Partida Rol por web

- ¿Que mi madre fue eso? - pregunto un poco asustado - ¡Cagonros!.

Miro hacia el interior del túnel y trago saliva. La única alternativa es continuar avanzando, si nos quedamos aquí el tiempo suficiente puede que, lo que nos acaba de atacar vuelva para seguir divirtiéndose con nosotros.

- Venga, vamos - apremio a mis compañeros avanzando en el túnel.

Arrastrándome a cuatro patas, fui lo más deprisa que pude a recoger mi crucifijo y volver al escondrijo donde espera el resto. Al llegar, me apoyé contra la pared, apretando fuerte el crucifijo sobre el pecho

No tengo ni idea de que aberración era eso que nos han puesto en nuestro camino, pero era poderosa, muy poderosa digo hablando para nadie en particular, con la mirada fija en el crucifijo. El demonio es fuerte en sus dominios, y esto ha sido colonizado por su estirpe. Debemos de apresurarnos y ver si podemos encontrar alguna debilidad para destruir esta colonia demoníaca.

A pesar de mis palabras, la verdad es que el revés sufrido había duro, haciendo tambalear mi fe y mis creencias. Si ante este guardian, o lo que fuera que hacía el silfo, no había logrado ahuyentarle, no quería ni imaginar a lo que nos íbamos a enfrentar en lo más profundo de la mina. 

Pero eso era algo que guardaba en mi interior, donde la lucha tenia lugar y, de momento, seguía ganando la de la fe en nuestro señor dios todo poderoso.

-¡Dios, perdónanos arrepentidos pecadores! -lloraba la viuda mientras avanzaba junto con el guerrero.

   El aire parece calmarse poco a poco en el interior de la caverna y el fuego de la fragua se reduce y queda casi extinguido, como al poco de entrar, todo queda en silencio. Con gran trabajo se levanta el párroco. Dejando por ahora esta endemoniada fragua, seguís por el túnel minero.

   Sumidos en vuestros pensamientos camináis en silencio chapoteando entre charcos de fango apestoso, sólo se oye el zumbar de los moscardones que de vez en cuando se cruzan en vuestro camino. Los maderos y traviesas de madera que apuntalan el túnel tienen un aspecto enfermizo y levemente podrido y cuando pasáis junto a ellos, algunos crujen y cae algo de serrín, más nada ocurre salvo poneros en ocasiones de los nervios.

   Cinco minutos después, o quizas fueran diez o veinte, es difícil medir el tiempo en esta oscuridad inmutable y sorda, llegáis a una bifurcación en forma de Y. El tunel que seguís desciende girando a la derecha y a la izquierda se abre una nueva galería.

   Hay que volver a escoger.

Miro a la señora cuando pide clemencia al de arriba. La fe no nos va a salvar, si no el buen acero. Aprieto con fuerza mi hacha y escupo al suelo y emprendo la marcha. Cuando llegamos a la bifurcación miro al mirando y pregunto-¿por dónde?-​Si no sabe el por dónde es la salida estamos jodidos. 

Por un instante sopeso la posibilidad de dividirnos, pero la deshecho. Tengo que ir con la señora, y yo solo no se si podré sacarla de esta. Aunque también pienso en abrirme camino a hachazos y que cada cual se busque la vida. La situación puede conmigo, pero aguanto y me mantengo firme. Miro un momento a la señora semidesnuda después del enfrentamiento con el demonio y mi mente lujuriosa piensa en salvarla solo para poseerla después. Sacudo la cabeza intentando apartar esos pensamientos de mi cabeza. Esc8upo al suelo y miro al minero. Es nuestra única carta en la manga....esperemos que sea buena.

-Fácil elección. Hay que elegir siempre la diestra en lugar de la siniestra. A la derecha, fiel Goyo, siempre a la derecha.

- Dará igual vayamos por onde vayamos - digo -. Cagonmimanto si nun fuera el mio primer día de trabayu nun tendría nin que preocupame de escoller bien. Paez que'l grupu n'el que trabayaba nun había llegau hasta equí. Paezme bien por la galería, al menos tará algo asegurá y taremos más seguros.

La verdad es que ando muy perdido, no había tenido tiempo ni a saber mucho más del yacimiento y eso me la está jugando. Si continuamos por la zona de las galerías mineras es posible que pueda usar mis conocimientos para seguir vivos, y quizá pueda llevar a algún punto de salida de la mina.

Como es habitual, me disponía a acercarme a la bifurcación para comprobar el estado de las paredes y el suelo por ese lugar, cuando parecía que la impaciencia empezó a invadir la mente del resto.

Será mejor no precipitarnos, por mucho que queramos salir de aquí. Veamos si encontramos alguna pista antes de avanzar, tal y como hemos hecho en las anteriores ocasiones. comento alzando las manos para tranquilizar al resto, a pesar de que mi corazón late mil, con la certeza de que no saldremos de aquí hasta que hayamos vencido al maligno, o perezcamos en el intento. Mi corazón me dice de seguir descendiendo, pues ahí seguro radica el mal del lugar, pero la cabeza me dice que salga de allí echando ostias.

El sentido común me diría de seguir por la misma galería, pues una bifurcación entiendo que será una galería excavada para encontrar más mineral digo encogiéndome de hombros antes una teoría que en nada se sustenta, pero que en mi cabeza tenía su lógica.

   El buen párroco examina ambos corredores, el de la derecha cree que parece ser más usado. De la misma opinión parece ser el minero, hacia la derecha indica también lady Jimena, sin más intución de que hacia la derecha debe ser, nadie opina nada en contra y a la derecha seguís.

   Bajáis, bajáis un poco más. El tunel desciende, sólo os molesta el olor a putrefacción que parece impregnar el tunel y las bandadas de moscardones con los que os cruzáis ocasionalmente, de ruido, solo el chapoteo del fango de los escasos charcos que encontráis.

   Llegado un momento, varios minutos más tarde, una nueva bifurcación aparece, tras un giro la galería desciende a la derecha, en cambio al frente, está nivelado y sigue en línea recta.

Señores, señora ¿Qué va a ser esta vez? Yo creo que lo mejor es seguir recto, como sigamos bajando nos vamos a la mierda y no creo que haya otra salida....pero ustedes deciden.-Escupo al suelo y los miro fijamente uno por uno esperando respuesta. No tengo claro a dónde nos lleva esto, ya dudo que encontremos una salida. Lo más probable es que muramos en este agujero de mierda y acabemos como los mineros esos, levantándonos y dandonos hostias entre nosotros mientras babeamos muertos. No tengo mucha esperanza ya. Vuelvo a escupir al suelo.

- Pue que suene obvio pensar que'l camín que tira per embaxo sea el menos aconseyau de tomar, pero uno nunca sabe, dexayme comprobar algunes coses y decidimos que facer - digo al guardaespaldas de la señora.

Repitiendo el proceso, me acerco al recodo por el continua descendiendo el túnel antes de acercarme al que sigue recto. Lo cierto es que dudaba mucho que hubiera una salida, ni hacia un lado, ni hacia el otro. Sería un milagro si encontraran algo por donde salir a la superficie, pero la idea de dejar ahí abajo el mal que había engullido a los trabajadores de la mina era algo que no iba a permitir.

Goyo, creo que no deberíamos de obviar el mal que aquí yace, pues si crece podría llegar a salir de aquí y amenazar todo lo que conocemos, amigos y familiares. niego con la cabeza creo que debemos de seguir buscando el origen e intentar erradicarlo.

   El tunel que desciende, claramente está más usado, el suelo de roca esta más pulido y menos rugoso de innumerables pisadas y la mecha de los candiles te parece más baja y estos más sucios. La galería que sigue recta, tiene más imperfecciones y rugosidades las paredes y traviesas y candiles parecen ser más recientes.

   Examinas ambos túneles y nada sacas en claro. Ninguna brisa ves, ni en uno, ni en otro. Uno gira a la derecha y baja, el otro sigue recto y ni sube ni baja, ambos apestan y moscardones zumban de vez en cuando por el lugar.

   Te rascas la cabeza, vamos, no sabes cual tomar.

- El túnel d'equí embaxo ta más usao, y el que sigue to rectu paez más reciente, ye posible que nos lleve a un camín ensín salida - digo después de examinar con calma ambos túneles.

Pasándome la mano por la barbilla, niego con la cabeza encogiéndome de hombros nada puedo concluir para decidirme por donde ir. comento tras analizar los dos ramales y volver con el resto, esperando a ver si alguien podría dilucidar la posible solución.

Y esta llegó de boca de Xuan dando la temida noticia, y la temida posibilidad de una vía de escape y la posible supervivencia.

¿De verdad vamos a dejar ahí abajo lo que quiera que haya para correr y ponernos nosotros a salvo? ¿después de lo que hemos visto? ¿podréis dormir por las noches pensando en que, sea lo sea, sigue aquí abajo, creciendo y creciendo? no era fácil convencer a alguien de arriesgar su vida por algún bien superior. El instinto de supervivencia era grande, pero rogaba a dios porque hicieran lo correcto.

- Perdone padre, pero de enfrentanos a to lo sobrenatural que habita n'estes tierres nun acabariemos nunca. Si quier enfrentase a algo, mucho temome que hay seres que tan en contacto entovía más co los humanos que lo que acabamos de ver - le digo al párroco -. Solo espero que nun nos topemos col cuélebre en cuanto salgamos, porque entos o tien usted muncho fondo pa correr o acabará dientro del su estómagu.

Escupo al suelo y me posiciono al lado del minero-Primero salgamos de aquí, pongamos a la señora a salvo que ya habrá tiempo de combatir "el mal". Si entramos que sea con hombres armados y preparados pa lo que tenga que ser.....y bien pagaos y yo mismo vuelvo. Pero ahora somos cuatro mataos que no tenemos na que hacer aquí.

Entonces ¿vamos a salir sin más de aquí?  miro a Xuan, luego a Goyo y a Jimena, quienes a buen seguro querrán largarse de aquí y olvidarlo todo y, finalmente, me acerco a Teodoro ¿Tú también caballero? 

Se que no podemos salvar a todo el mundo, pero ahora estamos aquí, y quizás haya mineros que necesiten de nuestra ayuda. No debemos desdeñar el poder el demonio y, siempre que haya indicios, deberíamos de intentar luchar contra él dictamino agarrando firmemente la cruz

Yo por mi parte, bajaré a ver lo que hay allá abajo. No puedo darle la espalda a mi enemigo miro suplicando a todos, en especial a Teodoro que es, quizás, el único que quiera combatir el mal. Al menos podríamos bajar y ver qué hay y qué podemos hacer ¿no?

¿o qué vamos a explicar? ¿cómo lo vamos a explicar? estaba claro que, dijéramos lo que dijéramos nadie nos creeria, y mucho menos mandaría a nadie a luchar contra algo que no saben ni lo que es. 

Desde que encontremos a alguien que quiera venir, y que tenga el suficiente poder y dinero para montar una expedición ¿cuánto tiempo creeis que podría pasar? niego con la cabeza, agachándola medio derrotado ya sería demasiado tarde, demasiado tarde.

No hace falta que nos crean....no a nosotros, pero a Don Teodoro y Doña Jimena lo harán. Y de no hacerlo pueden poner oro para organizar una batida. Padre, salvemos el pellejo y dejemos esto a los soldados.