Esta partida está en revisión. Si el director no da señales de vida o es aprobada por un cuervo será borrada esta noche
El chico mira atentamente cómo llamas. Parece algo confundido, pensativo, y cruza las piernas sobre la cama, dejando el bajo a un lado.
¿También la conoces? —pregunta, con seriedad, mirándote atentamente—. La he oído en tu música... a ella... —parece algo preocupado a la vez que muerto de curiosidad.
¿A ella? No... no puede ser-le mira atónito, y comienza a caminar de un lado a otro de la habitación, intentando relajar el nudo de nervios que se le iba formando poco a poco-No puedo creer que... tú también la escuches, creía que yo... era el único que lo hacía
Se llevó las manos a la cabeza, como sosteniéndosela para que no se callese-No bromees con esto Ulrich, es demasiado importante para mí, mejor dicho, lo es todo para mí-su rostro adquirió una expresión de incredulidad y gravedad profunda.
Mira hacia abajo, con la mirada perdida: Y- yo... yo también lo pensaba, pero... cuando te oí en el avión me pareció oírla, y ahora estoy completamente seguro.
Deja una pausa grave, un silencio incómodo.
Ella... bueno, ella me ha enseñado esta nueva vida... —comenta—. Sin ella yo estaría hecho una mierda.
Ella es lo único bello que conozco desde que comencé a tener uso de razón, lo único que me hace feliz en un mundo como este-se detuvo, quedando frente a él, mirándole fijamente-Ni siquiera he sido capaz de formar una familia, entablar relaciones más allá de lo laboral y lo cordial con nadie, todo me parece absurdo si ella no está ahí
Depósito el violín sobre el sillón en el que estaba sentado, con cuidado-Y fue mi búsqueda, mi afán por encontrar algo que se le asemejase, lo que me llevó a comprender lo que era capaz de hacer, lo que todos eramos capaces de hacer sin nisiquiera darnos cuenta
Yo... estuve durante varios años metido en las drogas... —dice, aún absorto—. Hasta que ella apareció. Sólo conservaba mi guitarra, desafinada, en aquel entonces. Me había ido de mi casa, y sólo podía tocar entre raya y raya... Y cuando ella apareció, supe que mi necesidad no estaba ahí, sino en la música... —dice, mientras una lágrima empieza a caer por su rostro—. Gracias a ella pude... bueno, rehacer algo nuevo con los trozos de mi antigua vida. Ahora tengo... amigos, mi banda, mi vida. Y la Magia... Algo que me ayuda a vivir, a aferrarme a lo poco que me queda antes de que este mundo se vaya a la mierda.
Ella me salvó del hastío de mi familia, de la ambición que movía a muchos de mis compañeros. Ellos... ellos querían ser grandes músicos, sólo para ver sus nombres en negrita sobre un panfleto de alguna orquesta prestigiosa, para ver una larga fila de ceros a la derecha en su cuenta bancaria, en cambio... yo sólo quise ser un gran músico para poder escucharla a ella, para poder hacerla feliz haciéndola sentirse acompañada de algo que se le asemejase en belleza-posó sus manos sobre los hombros del muchacho-Todos estos años... nadie había sido capaz de entenderme, no entendían qué era lo que me llevaba hasta aquella visión perfecta e inmejorable del mundo, y ahora... alguien a quien a penas conozco me dice que mi Alyssa ha estado con él todo este tiempo-su expresión era una mezcla indescifrable de mil sentimientos aflorando y revolviéndose al mismo tiempo-Esto no puede ser una mera coincidencia
Te mira con los ojos algo llorosos, aunque su expresión no se tuerce. Niega con la cabeza, incrédulo. Mira hacia abajo, como sin saber que decir, negando aún, y luego te mira.
Pensaba que eran leyendas... pero... no sé, ¿será acaso que compartimos Avatar? —dice, no muy convencido—. Eso sería imposible pero... ¿sabes Magia del Espíritu?
Su voz es grave, pero suena menos apagada, algo más normal. No obstante, no se le puede pedir demasiado a alguien con la actitud de él, que parece tener horchata en lugar de sangre.
Por cierto, Ulrich Mettner bani Seres Huecos —concluye, mirándote a los ojos.