a vestir así. Todos y cada uno de ellos con un color diferente.
Te sientes orgullosos de ellos. Son tropas que han estado siempre en tu familia, pero jamás hubieras pensado que ... entrenasen aquí. Es raro, ya que siempre acompañan a los líderes de los de tu nombre y sangre, pero ... ¿Aquí?
Los lanceros formaban la columna vertebral de cualquier gran ejército de los Altos Elfos en tiempos de guerra. Saryon estaba más acostumbrado a las guerras de guerrillas, pero estaba claro que algo grande estaba a punto de suceder.
Se quedó observando a los soldados, y no pudo evitar sentir el orgullo de ver tantas Casas nobles representadas en los escudos, en los símbolos y emblemas. Alzó la mano para saludar a los lanceros, esperando ver cómo reaccionaban al verle en el prado con la Maestra de la Espada. Algo en su interior le hizo pensar que tal vez estuvieran esperándole precisamente a él...
En cuanto el primero se percató de vuestra presencia, se empezaron a dar órdenes y se dispusieron en formación. Era un cuadro cerrado, con la misma disposición que si fueran a enfrentarse a caballería. El grupo de mando se adelantó y se dispuso también en situación, pero para dar honores.
La compañera del paseo te miró sorprendida, pero con una mueca de satisfacción y de tranquilidad, por saberse a segura y con el resguardo de la civilización a la que representaban.
-¡Lanceros de Ulthuan!, gritó Saryon y los observó con satisfacción. No sabía qué le deparaba el futuro, pero se sentía capaz de hacer frente a cualquier amenaza con los elfos adiestrados que ahora le hacían los honores.
-Unidad Arcoiris, seréis la columna vertebral de mi compañía. Seréis la roca que se mantendrá firme ante las oleadas de las hordas enemigas. Vuestra será la gloria.
Después les dio la orden de que descansaran. Y buscó con la mirada al grupo de mando, para preguntarle más en privado: -¿Cuánto tiempo lleváis aquí?
Los lanceros entrechocaron tres veces sus armas y escudos en señal de honres a tu palabras. La espadera que te acompañaba asentía conforme y satis fecha. Les hizo una reverencia idéntica a la que presentó a ti con su espadón y la guardó otra vez. TE miró y en su rostro mostraba una sonrisa que te alegró el alma.
El grupo de mando dio la orden que comentaste, de descanso a las tropas y notaste una mirada penetrante que surgía de alguna parte. Extrañado, no le prestaste importancia, pero si te percataste que la espadera notó lo mismo. Fue algo muy extraño, y ella no desdeñó aquella sensación.
Tres días mi señor, te contestó el jefe del grupo: - Le dio la orden a vuestro padre de mandar un grupo de seguridad, el propio Rey Fénix, y partimos hace veinte días del Gran Puerto con órdenes para voy y con comandas de escolta hasta su regreso al hogar.
Tirada oculta
Motivo: percel Saryon
Tirada: 1d100
Resultado: 89
Tirada oculta
Motivo: percel espadera
Tirada: 1d100
Resultado: 85
-No se me ocurre una escolta mejor, dijo Saryon emocionado. -Aunque pocos en número, cada elfo de Ulthuan vale por varios guerreros mortales.
Miró a su grupo de mando, y preguntó: -¿Cuándo regresamos entonces?
Te mira sorprendido, ya que esperaba una órden taxativa de partida inmediata, pero se recobró enseguida. - Estamos a sus órdenes señor.
El resto de guerreros, de inmediato, golpeó las armas contra sus escudos y con un gruñido de afirmación ratificaron el comentario de su inmediato superior. Quedastes gratamente satisfecho y no esperaba menos de soldados que se hicieran llamar a si mismos, leales.
Saryon sonrió. Había pasado muchos años en pequeñas patrullas y grupos guerrilleros de Sombríos, donde las decisiones se tomaban de forma consensuada. Tenía que aprender a dirigir, a mandar.
-¡Atención!, alzó la voz. -¡En marcha!
Y dejó que avanzara la unidad bajo su atenta mirada. No sabía a qué se enfrentarían, ni si volverían con vida a las blancas orillas de Ulthuan. El futuro se escondía bajo una densa bruma, como los amaneceres en el mar. Pero de lo que no tenía duda era de que estos valientes y leales guerreros lucharían hasta su último aliento y demostrarían a los enemigos de los Altos Elfos porque seguían siendo la élite del Viejo Mundo.
Los soldados inicial la marcha tras su grupo de líderes. Encabezáis la columna tanto la Espadera como tú mismo.
El oficial de la compañía comenta: Señor Mago, el barco no creo que tarde en partir más de unas horas tras nuestra llegada. ¿Precisa algo antes de iniciar el viaje? Su voz, aunque poderosa, suena tímida hablando tras de ti. El barco está suministrado para la dotación y 30 personas más durante un mes, pero solo aliemnto y el propio equipaje personal. Ustedes no parecen portar ... gran cosa. Su tono irónico sólo buscaba ser algo discreto. Como que le parecía que igual podíais necesitar algo (Como ropa o algo) y no tenéis ni una mísera ... bolsa con monedas o un petate con unas botas y una túnica de repuesto.
Sabías que tenía razón, pero ...
Saryon no tenía hogar. Desde que los druchii arrasaron su pueblo cuando aún era un niño, no había conocido otra vida que la de los Sombríos. Eran nómadas, y viajaban ligeros. Tenía un talento especial para la magia, pero... ¿acaso era un general?
Miró a sus hombres, y contestó: -Hemos de partir con la mayor brevedad. Cuando esté listo el barco, avisadme.
A continuación buscó ropa de repuesto y alguna cosa más para el viejo.
En un principio no tengo objetos, ¿verdad? Salvo las armas básicas y ropa. Si tengo dinero, sería comprar mudas de repuesto. Si puedo comprar alguna cosa, serían cosas tipo pergaminos y hojas de papel, utensilios de escritura, mapas...
El paseo fue poco más que un desfile. Estabáis a muy poca distancia de la costa y en una hora ya estáis a bordo.
No terminabas de adaptarte y de decirte cual sería tu camarote. Justo al lado del capitán, y ya escuchaste el frito de - LEVAR ANCLAS.
Pronto empezó a mecerse sobre las aguas.
No entiendo tu pregunta. Fuiste con lo puesto y así estas.
El vaiven de las olas le resultaba relajante a Saryon. Había visto llegar en multitud de ocasiones desde las brumas del mar a los Guardias de Mar de Lothern para inclinar la balanza a favor de Ulthuan, y aunque él no era un experto marinero, se sentía más fuerte en el mar.
Se quedó un buen rato en la proa, y luego buscó su camarote para descansar.
Ustedes no parecen portar ... gran cosa.
mi pregunta era por si esta frase era una ocasión de comprar algo, por si me faltaba algo.
¿Mi personaje sabe hacia dónde se dirige el barco?
Notas una presencia venir desde el mar. Es alguien poderoso, de la Hermana que traicionó la "LLama Principal" con el intento de su líder de autocoronarse. Sabías que el Propio Rey Brujo había prohibido a los varones de su raza practicar la hechicería, pero este era un hombre, y ... o era el mismo Malekith o era alguien con tanto poder que ni este había podido doblegarle.
¿Has preguntado?
De todas maneras tienes una sospecha. Si lo ha mandado tu familia, es que es a la capital.
La presencia era poderosa, de eso no había duda. -¡En guardia!, dijo a sus lanceros. A continuación, se preparó para invocar los vientos de la Alta Magia para proteger al barco y a los que viajaban en él.
Trataba de averiguar algo más de la figura que se acercaba.
¿Cómo llega desde el mar? ¿En otro barco?
Es un barco explorador druchii. Es extraño, ya que naves así o van formando grupo cuando se despliegan allende, o son exploradores en su tierra. De todas maneras la presencia que notas no imaginas que fuera a viajan en tremenda chalupa, y menos tan lejos. Si fuera por sus tierras para ir de un sitio a otro, como tú ahora, podría, pero tan lejos, te extraña.
Te das cuenta que estás muy al norte, muy, pero que muy cerca de la isla que alberga el templo de Khaine. El dios mayor de los odiados hermanos. Con los que sóis, (muchos más de los que navegan normalmente en ese tipo de barcos) y el barco en el que viajáis (una pizca más grande que aquel) podríais hacerles frente, pero algo te da, que es un explorador o batidos de una flota mayor.
Lo notas venir desde el mar.
Saryon consideró las opciones... Si ellos habían visto al incursor druchii, estos seguramente les habían visto también. -¿Cuál es el navío más rápido?, preguntó a la espadachina.
A continuación, mandó a uno de la tripulación subir al palo alto y otear el horizonte por si había más barcos enemigos. -¿Qué ves?
Al que ordenaste subir miró hacia arriba. Ya había un marinero haciendo de serviola allí. No había nadie más y el mismo lancero te contestó. - El Incursor Druchii es mucho más veloz que este, y además ... Intervino un marinero. Parecía ser el segundo de a bordo: - Señor, el velero puede casi doblarnos la velocidad, ya que un extraño viento le sigue como si fuera una tormenta. Fíjese. Y señaló hacia la nave, pero no directa, sino al cielo. Unas oscuras nubes seguían al barco como un muro que no le deja retroceder. Para los no avezados en los asuntos del mar una tormenta era un problema, pero para un marino experto, una tormenta era algo que si se sabía exprimir, podría dar grandes distancias recorridas en poco tiempo. Mucho viento, más velocidad. Hacia el sur podías ver una isla. Era la isla en la que yacía el tempo del Dios más Adorado por los Druchii. Khaine. El dios de la mano ensangrentada. Un dios, que aunque importante en el panteón élfico, no era el primera más que para los odiados hermanos. Un dios asesino, que se deleitaba con la muerte, asesinato y vertiendo sangre.
-Rumbo al sur, ordenó Saryon y observó la Isla de Khaine. ¿Llegarían a tiempo? ¿Qué les esperaba allí? Muchas preguntas, pero no le quedaba otra opción. -¿Crees que nos han visto?, preguntó a su segundo de a bordo mientras calculaba mentalmente si llegarían a tomar tierra antes de que les alcanzara el otro navío.
El explorador está empalillando para buscar el mejor rumbo de colisión o abordaje. Visto esto, ya te contestar a ti mismo, pero el marino, con su voz experimentada, y mientras imparte órdenes a la tripulación y aconseja agarrarse a los lanceros por la maniobra de virado, te contesta: - No sabía decirle quién ha visto antes a quién, pero si nosotros los vemos, ellos nos ven.
Era una máxima del mar, lo dudoso era quién había visto antes al otro. Aunque la verdad, eso podían solo ser unos segundos de diferencia y ser algo insignificante. O toda la diferencia. El marino mira a proa, a las velas y a la otra nave - Y creo que nos alcanzarán ... llegaremos simultáneamente a las rocas.
Los dos navíos se acercaban a la orilla del isla del Templo de Khaine. Saryon consideró que era mejor enfrentarse al enemigo en tierra firme, ya que sus lanceros no eran tan especializados en el combate marino como podrían serlo los soldados druchii. Además, detrás de este primer barco podrían llegar otros.
Si hemos de morir, que sea en tierra firme.
-Listos para tomar tierra, ordenó. Oteó la costa en busca de una posición elevada o algún lugar estratégico para la batalla que se avecinaba. Porque no le veía otro final a este encuentro.