Partida Rol por web

"El pueblo parece completamente distinto hoy..." Comentó al aire. De repente, Joseph pudo ver a la enjuta figura del sepulturero correr de una forma que para nada esperaba a la vez que gritaba cosas que a duras penas podía entender, armando, evidentemente, gran barullo y llamando la atención de los vecinos. "Espera, ¿qué?" El mago se sobresaltó ante el súbito caos generado.

Entre el nerviosismo y el peculiar acento del sepulturero, la verdad era que el mago no había entendido mucho de lo que había dicho, pero confiaba en la universalidad del lenguaje corporal, con lo que Joseph posó su mano derecha sobre el hombro del sepulturero con la intención de calmarlo. "Puede usted estar tranquilo, ha hecho bien en acudir a nosotros." Dijo. "¿Podría repetir qué ha ocurrido en el cementerio, por favor?"

Joseph tomó la pipa del profesor Martell con la mano que le quedaba libre. Gervasio chilló por lo bajo en desagrado desde su bolsita por el olor de la pipa.

"Verausté, anoche hubo comuna esplosion o algo sabusté, un ruidu gordu... Comun disparu, pero mas fuerte diria yo... Fue com'un par d'horas mas tarde q'ustés se fuesen, y staba oscuru como la boca'l lobu. Me preocupe por ustés, no les vi salir, sabusté?" — explica frenéticamente el anciano — ​​​​​​"Asital que agarre'l miu farol y sali pa vello que habia pasau, y ENTONCES... OJUS MISSEÑORES. DOS OJUS AMARILLUS D'UN MONSTRUO O ALGO PEOR. ¡UN HOMBRE LOBU! Sali corriendu por mi vida, y apenas lo conté... Pol-la mañana m'encontré los restus del caballeru la pipa. Hecho trizas, Pharasma le tenga en su gracia... No fue algu bonitu, no selle podia vel ni la cara..." — se saca el sombrero compungido ante la comunicación de las noticias.

- Así que Edgar puede ser de verdad inocente.- Es lo primero que se le ocurrió y casi lo dijo en voz alta.- Ha estado arrestado en prisión y no puede haber salido para hacer esto. Creo que este pueblo tiene un grave problema y nos va a tocar resolverlo.

Se dedicó a mirar al sepulturero.- ¿Y dónde dices que lo viste? ¿Podrías llevarnos? Si no ahora, después de hablar con el alcalde, necesitamos aclarar cualquier pistas... pero por favor, evita que vaya alguien antes que nosotros, podrían hacerlas desaparecer.

Se quedó con ganas de saber quién era el caballero elegante, aunque intuía que era el profesor. Si nadie lo preguntaba lo haría él.

Al ver la pipa quedó quieta, estaba anodada, más si cabe cuando el viejo se refería a la existencia de un hombre lobo. ¿Qué clase de maldición cayó sobre este lugar? pero podía ser otra cosa, si mató a Tadeus quizás era un siervo de la Vía Susurrante. Qué fácil era asociar ahora todos los problemas a aquellos macabros enemigos, invisibles, ya omnipresentes aunque fuera en sus pensamientos.

Un nuevo suceso a investigar, e iban... Sigyn miró la "C", que la sangre no se fuera debía de tener significado, que había algo sobrenatural en ella. La letra grabada en la plaza, el hombre lobo, la Vía Susurrante, el cuchillo y la máscara del granero, la explosión, el templo de Pharasma, la visita al alcalde, y aún así pensaba que habían empezado con buen pie hasta que esta noticia la sacudió.

- Pobre Martell, era una persona sensata de gran educación, habría querido saber más de él.

Algo altisonante pero sensato ante todo, tendrían que recuperar su cuerpo para darle entierro. Y dónde demonios estaba Kendra, temía por su vida pues era consciente de que si iba con el profesor habría tratado de huir del licántropo. En eso quedó pensativa preguntándose por la criatura a la par que tenía los ojos fijos en Biggs.

Audrey estaba pensativa cuando llegó Briggs a dar la alerta. Le costó entender lo que estaba diciendo, pero todo cobró sentido cuando les ofreció la pipa. La reconoció al instante.

Tras que todos hayan hecho sus preguntas, un pensamiento fugaz cruza la mente de Audrey.

-Un momento...- dijo ella, confundida. -Esto... No me acaba de cuadrar...

Primero cierra los ojos, intentando organizar sus pensamientos. Luego va murmurando sus deducciones: -La habitación del profesor estaba vacía... ¿No habíamos asumido que se había retirado de todo este asunto? ¿Qué hacía en el cementerio? Si nos hubiese ido a buscar, no se habría llevado todas sus cosas, ¿verdad? Entonces... Si no fue a buscarnos...

Luego se rasca la nuca. -Y la pipa... Dice usted que el... el cadáver era irreconocible, ¿verdad? Y solo sabemos, bueno... Creemos que es Martell porque tenía su pipa... Pero... No tenemos forma de identificarlo realmente...

-También faltaba un libro de los que habían en aquella caja... Y no hemos vuelto a ver al señor Penton, tampoco. A resumidas cuentas...

-¿No os suena raro todo esto? Que el Profesor Martell se vaya sin decir nada y se lleve todas sus cosas; que falte un libro de los que custodiaba el Profesor Lorrimor; que se encuentre la pipa del Profesor Martell junto a un cadáver imposible de identificar, casi como si alguien quisiese que asumamos que es el profesor...

Tras compartir esos pensamientos, Audrey se percata de que estuvo hablando mucho rato y, algo avergonzada, se acomoda la capucha. -O... o quizás me equivoco, no sé...-

Después de un buen desayuno, en el que Renan prácticamente ha engullido más que masticar, llegan a la plaza del pueblo. A parte de la señora empeñada en limpiar la C sangrienta, no parece que haya nadie más preocupado por el tema de ayer. El pueblo ha pasado del revuelo neurótico a la tranquilidad de la noche a la mañana.

De pronto, hay un nuevo alboroto. — Vaya, alguien más que se muestra preocupado— piensa el muchacho antes de que llegue el viejo sepulturero y les cuente atropelladamente lo sucedido en el cementerio. Renan ha tenido que esforzarse horrores para entender al hombre, pero parece que los demás han entendido lo mismo que él: el profesor Martell (quien Renan no tuvo oportunidad de conocer mucho) ha muerto. Aunque Audrey no parece tan convencida de ello, pues algunas cosas tienen a la chica pensativa.

—  Mmm... Interesante— comenta el ifrit ante las pesquisas de Audrey. — Creo que deberíamos ir a investigar ese cadáver, tal y cómo propone Reen. Espero que la visita al ayuntamiento no nos ocupe demasiado tiempo—. 

La joven indagó en la mirada de Audrey, estaba planteándose cuán viable era algo así, que Martell siguiera vivo. Le gustaría que la gente que había conocido y que estaba contra la Vía Susurrante estuviera viva, todos ellos incluyendo a la hija de Lorrimor.

- Dónde estará Kendra. Creía que su marcha tendría que ver con la de Martell Tadeus.

Los interrogantes se acumulaban, casi le hacía pensar que querían desanimarlos de tanto que había que descubrir. Mas ahora sería necesario perseverar, había que ir descubriendo, hilando.

- Vayamos a investigar, luego veremos al alcalde. Ojalá entienda que el nuevo asesinato requiere atención inmediata.

Miró a los presentes y notó que el corazón se le había acelerado, estaba ansiosa, notaba el martilleante palpitar y deseaba que la alternativa que planteaba Audrey se demostrara real.