Partida Rol por web

Peligro en Desembarco del Rey

En el camino real

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04/10/2013, 13:39
Director

En el camino real

Durante la semana siguiente preparon los detalles del viaje hacía Desembarco del Rey. Siguiendo el camino real, la capital del reino se encontraba tan sólo a cuatro días de viaje, por lo que las provisiones que debían llevar para el camino no costaron demasiado de preparar. Además, contaban con posadas a lo largo del camino que les ayudarían a no pasar demasiadas noches a la intemperie. El equipaje de los nobles en cambio, si que ocupaba un considerable espacio en la comitiva, pero aquello tampoco fue difícil de preparar. Una carreta se encargaría de transportar los cofres con los efectos personales de cada señor y dama.

La captura del largarto-león fue otro cantar. Galdrin Tormenta, varios soldados y algún caballero intentaron hacerse con uno, pero aquellas bestias eran tan fieras que no lograron pescar nada. Un soldado recibió un terrible mordisco en el muslo al caer al agua y ser mordido por uno de ellos y otro perdió una mano arrancada de cuajo por las voraces fauces de otro. Finalmente tuvieron que recurrir a las artimañas de un cazador llamado Covern que les aseguró que lograría hacerse con uno. El cazador era un veterano soldado de piel llena de cicatrices y curtida por el sol y los pantanos, conocedor de cada palmo de terreno en los alrededores de Heavybridge. Se marchó una noche y a la mañana siguiente apareció con la criatura más fiera y grande que habían visto en los pantanos. Un regalo para el Lord. Les dijo. Le había puesto un palo en la boca y había atado esta con cuerda. Les advirtió que tuvieran especial cuidado con la cola a quienes se encargaron de llevarlo hasta la jaula que habían fabricado. El bicho era tan indómito que tuvieron que pedirle a Covern que viajara con ellos a Desembarco para que se encargara del largarto-león.

La mañana de la partida llegó, y al rozar el alba todo estaba preparado para que la pequeña comitiva se pusiera en marcha hacía su destino.

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04/10/2013, 19:13
Galdrín Tormenta

El bastardo de las tormentas era un hombre concienzudo, aquella misma mañana había despertado mucho antes del alba, había impartido instrucciones, acomodado los turnos de las patrullas.

E incluso había preparado el arcón de las armas que debían de llevarse para las pruebas del torneo.

Cuando el resto de Heavybrigde estaba ya lista para su vida diaria, y los miembros de la comitiva hasta desembarco, el maestro de armas estaba listo para lo que pudiera surgir, desde una pelea, hasta los mapas con los mejores itinerarios, o cambios en las rutas, por si había extrañas crecidas del rio.

Se le veía conforme, aunque durante las últimas semanas era un secreto a voces, que estaba algo disgustado por tener que viajar a la capital del reino. Algunos presumían que al ser un bastardo, no se encontraba cómodo con gente de sangre noble.

Otros, que no quería dejar en evidencia a ningún gran caballero dejándolo en ridículo con el poderío de sus espadas.

Tonterías y camelos, pues Galdrín había aceptado de buena gana ir, y sabía que papel debía desempeñar en Desembarco. Y para remarcar aquello, aquel día tenía todo listo, incluso aquella monstruosa carreta con el Lagarto-León que debían llevar con sumo cuidado.

Para su tranquilidad, el viejo cazador del pantano sabía mucho más de aquellos seres de lo que había podido suponer en un primer momento. Y le hubiera gustado contar con su compañía en los primeros y desastrosos intentos de capturar aquella bestia.

Mientras tomaba buena nota, de por donde se movía paso revista a los guardias que debían de acompañarlos. Tres conducirían las carretas.

Los otros dos flanquearían la comitiva. El pensaba ir en cabeza, si Lord Evan Crogall no tenía inconveniente en tal menester.

E impaciente, como solo lo era para esas cuestiones, esperaba ya la llegada del resto de los miembros del viaje. 

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08/10/2013, 22:25
Lady Varya Crogall

Lady Varya preparó todo su equipaje y el de su marido, dejó órdenes para organizar los asuntos domésticos en su ausencia y sólo molestar a Lady Tamy si surgía algo importante, y siguió con expectación la caza del animal que debían llevar a la capital.

Por lo demás la semana transcurrió sin incidentes, si exceptuamos los dos heridos por mordisco de largarto-león, al final consiguieron un ejemplar magnífico, el más grande que la señora hubiese visto nunca, no es que fuese a cazar pero los había visto cuando se interesó por el trabajo de Lizardo, el maestro artesano que se encargaba de realizar los objetos con su piel. Se aseguró de llevar una bonita colección de dichos objetos con su equipaje.

La mañana de la partida, Varya despertó por el suave beso que su esposo le dió antes de levantarse para ir a pulir los últimos detalles, sonrió por el gesto y se quedó en la cama hasta que oyó el sonido de la puerta al cerrarse. Abrió los ojos al nuevo día que entraba por la puerta que daba a su jardín privado, y se levantó rauda para prepararse para el viaje.

Amelie la ayudó a peinarse y a ponerse el traje de montar, cuando estuvo lista salió de los aposentos y se dirigió al patio, estaba nerviosa por el viaje y todo lo que conllevaba pero nadie que la viese lo advertiría, como tantas otras veces su andar pausado y su máscara de sobriedad funcionaban a la perfección. Se acordó del día que embarcó en la "Luz del Alba", la nave que le llevó desde Pentos hacia Poniente, una Varya más joven y mucho más nerviosa, dejaba atrás todo lo que había conocido y cruzaba medio mundo en pos del hombre que estaba a su lado. Nunca ha dudado de haber hecho la elección correcta.

Al salir el aire fresco de la madrugada la saludó, ella aspiró profundamente aprovechando la buena temperatura pues en un rato ésta subiría drásticamente, su mirada se dirigió hacia la carreta donde estaba la bestia que llevarían a Desembarco, parecía que dormitaba pero sólo estaba esperando, al acecho. Paciente... letal.

Observó a Galdrín acabar de asegurarse que todo estaba correcto y se acercó al encuentro de Avrya, su yegua de pelaje palomino y crines doradas, le acarició el cuello y le dió media manzana mientras le susurraba palabras en otro idioma esperando que el resto de la comitiva hiciese acto de presencia. Como en todo viaje, no era capaz de comer nada hasta que llevaban unas horas en el camino, por lo que había pasado por las cocinas, había cogido varias piezas de fruta, algo de queso y pan recién horneado, y lo había guardado en sus alforjas para picar durante el trayecto.

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09/10/2013, 16:03
Galdrín Tormenta

Al ver llegar a la señora, el bastardo se golpeo el pecho con el puño, y inclino la cabeza, un gesto puramente militar.

Pero de gran respeto. Pero no intervino más con la mujer del Lord, pues sus labores, solo acaban de comenzar. Y hasta la llegada de los demás se sentía obligado a vigilar con toda su atención la bestia que llevaban a la capital de los reinos.

Notas de juego

Sus labores, y que falta el resto de jugadores. XD. 

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09/10/2013, 18:16
Ser Roshar Blackfist

Había sido una semana extraña para Ser Roshar. Por un lado su cabeza se negaba a ir, pero por el otro quería ver lo positivo que podía sacar de esta visita. No sabía si realmente iba a ser beneficioso para él, pero pretendía intentarlo. Por eso agradecía el apoyo recibido de su esposa e hijo durante aquellos días. Había sido crucial.

Tenía todo preparado a tiempo pero se obligó a llegar tarde. Una de las feas costumbres que debía mantener, más ahora que alguna de sus malas reputaciones corría el peligro de desmentirse. Salió de los establos tirando de Pomposo, su corcel, acercándose sin prisa hacia el resto de la comitiva. Por su aire distraído habitual y su eterna sonrisa cualquiera diría que no era consciente de su tardanza. 

- Tenga buenos días. - saludó a quien se encontraba en su camino de manera cordial, pese a las respuestas obtenidas, pasando a la camaradería al dirigirse a Galdrin y al respeto al inclinarse frente a los miembros de la familia Crogall. - Espero que mi lady disfrute el viaje y la estancia en Desembarco. - añadió mirando a Lady Varya. 

Al pasar junto a la prisión del lagarto-leon quedo seducido por poder observar aquella criatura tan magnifica y feroz con aquel detalle y a tal proximidad. El nerviosismo de su montura tiraba de él e impedía que se acercara más. Llevó una mano hacia el caballo para tranquilizarlo sin apartar la vista del animal que presentaba el escudo de los Crogall. Era impactante, y sin duda daría que hablar en Desembarco. Solo esperaba que no tuvieran que lamentar ningún accidente, ya habían sufrido bastante para capturarlo. 

- Aun encerrado transmite peligro. - Me acerque hacia su captor sin dedicarle ni una mirada, pues aun seguía cautivado por la imponente cercanía del animal. Había llegado incluso a presenciar unas pocas capturas a lo largo de su vida y este era el más grande que había visto. - Impresionante captura.

Notas de juego

Quería llegar el último, asique doy por hecho que el resto ha llegado aunque no doy ningún punto concreto de ello por si alguno quiere llegar aun más tarde que yo XD. 

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09/10/2013, 21:31
Covern

El lagarto-león parecía tranquilo, pero tal como se temía Lady Varya, tan solo estaba esperando a que algún descuidado y confiado incauto se acercara demasiado a su jaula para servirse un desayuno a costa de una extremidad humana. Había tardado poco en acostumbrarse a la jaula, o eso parecía, y tras recorrerla de un lado a otro como si probara sus limites se quedó quieto en el suelo de la misma. Esperando.

Su captor estaba sentado en un fajo de paja junto a la jaula, tan quieto y sereno en apariencia como el bicho que había capturado, comprobaba con aire despreocupado las flechas de su carcaj. -Tened cuidado con la jaula. - Le advirtió al caballero. Escupió al suelo y miró a Ser Roshar. -Si asomáis mucho la mano no dudará en comerla antes de que os deis cuenta siquiera de que os la ha arrancado. -Así vista, aquella criatura no parecía tan rápida como aseguraba Covern, su captor.

Era un tipo algo hosco, taciturno y malhumorado que no tenía fama de ser muy sociable. Un veterano cazador de los pantanos, vestía ropas marrones y una armadura de cuero endurecido, todo curtido por él mismo con la piel de las criaturas que había cazado. Era delgado de músculos fuertes y se movía con agilidad y rápidos movimientos. Tenía cicatrices en diversas partes del cuerpo, pero la más llamativa era una que cruzaba la parte izquierda de su rostro. Todo el mundo en Heavybridge sabía que era el mejor cazador de la zona, sobre todo en el tema de los lagarto-león. Pero su carácter no le conseguía muchos encargos ya que pocos eran los que querían tratar con él. Se rumoreaba entre los más supersticiosos que en realidad era mitad humano y mitad lagarto-león.

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10/10/2013, 00:28
Lord Evan Crogall

Para cualquiera que conociera a el señor de la casa Crogall no se percataría de ninguna diferencia en su comportamiento en los días previos a el viaje. Y así era para el. Pero ese día ya no era como cualquier otro, había tomado una decisión con varios objetivos. Era consciente de que no todo podía realizarse, pero no cesaría en su empeño para conseguirlo.
El día de la marcha se levantó de buen humor y así se lo hizo saber a su esposa. Empezó las comprobaciones matutinas a la fortaleza, pero esta vez se dedicó a tomarse más tiempo en los saludos, en escuchar más a los sirvientes que le daban el estatus de señor. Cuando nadie lo observó, sobre el muro exterior, se paró para tomar una bocanada de aire y apreciar los matices de su hogar. En todos estos años he visto lugares mucho más hermosos y mejores, pero nunca eran como estar en casa. Evan, ya empiezas a hacerte viejo. Para denotar que era un día un tanto diferente optó por desayunar queso y pan, acompañados un poco de vino, en el jardín. Mientras dio las últimas ordenes a la ama de llaves. Incluso se permitió el lujo de hacer algún pequeño comentario gracioso cuando el maestre vino a informar del estado de las tierras, recordando ciertas anécdotas que solamente alguien que le ha visto crecer podría ver la gracia que había en ellas.
A Lord Evan nunca le gustó esperar. Algo que heredó de su madre y en más de una ocasión le había puesto en un aprieto que otro. Revisó su montura y subió a ella con menos dificultad de la habitual. Magnífico. Se dirigió hasta el resto de la comitiva. Saludó con la cortesía habitual, como si nada pasara. No vio nada fuera de lo normal, incluso en los no asistentes.
Se acercó al Lagarto-León con solemnidad y guardó una distancia prudencial. Había pasado el suficiente tiempo con la guardia del pantano como para saber de que era capaz. Lo miró. Espero que no tenga que compensar a algún aldeano por el camino. Se giró hacia el cazador. A sus oídos habían llegado la magnitud de sus habilidades. Hizo memoria y su cara le sonaba de algo, pero en ese instante no supo precisar. Lo miró e hizo un gestó de asentimiento.
- Buen trabajo.-Le dijo en un tono acorde con la actitud seria y dura que podía ver en él
Con tranquilidad fué a hablar con el joven maestro de armas para que le comentará que itinerario había pensado para el viaje.

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10/10/2013, 16:30
Ser Roshar Blackfist

Echó una rápida mirada al cazador para volverla al lagarto-leon enseguida.

- Tranquilo. - respondió manteniendo su sonrisa. - No pensaba acercarme más. He presenciado alguna captura y se de lo que son capaces. - obvió el hecho de que todos habían sido más pequeños que este ejemplar. - Siento un profundo respeto por esta criatura, no la subestimare. - 

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11/10/2013, 18:22
Ser Adrik Crogall

Ser Adrik aguardaba en silenciosa calma montado en su corcel y vestido de verde oscuro y negro, los colores de la casa. Su armadura de cuero endurecido protegía su cuerpo y a su espalda colgaba su capa negra. Llevaba otra armadura más pesada para el torneo, pero había considerado más cómoda para viajar la de cuero. A su izquierda colgaba del cinto su espada, mientras que su arco estaba sujeto a su espada, sin cuerda de momento, a fin de que la madera no se estropeara.

Ser Adrik sólo abrió la boca para saludar a Lord Evan cuando este llegó, y aún así fue escueto en sus palabras, como era costumbre en el muchacho. El resto del tiempo permaneció callado, a la espera de que el viaje empezara.

Lady Tamy, su madre, había salido a despedirse de la comitiva y le había pedido una centena de veces que dejara bien alto el nombre de la familia en el torneo. Tenía la sensación, decía la dama, de que aquel viaje iba a resultar muy satisfactorio para su joven hijo. Ser Adrik no pensaba en glorias ni en todo aquello que preocupaba a su madre. Lo que más le preocupaba en esos momentos era que el camino resultara seguro para su tío, su primo y las damas que les acompañaban.

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15/10/2013, 22:39
Lady Varya Crogall

Ante el gesto de Galdrín, Lady Varya le devolvió la inclinación de cabeza como saludo. Cuando llegó el Lord, su mirada lo siguió y lo vió subir, casi ágilmente, al caballo antes de acercarse y saludar a los presentes. Entonces se dió cuenta que en las sombras de las caballerizas se encontraba ser Adrik, de pocas palabras apenas se notaba su presencia, voy a tener que hacer algo con él, si se comporta así en Desembarco no sé si podremos encontrarle esposa. Pudo atisbar cuando la mandíbula del señor de Heavy Bridge se tensó por la impuntualidad de los que faltaban pero sólo fué un momento, enseguida continuó como si nada y se fué con el maestro de armas a hablar de 'cosas de hombres'.

Entonces salió Lady Tamy a despedirse de su hijo y del resto de la comitiva, ya estaban todos, bueno faltaban varios: el heredero de Tearswamp, su esposa, Willard y la doncella personal de Lady Scarlett, y el sempiterno impuntual y olvidadizo ser Roshar. Varya siguió acariciando a su montura y le dió la otra media manzana a la yegua, no quería permanecer sentada inutilmente en la silla.

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18/10/2013, 12:07
Whalen Crogall

Whalen llegó algo tarde seguido por su esposa quien cabalgaba a su lado y su escudero en un segundo plano. Cabalgaba sobre su corcel con gracilidad intentando mostrarse galante en todo momento. Whalen tenía una gran afinidad con aquel animal, sobre su caballo se movía con tanta facilidad como si caminara con sus propias piernas.

Parecía que todos estaban esperándoles para ponerse en marcha, hizo un gesto de disculpa hacía su padre por la tardanza y luego su mirada fue atraída magneticamente por el lagarto-león que reposaba en su jaula con ganas de arrancar las manos de todos los presentes. No necesitó que Covern le aconsejara no acercarse al bicho para que ni se le pasara por la cabeza hacerlo. 

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18/10/2013, 12:17
Willard Camfrid

Willard seguía a su señor cargando con todas las cosas que Whalen y su señora esposa habían decidido llevar al torneo. Caminaba el joven casi al trote intentando seguir el ritmo de los caballos sin que nada se le cayera y tampoco tropezar él y darse de bruces contra el duro suelo.

El muchacho cargó todo en la carreta que habían dispuesto a tal efecto y miró al resto con una sonrisa bobalicona dibujada en el rostro. Casi daba saltitos de alegría con la emoción de ir a Desembarco del Rey. Quería ver la gran ciudad, pero sobre todo quería ver un torneo. Quería ver a los grandes caballeros del reino, como cruzaban sus lanzas y como se alzaba un campeón entre todos ellos. Esperaba que hubiese algún jinete misterioso entre los participantes que luego se descubriera como una importante personalidad, como en aquellas historias antiguas que había oído.

Tan ensimismado estaba en sus ensoñaciones que ni siquiera vio al lagarto-león en su jaula...

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18/10/2013, 19:08
Lady Scarlett Crogall

Scarlett luchaba por mantenerse digna sobre su yegua pero detestaba montar. La perspectiva del viaje sonaba maravillosa cuando pensaba en la corte, en los vestido y los lujos de Desembarco pero ahora se daba cuenta de que para llegar allñi tendría que pasar un infierno. Afortunadamente, se llevaban a Wilard que, aunque era una inutil, por lo menos se haria cargo de que sus vestidos llegaran en condiciones a Desembarco.

A pesar de ello sonrio al ver la pose de su marido y la estampa de toda la expedicion presta para partir. La joven escucho entonces un gruñido bajo y se volvio hacia la jaula. Desvio un poco su montura para pasar algo mas cerca de la bestia enjaulada por puro morbo pero una dentellada a los barrotes la hizo saltar hacia atras y casi se cae del caballo. Enseguida sintio el rubor subir por su torso y se llevo un pañuelo a la boca para cubrirse.

Volvio a formar junto a Whalen y no pudo evitar agarrar su brazo en busca de consuelo.

 

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19/10/2013, 14:18
Covern

Una risa gutural y casi escabrosa empezó a oírse cuando el lagarto-león atacó la jaula y la joven dama casi sale despedida de su caballo. A Covern todo aquello parecía divertirle.

-Así aprenderá. -El cazador la miró con despreció. Odiaba a todos aquellos que no se tomaban en serio los peligros de la naturaleza. Estaban ahí, eran reales, y por lo general solían advertir primero. Sólo que los humanos no les hacían el menor caso. Pues ahí tenía una primera lección que tardaría en olvidar. La próxima lección puede que fuera un miembro cercenado de un mordisco, y esa sí que no la olvidaría jamas. Sin embargo una mirada severa de Lord Evan bastó para que Covern dejará de sonreír y volviera a su seriedad y silencio habituales.

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19/10/2013, 14:31
Director

El grupo se puso en marcha de inmediato para alivio de los caballos que tiraban del carruaje convertido en jaula donde iba el lagarto-león. Los animales habían estado piafando y coceando sabedores de que un peligro acechaba a sus espaldas, y eso a pesar de que los habían llevado con los ojos vendados para evitar que vieran a la criatura. Su olor, o lo que fuera, los volvía nerviosos. Covern tenía que emplearse a fondo en tranquilizarlos, y aún así, a veces tenía que tirar de sus riendas con fuerza para evitar que echaran a correr a galope tendido y descontrolados.

Ser Adrik y Galdrín abrían la marcha cabalgando a ritmo ligero pero sosegado mientras el resto les seguían. Atrás caminaban dos soldados cerrando el grupo y vigilando la retaguardia. Aunque en aquellos terrenos poco había que temer, eran las tierras de los Crogall y ningún bandido osaría atacar a Lord Evan. Habría que estar loco.

La comitiva empezó así a caminar por las pantanosas tierras del Tearswamp después de cruzar el grueso puente de roca gris que daba nombre al pueblo. Allí se les unió el maestre Nicholas que había tenido que encargarse de unos asuntos primero para dejar los cuervos y sus otras tareas en buena mano. Montaba sobre un terco asno gris que se negaba a ser dirigido por el maestre y resultaba una imagen cómica verlo negociar con el asno para que éste caminara.

El camino salvaba principalmente cualquier contacto con el fango pero en algunas zonas el agua había encharcado y convertido la tierra en un barrizal que costaba atravesar. Además de la molesta compañía de las moscas y los mosquitos que pululaban sobre ellos como una nube negra de incordio que tendrían que soportar durante toda aquella jornada, al menos hasta que abandonaran las tierras de la familia.

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21/10/2013, 11:43
Whalen Crogall

El joven lord se encontraba pensando en lo mucho que le dolía no haber sido capaz de idear una estratagema par apoder capturar el monstruo que había en la jaula cuando su mujer casi se cae, cuando su montura se asustó ante la presencia cercana del animal. Iba a reaccionar para socorrerla, pero no fue lo rápido que debiera.

Scarlett acudió junto a él e hizo lo posible para tranquilizarla, tomándole la mano e intentando calmar la nerviosa yegua de ella.

Oyó el despectivo comentario del hosco cazador, pero optó por hacer ver que no lo había escuchado.

Willard, aquí. Una vez que acude, lo mira desde arriba del caballo con expresión amable.

Es labor de todo buen caballero ser cortés con las damas. Vigila que la yegua de mi señora no nos cause más disgustos. El animal no tiene nuestro temple, y está nervioso por el viaje que ha de empezar.

Y con esas palabras intenta insuflar algo de serenidad en el excitado ánimo de su escudero a la vez que hace lo que puede para minimizar reacciones desagradables de la montura de su mujer.

Cuando se unió a la comitiva el maestre Nicholas, se acercó a él, para mostrarle sus respetos. Seguía teniendo un profundo afecto por su mentor.

A medida que avanzaban los mosquitos eran una molestia, que no paraba de espantar... o aplastar con sonoros bofetones contra su cuello. Eso le recordaba sus futuras ambiciones respecto a sus tierras. Desecar todo ese barrizal para dejar paso a prósperas tierras de cultivo... Y hacer desaparecer de ellas a los monstruos que habitan, como el que les acompañaba en aquella jaula.

Un bonito presente... Pero no es algo que nadie quiera tener campando por sus tierras. Son preferibles los lobos.

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21/10/2013, 15:54
Galdrín Tormenta

El bastardo había elegido una buena ruta, aunque en dos momentos hubo que hacer un cambio en ellas, debido al estado de los caminos.  

Se sentía cómodo a pesar de mosquitos de demás, y aunque apenas cruzaba con Ser Adrik, se veía claramente que los dos eran compañeros de armas, y estaban acostumbrados a los caminos y senderos de las tierras Crogall.

En una de las veces que se turnaban él y Ser Adrik para ver el estad de la comitiva, y de los soldados que marchaban en retaguardia, el maestro de armas puso su montura a la altura de la de Lord.

Mi señor, vamos un poco justos de tiempo, la carreta del Lagarto-León nos hace frenar la marcha. Pero estaremos en el lugar para hacer noche con la suficiente antelación.

Luego hecho un vistazo al resto de la comitiva, estaba claro que el Lord, y Lord y los sirvientes, llegarían a la primera parada aquella noche sin una queja, puede que incluso Whalen no se quejara, para no mostrar debilidades delante de los demás. Pero se veía claramente que el joven heredero tenia ciertas dificultades para seguir el ritmo.

Estaba más pendiente de los mosquitos que del camino. Pero todo ese tipo de cosas ya las habían previsto. 

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21/10/2013, 16:18
Ser Adrik Crogall

Ver a su primo intentar espantar la nube de mosquitos que les iba siguiendo le resultó bastante cómico, pero no hizo gesto alguno que así lo demostrara. Su semblante seguía tan sereno como una roca y tan serio como de costumbre. Sólo cuando Galdrín se puso de nuevo a su altura tras hacerle un comentario a Lord Evan, el joven caballero enarcó una ceja y esbozó una pequeña sonrisa de complicidad hacía el bastardo. Ambos pensaban lo mismo sobre el heredero de los Crogall, estaba más incómodo en aquel camino que una septa en un burdel.

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21/10/2013, 16:22
Willard Camfrid

El joven Willard Camfrid se encargó de la tarea que le habían encomendado con total celeridad. Se le podía ver caminar orgulloso al lado del caballo de Lady Scarlett, como si de aquella sencilla tarea dependiera el éxito del viaje. Aunque el escudero más bien se sentía como si la estabilidad de todo el reino dependiera de aquella yegua que se había calmado ya. Bien por que el pequeño muchacho la había logrado tranquilizar con sus suaves caricias, o bien porque ya se había acostumbrado a la presencia del lagarto-león.

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21/10/2013, 23:50
Lord Evan Crogall

A medida que la comitiva dejaba el poblado Lord Evan seguía con su semblante formal, de Señor. Al ver al maese le devolvió el saludo y lo miró con un cierto brillo de alegría en sus ojos. Lord Evan sabia de la importancia para el viejo de esta empresa.
Finalmente el sonido hueco de la herraduras al cabalgar por le pavimento cesó. Bajó la mirada un instante e hizo una breve suplica en su mente. Antepasados haced que vuelvan todos sanos y salvos. Volvió a levantar la cabeza y se fijo en su esposa a la que dedicó una sonrisa picarona en un intento de dar un aspecto alegre a ese momento. Al cabo de un rato no pudo más que hacer algún que otro comentario con los compañeros de viaje. Quería disfrutar de ese día. Como una pequeña ventana abierta que dejaba entrar aire fresco a través del muro que su estatus de señor requería.Al ver que todo iba según lo previsto hizo un gesto de asentimiento y se sintió complacido de que todo empezara con buen pie. 

A la mitad de camino empezó a sentir el peso de su herida y en un par de ocasiones no pudo reprimir un suspiro y alguna maldición en su pensamiento.