Partida Rol por web

Ignorando el tiempo que pudiesen tardarse en encontrar una buena maquina para Etsuko, Jack y la peli-azul salieron del hotel en busca de una nueva computadora. Como estaban en una zona que no conocían bien. lo mejor que podían hacer para buscar era caminar por los alrededores hasta toparse con alguna tienda de equipos electrónicos decente.

Caminaron sin prestarle atención a muchas cosas, ya que de seguro estaban en lo profundo del territorio de la Balcort, no tenían que preocuparse mucho por ser identificados y perseguidos por algún secuaz de la Royal, así que pudieron caminar sin preocuparse mucho y disfrutar de su pequeña travesía mientras podían.

Pasaron caminando una cantidad considerable de tiempo hasta que encontraron una tienda de tecnología que parecía ser competente. La tienda tenia un aviso colgante sobre la puerta que ponía “Tecno world” era una de esas tiendas que pertenecía a un conglomerado de tecnología mas grande, pero como se encontraba a mitad de la ciudad era un local tanto pequeño. Aun así, se notaba que pertenecía a un conglomerado con presupuesto, pues el interior de la tienda estaba bastante cuidado para que diese una vibra del tipo “así es como se vera todo en el futuro”, pero, a pesar de su apariencia, no parecía contar con muchos artículos. La mayoría eran teléfonos y accesorios sencillos como vidrios de protección, cargadores, pendrives y ese tipo de cosas, pero de todas maneras contaban con uno que otro articulo mas grande, como un par de consolas de videojuegos de ultima generación, unas cuantas de tarjetas de video que se podían considerar potentes y un estante de exhibición con unas tres laptops un tanto grandes que aparentaban ser de calidad.

La tienda estaba siendo atendida por una chica de cabello verde con mas o menos 22 o 23 años quien los recibió con una sonrisa plastica y una bienvenida genérica.

- Bienvenidos, ¿Les puedo ayudar en algo?

Después de agradecerle a Etzuko por lo que hizo y de decirle que no sería necesario ya que no quería hacer nada que la hiciera sentir incómoda, además escucharla decir que podía ser un remplazo para Dante me trajo a la mente pensamientos que nunca jamás iba a mencionar.

Con eso aclarado salimos a buscar la computadora de Etzuko, en verdad me hubiera gustado quedarme en el hotel pero sentí que sería mejor caminar y echar un vistazo rápido a la zona en la que estábamos, caminé por las calles fumando un cigarro, iba un par de pasos detrás de Etzuko para no molestarla con el humo, en verdad apreciaba lo que me había dicho y aunque era difícil para mi no tratarla como una niña ^{_{(Ya que trataba así a todos solo que no se daban cuenta)}} tendría que empezar a verla como una adulta, después de todo ya lo era. 

Pero eso tendría que esperar ya que lo necesitaba para efectuar mi plan para conseguirle esa computadora. Era algo muy simple que ya habíamos hecho varias veces, yo distraía a la encargada y Etzuko tomaría el objeto, era la primera vez que lo hacíamos con una laptop así que sería una experiencia nueva.

   Hola, buenas.-   Respondo a la vendedora, es una suerte de que sea una chica joven, por la bienvenida me daba la impresión de que era un día aburrido, que bien que iba a mejorárselo pronto.   Mi hermana menor está buscando una nueva laptop y me dijeron que aquí era un gran lugar.   Señalo a Etzuko mientras sonrío a la vendedora.   Y debido a que recientemente se a estado portado muy bien decidí comprársela.   Le guiñé un ojo y tome una postura seductora, quizás logre conseguir su número si no me mata después.

En los robos de este tipo era muy importante conocer el lugar y como era la primera vez que venía para acá no tenía idea de como funcionaba, quizás no iba a conseguirle esa laptop hoy, pero si no conseguíamos las cosas con Etzuko siempre podría venir mañana con Kat y conseguirla.

Jack no había respondido como esperaba a su sugerencia de ser Dante, se cuestionó si era suficiente como para ser un Dante y se lo replanteo, mordisqueando su labio inferior, y levantó su mirada para decirle algo a su amigo, el que insistía en tratarla como una niña. Lo curioso era que para la justicia, seguía siendo una menor de edad y no hasta mucho tiempo, un peligro para la sociedad, pero sus amigos insistían en verla como una persona limitada e infantil. Siguió mordiendo su labio inferior y levantó su mano para agarrar de la manga de la chaqueta de su amigo, pero este se le escapa para entrar en aquella tienda. 

Una tienda bastante pequeña con apenas artículos que fuesen interesantes para la joven, la que se perdió rápidamente hacia las computadoras que había en el local, un estante donde estaba, al parecer, lo de mayor valor de la tienda. Si Jack pensaba que podría robar aquello, estaba equivocado, menos con Etzuko, dado que ella nunca había mostrado dotes de ladrona, por lo menos de ese tipo de ladronas. 

Mientras Jack se hacía, literalmente, el lindo con la vendedora, diciendo que Etzuko era su hermana, se tuvo que morder la lengua para no responderle algo, recordado que estaban ahí para averiguar si había algún aparato que pudiera servirle. Así que comenzó a revisar las laptop que había, pues si no eran mejor que la computadora que le habían traído, era mejor irse. 

La chica miró a Jack con ojos como que de plástico cuando el le pintó el escenario de la hermanita y la recompensa. No es como si no se lo hubiese creído o algo por el estilo, fue simplemente que le pareció una molestia tener que escuchar el cuento del chico, para la chica, era innecesario que se lo dijera, ella simplemente quería atenderlos, vender algo si era posible y que se fueran lo mas rápido posible. Su remplazo del medio día aun no habia llegado así que ella aun no habia podido almorzar, tenia hambre y no estaba de tan buen humor como para prestarle atención a los intentos superficiales de Jack para hacerse el lindo, aunque tal vez hubiese funcionado en otra situación. De todas maneras, Jack estaba en una situación en la que si el quería tener resultados, tendría que intentar algo mas efectivo.

- Si es así, le puedo recomendar que compré la laptop Lenovo [modelo raro] es relativamente nueva y cuenta con todo lo que pudiese necesitar su hermana. -Dijo de nuevo con su voz genérica.

Etsuko se dedicó a revisar las computadoras del local. Habían solo 5 en total, y 3 de ellas no valían la pena. La computadora que Francis le habia conseguido era mejor que esas, entre las cuales estaba la Lenovo de la que hablo la chica del mostrador. Sin duda esas eran maquinas perfectas para una chica normal de la edad de Etsuko, pero no servían de nada para una habilidosa hacker juvenil como Etsuko.

Puede que esas tres no valiesen la pena, pero las otras dos si eran mas interesantes, sobretodo la que estaba en la repisa mas alta del mostrador de las laptops. Una Dell Altuos 23z. La maquina era un tanto grande y, por lo que decía la calcomanía que tenia pegada a un lado del touch pad, contaba con un procesador i5-4470, 8gb de memoria ram y un GPU integrado que rivalizaba con una tarjeta grafica gtx 750. En otras palabras, no habia perdida en adquirir esa maquina.

En algún momento de toda la situación, el teléfono de Jack comenzó a vibrar, no era una llamada, era un mensaje de texto... A saber quien le estaba escribiendo.

La respuesta de la vendedora me sorprendió un poco, no me había esforzado mucho pero aun así me dolió en el orgullo, ahora esto era personal, miré a Etzuko con una mirada determinada, esto no iba a quedarse así.

-  Dime cual es la que te gusta.   Le sonreí y revise mi teléfono, me había llegado un mensaje quizás sea de Kat o Midori, o la mi empresa telefónica y si eran estos últimos iba a cortar mi servicio con ellos.

Después de eso miré a la vendedora otra vez, mientras Etzuko revisaba las laptos yo iba a conseguir una cita con ella cueste lo que cueste, tenía que pensar muy bien como hacerlo, estaba de mal humor ¿Por qué? Jum... Viendo la hora quizás sea que no ha almorzado es entendible teniendo en cuenta de que en los trabajos de atención al público tratas con muchos idiotas *cof* *cof* Eso me incluye *cof* *cof*.

   Veo que estás un poco molesta y mi padre me enseñó que debería hacer todo lo posible para hacer feliz a una mujer así que dime ¿Qué pasa?.   Le dediqué mi sonrisa más honesta y apoyé mi barbilla en mi mano, quería parecer lo más noble posible.   ¿No has almorzado? Si es así déjame invitarte el almuerzo.

Aunque mantuve mi expresión no pude evitar reírme por dentro, si Kat me viera estoy seguro que se hubiera muerto de la risa también

La joven chasqueo la lengua, molesta, aunque esa molestia podría ser por las palabras de la vendedora “todo lo que su hermana pudiera pedir”, y aunque no era una mala máquina, era simplemente promedio. Cómo si ella fuese promedio en algún aspecto de su vida. Así que se sintió ofendida, pero comprendió que no debía decirle que no la enterara engañar y que le mostrara una máquina más digna de ella. También pudo haberse molestado por la forma en que Jack hablaba con la vendedora, siempre le molestaba que su amigo tratara a otras chicas de esa manera mientras que a ella la veía como una hermana. 

Esta conversación la tuvo con Kat, y aquella noche las cosas habían terminado muy extrañas entre los dos, al punto de que no lo habían vuelto a tratar, pero a decir verdad, Etzuko no lo ha necesitado. 

   esa    le señaló una de las máquinas que estaba en el mostrador, en un lugar alto. Era una máquina bastante grande, y difícil de llegar, definitivamente el golpe no lo podrían realizar en ese momento, a menos que Jack pudiera urdir un plan    el resto son simplemente promedios, no me sirven    miró de reojo a la vendedora, entornando un poco sus ojos, desafiante y con un gesto de muy pocos amigos. 

Se acercó a su amigo y se tomo de su brazo, con esa cara carente de emociones mirando a la joven vendedora, a la que no le quitaba los ojos de encima. 

Esta vez, la reacción de la vendedora fue mas positiva para el plan de Jack, aun no parecía estar muy cómoda con la actitud del chico, por lo menos no se mostró tan completamente desinteresada como antes. Tal vez fue la forma de hablar de Jack, o tal vez era porque ella era el tipo de persona que se dejaría engatusar por un chico como Jack can tanta facilidad, pero la chica dejo salir una pequeña media sonrisa al escuchar a Jack ser amistoso con ella. Aun no parecía para nada convencida de pasar un rato con el chico, pero por lo menos parecía como si estuviese comenzando a abrirse a ser mas amistosa.

- Lo normal en esta situación seria incitarme un café, pero un almuerzo esta bien. -Dijo para seguirle el juego a Jack.

Estaba claro que esta chica no era la mas difícil de la ciudad. Podía estar un tanto molesta, pero parece que es del tipo de chica que se deja llevar en juegos simples como el de Jack, tal vez por diversión, o tal vez porque era así de simple.

El plan de Jack iba viento en popa, si seguía así, muy probablemente tendría el resultado que quería en poco tiempo, pero la manera en la que Etsuko se entrometió tuvo un efecto no tan positivo para el plan de seducción de Jack, cuando la vendedora vio a Etsuko colgarse del brazo de Jack, y escucho la manera en que le hablo retándola, la expresión de la chica cambio de amistosa, a una muy parecida a que tenía cuando Jack y Etsuko entraron a la tienda, no era una tan cansada como la de antes, pero no era tan amigable como la que Jack logro sacarle.

- ¿No le sirven? -Le contestó a Etsuko regresandole una mirada no tan fiera como la de ella pero para nada agradable- esta bien. Esa cuesta 850 dolares, -Dijo mirando directamente a Jack, de nuevo con su voz genérica de empleada- ¿Pagara con tarjeta o efectivo?

La intromisión de Etsuko hizo que la chica perdiese interés en Jack, de seguro era porque pensaba que si iba a algún lado con Jack tendría que ir acompañada de Etsuko, lo cual no le hacia mucha gracia después de tener esa primera e incomoda interacción con ella.

Cuando la vendedora acepto que le invitara el almuerzo lo celebre enormemente en mi cabeza y cuando Etzuko se abrazo de mi brazo tuve el impulso de gritar al cielo, había hecho un avance importante y lo perdí por algo tan simple como que mi "hermana" se abrace de mi. Pero no podía detenerme ahora y rendirme, mi orgullo estaba en juego.

   Hmm, eso se sale un poco de mi presupuesto.   Digo pensativo mientras intento que mi molestia no sea note.   Vendré en los próximos días.   Saco mi teléfono y se lo muestro con una sonrisa.   ¿Podrías darme tu número? Para asegurarme de que todavía tengan la laptop y para invitarte ese almuerzo.   Le guiño un ojo y rezo para que Etzuko no haga otra cosa para retrasar mi avance

Conociendo cual quería Etzuko ahora necesitaba regresar con Kat y conseguir la laptop, eché una mirada rápida analizando toda la tienda, quería fijarme si tenían alguna cámara de seguridad y cualquier otra cosa que pudiera delatarnos en un robo.

Puede ser que no notara nada, las caras y expresiones de Jack y la vendedora, puede ser que simplemente lo ignorara, pero lo cierto es que se mantuvo unos minutos más tomada del brazo del chico, pero luego lo soltó para volver hacia el computador que le parecía más interesante. 

— invítala ahora, volveré a casa, hermano, le diré a los demás que no llegarás temprano — se encogió de hombros y se giró caminando hacia la salida y sin esperar nada, ya era claro que no podían pagar esa lapto, ni tampoco robarla por donde estaba localizada así que continuar en esa tienda era sinceramente una pérdida de tiempo. 

Ahora Jack tendría a sus anchas la posibilidad de enamorar a la vendedora con la muchacha lejos, aunque tampoco era necesariamente verdad que no volvería al hotel. 

Cuando Jack dijo que el preció de la laptop se salia de su presupuesto, la chica alzo una ceja, parecía un poco decepcionada. Entonces Jack pidió por su numero de teléfono y ella su puso a buscar algo en la gaveta de su puesto de trabajo, agacho un poco la cabeza para poder ver mejor dentro. Parecía que acababa de encontrar lo que buscaba cuando Etsuko dijo que iba a adelantarse para regresar al hotel. Cuando la peli-azul salió de la tienda la chica volteo a verla salir mientras la despedía formalmente.

- Regrese pronto -Le dijo antes de que terminase de salir.

Después de que Etsuko salió, la chica regreso a su gaveta y saco una pequeña tarjeta blanca de presentación con el logo de la tienda y dos números impresos y se la ofreció a Jack.

- Siéntase libre de llamar cuando quiera, nuestras lineas telefónicas están abiertas desde las 6am a 9pm. Si le interesa algún producto puede preguntar por toda la información que desee. Por ahora creo que es mejor que alcance a su hermanita antes de que lo deje atrás.

La tarjeta era de la tienda y de los dos números que tenia impresos, ambos eran de teléfonos fijos, ninguno de esos números debía ser el de la chica. El plan habia resultado ser todo un fracaso en primera instancia. Tal vez cuando Jack regrese con Kat tengan mas suerte.

Mire con cara de preocupación como Etzuko salía de la tienda pero rápidamente lo oculté para regresar a ver a la vendedora la idea de Etzuko en una zona desconocida de la ciudad sin supervisión era simplemente aterradora.

Cuando me dio la tarjeta de la tienda la agarré y suspiré derrotado.   Una verdadera pena, si me gustabas pero bueno.   Me guardé la tarjeta en el bolsillo y salgo de la tienda deseándole un buen día a la vendedora, cuando regrese con Kat ya no seré tan amable.

Ahora fuera de la tienda podría ocuparme del verdadero problema ¿A donde diablos irá Etzuko? Debido a que no salimos de la tienda con mucha diferencia podía ver hacía que dirección iba por lo que empecé a seguirla desde atrás mientras fumaba un cigarro, como era Etzuko a quien estaba siguiendo no tenía porque ocultarme de ella no es como si la estuviera acechando ni nada por lo que la seguí casualmente y decidí revisar nuevamente mi teléfono

Se estaba alejando del hotel, no tenía pretensiones de volver, estaba con las piernas entumecidas por estar encerrada tanto tiempo en esa habitación. Así que ahora caminaba y se dirigía a un kiosko, en el que comenzó a ver las noticias, leyéndolas, cuando Jack la divisó, luego de leerlos, caminó hacia la parada del autobús, no pretendía quedarse y era obvio que estaba con las ideas de volver a casa. Ahí debía estar Dante, estaba segura de ello.

Etsuko alcanzo a leer solo los titulares de las noticias de primera plana, tampoco es como si necesitase leer mucho mas para enterarse de lo que estaba ocurriendo. Todo lo que habia dicho Edward y Francis era verdad, todas las noticias mas importantes tenían un tema en común, la guerra de mafias. Que si hubieron tres tiroteos en una misma noche, que si dos muertos y seis heridos en un café esta mañana, que si un vendedor de electrónicos fue secuestrado por dos días hasta que apareció su cadáver, cosas de ese tipo. Por supuesto, todas mencionaban que el inicio de todo eso fue hace tres días, cuando un bar fue tiroteado dejando doce muertos entre los cuales se encontraban miembros de las dos organizaciones criminales mas grandes de la ciudad y el mismo dueño del bar junto a otros dos civiles que pasaban por el área. Etsuko no tuvo que leer mucho para deducir que la ciudad estaba hecha un desastre. Era una escenario el cual nunca se habia planteado antes, presenciar el inicio de una guerra de mafias y formar parte de la clave para detenerla, una historia como esa solamente las habia visto en series de televisión y películas, pero quien diría que ahora viviría una.

La parada del autobús tenia un afiche colgado con el horario que indicaba a que hora llegaba cada autobús. El aproximo debería tardar unos diez a quince en llegar. Etsuko mismo pudiese haber revisado la hora en su teléfono, pero desde el tiroteo en el bar de Brown lo habia perdido así que no estaba muy segura de que hora era.

Por su parte, Jack reviso el mensaje que le habia llegado mientras estaban en la tienda. Era de Kat y no parecía ser un mensaje muy amistoso pero si importante.

Edward esta aquí con la ropa, Midori y yo nos cambiamos y salimos... Como hayas escapado por tu cuenta con Etzu no pienso ayudarte cuando te pillen, quedas avisado.

Jack acababa de sufrir una derrota en la tienda contra la vendedora, y ahora esto le llegaba. No se podría decir que su día estaba yendo muy bien que se diga.

Cuando terminé de leer el mensaje suspiré, parecía que creían que nos habíamos escapado, que poca confianza en nosotros pero bueno era algo que me esperaba. Parecía que ellos ya habían salido así que solo faltábamos nosotros.

   Oye, Etzuko.   La llamo y me paro al lado de ella para mostrarle el mensaje.   Tenemos que ir regresando al hotel por nuestras cosas y la ropa.

Tras decirle eso suspiró y me llevo una mano al pelo, miro en dirección a la tienda en la que estuvimos y recuerdo lo sucedido.   Etzuko ¿Alguna vez he dicho que te quiero?.   Le pregunto casualmente mientras le pongo una mano en la espalda y la medio empujo en dirección al hotel.

Estaban en medio de una guerra y habrían demasiados muertos, y no era muy extraño que ellos también terminarían en algún cajón (si tenían suerte). La joven miraba aquellas portadas, pasando sus ojos de titular en titular, existiendo una molestia creciente en su pecho. No le interesaba nada de lo que estaba sucediendo pero cada vez era más consciente que encontrar a Dante en medio de ese caos, sería imposible. Suspiró al apartarse y ahora esperaba el bus. 15 minutos, si Jack demoraba más con la vendedora, podría irse. 

Pero no, su amigo llegó a su lado, Etzuko hizo el esfuerzo para no sentirse incómoda ante su presencia y lo logró, aunque cerró los ojos y su ceño se cerró ligeramente, pero no porque estuviera molesta porque llegara, sino porque no alcanzaría a tomar el bus rumbo al bar. 

— no, no lo has hecho — le responde con esa tranquilidad tan fría — ¿por qué lo dices ahora? — más que nada porque no quería pelear, se dejó guiar hacia el hotel — él miente, si nos ayudaría, su lealtad es de lo que más se siente orgulloso — había leído ese mensaje, ¿le habría leído la mente? 

— sabes que no me interesa nada de esta batalla, ¿cierto? y que no me parece entretenido buscar ese artefacto... solo me interesa encontrar a Dante ¿cierto? — estaban caminando uno al lado del otro, y ahora era ella la que hacia una pregunta para dejar clara su postura. Al final del día, quizá si terminase muerta, y ese brillo macabro apareció en sus ojos. 

   Lo digo porque te quiero pero no vuelvas a arruinar uno de mis intentos de seducción porque me duelen en el orgullo.   Mi intención principal con esa declaración era hacer una broma pero sabía que Etzuko no la entendería por lo que sería gastar un gran chiste. Que Etzuko no opusiera resistencia en regresar al hotel me alivió ya que no quería lidiar con una Etzuko molesta e intentando escaparse, por lo que su colaboración era algo que agradecía.

Di un largo suspiro por lo que decía, nada me dañaba tanto el orgullo como que Midori tenga la razón de manera tan aplastante.   Tan inteligente para algunas cosas y completamente ignorante en otras.   Dije más para mi que para ella y negué con la cabeza.   Ninguno de nosotros tiene algún tipo de interés en esta guerra entre mafias, me atrevería a decir que nos importa más ver el pasto crecer. Solo seguimos el juego porque nos vimos envueltos hasta el cuello y -aspiro yo- ninguno de nosotros quiere morir.   Miré a Etzuko con una cara de seriedad que casi nunca le dedicaba a ella.   Te puedo apostar lo que quieras que nadie, ninguna otra persona quiere encontrar más a Dante que yo así que haz lo que te pido.

No quería molestarme con Etzuko porque ella no tenía culpa de nada pero no había tomado café en un tiempo y estaba irritable así que de camino al hotel vi si podía comprarme un café.

Lo miró por uno instantes, ladeando su cabeza sin comprenderlo. Había ese desconcierto en esos ojos que surgía cuando se trataba de las personas. Sostuvo su mirada hasta que casi choca con alguien, dando un paso hacia atrás para evitar que la rozara. Era una pareja que venía hablando y no la habían notado. Etzuko encorvó un poco su cuerpo y se quedó unos instantes detenida, así, obligando a Jack a detenerse si deseaba seguir hablando con ella.

— no te entiendo — en eso era sincera, llevó su mano a su sien, deslizándola por sus cabellos — entonces no vuelvas a coquetear si estoy yo, porque me duele en el orgullo — no era orgullo la palabra exacta que debió usar, era una más profunda y triste, pero usó casi sus mismas palabras y tomó de voz al decir esa palabra mientras desviaba su mirada de él. A pesar de su condición, no tenía problemas en mantener el contacto visual, a menos que sea en momentos en que lo que sentía producía interferencia en su pensamiento. Y esa interferencia era la mirada que le había lanzado que la había incomodado porque si bien no lograba entenderla, sabía que nunca antes le había puesto esa expresión. Apretó los dientes y comenzó a caminar mucho más rápido, aparentando los puños, dejando atrás a su amigo. 

Por otro lado, Jack se equivocaba profusamente en algo, y no comprendió del todo lo que Etzuko le había dicho. El resto quizás no deseaba morir, pero a ella ya le era indiferente y de eso hace bastante tiempo. Y no se lo quiso decir en ese instante porque ya lo creó innecesario. Se mordió el labio inferior mientras cruzaba las puertas del hotel.  

Apenas Jack y Etsuko comenzaron a regresar al hotel, el bus llego a la parada. Era como si el mundo estuviese dandoles la tentación de una ultima oportunidad para irse de una vez, pero sabiamente los chicos lo ignoraron. Encontrar el camino de regreso fue un tanto complicado, pues seguían sin poder hubicarse en donde estaban con facilidad, fue gracias a que reconocieron una cafetería que se encontraba a un par de manzanas del hotel que lograron regresar al edificio.

Cuando volvieron a entrar, esta vez no vieron a ninguno de los empleados en el lobby a diferencia de cuando entraron por primera vez. Simplemente estaban ellos dos. Por el camino, sin embargo, la señora que les ha estado llevando comida durante estos días apareció caminando por allí y los miró un tanto sorprendida, tal vez simplemente no esperaba volverlos a ver nunca mas, y mucho menos se habrá imaginado que regresarían por si solos. La señora simplemente los saludo y siguió por su camino. Parecía que no quería involucrarse mucho con ellos.

Entrar a la habitación no fue un problema, la puerta no tenia seguro, así que fue solo cuestión de girar la manilla y ya. Dentro la habitación estaba igual que antes, solo con la diferencia de que ahora había una bolsa negra grande llena de ropa tirada sobre la cama y un baston de madera apoyado en una de las paredes. Parecia que Edward había conseguido todo lo que habían pedido. Junto a la bolsa de ropa habían dos mudas dobladas aparte, Jack y Etsuko pudieron reconocer que se trataba de la ropa de Kat y Midori.

La cuestión para ellos ahora se reducía a ¿que harán a continuación? La ropa estaba allí, podían intentar salir disfrazados como era el plan, o tal vez podrían buscar algo mas que hacer, por ejemplo, un par de los videos que estaba descargando Etsuko ya habían terminado.

La ropa correctamente arreglada y sus ropas, ahí, listas para ser tomadas, Jack no había pronunciado palabra alguna desde que habían entrado en el edificio, y que si bien deberían hablar, para la joven no parecía del todo necesario, de lo contrario, no lo hubiera dejado tranquilo pero parecía extrañamente en calma, caminando delante del chico, sin reparar, aparentemente, en como desean no tratar con ellos. 

— creerán que somos parte de la mafia, no podremos salirnos nunca — le dice al fin, cuando se sentó frente al computador y comenzó a revisar los videos, imaginaba que podrían existir avances en aquello, y podría tener datos para ir a buscar a Dante, así que comenzó a revisar los datos descargados, asombrándosela de que la policía no hubiese llegado hasta ahí. La ciudad era territorio de nadie, después de todo. 

El regreso a la habitación lo pasé en silencio y algo irritado, necesitaba un café urgentemente así que lo pedí en recepción, espero que llegue pronto.

   Si creen que somos de la Balcort solo tendremos que hacernos con el poder.   Le respondí bruscamente a Etzuko y me pasé la mano por el pelo un claro indicio de que necesitaba tomar una taza de café pronto antes de sufrir los efectos de la abstinencia.

Me sentía lento, irritable y con dolor de cabeza, necesitaba tomar café, miré como Etzuko se iba a revisar las grabaciones por lo que decidí cambiarme la ropa, me quité la camisa y aproveché para mirar como tenía el disparo en el hombro, aunque podía usar el brazo todavía me dolía un poco.