Partida Rol por web

Silver-Port City. Un mal lugar para los que quieren paz. A primera vista, no parece mas que otra ciudad mas del montón. Edificios, casas, barrios, callejones, centros comerciales, etc. Seria un lugar normal de no ser por todos esos maleantes y mal vivientes rondando por las calles. Los propios habitantes de la ciudad los han calificado como una plaga, esas bandas, esos grupítos de adolescentes, y esas grandes y poderosas mafias que controlan la ciudad. Nadie sabe cuando, ni por que, pero en algún momento Silver-Port, se convirtió en la ciudad con el indice de crimen mas alto de todas las Islas Filipinas.

Aquí, en este pedazo del mundo controlado por el Sub-Mundo, hay un pequeño grupo de cinco jóvenes viviendo en contra de las "reglas" de la sociedad, cuyas torcidas vidas están a punto de dar un salto al mas profundo abismo del mundo actual. Con pasados problemáticos, el destino o la casualidad los reunió en este lugar. Son la familia que nunca tuvieron, o tal vez, la que perdieron. Luchando día a día para sobrevivir en su entorno, dependen y confían unos de otros. Formando un lazo mas fuerte que el acero, han logrado superar las adversidades que el mundo les ha tirado encima, y estaban mas que preparados para lo que pudiese venir... O eso creían.

El rincón de Brown, o eso ponía el letrero del bar. Era un lugar al estilo "retro" para nada famoso en la ciudad. A aquel lugar, aunque estaba a nombre de viejo, Charles Brown, estaba bajo el "control" de los cinco chicos.

Definitivamente, no era un lugar muy acogedor, y mucho menos lucrativo. La verdad, era un misterio como el Viejo Brown (aunque no esta tan viejo, así le dicen al dueño) pagaba por el licor que vendía, incluso en una ciudad como esta, nadie sabia a ciencia cierta como ha estado abierto tanto tiempo.

A pesar de su fama de amargado, el Viejo Brown se llevaba muy bien con los chicos. Les dejaba comida gratis y usar las habitaciones del piso de arriba, cosa que le venia de perlas a los chicos, que bien, hasta ahora, no han tenido una residencia muy estable en la ciudad. Se negaba a darles licor, decía que estaban muy jóvenes todavía.

Actualmente son la 01:35 de la mañana. Los cinco están juntos, comiendo de la comida que Brown les prepara todos los días. Han pasado el día de hoy separados por distintas razones, pero, sin importar lo que pase, siempre se encuentran a la misma hora para almorzar con el Viejo.

Su vida normal continuará... Hasta los próximos dos minutos.

Una ciudad sin ley... puede que la imagen que tenía de este lugar antes de llegar a el fuera bastante diferente de la realidad pero había cosas en las que no me equivocaba, la gente estaba siempre mas tensa y atenta a todo lo que pasara a su alrededor, los mas viejos no me quitaban las vista de encima en todo momento por miedo a que les hiciera algo, los adolescentes como yo teníamos muy mala fama en este lugar y es que casi sin importar tus pintas se te veía como un potencial delincuente debido al alto porcentaje de bandas juveniles... aunque yo no era el indicado para hablar precisamente y es que quejarte de este tema mientras comes patatas robadas no es lo mas... ¿como decirlo? Ah, si, consecuente. Pero bueno yendo al tema que me desvió, como otros días había aprovechado la mañana para pasear por la ciudad, seguía descubriendo nuevos callejones, mas rutas por las que escapar si la cosa se liaba. Siempre me sentía mas seguro en las calles por tener la libertad de movimiento a mi favor. La cosa es que hoy me había despertado tarde, algo así como a las once o por ahí mas o menos, quitando mi paseo matutino también había estado en las recreativas echando unas partidas, a veces me sorprende la de monedas que la gente deja por ahí tiradas casi todos los días tengo varias partidas de gratis en el local de siempre. Después me había pasado por el kiosco que había cerca para ver los mangas que tenía nuevos, era uno de los pocos sitios donde nunca robaba y es que el pobre anciano que lo regentaba ya tenía bastante por lo que le pague por un par de ellos, tal vez hoy fuera el día en el que al fin consiguiera encontrar algo que le gustara a Midori. Puede que las mayoría parecieran acciones banales que llevaba a cabo con el único fin de perder el tiempo pero las consideraba extremadamente valiosas por conocer el lugar donde vivíamos de la mejor forma posible, frecuentaba lugares de transito para gente variable, analizaba a personas, encontraba rutinas y me creaba cierta fama de buen chaval con los adultos que se ocupaban de dichos locales, eso era importante y mucho.

Finalmente se hizo la una, aún faltaba media hora pero yo ya estaba en el local del tío Brown. Solía pasar mas tiempo que el resto de la banda en el para enterarme un poco de como habían ido los negocios y ver como le iba. En esta ocasión había pedido algo de beber, a cuenta de Jack, para tomar mientras leía los mangas. Para cuando llegaron el resto casi los había acabado así que los deje a un lado para comer con ellos.

- Ey, Midori... mira esto -y con el entusiasmo típico de mi le alcancé los mangas- Estoy seguro de que alguno te gustara, te recomiendo el de arriba del todo. ¿Qué comemos hoy? -comenté ya para todo el grupo- Tengo hambre, no he desayunado naaaada. Y el Viejo no se fía de darme comida a mi solo con la excusa de que me vaya sin pagar... otra vez... por sexta vez... ¡Soy alguien de costumbres, ya lo siento! -hablaba en un tono lo suficientemente alto como para que Brown me escuchara sin problemas

Silver-Port City una bella ciudad plagada de mucho crimen, demasiado crimen pero bueno ¿Qué son unos poco criminales más? Me había despertado temprano, siendo siempre el primero en levantarse, había tomado mis 2 tazas de café matutinas, había bañado a Dante porque ya olía como los círculos del infierno (Y eso que no ha conocido a su Beatriz), me tomé mi tercera taza de café y decidí salir a caminar con Dante, eran pocos los días donde decidía estar solo ya que normalmente estaba con Kat.

Aprovechando mi soledad fui a enviarles el poco dinero que había podido reunir a mi orfanato (Unos 150$) y seguido de eso me quede sin nada planeado por hacer, podría llamar a Kat e ir con él a algún lugar pero llevaba 3 tazas de café y no lo iba a soportar, cosa que me recordó ¡LLEVABA 3 TAZAS DE CAFÉ! Por lo que me dirigí rápidamente a mi cafetería de confianza, una amable chica era quien la llevaba y mientras la ayude con los clientes podría beber todo el café que quisiera, ganaba algo de dinero por las propinas y tenía café gratis, todo una ganga así que estuve trabajando ahí hasta que se hicieron las 12 hora en la que no había casi nadie y el momento perfecto para ir a regresando a donde el viejo, el viejo Brown, un viejo tsundere (Nota mental: dejar de leer los mangas de Kat) que no me dejaba pedir licor porque "Era muy joven" ¡Que estupidez! ¡Tengo 22 años ya puedo beber! Pero bueno, nos daba comida y alojamiento gratis no podía protestar mucho.

Había sido el último en llegar al bar, así que me senté cerca de la barra con Dante en mis hombros y salude al resto mientras pedía mi decimoquinta taza de café y algo de pasta carbonara para mí y para Dante.

   En este momento tengo tanta cafeína en mi cuerpo que parezco como si me hubiese metido unos 5 gramos de cocaína.   Digo para nadie en especifico y empiezo a separar una porción de la pasta para Dante.   Bueno chicos ¿Que han hecho hoy? Es raro que estemos todos por nuestra cuenta un día así que espero que hayan echo algo interesante.   Les pregunté mientras comía mientras los miraba.   Eso te incluye viejo ¿Cuantos clientes has atendido hoy? ¿2? ¿3?

Le digo con una sonrisa burlona sabiendo que no era exactamente el lugar más popular del mundo

Había perdido la cuenta de los días que llevaba en ese lugar de mala muerte. La verdad era que había perdido el interés en contarlos siquiera. Después de todo, había ido a ese lugar para empezar de cero, así que lo que hubiera sido su vida antes de eso no importaba.

Ese había sido un día tranquilo... Claro, hasta que llegó un chico de otra banda a "ajustar cuentas con él". Con su expresión usual de fastidio, Midori se embarcó en una pelea con él sin cambiar la expresión de su rostro. Lo usual. Demostró por qué él era el "mano dura" de su grupo. Con uno que otro golpe, un puño en el estómago y una patada en la cara, lo derribó. Era uno de esos novatos que buscaban demostrar que eran los más malos, y solían retarlo a ese tipo de duelos estúpidos. En verdad los odiaba, pero se consolaba a sí mismo diciendo que ya encontraría a alguien con su mismo nivel para medir su fuerza.

Bufó - Vuelve cuando aprendas a luchar - y se marchó. Se la había pasado casi toda la mañana caminando por una de las zonas costeras en busca de algo de paz mental para luego volver cuando se dio cuenta que se acercaba la hora. Caminó con calma sabiendo que tenía suficiente tiempo y no era necesario darse prisa. Una vez divisó el lugar, entró con calma. Entró con las manos dentro de los bolsillos y caminando con calma hasta estar dentro. Se sentó junto a Katsuo cuando este lo llamó y se recostó en la barra mirando el techo. Cuando señaló el manga que le recomendaba, el chico lo tomó entre sus manos tras un tanto desinteresado - Gracias - y empezó a leerlo.

Jack llegó junto a Dante y parecía que había tomado más café que de costumbre. Lo miró un momento y suspiró - Si sobreexcitas tanto tu cerebro, resultaré siendo yo el listo del grupo - y aunque no era precisamente tonto, su labor en el grupo era bastante clara. Al menos la mayor parte del tiempo.

Aunque no dijo nada, siguió leyendo el manga sin detenerse ni cambiar su mirada en absoluto. Cualquiera de los chicos podría notar que estaba disfrutando la lectura a pesar de su falta de expresividad. Solo faltaban las chicas por unirse a su almuerzo. Todo parecía tranquilo, al menos hasta el momento.

La puerta se abrió, la figura espigada de la joven fue rodeada por la tenue luz del medio día. Estaba ligeramente nublado, aunque, nubosidad más bien, así que el sol no brillaba en todo su esplendor, pero eso acrecentaba la sensación pegajosa que deja el vivir en la costa. La mano pálida de la mujer dejó la puerta y miró a los presentes, dándose unos segundos para reaccionar, como si hubiera estado desconectada de la realidad y entrar en ese lugar, debía reiniciar los sistemas para intentar comportarse como alguien funcional y de hecho, lo era, aunque era más por imitación del comportamiento del resto. Esos ojos grises repasaron a los presentes, deteniéndose unos segundos en Katzu, siempre hacía eso, como si le costara ver su presencia. 

— buenas tardes — el aroma a comida la recibió calentando su barriga, no había comido en todo el día, después de todo, había estado “trabajando”, por eso en su mochila llevaba su portátil, aunque ninguno de los ahí presentes supiera a donde exactamente había estado medita ni con quien había estado “trabajando”; pero digamos que cada vez, habían más personas que le debían favores, como ese detective al que le conseguía esos datos para sus investigaciones, Oliver. O Henry, el médico al que salvó de un divorcio en donde perdería la custodia de sus hijos. 

Pero ahora estaba en otra cosa, el ayudar a Oliver le había tomado sólo unos minutos, el resto del día estaba detrás de un asunto aún más peligroso. Sabía que en las casa de acogidas en donde había estado, existía un red de prostitución infantil, sabía que estaban implicados personas importantes y miembros de mafias importantes, pero no sabía nombres, así que el conejo estaba detrás de las migajas que esos seres poderosos estaban dejando. 

Se mordió el labio inferior, pensó en algún momento contarles lo que estaba haciendo, pero se desistió, si salía mal, correría ella con las consecuencias además, ¿qué lazos tenía realmente con ellos?, ninguno a no ser de Jack, pero él parecía sentir lástima por ella. Por lo menos así lo interpretaba o intentaba interpretarlo porque ¿cómo podría tener conexión con alguien que apenas conocía?. Entró, la puerta se cerró detrás de sí, el olor a comida se hizo más persistente y deliciosos. ¿y si les contaba?, ¿contarles qué? ¿quién era en realidad?. Ladeó un poco su rostro, sacando la tablet que llevaba consigo, en ella tenía  una guía de expresiones faciales que a veces usaba, y que no estaba segura si el resto las había visto. 

Hablaban del café, Midori dijo que sería el mas listo del grupo ¿tenía un IQ mayor al de ella?, abrió los labios para refutarle esa idea, pues, tendría que tener una inteligencia mayor a la de ella para ser el más listo del grupo. Eso era un hecho evidente, pero... ¿y si no la consideraba del grupo?. Era factible, después de todo, no había hecho lazos con ellos y la gente hace lazos para sentirse en familia. Nuevamente la incertidumbre la embargó a pesar de su silencio y ese rostro casi inexpresivo. 

¿Y Si les contaba?, aunque tendría que saber que hacía aquello no por ser famosa o por creerse alguien bueno, no, lo hacía porque era necesario. Etzuko era consciente que era una mala persona pero eso no significaba que no creyera que habían cosas que debían ser detenidas, que superaban los límites de la moralidad de una ladronzuelo como ella, porque al final del día robaba información, ¿o no?. ¿y si robaba dinero?, ¿qué tanto le costaría?, Dejó aquello anotado en su libreta mental, robar un banco. Podría ser divertido. 

Volvió a contar a los presentes, no escuchaba a la chica ruidosa, eso le alegraba pero en cualquier momento llegaría. Su felicidad duraría el tiempo en que aquella chica demorara en entrar por esas puertas. Etzuko se sentó al lado de Jack, porque sería el único que no la echaría — y esto era un asunto de probabilidades, claro, con los demás no tenía lazos — y lo miró hacia arriba. Era mucho más alto que ella.

Etzuko era una mujer delgada, de estatura media, y de una larga cabellera color claro, como sus ojos. Su cabello era lo que encontraba más lindo de su fisonomía, objetivamente bonito, se dijo una vez ante el espejo, el resto era promedio, ante sus ojos, nada destacable, así que según ella, era una chica promedio, con el cabello sobre la media en cuanto a belleza. En eso si era sincera como en el hecho que objetivamente era la más lista de ese grupo. Quizás debería investigar a Midori para saber si efectivamente era más listo que ella  y así dejar de pensar en eso. Tragó saliva y con una expresión anodina puso su atención en el viejo. Él también era objetivamente viejo, necesitaba ayuda, por eso lo había ayudado a limpiar temprano, pero por mucho que se limpiara, ese lugar seguía oliendo a orin de gato. ¿Sería Dante el responsable?.  Jack debería hacerse responsable de aquello, ¿o no?

— exactamente a 2 personas, excluyéndonos a nosotros , otros tres, entraron y se fueron, así que asumo que sólo 2 comieron aquí—  respondió con más ánimos, mientras tenía su tablet delante de sus ojos. Sí, 5 personas habían entrado, dos de ellas habían permanecido más de 20 minutos en el local. No reparó en que nadie esperaba esa respuesta, sólo bajó la mirada y siguió con la tablet.

— la comida huele muy bien, hoy no se le quemó la cebolla, muy bien, señor —  agregó, eso era parte de ser tan sincera, las cosas las dices sin esperar el parece de nadie a su alrededor y no porque voluntariamente los ignore, sino porque realmente no repara en ellos. 

   No sé porque dices eso Midori si todos sabemos que Etzuko es la más inteligente del grupo.   Digo mientras termino mi taza de café y le acaricio un poco la cabeza a Etzuko.   Además, hoy fue un caso particular porque me tocó trabajar en mi cafetería favorita y no solo bebí el café que me hacía yo, si no que también a Iris le dio por hacerme tazas de café porque "estaba aburrida".   Tras decir eso Dante salta de la barra donde estaba comiendo y sale por la ventana mientras yo sigo comiendo.

   Entonces viejo ¿2 clientes? ¿Eso hace cuantos este mes? ¿25? Sigue así, dentro de un par de años quizás puedas pagar las cuentas de hace 10 años.   Sigo con mi broma y luego miro a Kat con la misma sonrisa burlona.   Por cierto Kat, Iris pregunta que cuando vas a regresar que la señora esa que te tiene ganas está preguntando mucho por ti, que te quiere llevar a su casa en la playa y no sé que más.

La ultima vez que Kat me acompaño a la cafetería una señora como de 40 y tantos años se había obsesionado con él, cosa que le había ganado un cliente recurrente a Iris y un nuevo motivo de burlas y bromas hacía Kat.

— 23 clientes efectivos, 40 clientes que entran y se van... 10 mafiosos y 4 policías — responde antes de cualquiera la joven, con su tablet en la nariz — aún quedan días en el mes — agrega, moviendo su largo dedo en aquella pantalla, recibiendo la caricia de Jack sin hacer el más mínimo gesto de aceptación o de rechazo, aunque el hecho que no se apartara, daba cuenta que le gustaba, además, era obvio, dio un dato certero de lo que estaba pidiendo, era obvio que le diera una caricia. Levantó su mirada gris hacia el chico, eso si cuando mencionó a Iris.

sus párpados se entornaron un poco, no le agradaba esa chica, ya había pensando en hackear las cámaras de esa cafetería para saber que estaba haciendo. Un brillo malsano afloró en sus ojos grises.

— ella no me cae bien — agregó sin dar la razón concreta de porqué no le gustaba , con un ligero puchero, y volviendo su cara a la pantalla — si quieres prostituir a Katzo, deberíamos llevarlo con Henry, el cliente médico, no sé si lo atenderá, pero podría hacerle un chequeo, así daría fe que es un ejemplar sano — era imposible saber si efectivamente estaba bromeando o no con lo que acaba de decir.

— y no sé si soy más lista que Midori, no he visto su IC, así que no puedes asegurar eso sin ese dato — reprende a Jackson por hacer una aseveración sin un dato concreto, eso era mucho descaro. Demasiado, como el hecho que el viejo mantuviera abierto ese local con los pocos clientes que recibía. Ese era otra cosa que quería investigar. Mojó sus labios y luego se puso a mordisquear el labio inferior. La rubia aún no llegaba, sus minutos de felicidad se extendían. 

Fueron llegando poco a poco los demás, en un principio me quedé varios segundos como Midori leía hasta que paso el tiempo de rigor como para considerarlo un éxito y no dude en mostrar mi entusiasmo en silencio, el siguiente en llegar fue Jack que parecía venir con energías suficientes para mantener despierto a ocho personas durante mas de veinticuatro horas o el equivalente para él que era no quedarse dormido en mitad del día. Jugué un poco con Dante mientras su dueño tomaba asiento y bromeaba un poco con el Viejo antes de que el animal se fuera por su cuenta. No tardo mucho mas en llegar Etzuko con sus aires habituales, cuando me di cuenta de que me miraba la salude con una sonrisa antes de volver la mirada hacia Jack.

- Nada especial hoy, solo he mantenido mi récord en GT Racing -el resto tenía una idea de a que me refería ya que había mencionado varias veces que era uno de los juegos de las recreativas donde tenía el récord de puntuación pero quien sabía muy bien como de buenos eran mis tiempos era Jack que había intentado batirlos- Es muy fácil cuanto tus rivales ni siquiera saben conducir en la vida real.* El resto del día no fue tan interesante a decir verdad pero bueno he encontrado esto -señalo al manga que leía Midori- Así que para mi es una victoria -acaricio otra vez a Dante cuando pasa al lado mía para salir a dar una vuelta- Eso suena a un buen mes para mi -continué la broma como si no fuera en absoluto con la intención que realmente tenía, levante la cabeza como un perrito al escuchar mi nombre en dirección a mi amigo, reí un poco con lo que me conto y cambie mi postura para parecer mas un modelo durante una sesión de fotos, también pase una de mis manos por mi pelo- No es mi culpa que no sepa controlar mi sex appeal, además seguro que Iris me lo agradece ahora tiene un cliente mas habitual -dije conteniendo la risa, cuando Etzuko dijo que no le gustaba la chica de la cafetería abría la boca levantando el dedo para hacer otra broma pero me quede callado por sus siguientes palabras por unos segundos, pensando en que responder- Eh, que yo soy un semental en perfecto estado de salud... -comenté como si no me importara la otra parte- Pero eso me ha dado una idea sobre como sacar dinero para llegar a final de mes con mas comodidad.

Se movió hacia delante para poder ver mejor a Katzu.

— es para demostrarle a los clientes que eres un espécimen sano, y no creo que quieran reproducirse contigo, aunque podríamos cobrar más caro por eso — volvió a su tablet para seguir haciendo cálculos del nuevo negocio — Jack tendría que ser el chulo y Midori el guarda espaldas — ya era evidente que no era una broma, era un plan y se estaba armando en la cabeza loca de Etzuko, y si no la detenían, el nombre de Katzu apareciera junto a los mensajes de masajistas exóticas y pedidos de “señoritas” y “jóvenes” de buena presencia para una “buena conversación”. Por eso no era tan bueno seguirle el juego a la chiquilla. 

Temiendo por la integridad de mi amigo, le quito la tablet a Etzuko y le agarro las manos para mirarla con sorpresa y diversión.   No vamos a prostituir a Kat de verdad, es una broma, solo estábamos jugando, todavía necesito que pueda caminar.   Digo ya preocupado, por muy lucrativo que sea no vale la pena sacrificar a Kat de esa forma.   Así que, por favor no empieces a venderlo por internet.

Tras decir eso suelto las manos de Etzuko y termino mi pasta, se me había olvidado que ella si se tomaba en serio esas cosas, tras unos segundos empiezo a buscar en mis bolsillos mi encendedor y me pongo un cigarro en los labios.   Cambiando de tema, hoy Iris me preguntó si no podía ayudarla la semana que viene a recibir un cargamento así que Kat, no tengas planes para la semana que viene porque vas a ir a descargar un camión mientras yo te doy apoyo moral.   Le digo mientras con una sonrisa me levanto, agarro un cenicero y me dirijo a la ventana para no molestarlos con el olor.   ¿No les parece raro que Alicia no haya llegado todavía?.   Pregunto encendiendo el cigarro y dándole una calada, en ese momento Dante llega de sea donde sea que había estado y se sube donde yo había estado sentado hace unos momentos.

A despertarme en la madrugada a las 6 am, no perdí tiempo y salí afuera del lugar, especialmente fui a lo que parecer ser un especie de centro comercial, donde inicie hablar a la gente si había visto a 2 sujetos iguales como "yo" en cuestión de parecido, extranjero y brillantes, ya que no es normal que un japones tenga ojos azules y sea rubio ¿de donde salen esos japoneses genéricos? ¡DE CHINA!, pero al parecer obtuve pocas pistas...

Mis compañeros decían que no era seguro ir por Silver-Port City, pero no me preocupe, sabía defenderme sola y aparte que iría a lugares con mucha pero con mucha gente, así que no me preocupe. 

Primero fue acerca de una mansión, la señora del ramen me dijo lo siguiente: Al parecer en la noche anterior hubo personas de diferentes lugares, un hombre alto y con cabello blanco, otro con una capucha negra aun que parece ser japones, otro rubio y incluso un rockero sin mencionar a la chica con cabello que parecía un planeta.

Con estas pistas fui a la mansión.

 Llegando a la mansión, toque a la puerta, al parecer nadie me contesto, así que intente pasar la barda, pero antes que lo hiciera, un hombre con cabello rubio y ojos azules, con un tono alemán salió.

Pensé que me quería partir en dos pero en su vez fue muy amable conmigo y me ayudo en mi busqueda, a pesar que hubo muchas personas nadie se llego con el apellido de Netson, me dio una paleta, me regreso al otro lado de la barda donde se despidió, al parecer el aleman tenía cosas que limpiar, ya que hubo gente mala anoche que fueron atrapados y parados por un personaje inesperado ¡UN DIRECTOR DE ORQUESTA! ese tipo parece sonar buena onda. 

Dejando atrás al Alemán y la montaña Ebbot (otro viaje) ya eran  las 10 am  y termine llegando a lo que parece ser una corporación amable, considerada y considerada con sus consumidores, se trataba de   Umbrella Corporation  donde a llegar a lo que parece ser unas oficinas, llegue tropezar con un señor que a chocar, se le callo un maletín donde había unos tubos de color azul y verde, por suerte ninguno se llego a romper, aun que el señor parecía algo desesperado y me decía: Suka, tebya osudili! Sin alguna duda un señor algo preocupado por su trabajo, cuando estaba terminando de meter sus cosas a la maleta, un par e guardias con el símbolo de de estrella y nombre U.S.S tomaron al señor y se lo llevaron, mientras este gritaba: Net, net, net, ya bol'she ne sobirayus' yemu pomogat' De forma apasionada y  me volteo a ver mientras decía ¡¡TY UBIL MENYA!! ¡¡TY UBIL MENYA!! Sin alguna duda le dio gracia que lo llevaran a la enfermería y no dejo de alagarme por ayudarlo... 

Cuando estaba de camino al parque, me di cuenta que aun tenía una de esas botellas en el bolsillo, tal vez lo metí sin querer cuando ayude al señor... Así que de forma responsable metí la botella a una caja para que se lo enviara por medio de correo a Umbrella Corporation, aun que la señora de los correos no fue cuidadosa porque escuche algo romperse... le seguro la botella no es algo importante... tal vez un gen o una agua de sabor...

Salí de correos y ahora sí fui para el parque, donde terminando de llegar, inicie a buscar y analizar por todas partes con el fin de darme una pista de mis hermanos, árbol por árbol, planta por planta, silla por silla, niño por niño y detalle por detalle..

En ese momento inesperado un extraño señor llego aparecer de la nada  parecía un doctor pero algo fuera de lugar, no dejaba de gritar que era del futuro y algo de la Hidromiel y aliens y y y de colonizar el espacio y entre otras cosas extrañas, por suerte un par de hombres con traje elegante y de negro se lo terminaron llevando.. espero que este en un lugar mejor... Dorime.

Tras estar un par de horas en el parque, jugue en la caja de arena, luego volví a investigar, comí un helado y luego volví investigar, para al final terminar con búsqueda, así que con la derrota, tome un extraño ser vivo y me lleve a la guarida, para seguir investigando de este extraño ser que me tope en un tronco tirada. 

 En una de las calles de venida, me tope lo que parece ser una escena de asesinato, al parecer alguien había disparo a quema ropa a una persona que le debía dinero.

Pero de todas formas continué con mi camino... 

Ya estando en la guarida, entre por la puerta principal, donde estaba aun analizando el ser extraño y poco a poco logre saber de que se trataba... 

Mmmmmmmm

Sin alguna duda y como lo sospechaba... este hongo...

¡ES UN HONGO!

En eso volteo para  afrente, donde noto que esta toda la pandilla esta reunida, lleno de energía y alegría, salude a mis compañeros. 

¡¡HI, Good afternoon!!

Veo que ya iniciaron hablar de cosas "maduras"... bueno.. yo me voy a sentar para recopilar en mi informe de todo lo ocurrido.

Me voy a una de las mesas donde saco mi libreta chiquita y un par de plumones, donde inicio a recopilar todo lo que he hecho hoy... 

Jack comete una imprudencia, una terrible imprudencia, sujeta las manos de Etzuko quitándole su tablet, la cara de perplejidad de la chica cambio completamente a una de indignación en una fracción de segundos en que se dio cuenta que le había quitado su material de trabajo y más encima la tocaba de una manera poco convencional, no le había tomado las manos así, por lo mismo, no estaba acordado previamente, no era una forma común en que la gente se tocaba y por lo mismo, no era tolerable para la joven que en sus ojos solo se reflejaba la molestia que le produjo todo. ¡Más encima cuando estaba en medio de un trabajo!. Afortunadamente Jack era Jack, porque de ser otro, de seguro hubiera recibido un golpe en la nariz, aunque estuvo apunto de ser víctima de esa ira. Apretó los dientes y apartó sus manos apenas pudo, aún desafiándolo con aquellos ojos grises.

— es un buen negocio — exclama entre dientes, más bien masculla como una niña regañada, su lógica era infalible, pero luego esa ira desaparece y ladea un poco su rostro, había de lo dicho por Jack le asaltaba como una gran incógnita — ¿por qué no podría caminar? — preguntó y por la forma en que lo hizo, realmente no captaba el doble sentido de esa frase. Por cierto, tampoco se dio cuenta de la diversión que le producía a Jack sus ocurrencias, lástima que no pueda ser perceptiva a es tipo de sutilezas. Suspiró y volvió su mirada al mesón.

— ella no me cae bien — agrega por si no la había escuchado su opinión sobre Iris, aunque tampoco era posible saber si se refería a Alicia, lo que sea, Jack parecía haberla invocado, Etzuko tuvo sus minutos de felicidad que se vieron interrumpidos por su estruendosa llegada, (estruendosa en el sentido de Etzuko, claro, lo que podía ser demasiado relativo), así que recuperó su tablet de un zarpazo, y se puso a revisar algo, quizás algún manga virtual o algo que le fuera de interés, mientras comía. Jack tendría que darle alguna señal para que saludara a Alicia, porque de buenas a primeras, no lo haría. 

Midori leía con atención el manga, pasando hoja por hoja del volumen que Katsuo le había recomendado. Dudaba que fuera un regalo solo para él, así que decidió que lo leería completo antes de devolverlo. No había tiempo que perder. Parecía que ignoraba toda la conversación porque ni siquiera levantaba la cabeza para ver qué estaban haciendo, pero era lo opuesto. Sí que ponía atención.

La impresión fue que pasó de la pregunta de Jack, pero solo no le gustaba hablar demasiado. Era un chico de escasas palabras, ya que pocas era ser amable. Su único gesto ante toda la situación con prostituir a Katsuo solo se llevó de este una arqueada de su ceja izquierda, nada más que eso. Cuando creyó que terminó, observó a Jack quitarle su tablet y decidió por fin intervenir - Y por eso no la considero la más lista. Es inteligente, mas no muy lista. Su carencia de comprensión ante situaciones sociales es una desventaja para su intelecto - y volvió al manga. No era que no le agradara Etzuko, solo es que Midori era así: tajante y honesto.

Alicia llegó poco después, cosa que hizo que el chico levantara sus ojos ambarinos hacia ella y le dedicó un - Hola - seco y al grano. Retomó la lectura - No sé si prostituir a Katsuo pueda considerarse un tema adulto, la verdad - y volvió con Etzuko a la luz de su última pregunta. Sabía que la chica no entendía esas cosas.

- Etzuko, imagina lo que pasaría si muchos hombres tocaran tu cuerpo y tú tuvieras que tocar el suyo. Ahora imagina eso pasando varias veces al día. Sería hacer mucho ejercicio además de la incomodidad que sufrirías. Por eso solo es buen negocio si Katsuo está dispuesto a hacerlo. Y ni siquiera le preguntaste si él quería eso, lo cual podría llevar a que dejara de ser tu amigo - y casi se notaba que se esforzaba por hablar más de la cuenta.

Terminando el manga, lo cerró y se lo entregó a Katsuo - Si encuentras otro, me gustaría leerlo. Gracias - y se dispuso a comer lo que el viejo tuviera para ellos.

Con mi mejor cara de poker doy una calada al cigarro y tras unos segundos me empiezo a reír fuertemente motivo por el que me ahogo y después de calmarme saludo a Alicia con una sonrisa y miró a Midori.   Aunque lo que dices es cierto, Etzuko tiene -50 de habilidad social, eso no quita que sea la más inteligente del grupo.   Le doy otra calada al cigarro y Dante empieza a maullarle a Etzuko.   En puros términos de intelecto hablando, claro está.   Otra calada al cigarro y miro a Dante.

   Dante te está pidiendo que lo acaricies Etzuko. Y con respecto a la perdida de movilidad de Kat, pues simple, porque si lo voy a empezar a prostituir a mujeres no será ¿Qué gracia tendría eso?.   Miro con malicia a Kat y luego apago el cigarro para acercarme a Alicia.   ¿Qué tenemos en al agenda hoy detective?.   Le pregunto adoptando mi rol de asistente de investigación.   Si no recuerdo mal nuestro ultimo caso fue aquí con las galletas desaparecidas que el culpable fue Kat ¿Qué haremos hoy?.

Etzuko bajó la cabeza, el hecho de no comprender las situaciones que se daban, lo que era muy normal para otros, no significaba que no le dolieran las palabras que otros pronunciarán sobre ella. Una vez se llamó así misma muñeca rota, y en eventos así es como se sentía. Dante terminó saltando a su regazo y la joven puso sus manos sobre la cabeza del animal, acariciandolo con mimo. Además había algo más y que no había pensado hasta que Midori lo señaló.

— no necesito imaginar eso, Midori... lo siento Katsuo— murmura, aún con la cabeza gacha. Era casi el primer dato de su vida que develaba aunque de manera crítica. Una vida antes de este lugar en el que se sentía seguro y a donde no quería volver. Nuevamente, el hecho que no comprendiera las cosas no significaba que no la sintiera cuando caía en cuenta.  Cabizbaja, siguió acariciando a Dante que se estiraba y se hacía una bola de pelos en sus piernas. Tocando su cuerpo, apretó los dientes y de concentró en las caricias en el Gato para espantar esos recuerdos. 

Siguió en silencio, el foco de la conversación se había trasladado a la nueva investigación de Alicia. Cerró sus ojos y replicó una melodía que la calmaba. Lo bueno del caos que era la cabeza de Etzuko es que había logrado encontrar mecanismos para no entrar en crisis, eran formas de adaptación que había aprendido para sobrevivir a un mundo hostil y peligroso en donde había tenido la mala suerte de nacer 

En eso noto como Jack se me acerca y me habla del caso de las galletas, de forma amable, misteriosa y en voz algo baja le contesto. 

Aun que sea el sospechoso numero 1, aun el culpable nunca fue atrapado. Tras eso saco una galleta de mi bolsillo y me la como, mientras me quedo pensando. Nunca...

Tras eso me paro, voy y termino de coger una taza de té, para luego regresar a mi lugar en donde estaba. 

Sin alguna duda, el té de china es el mejor, ahora comprendo la guerra del Opio...

Vuelvo a dar otro sorbo a la taza de té. 

Bueno, el cuestión de trabajo, no se me ha informado nada de nada, al parecer hoy ha estado algo muy tranquilo todo, tal vez terminar con tareas básicas sea nuestro trabajo de hoy.

Doy otro sorbo al té y luego vuelvo hablar.

Por ejemplo, alguien no ha limpiado el baño... 

Doy otro sorbe. 

Recuerden que me encargo de lo administrativo... 

Ya si me llegan cartas, correos, facturas y cuentas, entre otras cosas yo me encargo, si les disparan, yo me encargo y si necesitan algo que investigar, yo me encargo. 

Si quieren conseguir dinero, pueden consultar en las noticias, tal vez hay un trabajo algo interesante, tal vez venta de tecnología del mercado negro, asociarnos con Hackers para sacar dinero del banco central o una empresa millonaria, igual podemos quemar la casa del primer ministro... 

Daba mi mejor esfuerzo por no romper a carcajadas cuando Etzuko continuo con su idea incluso llegando a acercarse mucho a mi para "inspeccionarme" sabía que muchísimas veces no era capaz de saber cuando estaba bromeando pero lo que sabía también era que Jack o Midori la pararían antes de que se pasara... como siempre lo hacían. Suspire echando la cabeza hacia detrás cuando Jack me contó como pensaba aprovecharse mis bonitos músculos para ahorrarse algo de trabajo.

- Podrías hacer algo de ejercicio tu también ¿eh? -aunque ambos sabíamos que no me estaba negando- Debe estar entretenida ya sabes como se distrae con cualquier cosa, literalmente cualquier cosa -y hablando del demonio no tardo ni veinte segundos en aparecer entrando por la puerta... hongo en mano- Si, es un hongo y uno venenoso además -una mentira como pocas

Tras eso y tratando de disimular la sonrisa escuche la reprimenda de nuestro peliazul hacia Etzuko, el principio fue duro pero luego trato de hacerla entender las consecuencias reales de sus acciones y hasta donde podría acabar llegando. Cuando me fue a devolver el manga lo recibí con media sonrisa pero para su sorpresa le di un golpe con un dedo en la frente- Trata de ser mas agradable con ella -le susurre poniéndome en pie- No se de que galletas con chocolate del segundo estante junto al azúcar dentro de un tarro blanco te refieres -le respondí a Jack mientras caminaba hasta tomar asiento junto a Etzuko aunque no la mire- No hace falta que te disculpes, si me hubiera molestado te habría quitado esa idea de la cabeza. Así que no bajes la cabeza de esa manera, estamos entre amigos y simplemente ha sido una de mis bromas como tantas otras, solo eso...

Cuando Etzuko mencionó que "no necesitaba imaginarlo, Midori subió los hombros - Parte de la empatía es imaginar qué harías tú en la misma situación que el otro - y es que a pesar de sus duras palabras, realmente solo quería ayudar. Cuando Jack mencionó su justificación, Midori solo suspiró -. Lo sé, lo sé -.

Apenas recibió las palabras de Katsuo, lo miró serio por unos segundos y parecía que iba a decirle algo, tal vez reclamarle. Solo cerró los ojos - El tacto no es una de mis virtudes - y siguió escuchando.

Hablaron de esas galletas que había escondidas y cómo había resultado que era Katsuo (como casi siempre el culpable de su fortuita desaparición). Envidiaba a la rubia. Ella parecía tan sumergida en sus propias cavilaciones que no se dejaba permear por sus alrededores. Se extrañó que no le pidieran ayuda con el cargamento, pero no se ofreció tampoco. No era su asunto y si no lo querían dentro...

- Muero de hambre - dijo al final en voz baja y girándose para esperar lo que el viejo tendría para ellos esta vez.

A todas estas, el viejo Brown solo a estado sentado detrás de la barra leyendo el periódico matutino, aunque lo tenia puesto de manera tal que le tapaba la cara. El viejo ha estado callado desde que le sirvió la comida al grupo. Normalmente, por los comentarios que estaban haciendo sobre su negocio, Brown ya hubiese replicado o por lo menos, refunfuñado un poco, pero esta vez, ha estado misteriosamente callado. Hasta de repente, lanzo el periódico por los aires mientras gritaba:

- ¡Por ahí no! ¡por ah-!

Brown se quedó callado secamente al ver a todo el grupo frente a el. Entonces actuó como si no hubiese pasado nada y agarro el primer vaso de cristal que vio y se puso a "limpiarlo". Entonces, para romper la tensión, le pregunto a los chicos.

- D-díganme muchachos. ¿Como les ha ido el día de hoy?

La tarde estaba apenas empezando. Otro día normal, bromas, comentarios secos, risas, pucheros, quejas, lo que siempre pasaba cuando se juntaban a almorzar. El obvio despertar de Brown, y su intento por esconderlo le causo risa a los chicos, o por lo menos a los que tienen sentido del humor. A partir de ahí, una nueva conversación con Brown nació. Jack se burlaba de la actitud del Viejo, Kat lo seguía, Alicia decía todos los disparates que normalmente dice mientras Midori y Etsuko miraban por sus partes, haciendo uno que otro comentario ocasional. Por como iban las cosas, este día solo pasaría a ser uno mas del montón.

Durante la conversación, Jack, quien estaba sentado en la ventana, pudo ver unos tres autos negro andar por la calle, hasta detenerse frente al Bar. Los vidrios estaban cromados y no se podía ver ni una sombra de lo que ocurría dentro. Se notaba que no eran autos de civiles normales. Pero como tampoco era la primera vez que autos de ese tipo se detenían frente al bar, Jack no les presto mucha atención, es mas, si resultaban ser clientes mejor. Así el viejo Brown tendría mas dinero que darles en el próximo pago. Lo que no se esperaban era que esa seria la ultima vez, que alguien entraría al bar Del Viejo Brown.

Los tipos dentro de los autos no salieron. Se quedaron allí por un rato. Quien sabe que estarán haciendo... Tampoco le importaba a Jack de todas maneras.