Es cierto, es cierto. 4 horas me bastan para continuar fresco todo el día siguiente. Y me dará tiempo para hacer mis ritos diarios. Haré pues las dos primeras guardias de esta noche. Y me parece bien continuar así todas las noches que dure nuestra misión. Responde el elfo lanzando la ramita seca al fuego de campamento para seguidamente compartir algo de rústico pan, unas raices que encontró por el camino, bayas y fruta seca con sus compañeros.
Es verdad, olvide que los elfos solo duermen la mitad que los humanos.
- ¿En qué consisten esos ritos diarios? ¿No te pondrás a meditar con los ojos cerrados y al margen de todo, verdad?
Wilbur mira con desconfianza al elfo.
Tras engullir rápidamente su ración de comida, Borateo asiente ante Valandil.
- Estupendo, dormiré menos engustiado si cuatro ojos velan por nosotros.- El achaparrado monteraz se cubre con la capa primero y con la manta después.
- Ya me avisarán cuando sea mi turno.- Sin más se giró de espaldas e intentó conciliar el sueño. Finalmente, mustió a modo de saludo un: Buenas guardias.
La solución del bárbaro gigantesco es comunmente aceptada, con una ligera variación para aprovechar el tener un elfo con insomnio en el grupo. Los salvajes parece que usan la cabeza para algo más que para romper puertas. Aunque eso sí, su poco concepto de la medida le hizo cortar unas ramas muy similares en longitud*. Tras superar el desconcierto inicial, y comparar varias veces todo ese ramillete de palitos cortos, los turnos quedan establecidos.
Los de la última guardia deberían ir pronto a dormir si es que quieren ocho horas de sueño ininterrumpido. Borateo ya se ha metido en su petate. Wilbur le seguirá en breve. Pero las palabras de Valandil llaman su atención...
*Mejor haber sacado todas esas tiradas tan malas ahora... ;)
Entonces las guarias quedan así:
Primeras 4 horas: Nugruk y Valandil
Turno central (desde la quinta a la octava hora): Roger y Valandil
Últimas 4 horas: Wilbur y Borateo.
Total 12 horas. En vuestros turnos coméis, oráis y os concentráis para los hechizos. El halcón, como no os entiende, dormirá las 8 horas centrales, desde la hora 3 a la 10, ambas incluídas.
No quisiera que la pregunta de Wilbur quedara sin respuesta, así que doy otro día más para postear. Aún es de día. El sol solo ahora se empieza a ocultar... deben de ser aproximadamente las 9:00 (estamos en verano y el sol se oculta más tarde).
No sé que esperar de este grupo – pienso mientras termino de limpiar los huesos de mi comida.- El aprendiz de hechicero parece altivo, y poco útil en una batalla, igual que el bardo, aunque espero que este nos pueda animar el camino y servir de portavoz. AL menos el druida podrá curar nuestras heridas, he oído que manejan ese poder, si bien no tanto como los clérigos. De todos modos eso nos deja sólo a Borateo y a mí en las líneas frontales… Me parece que si de verdad son tantos bandidos como indicaba el cartel habrá que andarse con cuidado, y tratar de cogerlos separados y desprevenidos… ¿Alguno de estos será competente en misiones de infiltración? Me parece que el grupo es un tanto descompensado.
Me acerco a mi petate para colocarlo, pues no me acostaré hasta cuatro horas más tarde y súbitamente me dirijo a Borateo.
Perdona, pero me gustaría preguntarte que tipo de armas usas en combate, y que habilidades tienes, para saber a que atenernos en la lucha.- El bárbaro pregunta sinceramente y sin malicia.
Si dejas algo más pues aprovecho xD
El pelirrojo Borateo gira sobre si mismo, para quedar de cara al grupo, apoyándose en su codo mientras fija su mirada en Nugruk. Pasados unos instantes señala una larga y recia lanza, de unos diez pies de largo.
- Me gusta luchar a cierta distancia, procurando desgastar o a medrantar a los objetivos con el arco o la lanza, mantenerlos a distancia, para que tenga espadio para mantenerme resguardado de ataques cerrados. Si es cierto que no causa tanto daño como este mandoble que portas, me permite anticiparme a los ataques que me hacen, clavando la lanza o golpeando con su asta. Te sorprenderías de lo amadrantador que resulta a los atacantes el atravesar la distancia que marca la lanza.- Luego saca de debajo la mochila la recia hoja de una espada corta.- Pero si el combate se cierne en el combate cerrado, plantaré cara.
Hace una pausa para comodarse mejor, tras guardar la espada corta de neuvo en la vaina, medio oculta bajo la mochila.
- Y a pesar de no haberme pasado la vida en el monte como Valandil, me muevo bien por el bosque, y de tantos años cazando he aprendido a moverme en silencio y sin ser visto.
Asiento ante las palabras del batidor.
Al menos alguien que parece que sabe lo que se hace, pero eso me deja a mi sólo en primera línea, me parece que volveré a tener cicatrices muy pronto…
-Valandil- digo dirigiéndome al druida- ¿tienes suficientes hierbas para hacer emplastos curativos, si es que sabes como hacerlo? Si no este sería un buen momento para buscar algo por está zona. Admito mi desconocimiento total del tema, pero tal vez podría ayudarte.
No puedo compararme a estos guerreros en combate mi tampoco poseo grandes conjuros.
Acabo de comer un trozo de queso con una rebanada de pan antes de intervenir.
– No soy muy hábil con la espada y con la ballesta poco más. Sobre las curaciones a los bardos conocemos esos conjuros pero todavía no soy capaz de entender esos conjuros. Si puedo hacer que la gente tenga mas moral y sea mas efectiva en combate.
Tomo un trago de agua del odre para hacer una pausa.
– Creo que deberíamos comprar una de esas varitas con conjuros de curación, si valen unos cientos de monedas de oro. Aunque en más deberíamos valorar nuestras vidas.
¿Una duda esos poderes del bardo pueden mejorar sus propias habilidades en combate?
Wilbur escucha toda la conversación con interés, pero sin pronunciar palabra y manteniendo serio el semblante. Probablemente esperando aun a que su pregunta sea respondida.
¿qué en que consisten esos ritos diarios? son unas pocas oraciones, dibujar unas runas en la tierra y poco mas. nada que me vaya a fatigar ni a copar toda mi concentración si es lo que te preocupa.
He sido entrenado en las artes de dar vida y también en las de quitarla, pero en efecto, hay muchos productos en la naturaleza tremendamente beneficiosos para el organismo que nos podrán ser de extrema ayuda. Y siempre puedo usar y controlar la energía del bosque para hacer, digamos, una cura de emergencia.
La luz del día nos ayudará a encontrar las hierbas y raices que necesitamos, no ahora.
Valandil ve como su inseparable y emplumado amigo ya ha buscado refugio en las ramas de un árbol cercano disponiéndose a pasar la noche.
Descansad ahora, señores. os iré despertando para las siguientes guardias.
Wilbur se encoge de hombros y suelta un lacónico -Vale para después despedirse de todos con un murmullo ininteligible y acurrucarse por ahí en el lugar más confortable que puede loclizar.
Esperemos que ahora todos vayan a descansar, lo necesitaremos mañana…
Empiezo a buscar un buen lugar donde situarme, tal vez contra un árbol, para tener una buena visión hacia el camino.
El día se torna noche. La espesura del bosque y las brasas incandescentes de vuestra fogata os aportan suficiente abrigo ante las ráfagas de viento helado de la montaña nocturna. El primer turno de guardia se está desenvolviendo con normalidad. El halcón incluso se relaja y empieza a dormir con el pico bajo el ala.
De repente, el silencio del bosque es interrumpido bruscamente por un alarido tan histriónico y tan sonoro que despierta a los que ya estaban dormidos.
ÑIAAAAAAAAAAAAAAC ÑIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAC
El halcón aletea nervioso en la rama, Borateo se incorpora llevando la mano instintivamente a su espada corta, Roger se ve forzado a taparse los oídos para proteger su arte de tamaña abominación sonora, a Wilbur se le abren los ojos como platos...
Nugruk y Valandil, encargados de hacer esta guardia, señalan con sus armas una dirección en el bosque. El horripilante ruido proviene de más allá de los árboles. Lo que sea que produzca ese alarido, está cerca. Una cosa se da por segura: no lo produce ningún bandido; ningún ser humano tiene unas cuerdas vocales capaz de provocar que se os hiele la sangre de semejante manera.
Cita:
Sí.
Valandil, Borateo- digo en un susurro.- ¿sabéis que clase de criatura puede ser esta? En cualquier caso algo capaz de producir ese sonido ha de ser grande, tal vez deberíamos tratar de trepar a los árboles, no tengo interés en luchar con nada que se puede evitar.- Aunque sería una buena comprobación de las habilidades del grupo…
Miro en derredor, buscando algún lugar adecuado para subirnos.
Con la fuerza de la costumbre, de aquel que vive a la fuerza con un ojo medio abierto meintras duerme, el achaparrado pelirrojo se levanta en silenció, con las piernas medio flexionadas.
El entorno boscoso no es adecuado para las armas a distancia, con lo cual, mientras guarda la espada en el cinturón echa mano a la recia larga lanza mientras la pone en posición horizontal, mientras sus sentidos, medio aletargados, pugnan por despejarse y avisarle de que ocurre...
Tirada: 1d20(+1)
Motivo: Sab. Naturaleza.
Resultado: 6(+1)=7
¿Una prueba de Sab. Naturaleza nos puede dar una idea de lo que es, o requiere de otro saber? Tiro de Saber, para ahorrar tirada, en caso de ser el caso.
- ¿Pero qué...?
Wilbur se despierta sobresaltado y de un vistazo comprueba dos cosas, primero que sea lo que sea, no lo ha imaginado (no hay más que ver la expresión de sus compañeros) y segundo que ya están todos prevenidos.
Se levanta de un salto y sintiendo de pronto el frío de la noche, antes oculto por su manta, echa mano de su maza de armas mientras maldice su mala suerte.
ÑIAAAAAAAAAAAAAAC ÑIAC-ÑIAC ÑIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAC
El ruido, lejos de terminar, se sigue repitiendo escalofriantemente. La intensidad se preserva, con lo que parece fácil presuponer que no se está acercando, o se escucharía todavía más alto. O para ser más exacto, no se está acercando por ahora...
ÑIAAAAAAC ÑIAAAAAAC ÑIAAAAAAC ÑIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAC
Podéis usar cualquier saber de forma activa (por vuestra propia iniciativa), una buena tirada os puede hacer descartar cosas.
Os diré qué tirar específicamente en los enfrentamientos, cuando os encontréis cara a cara con una criatura y podáis ver su fisionomía. Reconocer una criatura solo con el sentido del oído es una tarea imposible. Tendríais que estar muy familiarizados con un pájaro común para reconocer su trino, pero la fauna de d&d hace que muchas cosas peligrosas puedan emitir este sonido.
Borateo mira a sus compañeros, muchos de ellos no parecen muy duchos en esconderse o subirse a árboles. No estaría bien por su parte el escurrir el bulto y dejarlos a su suerte. Nadie le tidaría nunca de cobarde, no lo es.
Medio agazapado, el pelirrojo, lanza en mano se aparta un poco, buscando esconderse y quedando a un lateral del grupo, si no los podía ayudar a esconderse, tal vez pordría preparar una emboscada...
Tirada: 1d20(+6)
Motivo: Esconderse
Resultado: 5(+6)=11
Esconderse.
Me despierto de un bote ante un sonido tan molesto que me fuerza a taparme los oídos. Al cabo de unos segundos observo a mis compañeros buscando un peligro inminente.
– ¿Que es eso, que ocurre?
Al repetirse parece que se aproxima y mientras preparo mi laúd para intentar contrarrestar sus efectos si nos atacan intento recordar alguna composición en que se hable de peligros precedidos por un sonido tan molesto.
Tirada: 1d20(+2)
Motivo: conocimiento de bardo
Resultado: 13(+2)=15
Al serenarte, aunque no reconoces el origen del sonido, y escucharlo te hiela la sangre, en tu memoria evoca el recuerdo de las óperas de ciudad... No porque el canto sea melodioso como el de un tenor, todo lo contrario, te da ganas de echar a correr... Es más bien que te parece reconocer ese alarido como algo más cercano a un clamor de auxilio burdo y estruendoso que a un amenazante bramido de un depredador. En ese sentido... y de una manera bastante distorsionada y salvaje, sin ser un canto te transmite el mismo dolor que una composición para una tragedia teatral.