Partida Rol por web

   ¿Qué pasó viejo? ¿Una mala noticia?.   Le digo en broma ante la extraña reacción, era raro que haya estado en silencio tanto tiempo, pero también es raro como mantiene este lugar, así que supongo que se lo dejaré pasar.

Había estado hablando el viejo hasta que decidí irme a fumar otro cigarro, momento en el que vi a los autos, en un principio me pareció normal, no es que fuese raro ver ese tipo de vehículo frente al bar, ya sea porque eran otros idiotas intentando quitárnoslo o eran mafiosos que venían a comer, sea como sea no me preocupé, pero tras varios minutos y ver que nadie se bajaba ya la cosa no parecía tan normal.

Me levanté y me acerqué a Kat.   Hay unos autos sospechosos que llevan tiempo parados, nadie se ha bajado, será mejor prepararse por si ocurre cualquier cosa.   Susurro a Kat y le hago señas a Midori para que se prepare también.   Etzuko, agarra a Dante y ve al piso de arriba.   Le digo con seriedad, volteo a ver a Alicia.   Alicia, ve con Etzuko y ocúltense.

Tras decirles lo que tienen que hacer me acerco al viejo.   Te recomiendo que te escondas también viejo, las cosas puede que se pongan violentas.   Digo y luego salgo del bar para encender otro cigarro mientras espero cualquier movimiento. Había algo que no me daba confianza de esos tipos.

Etzuko seguía encogida de hombros acariciando a Dante, Midori intenta explicarle lo de la empatía, lo que ella sí entendía, pero   no era tan perceptiva a estas emociones hasta cuando chocaba contra ellos, por eso no cambió su postura incluso cuando Katsuo se sentó a su lado, sin embargo al hablarle, la chica estiró su espalda como si hubiera recibido una descarga eléctrica, de hecho, los vellos de la nuca se le erizaron y volteó su rostro con una expresión de encandilación, no porque le gustara no necesariamente a juzgar por esta narradora— sino que literalmente, quedó encandilada igual a como quedan los conejos cuando los alumbras. En blanco y con esos grandes ojos grises observándolo. De ahí su silencio y cómo sus labios se mantuvieron entre abiertos mientras le dirigía la palabra. 

La chica logró reaccionar, fue como si verdaderamente había tenido que procesar lo que el chico le estaba diciendo y mordiéndose el labio inferior, asintió con la cabeza, pero no sabía qué decirle o responderle, no se le ocurría ninguna frase divertida (a veces podía hacerlas), asertiva o inteligente, solo asentir como si fuera una niña pequeña. Además, eso de que estaba entre amigos, no estaba segura de poder aseverarlo.

Alicia, por su parte, comenzó a hablar de las tareas, ella había hecho meticulosamente las tareas asignadas, y aprovechando eso, volvió su mirada a la tablet en donde tenía tareas asignadas, todas y cada una tachadas — ese lápiz era una maravilla —aunque ahora anotaba el hacer el plan de robar un banco, tal como lo había pensando antes. 

— ¿cómo el quemar la casa del primer ministro nos reportaría dinero? — ladeó su rostro, perdiéndose en esa pregunta, llevando el lápiz a sus labios, presionándolos ligeramente, intentando encontrar las razones de ese plan. Amenazarlo, pero era complicado, era mejor el robo al banco. Ensimismada en eso, Jack le ordena sin más el bajar junto a Dante y a Alicia, la chica se giró hacia el chico y se puso de pie. Al principio iba a preguntar por qué, pero no le costó saber que algo malo estaba pasando. Se lamentó no haber estado revisando las cámaras que había colocado afuera, así, se había dado cuenta antes de la llegada de las visitas.

— no iré a ningún lado — fue la certera repuesta que le dio, con Dante en los brazos, no bajaría ni se ocultaría si había gente peligrosa que los podría atacar, “ponerse violentas” era una obvia invitación a quedarse para ser cuartos en ese combate, aunque no es que fuera muy buena, sin embargo, no los dejaría solos. Etzuko fue donde Alicia y le entregó a Dante, para que ellos se pusieran a resguardo. 

Al parecer Etzuko había comprendido sus palabras, y eso le era suficiente aunque no dijera nada. Después de todo, forzar a la chica solo traería repulsión de su parte, así que se limitó a mirarla solo un momento para luego volver con el anciano. Su reacción hizo que Midori alzara una ceja con algo de sorpresa y lo miró sin decir nada. De hecho miró alrededor. Eso podría considerarse el equivalente a su forma de reírse de los chistes que hacían los demás.

- Creo que el vaso ya está limpio - y apoyó los codos en la barra. Sin embargo, las palabras de Jack le pusieron en alerta. Sus pupilas se dilataron, su mirada se afiló y se giró hacia la ventana con un gesto discreto. Empezó a analizar los alrededor para ver si se movían, o si tal vez abrían las ventanas. Cuando Etzuko rechazó esconderse, le dijo - Si puedes luchar de cerca, ven conmigo. Si no, hazte detrás de la barra. Yo cubro a Jack y los demás nos cubren -.

Fingió desinterés mientras se giraba y se llevaba las manos a los bolsillos. Dentro de estos, ajustó sus puños americanos para dejarlos justo sobre sus nudillos, mas sin sacar las manos. Se dispondría a ir junto a Jack a modo de guardaespaldas. Si había un enfrentamiento cercano, él era el mejor para el trabajo. Consciente de eso, miró a Katsuo. Él podría cubrir su avance mientras mantuviera una distancia prudencial. Debían estar alerta por si comenzaban a disparar desde la camioneta. Le hizo un gesto de cabeza a Jack para indicarle que estaba listo y se puso alerta.

Golpear, la chica volvió a morderse el labio inferior y dejó su tablet en su bolso y lo puso detrás de la barra, ahí estaba su posesión más preciada y se puso al lado de Midori. Ambos eran casi de la misma estatura, Etzuko solo unos centímetros más baja, pero ambos estaban dispuestos a agarrarse a piñas con cualquier que entrara en ese lugar, aunque la verdad, ella era mejor con las armas de fuego, aunque los chicos nunca habían tenido la posibilidad de verlo. 

Desde mi posición tenía que mirar por encima del hombro para ver el coche que se había parado frente a la puerta, en un principio ni siquiera lo hice ya que me bastaba con escuchar como el sonido del motor desapareció tan cerca. Cuando se me acerco Jack para darme mas información estaba tomando el último trago a mi bebida, gire la cabeza mas de lo necesario hacia él con una sonrisa enorme en la cara, incluso me puse en pie y le coloque una mano en el hombro.

- Lo se -mi tono de voz era diametralmente opuesto a mi forma de actuar- Vamos a ver que hacen yo me quedaré por aquí en la barra, vosotros mantened un ojo en mi -volví a sentarme y en el momento que mi cara quedo fuera de ángulo de visión desde el exterior la sonrisa desapareció por completo- Si notáis que vienen a causar problemas pero entran sin intenciones directamente hostiles deja que hable con ellos, no estaría de mas sacar información.

Ahora solo quedaba esperar, solo deseaba que tan solo fuera un malentendido o estuviéramos exagerando la situación para poder tener la tarde en paz sin ningún contratiempo.

No paso mucho tiempo desde que Jack salió a vigilar los autos hasta que empezaron a salir personas. Primero se abrieron tres puertas del auto que estaba a la cabeza. Para sorpresa de nadie, de este comenzaron a bajar tipos vestidos de negro y que no pintaban nada bueno en aquél lugar.

De la puerta del conductor apareció un chico pelirrojo con mirada agresiva. Cuando este chico se percató de Jack, se quedo parado detrás del auto mientras sacaba un cigarro. Parecía ser mayor que Jack, aunque no por mucho, tal vez tendría unos 24 o 25, pero sus ojos mostraban que ha visto cosas mucho peores que cualquiera de los chicos del grupo.

Del asiento de copiloto bajó una chica con mirada cansada que aprecia tener la edad de Midori. Esta chica llevaba guantes de cuero y un parche en el ojo izquierdo. Su expresión dejaba ver que definitivamente no quería estar allí.

Por ultimo, de la puerta trasera que daba hacia la calle, apareció un hombre mayor que los dos personajes anteriores. Este no parecía tan sombrío o agresivo, incluso, cuando vio a Jack le dedico un pequeño saludo con la mano.

Este ultimo hombre se dirijo hacia la ultima puerta que faltaba por abrirse del auto y la abrió el mismo. Desde dentro del auto emergió la figura de otro chico, este aparentaba tener la edad de Jack aunque era un tanto mas pequeño y delgado. Se vestía de manera mas llamativa que todos los anteriores, como si se esforzara por parecer un mafioso y su aura emanaba arrogancia. Aun así, de todas estas personas, ese chico fue el único al que Jack pudo reconocer.

Kihara Onosuke. Un nombre que todos en la ciudad conocían. Era un chico que salió de un barco de inmigrantes hace un par de años y se unió a la Royal-Room Mafia. Al poco tiempo de unirse, escalo posiciones rápidamente, hasta convertirse en un ayudante de los altos mandos en menos de un año. Aunque su fama no solo lo presidia por su velocidad para subir puestos, si no por sus peculiares métodos de acción. De toda la violenta Royal-Room, el era conocido por ser el operativo mas radical y violento de los últimos años, ha sido responsable de las escenas mas sangrientas de los últimos años, asesinatos en masa y por su perverso pasatiempo de enviar cabezas y extremidades desfiguradas a las familias de sus victimas. En otras palabras si el se involucra en algo, va a haber sangre... Mucha sangre.

El cigarro que Jack se estaba fumando se le deslizo de los labios al ver a aquel hombre dirigirse a la entrada del bar. Las puertas de los otros dos autos se abrieron y gamberros de mas bajo nivel empezaron a salir. Seria un milagro si solo vinieran a tomar un café.

Ver como tantos bajaban del auto solo aumentaba mi nerviosismo pero por suerte no lo demostraba, miré detenidamente a todos los que bajaban, nada importante excepto el pelirrojo, se veía peligroso, en una pelea habrá que acabar con él primero, la chica parecía una buena luchadora, espero que Midori pueda encargarse de ella, el otro parecía mínimo amigable, pero no había que descuidarlo, le regresé el saludo y por último el maldito Kihara, esto no era bueno, nada bueno, atrape rápidamente el cigarro que se me había caído, me queme en el proceso pero no importaba, nos superaban en número y muy probablemente tenían armas de fuego ¿Por qué vendrían para acá? Solo era un bar que no generaba mucho... ¿Quizás algo en el? ¿La zona? ¿Algo con el viejo?

   Mierda.   Hablé en voz baja mientras le daba una calada al cigarro y silbaba, Dante rápidamente apareció y se sentó frente a mí, me agaché y le acaricié el puente de la nariz, tras eso corrió en dirección a los autos perdiéndose de vista, había entrenado a Dante para que hiciera tareas sencillas, seguir a una persona, traer un objeto, hacer una distracción y esto último era lo que necesitábamos, una distracción por si teníamos que escapar.   Supongo que no vienen aquí para comer algo y beber un café ¿Verdad?.   Les pregunté cuando estuvieron lo suficientemente cerca para que me escuchen, si Kihara estaba aquí nuestra única opción era esperar salir con vida, no tenía sentido andarse con sutilezas.

Onosuke iba a la cabeza de todo su personal, exponiendo una gran y arrogante sonrisa. Cuando Jack se dirigió a el, el tipo que lo saludo pareció querer dirigirse a Jack antes que Onosuke, pero con un simple gesto del líder, el tipo se quedó callado.

- En efecto, -Dijo Onosuke después de inspeccionar a Jack con la mirada- vengo por un trago. No soy muy fan del café.

Onosuke no se detuvo al hablar, pero cuando estuvo a pocos pasos de Jack, se detuvo para seguir hablando.

- Pareces amigable... Si quieres te invito algo. Vamos, entra -Onosuke siguió caminando hasta entrar al bar. Aunque habló de forma casual, el hecho de que era el mismo Kihara Onosuke el que hablaba, convertía sus palabras en ordenes.

Cuando Onosuke entró al bar, el Viejo Brown lo recibió como a un cliente cualquiera. O por lo menos al principio.

- Bienveni-

La cara de Brown se lleno de sudor y miedo al ver a Onosuke entrar seguido de su pandilla. Los chicos adentro se voltearon al ver la reacción del Viejo, solo para tener una reacción parecida. Mientras el mafioso en cuestión solo se limitó a entrar calmadamente y caminar hasta uno de los bancos de la barra. Se sentó a unos tres puestos alejado de Etsuko y Kat, hacia la izquierda de la barra. Los otros tres personajes que se bajaron del mismo auto de Onosuke se esparcieron por el Bar.

El chico Pelirrojo se quedó fumando en el marco de la puerta principal. La chica del parche se sentó en la mesa que quedaba a pocos pasos de la espalda de Etsuko y Kat, mientras el hombre que saludó a Jack se sentó al otro extremo de la barra. Por su parte, los otros gamberros se esparcieron por todo el bar, eran en total ocho de ellos. Unos tres de ellos fueron hacia las escaleras que daban al piso de arriba y comenzaron a subir. Estaban registrando el lugar.

Al ver que Brown no se movía para atenderlo, Onosuke golpeo levemente la barra para recordarle a Brown que el también era un cliente. El escuchar los golpes, Brown reacciono y se paro frente a Onosuke al otro lado de la barra.

- ¿Qu-que desea? -Dijo Brown sudando.

- Ahhhhhhh -Onosuke suspiró fuertemente- verá señor Brown. Aunque me imagino que ya se hace una idea de porque estamos aquí, espero que me crea cuando le digo que también vengo por un simple trago. Deme lo mas fuerte que tenga.

Brown se dio la vuelta hacia las botellas de la repisa de la pared y busco entre todas una botella con una etiqueta roja.

- Si es lo mas fuerte, seria Vodka.

Onosuke hizo una seña con la mano que dejaba ver que no le importaba. Acto seguido, Brown busco un vaso y, con las manos temblando, lo puso frente a Onosuke y lo lleno hasta la mitad con dificultad del licor transparente. Cuando terminó de servir, Brown puso la botella a un lado. Onosuke bebió del vaso con la misma sonrisa que no a desaparecido desde que entró. No bebió todo el contenido, dejo un poco en el fondo.

- ¿Dices que esta orina de gato es Vodka? no me hagas reír. -A pesar de sus palabras, la expresión de Onosuke no cambió, y se termino de beber lo que quedaba del Vodka de un trago- Como sea, ya que me has estafado con esta porquería no sería mucho pedir que me dijeras donde está.

- ¿Donde esta qué? -Pregunto el Viejo confundido.

¿Me ves cara de estúpido? ¿por que otra cosa yo vendría a este lugar? -La expresión de Onosuke cambio a ser agresiva y severa. Esto estaba apunto de empezar.

Brown comenzó a sudar aun mas a agacho la mirada. Onosuke apoyo su cabeza en su puño esperando por la respuesta del viejo. Su mirada era penetrante y ponía presión sobre el Viejo. Brown estuvo en esa situación por unos cuantos pesados segundos. Hasta que por fin, unos susurros ininteligibles salieron de su boca. Al ver que no se le podía entender nada de lo que decía, Onosuke golpeo la barra con fuerza, Brown contestó con claridad al ver la reacción del Peligroso Mafioso.

Lo... Lo vendí.

Onosuke se quedo mirando a Brown en silencio. Sus ojos seguían igual de severos. Hasta que repentinamente los cerro por un par de segundos mientras suspiraba. Entonces, con gran velocidad, agarro la botella de Vodka a su izquierda con su mano derecha y con ella golpeo a Brown en la cabeza con fuerza suficiente como para romper la botella en muchos pedazos.

Antes del botellazo, te concentraste en intentar reconocer a los acompañantes de Onosuke, sobre todo al pelirrojo, su apariencia te suena a la descripción alguien del que has escuchado hablar. Después de pensar un poco y forzar tu memoria, eres capaz de recordar un nombre, aunque el recordarlo no te trajo mas calma, sino todo lo contrario. El nombre que recordaste era Otto Kraus, un famoso luchador callejero de la ciudad que había desaparecido del radar de las peleas no hace mucho. Era conocido por ser el único luchador que entrenaba Sambo en peleas callejeras y por solo haber perdido muy contadas veces. Quien diría que se había unido a la mafia, y mucho peor, a Onosuke...

Agradecí que no viniera directamente con intenciones violentas, pero rápidamente lo lamente en cuanto entramos al bar, ver al viejo tan aterrado era ciertamente sorprendente, pero en todos los malos sentidos, luego estaba la conversación que tuvieron ¿De qué estaban hablando? Y si es algo que Kihara quiere me alegro que el viejo se haya deshecho de eso, aunque se haya llevado un botellazo en la cabeza. Ante eso levanté una mano a mis amigos para que no hicieran nada todavía, que se prepararan para que yo hiciera el primer movimiento ya que el grupo de Kihara no esperará que seamos tan estúpidos como para atacarlos, que poco sabían.

   Sabía que desde el momento en el que bajaste de ese auto las cosas no iban a terminar pacíficamente, pero antes ¿Dijiste que me ibas a invitar algo no?.   Le pregunto a Kihara con calma, mi mirada sería y mi voz fría.   Pues creo que tomaré un poco de ron ¿Te parece bien?.   Agarro la primera botella de ron que veo con 2 vasos, me acerco a Kihara y me sirvo en un de los vasos para tomármelo de un solo trago, luego miro a todos en el bar, contando cabezas, 8, eramos 5, suponiendo que cada uno de nosotros acabe con uno de ellos todavía quedarían 3, pero Alicia no es buena peleando y Etzuko tampoco, así que Midori tendrá que acabar con 3 para compensarlo y entre Kat y yo repartirnos el resto. Agarro la botella y me sirvo otra vez.   No se que es lo que viniste a buscar y seguramente de aquí no saldremos ilesos pero...   Miro a Kihara sin soltar la botella, mi mirada fría.   Tampoco ustedes.

Tras decir eso agarro el vaso se lo hecho en la cara a Kihara para inmediatamente después partirle la botella en la cara al igual que hizo el con el viejo, dando inicio a la pelea, espero que el reducido espacio los limite a la hora de usar armas de fuego, si existe algún tipo de dios, que nos permita salir de aquí con vida.

Por fin la última tirada salió bien 

Hacía "bailar" la última gota del vaso en círculos en el fondo de este mientras esperaba impaciente por ver que pasaba en el exterior del local, al menos hasta que el sonido de la puerta abriéndose me detuvo en el acto. Deje el vaso en la mesa y levante la mirada de este hacia Brown cuando se paro a mitad de palabra con una clara muestra de confusión, mire por encima de mi hombro para entender lo que pasaba. Joder, no podía ser otra puta persona... Entraba el primero Onosuke con esa sonrisa creída, si se ponían violentos... lo cual era altamente probable... estábamos jodidos.

Empecé a mover el pie bastante por el nerviosismo mientras toda su banda se desperdigaba por el bar. Probablemente se prepararan para pelear si era necesario... o mejor dicho para una matanza si les apetecía. Como si no fuera conmigo la conversación me puse a escuchar de forma disimulada, mi punto fuerte siempre ¿buscaba algo en este lugar? De todas formas toda la tensión del momento bajo varios niveles cuando llamo basura a su vodka, de hecho se me escapo una pequeña risa de fondo en ese preciso momento, aunque se encargo de volver a recuperarla al atacar tan de repente a Brown, se supone que nosotros le dábamos la seguridad que necesitaba su local pero ahora tratar de hacer ese trabajo sería un suicidio por la puerta grande. Mire de reojo a Jack, ese gesto... No, no, no, no me jodas Jack, no me jodas que tienes pensado... Ya estaba viendo venir lo que iba a hacer así que mire a nuestro alrededor para ubicar a todos y encontrar posibles armas que pudiera usar para sacar algo de ventaja. En cuanto escuche las palabras de Jack me puse en pie pateando el taburete en el que estaba sentando para levantar a la vez que lo agarraba con una mano y trate de estampárselo a Onosuke en la espalda.

Estábamos muertos...

Aunque no fuera muy perceptiva a su alrededor y las emociones de los demás, el hecho de no estar pendiente de los sentimientos, te hacen enfocarte en otras cosas, en sintonizar todas tus sentidos en la ejecución de una tarea específica, y a veces, vital. Eso justamente estaba pasando en ese momento, a medida de que los mafiosos iban entrando. Sus ojos claros fue registrando sus caras, gestos, buscando en su memoria si los conocía de algún lugar. Los fue registrando, notando a sus manos, sus formas, cada aspecto que le permitiera saber algo más. Lamentándose no ser más ágil o fuerte para enfrentar momentos así. 

luego de eso, vino el sonido seco y sordo de aquella botella estrechándose contra la frente de un compungido dueño que había vendido algo que no debió vender. La coneja siguió observando la escena, sentándose sobre el taburete, con un pie en el suelo, sus manos en los costados. Jack, más allá, midiendo el tiempo y la atmósfera que dejaba poco espacio para respirar más ahora que aquel sonido, seguido por el fuerte aroma a alcohol, uno que Etzuko detestaba, tal como el del cigarrillo. Por cierto, en la cabeza de la coneja ya se configuraba su plan de 12 para que Jack dejada el cigarrillo, pero al parecer este sería frustrado por los propios actos de su amigo. Que contrariedad, odiaba cuando un plan se estropeaba por la levedad del espíritu humano y sus tribulaciones mundanas. 

que Jack tomara aquella botella y la estrellara contra la cabeza de aquel chico que había tenido la sangre tan fría como para golpear a aquel hombre que temblaba aterrado, calificaba justamente en aquellos incordios que tanto molestaban a Etzuko y que le cambiaban sus planes. 

Etzuko no tardó en ejecutar lo que pretendía hacer, se levantó, se puso entre los matones y Jack, iba a pelear por defender a su amigo, con la sangre tan fría y con tanta calma que podría asustar a cualquiera cuando era obvio que no saldrían vivos de aquel lugar. 

No era secreto para nadie que la diplomacia no era precisamente la fortaleza de Midori, así que decidió dejárselo a Jack. Sin embargo, nada los prepararía para lo que vendría. Primero estaba el nerviosismo del viejo y luego, la insinuación de algo que era del interés de los mafiosos. ¿En serio Brown vendió algo que podría garantizar su seguridad? No lo creyó tan tonto. Sin embargo, Midori seguía lo suficientemente cerca de Jack, mas con las manos en los bolsillos, mientras acomodaba en sus nudillos el arma que le acompañaba siempre.

Su expresión estoica no cambió en ningún momento, pasando de fría a más fría cuando le pegó al viejo. Luego a glacial cuando Jack fue quien cavó la tumba de los presentes. Chasqueó la lengua visiblemente fastidiado y sacó sus manos de sus bolsillos para alistarse para luchar. Sus nudillos ahora estaban cubiertos con su arma predilecta: los puños americanos. Era para Midori la que más se ajustaba a su estilo de defensa y siempre los llevaba consigo.

Notó que Katsuo compartía su silencioso reproche hacia Jack. ¿Quería morir acaso? ¿Cómo podía hacer algo así? Tal vez lo mejor era quitarle la etiqueta de "listo" y ponérsela a alguien más. Decidió no ser el primero en atacar, pero sí dirigiría su ataque a cualquiera que mostrara intenciones de atacar a Jack. Solo esperaba defenderlo. Después de todo, eran hombres muertos.

Al parecer, Etzuko no puede luchar... Pensé que sí podía...

Seguía alerta mientras cubría a su amigo de los otros bravucones. Tendría que recibir varios golpes él para darles una posibilidad a Jack y Katsuo.

Cuando Jack interrumpió a Onosuke para servirse un poco de Ron, Onosuke no estaba dispuesto para escuchar lo que sea que el chico tuviese que decir, y recién Jack puso los vasos sobre la barra, Onosuke saco un revolver de su chaqueta y lo puso justo entre las cejas de Jack. Sus acompañantes imitaron a su líder, cada quien sacando un arma distinta y eligiendo un objetivo distinto.

- Calmate un poco hombre. Si tanto quieres un ron, tomatelo tu solo, luego me uniré a ti. Al fin y al cabo, también vine a hablar con ustedes.

Pero Jack no pareció ser intimidado por Onosuke y supo que era capaz de moverse mas rápido que el mafioso. Pero no contó con que Onosuke también era un hombre experimentado en estas situaciones y que sabría muy bien como responder ante un mero golpe de botella. Cuando Jack golpeo a Onosuke con la botella, el mafioso respondió con un rápido y certero disparo que impacto en el hombro de Jack.

El dolor era mas intenso que cualquiera que Jack jamas ha sentido en su vida, el olor de su propia carne quemada y la sensación de sentir su ropa ser empapada por su propia sangre fue algo que aterró al joven.

Si de por si, La chica del parche parecía amenazadora, ahora lo era mucho mas con esas dos sub ametralladoras en sus manos. Cuando Onosuke saco su revolver y lo puso en la frente de Jack, casi al mismo tiempo la chica hizo gala de su armamento, sacando dos sub ametralladoras que eran bien conocidas por todo el mundo.

Cuando Jack golpeo a Onosuke con la botella, la chica, en vez de ir a por Jack, se centró en Kat. Cuando este se levanto a apoyar a su amigo, la chica del parche fue mucho mas rápida que el, y cuando Kat se levanto de su silla ella golpeo su pierna a la altura de la rodilla. No con fuerza suficiente como para romperle la pierna, pero si lo hizo arrodillarse, dejando su cabeza a la altura del borde de la barra. Sin desaprovechar la posición de Kat, la chica empujo la cabeza del chico con fuerza hasta golpearlo contra el borde de la barra. El sonido del impacto fue brutal, y luego todos pudieron ver como Kat caía al suelo.

El golpe en la cabeza hizo que Kat perdiera las luces por unos cuantos segundos, cegandolo temporalmente y causando que su cuerpo dejara de responder. Era una sensación extraña, sentía que su cabeza daba vueltas y no podía pensar bien. Por varios momentos no podía entender su situación ni sentir bien su cuerpo, a excepción de esa extraña sensación de tener la cabeza pegajosa, justo por donde su cabeza golpeo la barra. A Kat le iba a tardar un tiempo volver en si mismo.

La chica no se detuvo allí, y justo después de golpear a Kat apunto su arma hacia Etsuko, amenazándola directamente. La mirada seria de la chica le ordenaba a Etsuko quedarse quieta.

A diferencia de sus otros dos compañeros, el pelirrojo no saco ningún arma de fuego, si no que se dispuso a interrumpir a Midori con las manos desnudas. Al ver a Midori correr hacia Jack, el pelirrojo se movió con una agilidad mayor a cualquiera de los oponentes contra los que Midori a luchado en su vida, hasta ponerse justo frente a el y agarrarlo por el hombro. Antes de que Midori pudiese reaccionar el pelirrojo ya lo había tirado al suelo junto a el.

Midori estaba inmovilizado junto al Pelirrojo, pero este estaba en control de su brazo, y nadie dudaba de que seria capaz de romperle el brazo al Midori en cualquier momento. Pero por suerte, no lo había hecho todavía.

A pesar de toda la situación, este hombre solo se quedó sentado en su banca, sonriendo como si estuviese disfrutando de la situación. Pero aún así, no perdería la oportunidad de ayudar a sus compañeros en todo esto. Aprovechando que el también estaba sentado en la barra, saco de su cahqueta una pistola mas sencilla que todas las armas que han mostrado sus compañeros.

Con su arma apunto a Jack, quien estaba tirado en el suelo a causa del disparo de Onosuke y disparo un tiro de advertencia que termino a pocos centímetros de la cabeza de Jack. Al tener a Jack amenazado por su arma, el hombre le dedico una sonrisa al chico mientras le advertía.

- Yo que tu, no me levanto.

Los otros seis Gamberros que estaban esparcidos por el bar desenfundaron sus armas y apuntaron a distintos objetivos.

Dos de ellos apuntaron a Alicia, quien no ha hecho nada todavía.

Otros dos pasaron sobre la barra de un salto y amenazaron a Brown.

Mientras que los otros dos quedaban se repartieron entre Etsuko y Jack.