Partida Rol por web

Alexander tenía pensado hacer disparos intimidatorios para que Athena pudiera acabar con los bichos que quedaran pero como la soldado eliminó a todos menos uno, se decidió a probar suerte pero un el ser se elevó a contraluz y el ingeniero quedó cegado.

Un nervioso Alexander intenta acabar con el último de los malditos bichos, pero está claro que lo suyo es más diseñar y fabricar armas que dispararlas. Todo apunta a que el primer enfrentamiento en esta Tierra hostil está a punto de acabar... hasta que un chirrido procedente de las frondosas copas les hiela la sangre a los pilotos. Los pilotos no pueden evitar mirar hacia arriba y los haces de luz de sus cascos les revelan un terror alado que se lanza en picado hacia ellos.

Algo asi era de esperar

Sin dejarse amilanar sale de su protección, encañona a la gran criatura y le lanza una gran ráfaga para obligarla a centrarse en ella, mientras dice por el comunicador.

El otro pequeño es vuestro, cubre a George y venid luego a ayudarme, corto.

Vamos grandullón, bailemos.

La ráfaga pilla de lleno al enorme murciélago mutante, acabando con su desagradable existencia antes de que pudiera hacerle nada a nadie...

Habia tenido demasiada suerte hasta ahora, pero con la aparición de ese engendro gigante temí lo peor. Si seguía llamando la atención acabaría siendo la cena.
Deje de corretear y busque subirme a una rama a media altura, desde allí desenfundé mis armas adaptadas a mis manos de pequeño protoprimate y le baje un cargador al murciélago mutante que me seguía.

Los proyectiles de la pistola pesada de George no impactan en su objetivo, pero sí parecen lograr aturdirlo un instante antes de que se lance al contraataque buscando la sangre del pequeño mamífero.

Alexander miró de reojo cómo Atehna acaba muy eficazmente con la madre de los bichos. Sin muchas pretensiones intentó cubrir a George disparando al último enemigo. El tiempo que dedicó a mirar el trabajo de Athena lo pagó con un disparo estrepitoso.

- Será mejor que ayudes a George antes de que se lo coman.

Desde lo alto de la rama le descargo toda la munición, pero sin embargo no logro acertarle con efectividad, el murcielago aunque algo aturdido sigue su trayectoria para atraparme y yo no tengo más remedio que dar un salto y colgarme de otra rama aledaña, salvandome por un pelo de que no me atrape. Oigo los disparos de alexander que pasan lejos y espero que Athena se encargue de este ultimo porque no sabia por cuanto tiempo más podria llegar a escaparle a ser su cena.

Ni Alexander ni George logran atinar al maldito bicho volador, pero al menos el pequeño lemúrido logra esquivar su ataque. Parece que todo va a quedar en manos de Athena, ahora que ha terminado de despachar a lo que parece el alfa de este grupo...

Al menos podriais haberle acertado de casualidad

Dice con fingido fastidio mientras vuelve el cañón de su arma contra el último de los murciélagos y abre fuego

La ráfaga de Athena prácticamente deja más agujeros que carne de rata mutante voladora. Los pilotos miran a su alrededor, como esperando que salga algún bicho más de la espesura en una suerte de broma macabra del planeta. Pero al cabo de unos instantes no sale nada...

- Por suerte te tenemos con nosotros, dice sonriendo Alenxander mientras recarga su arma y la enfunda. ¿Estás bien George? Te he visto muy hábil saltando de rama en rama.

Si estamos todos bien lo mejor es moverse de aqui, el fuego automático hace ruido y el ruido puede atraer más fauna local interesada en conocer nuestro lugar en la cadena trófica.

Athena había demostrado ser un elemento clave para nuestra supervivencia en la salvaje tierra. Alex y yo debíamos mejorar nuestras aptitudes en el campo de ataque o nos la veríamos en problemas solos.
Solo tengo un rasguño Alexander, coincido con Athena que debemos apresurarnos y tratar de llegar cuanto antes a nuestro Mecha. Si existen criaturas así de grandes es porque bien pueden competir con los famosos Kaijus por su lugar en el ecosistema, no es de extrañar que nos acechen pronto otros competidores naturales, ahora que les henos removido de su lugar en la cadena. mientras hablaba me dispuse a tomar muestras de material genético, un posterior estudio nos permitirá ahondar en la evolución del mundo salvaje y la adaptación a los primeros estadíos radioactivos.

Pese a todo, George no deja de ser un Antólogo de xenoespecies, y aunque ha tenido acceso a los datos de las especies terrestres tal cual se registraron antes de abandonar el planeta, esto a lo que se ha enfrentado es algo diferente. Así pues, y pese a la prisa que llevan, se toma unos minutos para recuperar el aliento y tomar algunas muestras biológicas para analizar cuando vuelvan a la Flota.

Athena aprovecha el interim para revisar y recargar sus armas. Despues de eso mira las coordenadas y se prepara para la marcha.

- Sigamos entonces, la tormenta se acerca y puede causarnos problemas si nos pilla al aire libre.

Acabada la recogida de datos de las especies mutantes digo.
Listo, por mi parte, podemos seguir guardo todo mi equipo y avanzo dando salticos casi como un walabi