Partida Rol por web

Adriana se giró hacia los monitores. Pensaba que estaba descuidando mucho la seguridad perimetral de la nave. Mientras hacía el repaso comentó - Bueno, ya buscaremos algo. Con la misma miró a la jefa. Quería ver sus gestos y opiniones, y aunque no fueran estos de palabra, quería saber que pensaba.

-Tenemos tiempo. Ahora mismo, no hay mucho que podamos hacer salvo esperar.

Lorna sacó su pistola, comprobó el cargador y el seguro y la enfundó de nuevo.

-De momento, vamos según el horario previsto. Si al amanecer no sabemos nada de ellos, entonces tomaremos medidas.

Esta escalera me sigue dando mal rollo. Pienso y me introduzco otra vez en ella, anticipándome a cualquier movimiento en ella. Va todo bien hasta que de repente el click de un desbloqueo por tarjeta me sorprende justo al lado mío y veo como una puerta empieza a abrirse ¡el oído me ha fallado! Antes de que la puerta se llegue ni a abrirse siquiera me lanzo contra ella y la bloqueo con mi cuerpo mientras con la pierna me apuntalo contra la barandilla. La puerta ni se mueve.

Rápidamente le hago gestos a mis compañeros para que bajen rápidos mientras yo mantengo la puerta cerrada, con el sudor bajándome por la espalda. Mientras ellos pasan escucho varios pitidos de quien esté al otro lado intentando repetidamente abrir la puerta con su tarjeta. Cuando todos han llegado abajo le indico a Pavel con la cabeza la cámara de seguridad que tengo en la planta donde estoy. Si no la hackea estamos fritos. Al mismo tiempo escucho al otro lado de la puerta una voz diciendo, "Tengo un problema con la puerta de la escalera de servicio de la cuarta planta..."

Es mi momento. Con todo el sigilo del que soy capaz bajo las escaleras y me reúno con mis compañeros. En ese momento la puerta se abre y escuchamos el final de la conversación: "La puerta se ha abierto ya, sería un error pasajero, gracias." y luego unos pasos que se pierden escaleras arriba. Odio estas escaleras.

El incidente del ascensor me inyecta adrenalina en la sangre.

-Casi la pifiamos por mi culpa-pienso-por un pelo.

Reconozco el error que casi cometo y veo un patron en la seguridad, en teoria aleatoria de sus sistemas, parece un asunto arriesgado, algo entre una corazonada y calculo frio. Me arriesgo y encuentro una puerta trasera en el sistema, su existencia me intriga, no tengo claro si se hizo con un proposito dañino o simplemente las mañas de un programador bastante vago para poder acceder rapidamente al mantenimiento del sistema. Por una vez no le doy muchas vueltas y aprovecho el regalo. Tardo tan poco que cuando acabo de hackear el sistema y me les quedo mirando con una sonrisa de triunfo les pillo un poco por sorpresa.

-Podemos continuar caballeros-susurro.

Esa puerta había estado muy cerca. Por suerte parecía que la treta de Valdés había dado suerte, al menos por ahora. Necesitaríamos un poco más de esa suerte para que no investigaran más a fondo esa “incidencia inusual” o la habilidad de Pavel para dejar algunas pistas falsas al hackear el sistema.

Una vez más estábamos en aquella puerta de la tercera planta. Con la información que habíamos recabado hasta ahora el sistema táctico evaluó los patrones de los humanos y robots que nos habíamos cruzado para predecir una ruta alternativa hasta el hueco el ascensor que usamos la última vez; bajar debería ser más fácil que subir.

Doble le indico la nueva ruta a Roberto y le dio la señal para proceder delante una vez más, confiando en las capacidades de De Bligh por el camino. Si todo iba bien llegarían al nivel 0 y solo faltaría el último tramo de robots de servicio para regresar a la “seguridad” de los túneles.

Cuando estamos llegando al hueco del ascensor suena una señal acústica y vemos desde nuestro escondite como un robot de limpieza sale del mismo y se pierde por un pasillo. Vaya golpe de suerte, pienso. Y más cuando me acerco y veo que el ascensor sigue allí. Simplemente le doy al botón de llamada, sabiendo que está vacío y las puertas se abren. Pulso todos los botones hasta el último piso sin siquiera entrar dentro, y cuando la puerta se cierra y el ascensor se pierde abro las compuertas y le indico a mis compañeros que comiencen a bajar mientras yo vigilo que nadie se acerque. Venga, tenemos un rato hasta que vuelva a bajar.

Mientras estás sujetando las compuertas y antes de que ninguno de tus compañeros pueda entrar en el hueco del ascensor, escuchas el inequívoco sonido de unos pasos que se acercan por el pasillo. Alguien está a punto de dar la vuelta a la esquina y os va a pillar con las manos en la masa.

Tienes apenas unos segundos para decidir qué hacer.

Indico a Mark que sujete la puerta y a Pavel que se esconda en la esquina, acecho a quien se acerque y trato de agarrarlo por sorpresa y tirarlo por el hueco del ascensor. Esperemos que una caída le quite las ganas de avisar a nadie.

En el momento en el que Pavel comienza a prepararse para bajar por el ascensor, Doble se da cuenta por el rabillo del ojo de que Roberto se está yendo hacia un extremo del pasillo, a su derecha. Camina agachado y con sorprendente sigilo, mientras aferra su arma, aparentemente listo para disparar. A unos 10 metros el pasillo gira y en ese momento Doble se da cuenta de que se oyen pasos llegar por allí.

Valdés llega a la esquina en el mismo momento en el que una persona con un traje de protección tipo Cloth se asoma, arma en ristre. El marine pone una rodilla en el suelo y dispara con su rifle de francotirador, pero el guardia logra esquivarlo el disparo agachándose a su vez. Lleva un rifle láser y apunta al marine. 

[Pongo el texto esta noche]