Amanece un nuevo día... apenas está comenzando a verse algún rayo de sol cuando el barco ya es un hervidero de trabajo... movimientos en todas partes... la cocina ya desprendía un fuerte olor a café... y los grumetes limpiaban la cubierta con algo que desprendia un fuerte olor a amoniaco...
Isabel salió a cubierta a despejarse y despertarse un poco, iba con un bonito vestido
saluda a los marineros que encuentra a su paso y se acerca a la zona de proa que está recien reparada para ver cómo resiste al mar... tiene sus dudas sobre esa zona... todos los días repasa las zonas más importantes antes de seguir con su trabajo abajo en el camarote taller.
empiezo nuevo día y asi empezamos todos ya en el barco .... y todos ya habiendonos conocido vale????
jo es que me aburro jijiji
Tras ordenar mi equipaje en el camarote, poniendo especial reparo en la flauta travesera y en las nuevas partituras que conseguí en Cádiz (Orfeo de Monteverdi) me ciño la espada y adecento mi chaqueta de la Orden, tras lo cual subo a cubierta.
Me dirijo en busca del contramaestre, encontrandolo dando ordenes a la marinería.
Disculpe Don Fernando-digo mientras hago una reverncia- he pensado que podría instruir aun más a la tripuliación asignada a los cañones del barco, e incluso enseñar unas lecciones básicas sobre artillería a los suboficiales.¿Debería conseguir la aceptación del capitán o con la suya bastará?
Yo, para seguir con coherencia, espero a que el capitán haga acto de presencia y nos demos con fervor a la entrevista esa... :D
Ánimo.
Por cierto, Isabel. No tienes corazón. Vas a matar a la pobre tripulación, por no decir buscarte un susto, si te pavoneas así por cubierta :P
Tranquilo Lope, al principio, las dosis de bromuro son altas en las cenas.
Al escuchar a Juan Diego de Almagro no puede disimular una media sonrisa, asiente con lentitud y dice:
-No creo que el capitán se oponga, toda instrucción en las artes de la guerra es poca cuando tenemos el cometido tan arduo de limpiar las aguas del Caribe infestadas de piratas. ¡Y como bien Dios sabe muchos no solo son muy hábiles en la navegación, saben mas esgrima de lo que su poco linaje diría y tienen una endemoniada puntería con sus sucias pistolas! No hay que tener la menor piedad con ellos, ni subestimarlos, si podemos reducirlos a escombros antes de que lleguen siquiera a abordarnos sería el mejor desenlace. Lo mismo digo, si entran en combate, disparemos los fusiles en formación y llenemoslos de plomo. Y si consiguen entrar en cuerpo a cuerpo bien conocerán el poder de la Verdadera Destreza, pero reduzcamos daños y perdidas, tendremos muchos combates por delante.-
Nota: La Verdadera Destreza es la temida esgrima española, tan depurada en la teoría (incluyendo conocimientos de geometría y física de la hoja y de las técnica) como en la practica (usada sin lugar para el descanso por los tercios españoles que no paran de luchar por toda Europa en nombre de la Corona de los Austria).
Tras pasar por la cocina a saludar a Iñaki, salgo a cubierta con mi taza de café. Me apoyo en una de las bandas y observo el intenso mar azul.
Entoncés noto que a mi alrededor hay cierta inquietud. Crispación. Apenas necesito algo más que echar una ojeada para darme cuenta de cual es el motivo.
Con la taza de café aun en mi mano, y vestido de uniforme como es costumbre, me acerco a Isabel. - Buenos días oficial Santamaría. - Me cuadro, firme y sin esperar a que me salude, frunzo el ceño y agrego en voz alta - ¿cree usted que esa es forma de vestir para un oficial y en un crucero de guerra de la Corona? - miro el café y luego a ella, y nuevamente la atajo antes de que me responda - Vuelva a su camarote y vístase como es debido. Esto no es un viaje de placer.- la mirada hostil, el rostro serio y el tono de voz alto, autoritario y firme deberían hacer el resto.
No tengo porqué decir lo que pasará si desobedece o si la vuelvo a ver vestida de esta guisa. - sentencio cuando se da media vuelta y se aleja, espero, cumpliendo mis ordenes.
Y con una ultima mirada alrededor, doy por zanjado (y los curiosos también) esta falta de indisciplina.
Esto va para Isabel (y su paseo por cubierta con vestido)
Un marinero se pasa por el comedor donde se encuentra Lope bebiendo y comiendo, y alrededor se juntan algunos curiosos y oficiales, observándole.
Le acompañaré a su habitación. - una vez termina de comer le lleva a una, estrecha con literas, que afortunadamente está vacía y antes de irse le comenta lo siguiente - Cuando se haya repuesto y esté descansado hágalo saber. El capitán desea verle.
Dicho esto se va.
Escena del Naufrago.
Isabel está que trina... esa forma de hablarle delante de la tripulación dejándola en evidencia la ha puesto a parir. Su genio y su caracter casi le hacen armar una buena, pero sabe que si empieza con mal pie con el capitán tendrá problemas y puede que la destinen a otro barco o peor... la dejen en tierra.
Tendrá que ceder esta vez... odia ceder ante un hombre... se dio media vuelta sin mediar palabra pero con la mirada llena de rabia y bajó a su camarote.
Volvió media hora más tarde con su uniforme de alferez, haciendo saltar vítores y aplausos pues le sentaba tan bien que los marineros se fijaron en ella igualmente. El uniforme hacía que sus caderas se contonearan prietas bajo el pantalón, y sus pechos destacaban ocultos bajo la camisa. Le daba un aspecto demasiado llamativo, pero el capitan quería uniforme, pues nada, uniforme.
Sabía lo que pasaba cuando se ponía el uniforme, ya lo había visto en la academia, por eso prefería ponerse vestidos femeninos, ya que al menos al cabo de unos días dejaba de llamar la atención pues era normal ver a una mujer vestida de mujer, pero no a una mujer vestida de alférez.
Paso junto al capitán, me cuadro, firme y saludo. Señor! disculpe mis modales! se presenta a su servicio la Alferez Santamaría se atreve a mirarle a los ojos... y ve orgullosa como el capitan la mira de arriba a abajo.
ejem..... :P
Termino de beber el café y dejo la taza en la cocina. Cuando vuelvo a subir a la cubierta se ha levantado algo de brisa y aun es temprano para volver a mis deberes.
No me siento mal por haberla gritado, sino por hacerlo delante de los marineros. Pero si quiero mantener cierta disciplina es lo que hay que hacer.
Cierro los ojos y me quedo pensando en mis cosas dejando que me acune el mar.
Entonces vuelve el revuelo. Me doy media vuelta y comienzo a andar por el barco, aquellos que vitorean o aplauden o murmuran se callan inmediatamente a mi paso y vuelven a sus cosas.
Entonces se planta delante mia, de nuevo, la oficial Santamaría. Me sorprendo a mi mismo mirando lo bien que le sienta el uniforme -Al fin y al cabo es una chica joven y muy hermosa- comento para mis adentros.
Trago saliva inconscientemente. La saludo marcialmente y me paseo alrededor suyo observandola. -Es preciosa se ponga lo que se ponga- me digo.
Endurezco el rostro, me afirmo delante de ella. - Todo en orden, alferez. - digo en voz alta y luego ya hablando normalmente - Acompáñeme. - espero a que me siga. - Estará de acuerdo conmigo en que ese uniforme sigue siendo demasiado provocativo, sabed que los hombres aunque marinos y soldados, siguen siendo hombres. No puedo permitir que se despisten y distraigan cuando usted esté en cubierta.
Espero a que me responda.
Te tengo una buena preparada... soy lobo viejo y con experiencia, Isabelita.
Sigo al capitán sonriendo... lo sé capitán. Qué sugiere?suelta una risa dulce y casi infantil.
Durante mi estancia en este barco se me ha permitido elegir mi vestuario, pero acataré sus órdenes sin rechistar. esta mañana actué por costumbre. aunque no se preocupe... a los pocos días se acostumbran de ver a una mujer estar por todas partes y más habiendo dos en el barco... dejarán de fijarse... solo es cuestión de tiempo. hablo sin parar mientras le sigo, siempre un paso por detrás de él. mi voz es dulce y mi tono nada pedante, sino natural y lleno de energía.
donde me lleva capitán????? jijijijiji
La llevo hasta mi camarote, que es al mismo tiempo mi despacho y mesa de reuniones con altos cargos, y para ver la navegación del barco.
Entramos y la dejo esperando un momento. - Cuando vi que las tendría a bordo pensé en que podría haber problemas con eso. En el ejército también pasa a veces... asi que sé por experiencia qué es lo mejor para estos casos. - hago un gesto para que espere.
Cuando vuelvo, llevo una caja no muy grande, cerrado con un cordel. - Tenga - se lo tiendo - Póngase ésto bajo el uniforme, no solucionará el problema, pero es lo mejor que se puede hacer. - Dejo que lo abra.
Es una especie de corpiño o corsé, o banda de cuero que aprieta el pecho.
Ahhhhh el viejo truco de espachurrarme hasta quedar sin respiración... bromeo algo molesta.
Gracias puede quedarselo para Catalina, ya tengo uno hecho de seda... pero esperaba no tener que usarlo de nuevo... le aseguro que no es nada cómodo ni mucho menos agradable.
Me acerco contoneandome al capitán... le miro a los ojos con una mirada dulce pero llena de pasión. me acerco cara a cara, puede sentir mi respiración en su cara y mi cuerpo pegado al suyo. entonces dejo la caja sobre su mesa, empujando su cuerpo hacia la mesa y dejándole acorralado.
Si no necesita nada más señor... me retiro a cambiarme y a continuar con mis tareas. oye mi voz serena en su cuello.
una vez dejo la caja me aparto y me pongo firme. le saludo y me doy la vuelta tranquila para salir del camarote a menos que me indique algo y me vuelva a responderle.
:P
Supuse que encontraría cierta resistencia ante mi petición, pero no me esperaba la siguiente reacción.
Se acerca, moviendose como solo una mujer sabe para que los que están a su alrededor se derritan. Y la chica que tengo delante es hermosa...
Me mantengo firme, el rostro serio, impasible. Soy el capitán del barco[-/I] me digo - [I]Esta chica no puede salirse con la suya.
Permito que se pegue a mi cuerpo. Es parte de su juego y es en ese momento cuando la aparto cortésmente, desembarazándome de ella, justo despues de que su palabras rocen mi cuello.
Usará éste. Igual que lo hará Catalina, no hay distinciones entre el uniforme de oficiales del mismo género y rango. - asevero, mirándola fríamente.
Le devuelvo la caja, y le doy otra, para Catalina - Puede retirarse. - y cuando se está marchando agrego - Si sigue con ese comportamiento, más propio de mujerzuelas de taberna, tendré que solicitar un castigo disciplinario. Respete el uniforme, usted es oficial de la marina de su Majestad, el Rey. - y le echo una ultima reprimenda - Usted ya no es una niña, tiene deberes y responsabilidades, compórtese o... - me callo antes de decir alguna barbaridad.
Por cierto si tienes algún mérito que potencie belleza, relaciones sociales, seduccion o algo así estaría bien que lo pusieras en notas.
Sí señor, digo firme. Me dirijo a la puerta con las dos cajas... pero cambio de opinión.
Me da permiso para hablar sinceramente señor???? espero firme su respuesta.
Habilidades Avanzadas: Seducción nivel 2
tengo esto... te vale????? jijijiji
te refieres que lo ponga cuando hago escenas así????
Sé que no es buena idea dejarla hablar pero... - Puede hacerlo - suspiro, resignado.
Eso y cualquier mérito similar... es que recuerdo haber visto meritos de belleza y cosas así.
Señor, no prentendo ser indisciplinada ni desobedecer sus órdenes... pero soy una mujer y necesito mi espacio y trabajar a mi manera... soy buena en mi trabajo y buena alferez, ya podrá comprobarlo. Solo espero que tenga un poco de paciencia y verá que no soy una mujer de taberna... pero tampoco una señorita remilgada. No tendrá conmigo ningún problema, podrá confiar plenamente en mi. le guiño un ojo y salgo por la puerta con las dos cajas.
imagino que seduccion y belleza van muy de la mano no????
Mientras tanto, y hasta que nos conozcamos mejor, alférez, tendrá que disculparme por hacer las cosas a mi modo.
Y dejo que se vaya.
No veo ninguna escena de náufrago...de todos modos, como digo, se me hace un poco lío rolear en esta escena cuando ya hay otra donde estáis hablando en puerto de la misión.
En fin, clarificadme...¿vamos a seguir roleando por aquí lo de mi entrada en barco o más bien espero a la otra escena para ello?
Lo digo para saber por dónde andarme...me lía un poco mezclar las tramas cuando se supone que mi pj no está presente.
Yo sugeriría desmarcarte de la otra escena, pero como se supone que más adelante se te explicaría, era más bien para ahorrar "saliva".
Por mi continuamos escena donde digáis, aunque creo que aquí es lo mejor. Es donde hemos hecho las de todos. Si miras mensajes previos veras que un marino te acompaña hasta tu camarote y luego algun oficial te tiene que llevar hasta mi camarote para hablar.
Lo mejor será que leas si quieres para enterarte de la misión y luego no te tengas que tragar un mega post explicativo ;)
Por otro lado, en cuanto salgáis del puerto, ponemos que pasan dos días y lo encontráis, y ya comenzáis la aventura de verdad.
Os parece?