Partida Rol por web

De las sombras avanzan hasta vosotros dos enanos zarrapastrosos, con el cuerpo bañado en su propia sangre por las heridas y la boca bañada de sangre por las heridas de otros. Justo detrás de ellos, otra pareja de enanos les sigue. Los dejáis acercarse, más y más, hasta que llega justo el momento que Wilbur estaba esperando y sopla los polvos mágicos de la palma de su mano. Las arenas de colores se transforman en un arcoiris de rojo, azul y amarillo que rocía a los cuatro mineros.

Pero algo va mal. Los enanos siguen avanzando hacia vosotros, lentos, pero inexorables. No es solo que continuen a pesar del ataque mágico del hechicero, incluso se puede decir que ninguno ha volteado la cara, cerrado los ojos, ni apartado la vista de la luz de colores. Es grave. Parece que la rociada de color no les afecta.

Bueno, pues quedamos solo nosotros. Extranjeros,-dice como si él fuera menos extranjero en estas tierras que vosotros, cuando no es así-habéis expresado la voluntad de ayudar, pues este es un buen momento. Podéis entrar ahí.y salvar vidas. Si lo que teméis es que ponga fin a la vida de Mindo, no os preocupéis. No tengo un alma propensa ha hacer daño a quién no me lo ha hecho antes, ni tampoco soy un remilgado piadoso que vaya por ahí matando inválidos y moribundos por un sentido extremo de compasión.

Vosotros tenéis que quedar bien con el pueblo, como dijo Lyranden. Además, Darius debería entrar en la mina a proteger a Valandil. Si muere, no podrá cumplir su compromiso de llevar a Mindo ante ese ser más sabio que él, se refiera a quién se refiera.

Teniendo el ligero interés que tenéis en adentraros en las galerías, yo, que no tengo motivo alguno, os pregunto: ¿preferís que me quede aquí vigilando a Mindo de un posible ataque? ¿O queréis que os siga para tener un par de manos con las que acabar antes y así volver cuanto antes con nuestro tullido?

Mindo no eleva ninguna opinión. Se limita a miraros interesado. ¿Tener a alguien que cuide de él o poder acabar antes para ir a ver al amigo misterioso de Valandil y volver a andar? El tiempo dirá qué es mejor.

Lyranden vio como Darius dudaba. Su amigo estaba medio moribundo y dejarlo en la superficie era algo arriesgado si aparecía algún peligro sin embargo el semielfo estaba seguro de que alguien que había intentado curarle no le haría ningún daño. Además ahora no podían permitirse el lujo de perder tiempo en tomar decisiones, sólo el tiempo diría si habían hecho bien o no. En cualquier caso no había posibilidad de saberlo ahora y sería una estupidez dedicarse a pensar en ello.
Por eso y dado que Lyranden ya había tomado su decisión le dijo a Darius - Compañero, creo que lo mejor será dejarle aquí con nuestro nuevo amigo, por el bien de Mindo deberíamos ayudar a esta gente para que ellos nos ayuden más tarde - añadió tratando de convencer a Darius insistiendo en el bien que aquella acción haría al elfo herido. Dicho esto le ayudó a levantarse y le acompañó a la entrada de la cueva, donde desenfundando sus armas se preparó para lo que pudiera haber en el interior

 Borateo esgrime la lanza ante el más cercano de los enanos, nada más ver como estos siguen avanzando de forma impertérrita.

 El ataque es demasiado precipitado y la punta de la arma se desliza inofensivamente por la pared del túnel, mellándose levemente en el proceso.

 - Wilbur retrocede, si vamos retrocediendo podremos plantar cara mejor.- Dice dando un paso atrás el mismo montaraz.

Wilbur va retrocediendo, colaborando con la táctica de Borateo y atacando al enemigo más cercano.

Lo estrecho del pasadizo dificultaba el uso de armas en la mina. Borateo no está acostumbrado a luchar en espacios tan cerrados, y el metal de su lanza chirría al golpear la piedra, haciendo saltar un par de chispas y un pequeño trozo de la pica. Wilbur, habituado a la vida en la mina, falla por otra cosa. Simplemente no está acostumbrado a combatir cuerpo a cuerpo. El impulso hace que el farol que cuelga de su mochila se balancee hacia delante, rompiéndose contra la maza. Ahora solo les queda una fuente de iluminación: la que cuelga fragilmente de la correa de Borateo.

Uaaaaaaaaaaaaaaaaaah...

Los enanos se abalanzan contra los aventureros. Los dos de delante se encaran con su par, mientras por el hueco de la derecha se cuela uno de los mineros de la retaguardia, que también intenta morder a Borateo.

En ese momento doblan el recodo Valandil y Lyranden. Su visión en la penumbra les ha permitido caminar sin problemas por el primer tramo de la mina, así que ni siquiera se han molestado en encender antorchas. En el lance, el minero que carga por el centro de la galería muerde a Borateo.

 Apretando los dientes ante su último estropicio, al fallar estrepitosamente su ataque y dañando con él su nueva arma, el pelirrojo monteraz se centra de nuevo en el terrible combate.

 Los enanos, enajenados, se precipitan encima suyo, pero haciendo uso de una destreza asombrosa, el guerrero clava, desgarra y empala a los tres primeros enanos.

 El pasadizo ilumindo por la titilante linterna que cuelga de su mochila, proyecta sombras dantescas a su alrededor, a la vez que la sangre carmesí se derrama en el suelo.

 Al ver como Wilbur le escucha y retrocede, el pelirrojo se separa de nuevo de los agresores, cubriendo su retirada con el arma de asta embadurnada en sangre fresca.

La carga de los enanos les ha costado cara. Borateo, con su lanza medio rota, logra dañar a los tres primeros antes de que le alcancen, y el batidor vuelve a retroceder para ponerse a salvo.

mmmmm... -volviendose hacia Lyrandar - supondo que tienes razon, bueno vamos a ver que demonios pasa en la mina y salgamos rapido...- al pasar junto a mindo me acuclillo a su lado - Mindo amigo, espera aqui, yo solo no puedo llevarte hasta el pueblo, solucionaremos esto y volviendo con los mineros el pueblo estara mas de nuestra parte, vale? descansa amigo... - entramos en la mina.....

Wilbur pierde un segundo en observar el ataque de Borateo.

- Joder con el bárbaro...

Para lanzarse seguidamente al ataque contra el minero más cercano.

Darius, que iba acompañando a Valandil y Lyranden a lo largo del túnel todo este tiempo, intenta hacerse un hueco para ver lo que ocurre. Borateo porta la única fuente de luz, un farolillo atado improvisadamente a la correa de su mochila. Algo por delante de él, Wilbur, en un error táctico importante, está luchando en solitario contra unos mineros completamente desarmados, y moderadamente heridos. El propio Wilbur, justo después de golpear a uno de esos mineros en la cabeza, saca una piedrecita de un pliegue de su túnica. La piedrecita, redonda y de color gris, empieza a flotar lentamente en el aire, trazando órbitas alrededor de la cabeza del hechicero.

Wilbur le propina un mazazo al minero 1 mientras sigue retrocediendo lentamente.

Al llegar al interior del túnel, Lyranden ve cómo aquellos a los que en teoría habían venido a ayudar se lanzan como posesos en una carga contra los aventureros sin apenas prestar atención a su seguridad.
-Definitivamente los enanos están locos - dijo en un susurro apenas perceptible mientras sacaba su ballesta para disparar a uno de los enanos que parecía haberse quedado a tiro.

Hola señor master, tengo una duda, no se si me he perdido algo, o directamente no tengo que saberlo, pero esto es es una mina enana? el pueblo del que hablan es una poblacion enana? el pais es un pais enano o como va la historia :)