Partida Rol por web

He estado escuchando la conversacion de la despampanante mujer desde un segundo plano a unos cuantos metros, sumergido en una esquina del local...
Entonces sonrio encantado cuando ella menciona mi nombre... Habla con Quiroz, ese español es un tipo curioso, alguna vez hemos coincidido en el mismo burdel y alguna vez lo he vitoreado en una pelea y apostado por el... Ella habla de un nuevo navio llamado "Mal Fario"... Impresionante, una mujer que se atreve a capitanear un barco con ese nombre, siendo tan bella... Solo puede ser algo bueno, no por nada me llaman "el blasfemo"...
Me decido a levantarme y me apoyo a su lado en la barra.
- Siñores... - saludo al gigante y al espadachin, luego le hablo directamente a Reese - Crieo quie he oido mio nombre, siñorita... Yio soy Iskandar Seabdul... Nio he podido evitar esquiuchar vuestra conversasion... Mie parese muy interesante eso quie contais siobre un navio iamado... Mal Fario... Siolo una sirena embriujadora podria ser capitana di una empriesa asi... - sonrio, con descaro mujeriego.

Desclavo la espada de la pared y la enfundo de nuevo.
Una vez relajada la tensión, y habiendo aceptado Roberto la oferta de formar parte de la tripulación del Mal Fario, sonrío ampliamente, dando una fuerte palmada al hombre en la espalda, mientras empiezo a reir con fuerza.
-¡¡Serrr buen guerrrerrro, Rrroberrrto, y hombrrre valiente también!! De mi cinto saco un cuerno de toro hueco, nada más llegar a la barra. Miro al tabernero, señalando el cuerno. ¡Tú! ¡Llenarrr de servesa! Cuando me lo devuelve, lo alzo, en dirección al nuevo tripulante, y lo choco con su jarra de ron. ¡¡Bienvenido a borrrdo!! Dicho esto comienzo a beber del cuerno, vaciando su contenido en un largo trago, tras lo que me limpio las barbas de espuma con el antebrazo.
Reparo entonces en la aparición del turco, Iskandar Seabdule. Sonrío aún más, mirando a Reese. -Parrrese, capitana, que las Norns tejerrr su telarrr teniéndonos prrresentes... ¿No serrr hombrrre que buscarrr, éste? Crrreer que serrr vigía y hombrrre de afilada y rrrápida lengua... Halagos a ti no faltarrr a él...

No me van a faltar acentos raros en el barco, vive Dios... Y... Deben de ser los dos únicos piratas diestros y agraciados de toda Tortuga... Parecen sanos...

Miro a Iskandar levantando una ceja, sonriente, justo cuando me disponía a brindar por el reclutamiento de Quiroz...

- El mero hecho de que me hayais escuchado y ese acento que teneis me hacen creer que debeis ser el turco del que me hablaron... - da un pequeño trago de ron, para ir entrando en calor - Decidme, Iskandar... ¿Tenéis capitán...? Porque ya podéis estar diciéndome quién es para que lo mate y podáis acompañarnos... - bromea - Necesito un maestro de Alturas de vuestra talla...

- Io mismo mataría a mi capitian por enriolarme en su tripulasion, my lady... Y asi igual, siendo vos mi capitiana, moriria por la causa que fuera la del Mal Fario... Diespertar en alta mar y ver dos soles no es una opiortunidad que se puida aseptar todos los dias... Ya teneis maestro de alturas, capitiana Goldienskull... - miro a los otros dos hombres sonriendo complice, la compañia en este barco promete... Levanto la mano - Cuatro jaras de ron para mis companieros de barco, pago io.

Tras chocar mi jarra con el enorme ofical de la capita y vaciarla de un trago con una sonrisa en la cara y rio al escuchar sus palabras

Esta va a resultar una tripulacion extraña pero muy apropiada para un barco como ese, pronto nuestros nombres resonaran en las canciones

Entro en la taberna buscando a Reese, mi capitana... ¿Habra conseguido ya tripulacion para nuestro nuevo barco? Miro a quines esten con ella...

La taberna calla de nuevo... La hija del "Carnicero de Singapur", a quienes todos recuerdan por su legendaria sangre fría, ha hecho su entrada en la taberna...

Reese en cambio sonríe ampliamente, contenta al verle...: Su amiga de toda la vida...

Abre los brazos para recibirla con un fuerte achuchón con palmadas en la estrecha espalda de la joven de aspecto asiáticos, y rodeándole los hombros, la lleva hasta sus nuevas "adquisiciones", donde también está Little Björn...

- Bai-Bai...: Te presento a nuestros nuevos tripulantes. Él es el español del que oímos hablar, Roberto Ramírez y Quiroz, y éste es el vigía turco del que comentaron en el puerto aquellos rufianes: Iskandar Seabdule el Blasfemo... ¿Has reunido tú a los demás...?

Todo listo, Leese... miro severamente a los dos nuevos reclutados, Reese y Björn saben que nunca tengo cara de buenecita ni sonrio, porque cuando lo hago parezco una niñita Vale, encantada... miro otra vez a Reese, ansiosa Todo esta listo, ¿zalpamos ya? Me muelo pol estlenal el Mal Falio...

- Estupendo - Reese da una sonora palmada en la espalda de Bai y mira al resto de su recién adquirida tripulación... - ¿Qué me dicen, caballeros? El Mal Fario está listo para navegar... ¿Y ustedes?

Hago un gesto de saludo con el sombreo hacia la recien llegada

Parece que la tripulacion es cuanto menos interesante

Despues me giro a la capitana

Mis piernas ya han estado demasiado tiempo en tierra firme, partamos y convirtamos nuestro barco en una leyenda

Apoyado en la barra, con el cuerno repleto otra vez de cerveza en la mano, sonrío a Bai cuando entra en la taberna, desde detrás y por encima de las cabezas de Iskandar y Roberto. Alzo el cuerno en su dirección antes de dar un largo trago que vuelve a vaciarlo. Acto seguido vuelvo a hacer que lo rellenen. Bien conocida es la resistencia de Asbjörn al alcohol... Hasta el punto de que, por más que bebe, nunca llega a vérsele ebrio.
Cuando Reese formula su pregunta, alzo una vez más el cuerno, antes de responder:
-¡Estarrr listo siemprrre que capitana desirrr! ¡Poderrr sarrrparrr cuando rrreunirrr todos y Asbjörn pedirrr bendisiones a Njörd y los Aesirrr!

Cita:

- Ni quie lo digas, companiero... - digo, mirando primero a Reese y luego a Bai - Io estoy listo, capitiana... Andando... Y espiero qui haya sufisiente ron... - rio.

De éste modo, la tripulación del Mal Fario se unió por vez primera, trabando una relación de confianza entre los oficiales y la cocinera sobre todo...

Roberto e Iskandar eran afines en su gusto por la buena vida y el lucimiento, aunque eso alguna vez les llevaba a pelearse de forma que siempre acababa en un brindis con ron, nada serio...

Bai-Bai aprendió a relajar el ceño con ellos, al igual que el gigante nórdico Asbjörn, y con el resto de oficiales, todos bastante competentes y afines con el resto de los tripulantes.
Amasaron cierta riqueza, y todo iba bien, para máximo orgullo de su capitana...

No obstante, cercano a las costas de Boston, el Mal Fario topó con uno de los barcos de la Armada Inglesa... Pero su capitan no era uno cualquiera...: Era el mismo capitán que dirigió la escaramuza contra el barco en que viajaba el padre de Bai Neleng, buscado por toda la flota del comodoro James Silverskull, padre, amigo y superior de Reese...
La orden de la capitana fué clara:

- No habrá prisioneros... No dejeis dos tablas de ese barco juntas... - rugió, justo antes de lanzarse a la batalla contra los ingleses que abordaban su barco...

La batalla sobre la cubierta del Mal Fario fué brutal... Quiroz dirigía tan bien como sabía a los espadachines... Asbjörn arremetía con potentes ataques contra los marinos... Bai Neleng e Iskandar se encargaban de degollar a los artilleros del barco enemigo...

Pero el barco inglés vencía, por causa de sus cañones, cuando el que entonces fué Oficial de Artillería del Mal Fario, un verdadero pirata sanguinario, decidió eliminar la ventaja en un golpe de locura cuando Bai e Iskandar volvían por las cuerdas al barco pirata... Se introdujo en la bodega del barco inglés y prendió fuego a los barriles de pólvora e hizo volar el barco entero, con mucha de la tripulación del Mal Fario en él...

Cuando los supervivientes despertaron, descubrieron que el barco había sido rápidamente reparado por el carpintero de aquel entonces, un hombre sacrificado, pues estaba herido de gravedad y aún así dejó el navío perfectamente navegable... Pero la vida del médico se había perdido, como la del artillero (a quien Reese habría pasado por la quilla si hubiese sobrevivido, claro) y el timonel...

Con su tripulación absolutamente diezmada, consiguieron regresar a Tortuga, reponiéndose ahí de la terrible escaramuza, ya que el botín era mayor para los pocos supervivientes que quedaron, aunque tenían la satisfacción de haber hundido a su archienemigo inglés...

La vida del carpintero se perdió, debido a las infecciones de sus heridas, dos días después de echar amarre en Tortuga...

Con los ánimos harto caldeados, Reese no dejó que el sueño del Mal Fario se perdiera... Se lo debían al médico, al timonel, y sobre todo al carpintero por haberse dejado la vida en el navío...
Aquel imbécil de artillero al menos les había dado algo: Fama de locos y sanguinarios, de un barco que no tenía reparo en llegar a medidas extremas cuando se trataba de alcanzar sus objetivos...

La capitana hizo llamar a sus supervivientes en la taberna en que fueron reclutados, y fué entonces que dijo, friamente, con el ceño fruncido:

- Bai-Bai está reuniendo hombres para reemprender el viaje, tripulación de a bordo... Nosotros tenemos que reunir nuevos oficiales de artillería, timonel y carpintería... Amen de, por supuesto, un cirujano... ¿Cuánto estareis listos para zarpar de nuevo? Ya ha pasado una semana... ¿Es que vamos a quedarnos en tierra para siempre? ¿O qué, demonios...?

Tras las palabras de Reese, con rostro enfurecido, golpéo la mesa en la que bebemos con el puño cerrado, haciendo saltar las jarras sobre la misma, y comienzo a rugir, con voz atronadora que resuena en toda la sala de la taberna:
-¡¡Serrr verrrdad, por la hirrrsuta barrrba de Odín!! ¡¡Llevarrr ya muchos días en tierrrra, empesarrr a echarrr rrraíses como el Yggdrassil Me levanto de la silla, tirándola al suelo con el movimiento, mientras vacío el cuerno de cerveza y me limpio la barba con el antebrazo. ¡¡Yo voluntarrrio parrrra buscarrr, capitana!!

Desde la barra donde Isadore estaba observando en busca de una capitana que buscaba tripulantes... Miraba mesa tras mesa hasta que su mirada se topo con un bellos rizos rubios y unos labios exuberantes. Se mordio el labio inferior y con paso decidido y elegante se acerco a la mesa. - Buenos dias caballegos... Madame - saludó con un marcado acento frances y una amplia sonrisa que dirigio sobre todo a la bella capitana - Me llamo Isadoge Gawain... me han comentado que una bella capitana busca tgipulantes... ¿Eso es ciegto? Al menos en lo de bella he encontgado una - sonrie como es habitual en el

Luis Alfonso se encontraba sentado en la barra de la taberna junto a un buen puñado de jarras de cerveza vacías y otra llena en la mano cuando el tipo de aspecto nórdico se levantó tirando la silla al suelo.

Maldita sea por los demonios de los siete mares vuestra fama os precede malditos rufianes.

Luis Alfonso se da la vuelta y levanta su jarra de cerveza.

¿No sois vosotros acaso aquellos liderados por una insensata mujer que ha tentado a los dioses al bautizar al montón de chatarra al que hace llamar barco? Tenía entendido que vuestro anterior artillero decidió quitarse la vida antes de seguir sirviendo en vuestro buque.

Con un cabreo considerable sigo bebiendo ron, tras mirar de forma curiosa al gabacho, pero el siguiente comentario me hace hervir la sangre y llevar la mano a la empuñadura de mi ropera

En realidad nuestro artillero tuvo mas facil salir con vida que cualquiera que tenga la osadia de ofender a mi capitana o mi barco, asi pues disculparos o desenvainad vuestro acero

No osaría insultar a tan magnífica como insensata señora, mas vuestro buque...

Alfonso se levanta y da dos pasos tambaleandose.

Buque... si es que se le puede llamar así, sólo un loco osaría navegar en un cascarón de nuez llamado el Mal Fario tentando a todos los dioses habidos y por haber en un desafío directo para hundirlo. No señor, eso no puedo retirarlo... bien lo sabéis, porque de la boca de los niños y los borrachos sólo sale la verdad.

Alfonso se bebe la cerveza de un trago y deja la jarra en la barra.

Subir a ese buque es como bajar al mismísimo Estigia y retar al mismísimo Caronte a un duelo de buques.

Alfonso se acerca aún más de forma desafiante.

Para suerte o desgracia sólo existe un oficial capaz de hacer semejante hazaña y salir con vida, y lo tenéis frente a vosotros.

Una joven mujer, vestida con un vestido que haría unos años sería una auténtica exquisitez y con unos tirabuzones negros cayendo como una cascada sobre sus hombros observa la afrenta desde una distancia prudencial. Parece esperar algo con una sonrisa pícara iluminando su rostro.

Observo desde mi posición, en pie, al recién llegado supuesto timonel... Frunzo el ceño como pocas veces se me ha visto hacerlo, y sin apartar de él la mirada alcanzo mi espada, envainada en su funda, apoyada en la mesa.
-No saberrr quién éste charrrlatán... Perrro va a corrrerrr sangrrre porrr suelo taberrrna... ¡Klump cur I'll kutt henne er utrustning I'll ekstra det rustning fra tu brystkasse og seg seg fra spise å des bristol!
Lanzo una última maldición en mi idioma, para escupir al suelo después.