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Planescape : Entre los no-muertos como entre los vivos

Capítulo I : Viaje con nosotros a mil y un lugar

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27/08/2018, 09:55
Director

Haim estaba preparado. No tenía otro remedio.

Sí, había aprendido mucho de la Jaula, había conseguido una nueva filosofía y la eternidad allí no era un castigo. Durante años había disfrutado de su fuga, pero incluso él, que no soñaba, todavía tenía pesadillas con lo que había vivido en el infierno.

Eso le había llevado a cambiar, apenas recordaba su vida mortal, aunque sí recordaba cómo era. Qué le había llevado a aquel "premio" en la otra vida, que tan insufrible resultó. Había intentado cambiar, desde que se marchó, siguiendo lo opuesto de sus costumbres naturales.

No le había costado dejar atrás el sometimiento a la rigidez de la Ley, pero eso no era una gran mejora, cambiar el Infierno por el Abismo era como cambiar un buen burro por un pollino deslustrado. Pero dejar el los malos rasgos era más difícil, no había hecho, pero aún le costaba. Y cambiarlos por otros buenos había sido tarea baladí, estaba a muchos años de lograrlo, en el mejor de los casos.

Pero era, en cierto sentido, inmortal. Y Sigil ofrecía entretenimiento y posibilidades para todo ese tiempo, durase el que durase. Pero ese tiempo se había agotado, al principio ver diablos por las calles le aterró, durante años les evitaba como la peste. Y bien hacía.

Con el tiempo se había relajado y hace apenas cuatro días, se encontró con un imp invisible olfateándole como haría un sabueso con un señuelo de conejo. Antes de darse cuenta media docena de barbazus le persiguieron por media Colmena. No había más tiempo, habría sido genial poder intentar llegar a Ysgard para ingresar, pero ahora no era posible. Tendría que tratar de infiltrarse en el Limbo y ver si las teorías que había escuchado eran ciertas, si un suplicante que hubiera cambiado de alineamiento podía resintonizarse a un nuevo plano.

Por desgracia había contado con tener más tiempo y no había previsto esos gastos. Nadie del Salón de Fiestas Cívicas le supo decir dónde había un portal que le sirviera y, sólo entrar al Salón de Registros costaba más dinero del que tenía, dejando de lado que no tenía sentido pagar la entrada si no iba a poder pagar las tasas para hacer su solicitud ni el coste de la información.

Pero algo, el destino, quizás, se había cruzado en su camino ayer. En la forma de un elegante tipo, vestido con ropa de campo de calidad. Cuero del mejor. Todavía recordaba la conversación que tuvo con él:

-"La Jaula es de nivel ¿no? Aquí hay todo lo que pueda buscar un tipo, sea un cabezacuero, un matasietes o un barbagris. Sonaos y Mascas encontrarán todo lo que siempre han buscado ¿que no?

Pero siempre hay otras posibilidades ¿eh? A veces hay algo urgente que hacer por ahí fuera, alguien se quiere ir a su choza o las cosas se ponen demasiado calientes aquí y quieres salir un rato." - en ese momento le había guiñado un ojo - "Ahí es cuando el asunto se complica ¿que no? Cualquiera que no sea un lelo sin pistas sabe el Oscuro, ¡oh, si, vaya que sí! Y yo la sé, así que aparca tus orejas por aquí si quieres anotarlo.

La cruda realidad es que si quieres ir a un sitio... ¡eh, qué mejor lugar en el que estar! Aquí hay portales a todo el multiverso, el problema es saber dónde. Y luego saber cómo abrirlo. Y luego que puedas llegar a él. Y luego poder pagar el pasaje. ¡Je, je! y eso si el sitio al que vas no tiene sus propias movidas chungas ¿que no? ¿Qué, te interesa o te da el bostezo?

¡No me digas que te han caza'o con esas! ¿En serio tienes que salir? ¡No me digas! Eso sí es una jodienda, sin pasta para salir, intentarlo puede acabar con uno apuntado en el Libro, si señor. Si me dieran un cobre por cada fiambre que recogía cuando era un recolector que buscaba salir de la Jaula...

Pero ¡eh! es tu día de suerte, precisamente yo me dedico a eso. A llevar gente a lugares que quiere visitar. AGENCIACION DE VIAJES, lo llamo, un negocio de futuro, abre los soplillos, verás si tiene futuro. Una mina de oro. Y tienes suerte, compañero, porque ahora estamos de promoción, por una moneda de plata puedes comprar un número para una rifa, el que gane se lleva un viaje de ida al destino que elija. ¡Y descuento del 25% en la vuelta! ¿Quieres una, mira me quedan el 07, el 69 y del 90 al 99?."

Bien pensado ahora, mientras se dirigía a la Plaza de la Humareda con su cuadradito de papel blanco con un número escrito en negro, más que una conversación había sido un monólogo, pero lo había soltado con tanto desparpajo, naturalidad y dándole réplica, que en su momento le pareció una conversación. Y no tenía buena pinta, pero bueno, el hecho es que por una moneda de plata tenía una posibilidad de ahorrarse varios cientos de oro.

Haim se apresuraba, por el bullicioso Barrio Inferior, el humo acre y oleoso de las chimeneas de la Gran Fundición a cuya sombra estaba la plaza no le afectaban lo más mínimo y casi ni las notaba. Serpenteaba entre los cadáveres rotos y machacados de máquinas de guerra y torres de asedio de una guerra desconocida que ocurrió milenios antes de que Haim naciera.

Esquivaba los diablos que recorrían la ciudad, que desde que estaban tras él le parecían omnipresentes, atajando entre callejuelas aún más sucias y hediondas y hasta por dentro de alguno de los esqueletos de torres de asedio, infestados de ratas cranium. Y un clamor gigante le llegó al salir de éste justo antes de la Plaza de la Humareda, que hacía honor a su nombre y estaba cubierta, a unos seis o siete metros de una densa nube de humo gris procedente de un hueco de ventilación de la Gran Fundición que estaba a dos o tres casas de allí.

Haim giró la esquina para ver una escena inesperada que hundió sus escasas esperanzas y le hizo pensar que, en realidad, había tirado su moneda de plata.

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27/08/2018, 12:50
Director

La búsqueda de Mattheus en Sigil había llegado a su fin. Allí no había nada más que pudiera obtener, y sí, había conseguido buen equipo. No había nada que no pudieras encontrar en la Jaula, si buscabas lo suficiente - y en una ciudad de cientos de kilómetros cuadrados eso podían ser años - También había refinado sus habilidades. No había nada que no pudieras encontrar en la Jaula, en particular problemas con todo tipo de seres y criaturas.

Pero había vaciado su bolsa. El equipo era caro, el alojamiento también y no había forma de moverse por aquella condenada ciudad sin perder horas o pagar a un guía ¡en tu propia ciudad!. Al principio se lo había tomado a broma pero no, cuando los Enjaulados decían que las calles podían cambiar de un día a otro, no era broma. Y, ahora que quería marcharse, había descubierto lo caro que salía, sin unos cientos de monedas de oro no podía ni empezar a buscar el portal que le devolviera a casa.

Pero algo, el destino, quizás, se había cruzado en su camino ayer. En la forma de un elegante tipo, vestido con ropa de campo de calidad. Cuero del mejor. Todavía recordaba la simulada conversación, que Matthias siempre tuvo claro que era un monólogo, que tuvo con él:

-"La Jaula es de nivel ¿no? Aquí hay todo lo que pueda buscar un tipo, sea un cabezacuero, un matasietes o un barbagris. Sonaos y Mascas encontrarán todo lo que siempre han buscado ¿que no?

Pero siempre hay otras posibilidades ¿eh? A veces hay algo urgente que hacer por ahí fuera, alguien se quiere ir a su choza" - en ese momento le había guiñado un ojo - " o las cosas se ponen demasiado calientes aquí y quieres salir un rato. "Ahí es cuando el asunto se complica ¿que no? Cualquiera que no sea un lelo sin pistas sabe el Oscuro, ¡oh, si, vaya que sí! Y yo la sé, así que aparca tus orejas por aquí si quieres anotarlo.

La cruda realidad es que si quieres ir a un sitio... ¡eh, qué mejor lugar en el que estar! Aquí hay portales a todo el multiverso, el problema es saber dónde. Y luego saber cómo abrirlo. Y luego que puedas llegar a él. Y luego poder pagar el pasaje. ¡Je, je! y eso si el sitio al que vas no tiene sus propias movidas chungas ¿que no? ¿Qué, te interesa o te da el bostezo?

¡No me digas que te han caza'o con esas! ¿En serio tienes que salir? ¡No me digas! Eso sí es una jodienda, sin pasta para salir, intentarlo puede acabar con uno apuntado en el Libro, si señor. Si me dieran un cobre por cada fiambre que recogía cuando era un recolector que buscaba salir de la Jaula...

Pero ¡eh! es tu día de suerte, precisamente yo me dedico a eso. A llevar gente a lugares que quiere visitar. AGENCIACION DE VIAJES, lo llamo, un negocio de futuro, abre los soplillos, verás si tiene futuro. Una mina de oro. Y tienes suerte, compañero, porque ahora estamos de promoción, por una moneda de plata puedes comprar un número para una rifa, el que gane se lleva un viaje de ida al destino que elija. ¡Y descuento del 25% en la vuelta! ¿Quieres una, mira me quedan el 07, el 69 y del 90 al 99?."

Sabía que un truco habría y pensaba en ello, mientras se dirigía a la Plaza de la Humareda con su triangulito de papel blanco con un número escrito en rojo. Pero la opción de conseguir un pasaje por un portal de vuelta a Faerûn o, al menos, a Toril por una moneda de plata merecía la pena, sólo cabía esperar que no fuera un timo.

Mattheus, se había cubierto con un pañuelo para caminar por esa bulliciosa zona del no menos ruidoso Barrio Inferior, el humo acre y oleoso de las chimeneas de la Gran Fundición a cuya sombra estaba la plaza le afectaban menos que a otros, pero ni el olor ni la experiencia resultaban agradables. La Plaza estaba ya tras uno de los cadáveres rotos y machacados de máquinas de guerra y torres de asedio de una guerra desconocida que ocurrió nadie sabía cuándo.

A medida que se acercaba, un clamor gigante le llegó de detrás del esqueleto de la última torre de asedio desde de la Plaza de la Humareda, que hacía honor a su nombre y estaba cubierta, a unos seis o siete metros de una densa nube de humo gris procedente de un hueco de ventilación de la Gran Fundición que estaba a dos o tres casas de allí.

Mattheus giró la esquina para ver una escena inesperada que confirmó sus temores de que la moneda de plata no había sido ningún chollo. Al menos tampoco parecía que fuera a ser un timo.

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27/08/2018, 13:51
Director

Tauron llevaba un par de días durmiendo en el cestillo de un viejo trebuchet en ruinas, que parecía diseñado para gigantes de las nubes. No sólo no tenía dinero para más sino que le permitía esconderse del Harmonium y de los matones que le perseguían a la vez que estaba ya muy cerca de dónde radicaba su última esperanza.

Necesitaba salir de la Jaula, cuanto antes. Sin dinero, sin una facción que controlase un portal y sin poder suficiente para asaltar uno, pintaba negro. Muy negro.

Pero algo, el destino, quizás, se había cruzado en su camino ayer. En la forma de un elegante tipo, vestido con ropa de campo de calidad. Cuero del mejor. Todavía recordaba la simulada conversación que tuvo con él:

-"La Jaula es de nivel ¿no? Aquí hay todo lo que pueda buscar un tipo, sea un cabezacuero, un matasietes o un barbagris. Sonaos y Mascas encontrarán todo lo que siempre han buscado ¿que no?
Pero siempre hay otras posibilidades ¿eh? A veces hay algo urgente que hacer por ahí fuera, alguien se quiere ir a su choza o las cosas se ponen demasiado calientes aquí y quieres salir un rato." - en ese momento le había guiñado un ojo - "Ahí es cuando el asunto se complica ¿que no? Cualquiera que no sea un lelo sin pistas sabe el Oscuro, ¡oh, si, vaya que sí! Y yo la sé, así que aparca tus orejas por aquí si quieres anotarlo.

La cruda realidad es que si quieres ir a un sitio... ¡eh, qué mejor lugar en el que estar! Aquí hay portales a todo el multiverso, el problema es saber dónde. Y luego saber cómo abrirlo. Y luego que puedas llegar a él. Y luego poder pagar el pasaje. ¡Je, je! y eso si el sitio al que vas no tiene sus propias movidas chungas ¿que no? ¿Qué, te interesa o te da el bostezo?

¡No me digas que te han caza'o con esas! ¿En serio tienes que salir? ¡No me digas! Eso sí es una jodienda, sin pasta para salir, intentarlo puede acabar con uno apuntado en el Libro, si señor. Si me dieran un cobre por cada fiambre que recogía cuando era un recolector que buscaba salir de la Jaula...

Pero ¡eh! es tu día de suerte, precisamente yo me dedico a eso. A llevar gente a lugares que quiere visitar. AGENCIACION DE VIAJES, lo llamo, un negocio de futuro, abre los soplillos, verás si tiene futuro. Una mina de oro. Y tienes suerte, compañero, porque ahora estamos de promoción, por una moneda de plata puedes comprar un número para una rifa, el que gane se lleva un viaje de ida al destino que elija. ¡Y descuento del 25% en la vuelta! ¿Quieres una, mira me quedan el 07, el 69 y del 90 al 99?."

Ahora era el momento de bajar del cestillo que le mantenía oculto - y ciego - a la Plaza de debajo. Buscó con ansia su circulito de papel rojo con un número escrito en negro, una posibilidad entre cien por una moneda de plata era un chollo increíble. A Tauron no le preocupaba qué podía hacer si no salía, a ese papel jugaba su futuro.

Tauron se había acostumbrado al bullicio de esa zona del Barrio Inferior, y podía dormir a gusto con él. También al humo acre y oleoso de las chimeneas de la Gran Fundición a cuya sombra estaba la plaza, al módico precio de una tos perruna frecuente. Al olor venía acostumbrado de antes. Bajó hacia la Plaza entre los cadáveres rotos y machacados del resto de máquinas de guerra y torres de asedio que conformaban aquella zona.

El bullicio habitual era mucho mayor de lo que esperaba, un clamor gigante que llegaba de detrás del esqueleto de la torre de asedio que, anexa a su trebuchet, conformaba la entrada a la Plaza de la Humareda, la cual hacía honor a su nombre y estaba cubierta, a unos seis o siete metros de una densa nube de humo gris procedente de un hueco de ventilación de la Gran Fundición que estaba a dos o tres casas de allí.

Tauron terminó de bajar, esquivando ratas cranium cuando eran numerosas y ahuyentándolas cuando eran pocas, cruzando entre las ruedas volcadas para ver una escena inesperada que rompió su proverbial cántaro de la lechera.

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27/08/2018, 14:23
Director

El viaje de Yangol en Sigil había terminado. La ciudad se conocía a sí mismas, aunque la mayoría de sus habitantes no lo hiciese y los senderos que dejaba transitar en el camino de Zerth, los pies de Yangol los habían recorrido. Era hora de buscar el camino que salía de la Jaula y liberaba a Yangol de ella, como los antepasados habían encontrado el camino que les liberaba de los ilícidos.

Por desgracia el camino de Zerth no contaba con el coste de la vida en aquel lugar, ni preparaba una correcta previsión de los gastos. Al menos el que había recorrido Yangol. Y salir de Sigil era caro en oro. Sabía el precio, necesitaba cientos de monedas de oro para empezar. Podía pasar que al final se acercase todo al millar.

Había comenzado un nuevo camino, el de ganar mucho dinero.

Pero algo, el destino, quizás, se había cruzado en su camino ayer. En la forma de un elegante tipo, vestido con ropa de campo de calidad. Cuero del mejor. Todavía recordaba la conversación que tuvo con él:

-"La Jaula es de nivel ¿no? Aquí hay todo lo que pueda buscar un tipo, sea un cabezacuero, un matasietes o un barbagris. Sonaos y Mascas encontrarán todo lo que siempre han buscado ¿que no?

Pero siempre hay otras posibilidades ¿eh? A veces hay algo urgente que hacer por ahí fuera, alguien se quiere ir a su choza" - en ese momento le había guiñado un ojo - "o las cosas se ponen demasiado calientes aquí y quieres salir un rato." Ahí es cuando el asunto se complica ¿que no? Cualquiera que no sea un lelo sin pistas sabe el Oscuro, ¡oh, si, vaya que sí! Y yo la sé, así que aparca tus orejas por aquí si quieres anotarlo.

La cruda realidad es que si quieres ir a un sitio... ¡eh, qué mejor lugar en el que estar! Aquí hay portales a todo el multiverso, el problema es saber dónde. Y luego saber cómo abrirlo. Y luego que puedas llegar a él. Y luego poder pagar el pasaje. ¡Je, je! y eso si el sitio al que vas no tiene sus propias movidas chungas ¿que no? ¿Qué, te interesa o te da el bostezo?

¡No me digas que te han caza'o con esas! ¿En serio tienes que salir? ¡No me digas! Eso sí es una jodienda, sin pasta para salir, intentarlo puede acabar con uno apuntado en el Libro, si señor. Si me dieran un cobre por cada fiambre que recogía cuando era un recolector que buscaba salir de la Jaula...

Pero ¡eh! es tu día de suerte, precisamente yo me dedico a eso. A llevar gente a lugares que quiere visitar. AGENCIACION DE VIAJES, lo llamo, un negocio de futuro, abre los soplillos, verás si tiene futuro. Una mina de oro. Y tienes suerte, compañero, porque ahora estamos de promoción, por una moneda de plata puedes comprar un número para una rifa, el que gane se lleva un viaje de ida al destino que elija. ¡Y descuento del 25% en la vuelta! ¿Quieres una, mira me quedan el 07, el 69 y del 90 al 99?."

Cuando meditaba sobre ello mientras se dirigía a la Plaza de la Humareda, con su cuadradito de papel marrón con un número escrito en blanco, tenía que admitir que más que una conversación había sido un monólogo, pero lo había soltado con tanto desparpajo, naturalidad y dándole réplica, que en su momento le pareció una conversación. Y no tenía buena pinta, pero bueno, el hecho es que por una moneda de plata tenía una posibilidad de ahorrarse varios cientos de oro.

Yangol caminaba a un ritmo que otros llamarían correr por el bullicioso Barrio Inferior, el humo acre y oleoso de las chimeneas de la Gran Fundición a cuya sombra estaba la plaza le molestaban, le daban tos y le dificultaba la respiración sacándole de su estado Zerth. Rodeaba  los cadáveres rotos y machacados de máquinas de guerra y torres de asedio de una guerra antigua, anterior a la separación de la Gente, más peligrosos que la zona de almacenes y talleres que rodeaba la plaza por el otro extremo.

Esquivaba las concentraciones de ratas cranium cuando un clamor gigante le llegó justo antes de la Plaza de la Humareda, que hacía honor a su nombre y estaba cubierta, a unos seis o siete metros de una densa nube de humo gris procedente de un hueco de ventilación de la Gran Fundición que estaba a dos o tres casas de allí.

Yangol procedió entre un almacén y un taller para ver una escena inesperada que hundió sus escasas esperanzas y le hizo pensar que, en realidad, había tirado su moneda de plata.

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27/08/2018, 17:19
Director

Zolgren se había aclimatado bien a Sigil, empezaba a entender la ciudad, conocía su barrio y había sitios a los que podía ir sin contratar a un guía. Hasta se había unido a una de las facciones. Había invertido una considerable cantidad de dinero en su pequeño monasterio, un sitio agradable para vivir.

Aquel había resultado, a la postre, su gran error. Su vecino había codiciado la parcela que le ganó en legal subasta más de lo que esperaba. Cuando numerosas personas comenzaron a acudir a buscar su sabiduría, no conectó las pistas. Cada vez más y más personas venían a aprender con él.

Poco después llegó la denuncia por proselitismo, el juicio no fue tan bien como Zolgren esperaba, algunos mintieron, otros no se explicaron bien. El caso es que el tribunal dictó sentencia en su contra: culpable de proselitismo. Putos Jefes.

Zoltran tuvo que retirarse antes de que la Muerte Roja fuera a por él y ahora era un prófugo perseguido. Era hora de volver a casa... O a cualquier sitio al que los Verdugos no le puedan encontrar. Por desgracia la compra del local perdido y los gastos judiciales le habían dejado muy mal de efectivo, encontrar y acceder a un portal a Faerun le costaría casi un millar de monedas de oro, pasar alguno de los que conocía de contrabando a lugares de los que no sabía nada, aún le saldría por unos cientos.

Pero algo, el destino, quizás, se había cruzado en su camino ayer. En la forma de un elegante tipo, vestido con ropa de campo de calidad. Cuero del mejor. Todavía recordaba la conversación que tuvo con él:

-"La Jaula es de nivel ¿no? Aquí hay todo lo que pueda buscar un tipo, sea un cabezacuero, un matasietes o un barbagris. Sonaos y Mascas encontrarán todo lo que siempre han buscado ¿que no?

Pero siempre hay otras posibilidades ¿eh? A veces hay algo urgente que hacer por ahí fuera, alguien se quiere ir a su choza o las cosas se ponen demasiado calientes aquí" - en ese momento le había guiñado un ojo - " y quieres salir un rato... Ahí es cuando el asunto se complica ¿que no? Cualquiera que no sea un lelo sin pistas sabe el Oscuro, ¡oh, si, vaya que sí! Y yo la sé, así que aparca tus orejas por aquí si quieres anotarlo.

La cruda realidad es que si quieres ir a un sitio... ¡eh, qué mejor lugar en el que estar! Aquí hay portales a todo el multiverso, el problema es saber dónde. Y luego saber cómo abrirlo. Y luego que puedas llegar a él. Y luego poder pagar el pasaje. ¡Je, je! y eso si el sitio al que vas no tiene sus propias movidas chungas ¿que no? ¿Qué, te interesa o te da el bostezo?

¡No me digas que te han caza'o con esas! ¿En serio tienes que salir? ¡No me digas! Eso sí es una jodienda, sin pasta para salir, intentarlo puede acabar con uno apuntado en el Libro, si señor. Si me dieran un cobre por cada fiambre que recogía cuando era un recolector que buscaba salir de la Jaula...

Pero ¡eh! es tu día de suerte, precisamente yo me dedico a eso. A llevar gente a lugares que quiere visitar. AGENCIACION DE VIAJES, lo llamo, un negocio de futuro, abre los soplillos, verás si tiene futuro. Una mina de oro. Y tienes suerte, compañero, porque ahora estamos de promoción, por una moneda de plata puedes comprar un número para una rifa, el que gane se lleva un viaje de ida al destino que elija. ¡Y descuento del 25% en la vuelta! ¿Quieres una, mira me quedan el 07, el 69 y del 90 al 99?."

Cuando meditaba sobre ello mientras se dirigía a la Plaza de la Humareda, con su papelito azul en forma de estrella con un número escrito en negro, tenía que admitir que más que una conversación había sido un monólogo, pero lo había soltado con tanto desparpajo, naturalidad y dándole réplica, que en su momento le pareció una conversación. Y no tenía buena pinta, pero bueno, el hecho es que por una moneda de plata tenía una posibilidad de ahorrarse varios cientos de oro.

Zolgren se acercaba a la plaza desde la Gran Fundición, caminando al ritmo que otros corrían, el humo acre y oleoso de las chimeneas le irritaban los ojos hasta cegarle más que el molesto sol, le daban tos y le dificultaba la respiración. Ya veía los cadáveres rotos y machacados de máquinas de guerra y torres de asedio de una guerra antigua y olvidada que se extendían a partir de la plaza.

Ya había pasado la Gran Fundición y callejeaba entre talleres y almacenes cuando un clamor gigante le llegó justo desde la Plaza de la Humareda, que hacía honor a su nombre y estaba cubierta, a unos seis o siete metros de una densa nube de humo gris procedente de un hueco de ventilación de la Gran Fundición que quedaba a su espalda.

Zolgren terminó de girar esquivando un callejón que usaban las casas cercanas para vaciar los orinales, para ver una escena inesperada que hundió sus escasas esperanzas y le hizo pensar que, en realidad, había tirado su moneda de plata.

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27/08/2018, 17:40
Director

La Plaza de la Humareda estaba a rebosar de gente. Muchas más de cien personas. A decir verdad cien podían ser perfectamente el número de razas y especies diferentes de la multitud que se había congregado allí, que, de hecho, debían de ser unos cuantos miles.

La multitud murmuraba molesta, causando un tumulto considerable. El un lado había un escenario, aprovechando un antiguo ariete con galería pensado para cubrir a titanes. Encima estaba el tipo que les vendía las papeletas para la rifa, con un barreño enorme que desde abajo costaba distinguir que estaba lleno de papeles de más de una docena de colores diferentes con números de otros tantos colores y recortados en dos docenas de formas diferentes.

Unos cuantos ogros con armaduras del Harmonium se interponían entre la multitud y el escenario, dónde un par de bellas mujeres tiflin vestidas con llamativas túnicas con bordados astrológicos acompañaban al montaraz emprendedor que miraba al cénit a la espera de que llegase la hora acordada.

La plaza se iba abarrotando más y más, hasta que casualmente al abrigo de un soportal que albergaba la fragua de un herrero se agruparon cinco variopintos personajes.

El más llamativo, quizás era una esqueleto que miraba con cierta ansia un papelito cuadrado blanco con un número escrito en negro. 

Junto a él había era un humano. Más bien algo parecido a un humano, pues su palidez y color de pelo eran antinaturales. Haría falta alguien moderadamente instruido para reconocer su variedad. Sujetaba con seguridad entre sus dedos un triangulito de papel blanco con un número en rojo.

Pegando a la pared, más disimulado había otro tipo inusual. Estaba embozado, aunque era obvio que no acostumbraba a ello; pero no podía evitar ciertos rasgos, en particular su peculiar piel violácea que, en conjunto, indicaban a cualquiera con experiencia que la sangre de los Planos inferiores corría por sus venas. De vez en cuando sacaba la mano del bolsillo con un circulito de papel rojo con números negros.

A su lado había un elfo, tan embozado como solía vérseles, sobre todo en el Barrio Inferior. Aún así en aquella aglomeración que hacía imposible conceder a nadie más de medio metro de espacio vital le era imposible ocultar su pelo blanco y su piel negra, que era algo poco habitual en su estirpe. Sujetaba un papel azul en forma de estrella con un número escrito en negro sobre él.

El quinto individuo que se hacinaba en aquel soportal era un los místicos y crípticos Githzerai. Estoico contemplaba su cuadradito de papel marrón con letras blancas con rostro inescrutable.

 

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27/08/2018, 20:40
Zolgren Vrinn (Hei Long)

Debía reconocer que durante un tiempo, le había cogido cierto gusto a vivir en Sigil.

Sus calles llenas de diversidad en las que podía pasear libremente; sus múltiples organizaciones de locos que de vez en cuando tenían gracia; sus bebidas y comidas de lo más raro que se pudiera encontrar...

 

Pero poco a poco todo eso se había ido al garete y tras el juicio ya sólo contaba los días para poder regresar a Faerûn.

Pero eso no iba a ser sencillo. Se había quedado sin oro, y en una ciudad donde la magia abundaba en cada rincón, no lo tendría fácil para vender sus objetos mágicos.

Así que cabizbajo y pensativo, buscaba la manera de conseguir algo de oro para costearse el cambio de Plano, cuando encontró al tipo aquel del que no recordaba ni su nombre... si es que alguna vez se lo había dicho.

 

Fue a la Plaza de la Humareda donde se quedó sorprendido por la gran multitud de gente congregada.

Por lo pronto cerca suyo había varios tipos cada cual más variopinto, esperando el resultado del sorteo.

 

Sin decir nada saludó con una leve reverencia a los que le miraran directamente, y esperó que los astros de alinearan y fuera el afortunado ganador.

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27/08/2018, 20:54
Yangol

Había pasado varios años recorriendo la ciudad de Sigil, conociendo sus secretos, retando a cuanto matasietes conociese para mejorar mis habilidades. Finalmente, estaba listo para volver a mi monasterio y solicitar un puesto como maestro. Pero mi viaje había resultado más costoso de lo que había calculado, o tal vez influyó el hecho de que nunca fui bueno para las finanzas. 

Pero aquel tipo con vestimentas ostentosas me ofreció una oportunidad. Nunca creí en el azar, pero no perdía nada con intentarlo. Lo que nunca me imaginé fue que tendría que competir con tanta gente.

En efecto, al llegar a la plaza de la Humareda los vi. Seguramente serían cientos, tal vez miles. Cerca de mí habían otros sujetos que parecían compartir la misma inquietud que yo. Al principio no les presté demasiada atención. 

-¿Creen que tendremos suerte hoy? -les dije finalmente.

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28/08/2018, 11:25
Tauron

Tras bajar del trebuchet y acercarse un poco para ver que se estaba cociendo en la Plaza de la Humareda, Tauron pudo apreciar que una muchedumbre se arremolinaba en torno a un escenario improvisado. Se cubrió la cabeza para pasar desapercibido mientras observaba el escenario. Y ¿quién estaba allí encaramado? El masca que le había vendido la rifa aquella. Tauron se había aferrado a aquella oportunidad, podía ser el billete que le sacara de Sigil después del brete en el que se había metido con los Cabezones. O podía ser un listillo que se ganara la vida pelando alelaos.

El boleto, ¿dónde había metido el papel? Empezó a hurgarse los bolsillos mientras caminaba, y finalmente lo encontró: un circulito de papel rojo y números negros que entre sus manos grandes parecía diminuto. ¿Qué número tenía? Le dio varias vueltas hasta que encontró lo que consideraba que era la posición correcta.

Cuando levantó la cabeza se dio cuenta de que se encontraba en un soportal junto a otros cuatro personajes. Dio un respingo al ver al esqueleto: había visto alguno antes, pero nunca uno tan lleno de vida.

El primero en hablar fue el gith. Su cara le resultaba familiar, pero seguramente eso se debía a que todos los githerai le parecían iguales.

-¿Cuáles son las probabilidades de que todos tengamos suerte el mismo día? -su voz sonó grave y algo pastosa, como si se acabara de despertar. Bostezó estirándose: - Soy Tauron, por cierto. ¿Oís algo de lo que dice el masca ese?

Miró a las orejas de sus compañeros: todos parecían bien equipados con un buen par, menos el esqueleto. Se preguntó cómo funcionaría aquello.

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29/08/2018, 01:13
Haim Senen Eliud

Hoy no era un benigno día para mi persona. Si es que tal palabra se puede acuñar a mi persona, desde que recibí mi Karma por mis acciones pasadas, el significado de "benigno" se volvieron muy lejano a mi ser. Que ahora, con tanto años pasado desde aquellos tortuosos momento, he logrado apreciar la importancia de la libertad. Y ahora esta misma libertad mia, ¡me puso en este problema! ¡Esos diablos! ¡Siempre atormentándome sin parar!. Y ahora esto, ¡un monto de personas! Todas en busca de lo mismo que yo:

Un viaje gratis a un plano escogido por el ganador.

Algo demasiado tentador como para haber rechazado la oferta....¡no! ¡esa no es la palabra que lo define! Seria mas que todo, falta de opciones, si eso. Claro, tengo mi propia filosofía. La falta de carne, la cual me ha hecho apreciar toda emoción sensorial,aunque pequeña sea. Pero ser un sensible o no, el resultado hubiera sido el mismo. Escuchar ese extraño ser, y aceptar la apuesta. No perdía nada o mejor dicho, no tenia mas nada en que depositar mis esperanzas. ¿Regresar como si nada? ¡Claro que no!. Imposible, solo de nuevo, evitando ser encontrado por ellos.Siempre tan terroríficos para mi, supongo que se podría decir que era el ¿Destino?. ¿Otra vez aquello ? Destino, algo fuera del control de la manos de "los pieles". Y que me enrollado por mis propias decisiones, no importaba siempre los años. Pensar en
tales cosas, siempre hacia que extrañas palabras viniendo a mi mente, de un pasado ya olvidado o ignorado por mi persona, temeroso de lo que habrá sucedido. Aunque las palabras sea un claro indicativo de lo que me motivo

"Bien en mi pais"
"Sacrificos necesarios"
"Todo por el cambio necesario"
"Un poco de egoismo nunca esta mal"
"Pero mucho debe ser castigado"
"¡JUSTICIA!"
"Salvacion"
"Solo los hechos deben mantenerse, no importar si soy olvidado"
"Crece y superame. Vamos, es la aventura del heroe. Y debe terminar con mi muerte"

Resonante palabras de mi craneo, justo en este momento. Tanto personas, y de toda clase. Elfos,ambiguos, medio infernales, y hasta esos Githzerai. Y quizas, un engrendo de los planos inferiores tambien, si no fuera, porque no tengo mis musculos. Todos estos individuos verian lo nerviosos que estoy, mirando una y otra vez mi papel. Su numero, "07" no "99" como habria pensando la primera vez, pero decidi irme por este numero. ¿Me habre equivocado ? ¿Debería haber pensado con mas claridad tal azar decision?. Ohhh, esto de la libertad también era poblematico, ¡Cambiar en general lo es!.

Y así sigo, pensando en mis propios problemas y nerviosismo, mientras que completaba la escena mirando mi numero de nuevo. Hasta que no tengo ni idea de cuanto tiempo habrá pasado, tampoco esque pudiera sentirlo de todas formas. Si tuviera Piel, al menos podría darme una idea con lo cansado que estuviera mi piernas, pero eso nunca ocurría. Al menos, con los sonidos de mis compañeros de filas. Me da una idea de que al menos, pasado algunos minutos o horas-Siento que perdi mi dinero. Dan ganas de llorar, tantos y tantos. Números y mas números, muchas posibilidades y poca fe.- Palabras huecas y sin pasion son lo que sale de mis.....¿Dientes? evitando mostrar mi frustración. Si tuviera cuerda vocales...¡Se escucharía claramente mi molestia, mi nerviosismo. Y nada de mi apatía molesta.- Una y otro, debe haber miles. y Miles de aspirantes, quizás me equivoque en el numero. Pero da igual. Y yo aquí, un simple Haim, con este papel.

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29/08/2018, 04:16
Mattheus Volkhen

Sigil podrá ser el centro del multiverso y el mejor lugar para encontrar cualquier cosa que uno deseara pero a la vez también es el culo de este y salir de la ciudad es más difícil que hacer que un clan entero de enanos dejen la bebida… los lugareños hacen bien al llamar a este lugar la Jaula.
Con mi bolsa cada vez mas delgada y sin forma de poder costearme el viaje de regreso, la oferta del lugareño parlanchín era claramente la mejor opción que tenía, una simple moneda de plata que no me iba a servir de mucho a cambio de una posibilidad de salir de este agujero era algo para considerar. Además, si se trata de un timo siempre tendré la alternativa de cazar a ese desgraciado, rajarle la garganta y sacar algo de pasta a cambio de sus pertenencias, después de todo las ropas que llevaba eran de calidad y tras quitarle la sangre de seguro valdrían unas buenas monedas…

Siempre estuve acostumbrado a la peste de la podredumbre, la mierda y la basura pero aun así encontraba asqueroso el olor de la fundición y por eso me encaminaba hacia la plaza con la nariz y la boca cubiertos por un pañuelo. Al principio pensaba que todo este sorteo era un timo o una emboscada pero tras llegar al punto de reunión me quedo sorprendido por la gran cantidad de gente agolpada en el lugar, por lo visto no soy el único desesperado por salir de Sigil.
Mientras miro de reojo al charlatán que está encima de un ariete cubierto de gran tamaño y también a sus atractivas ayudantes y a sus brutos guardias, busco un lugar donde presenciar mejor el sorteo llegando así a la galería de una fragua aledaña en la cual me encuentro con unos curiosos sujetos: una especie de medio infernal corpulento, un elfo oscuro, un gith aunque por su actitud y postura diría que es un githzerai, y un esqueleto que si no fuera porque habla y se mueve hubiese jurado que era parte de la decoración del lugar…

Al ver como el resto de los presentes rompen el silencio, me bajo el pañuelo para que me escuchen mejor y les respondo.

-Todo depende de cuantos números vaya a sacar y de que el sorteo no esté amañado -le digo a los demás- Sin embargo, lo que me preocupa es que esté sobrevendido... si aparecen dos personas con el mismo número, esos ogros no serán suficientes para evitar que la multitud le arranque la cabeza a ese charlatán -agrego con un media sonrisa en la que claramente se vislumbra uno de mis afilados colmillos, acto seguido me giro hacia el tal Tauron- No está diciendo nada, simplemente se limita a hacer tiempo hasta que sea la hora.

Tras darle otro rápido vistazo al número que he comprado e intentando amenizar la espera con la charla, centro mi vista en el elfo oscuro y le hablo.

-¿También de Toril? -le pregunto.

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29/08/2018, 10:28
Director

La cacofonía de la multitud cuchicheando, hablando o gruñendo era atronadora. Frases sueltas, llegaban en todas direcciones, con un centenar de acentos y otras tantas lenguas inidentificables.

En general la gente estaba molesta, pero no enfadada; sí que palpaba cierta tensión, la muchedumbre se sentía decepcionada, pero no podía culpar al charlatán… por ahora.

Entre los “nos han embobao como a conejitos” o “pero yo sobrentendía que sólo había cien papeletas” y “mira que no escrutar que el color y forma del papel y las letras eran el oscuro del asunto” llegó la hora acordada.

El charlatán, con una amplia sonrisa comenzó a hablar, su voz amplificada por la magia para alcanzar perfectamente cada rincón de la plaza y elevarse sobre el ruido ambiental que, en cualquier caso, se acalló cuando empezó a hablar.

-“Cuanto bueno por aquí... Bienvenidos, Enjaulados, a la rifa que permitirá a un tío de los presentes iniciar una buena excursión. Un meneo que permitirá a uno de vosotros irse fuera de la ciudad… Incluso fuera de alcance, a cualquier Hormiguero del multiverso. ¿Os mola la idea?” –

Sin esperar respuesta y, antes de que las protestas pudieran crecer, el tipo procedió al sorteo: invitó a un niño que estaba por allí, a la espera de que alguien necesitase un guía para volver a casa, para que sacase papeles de una serie de bolsas.

-“Mientras esperamos que suba nuestra mano inocente, los que no tengáis suerte, recordad que en mi sede en la Calle del Invierno Fresquito, en el Barrio de los Escribanos, detrás del Burdel de los Anhelos Intelectuales Insatisfechos, en la Agenciación de Viejas, podéis encontrar los mejores precios para vuestras excursiones fuera de la Jaula, sólo excursiones de nivel…"

El niño sacaba un papel de cada bolsa, que el emprendedor luego dejaba caer revelando que estaban llenas con todas las variantes que había vendido. A medida que lo hacía iba anunciando lo que salía y enseñando la muestra. La mitad de la gente se empezaba a marchar mientras sacaba papeles que no coincidían con los suyos, otros pocos protestaban inútilmente cuando no coincidía con el suyo normalmente por el número de boletos.

-"Y el ganador es… papel en forma de rombo… de color naranja… con números blancos... con el número 91”

Entre la gente que se había encaramado a una rueda de catapulta medio vencida comenzó a chillar y saltar una chica félida de pelaje pardo, agitando su papel romboide naranja mientras con una envidiable agilidad se aproximaba al estrado con saltos y equilibrios.

Hubo un pequeño barullo cuando salieron otros tres afortunados, pero tuvieron que acabar corriendo para no ser apaleados por el Harmonium cuando se descubrió, gracias a la magia de las brujas que acompañaban al vendedor, que dos habían manipulado sus boletos con magia y el tercero le había falsificado – el papel de los boletos resultó venir de la Ciudadela de Bronce y ser inmune al fuego por lo que los falsos ardieron como, bueno, como papel mientras el bueno ni se tiznaba ¿quién lo habría pensado? –

Para ese momento la mayoría de la gente se había marchado, varios más tiraban con disimulo sus proyectos de falsificar su participación, viendo el destino que había corrido el más rápido de ellos y la plaza comenzaba a despejarse mientras la félida se iba acompañada del charlatán y sus brujas entrando en el edificio más cercano. Media docena de dabus procedieron a limpiar la zona, sin dejar de soltar rebus1 de forma continua.

El variopinto grupo de cinco desconocidos apenas tuvieron unos minutos para hablar entre ellos antes de que, desde un callejón cercano pudieran escuchar claramente una queda llamada, con una voz neutra y monótona, sin la más mínima entonación o pasión.

-“Chsst… Chsst… Eh… Eh… Ustedes… Oigan… Los mascas con armaduras y magia… Oigan… Chsst… Chsst… Abro pregunta, pueden atenderme un momento, por favor, acabo pregunta”

La figura que les llamaba apenas era visible, tan sólo el borde de una túnica que parecía haber sido buena y de hilado de calidad… hace quizás doscientos años.

 

Notas de juego

1: los dabus hablan con un lenguaje que aparece en el aire junto a ellos, como tiras de cómic y se llama rebus.

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29/08/2018, 11:15
Tauron

Cuando aún ni si quiera se había anunciado el ganador de la rifa, el esqueleto prorrumpió en una letanía de lamentos como si fuera un alma en pena perdida en un plano infernal. Tauron sintió un cosquilleo raro en la espalda: castigar almas en pena era algo que corría por sus venas, seguramente era el negocio familiar de uno de sus progenitores. Aunque a él no le interesara especialmente, podía entender porque les gustaba a los de su calaña. Pero castigar almas en pena implicaba que había una ley cósmica y todo aquello era un muermo. Tauron pasaba bastante de leyes.

-¿"Un simple Haim"? ¿Ese es tu nombre? -preguntó.

El humano paliducho (¿cuánto hacía que no tomaba el sol?) había tomado parte también de la conversación, preocupándose por la seguridad del evento, y explicándole que el que les había vendido las papeletas todavía estaba haciendo tiempo, por eso no se oía nada. Tauron asintió, eso era lo que se imaginaba.

Finalmente el sonido de la voz del charlatán llamó la atención del tiflin, que puso sus ojos sobre él. La promesa de salir de allí de nuevo, sí. Por eso había comprado la rifa: después del lío en el que se había metido lo mejor era que pusiera pies en polvorosa, desaparecer una temporada no le vendría mal. Un niño tiernecito subió al escenario para hacer de mano inocente mientras el hombre continuaba hablando, haciendo publicidad de sus productos.

Cuando el charlatán finalmente anunció la forma, el color y el número ganador Tauron soltó un pequeño gruñido enseñando los dientes afilados mientras arrugaba el papel en el puño haciendo una pelota de color rojo.

-Timador. Nos ha desplumado como si fueramos unos sinpistas.-Masculló mientras se liaba en el escenario con varios de los ganadores, el Harmonium, hasta que llegaron los dabus para terminar de limpiar la plaza. Tauron sentía aversión por aquellos tipos que escribían sus cosas en el aire, pero mientras no se acercaran a él, no le importaban.

Después escuchó las palabras de la voz que intentaba llamar su atención. Arqueó una ceja al notar la extraña forma de expresarse, y más aún al ver que se trataba de una figura apenas visible. Tauron estaba acostumbrado a ver cosas raras en Sigil, pero el día acababa de empezar y ya había visto un esqueleto charlatán, un timador profesional y ahora a un tipo practicamente invisible. Le daba igual, estaba molesto por el dinero que había perdido, y apretarle las tuercas a alguien le ayudaría a relajarse, daba igual que el tipo fuera apenas visible.

-¿Qué tipo de atención necesitas? -le preguntó mientras abría y cerraba la mano formando un gran puño.

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29/08/2018, 16:56
Yangol

La suerte no estuvo de mi lado aquella vez. Pero al oír las palabras de aquel extraño recordé las enseñanzas de Zerthimon:

Cuando una puerta se cierra, una ventana se abre.

 ¿Sería esta una nueva oportunidad?

-Te escucho -me limité a decirle, sin demostrar demasiado interés, no fuera cosa de que intentara timarme.

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29/08/2018, 22:37
Zolgren Vrinn (Hei Long)

Sus "compañeros" de zona comenzaron a hablar.
Zolgren era poco hablador, así que se mantuvo algo al margen, sin poder obviar los nervios del esqueleto...
¡Ya tenía tela que un esqueleto hablara, que encima se ponía nervioso!

Una leve sonrisa se le escapó.
En ese momento el tipo de cabellos grisáceos y piel pálida le miró y preguntó por su procedencia.
Sí, soy de Faerûn... Aunque he vivido gran parte de mi vida en Kara-Tur.
Mi nombre es Zolgren, ¿y vos? 

Preguntó por cordialidad, pues en realidad tampoco le importaba demasiado.

El sorteo se llevó a cabo, y un mozo sustrajo una papeleta con el número ganador.
Una mujer felino fue la afortunada... ¡Dinero malgastado!

Cuando el drow ya pensaba en marcharse y pensar en otro plan para reunir el oro, un... alguien escondido en un callejón empezó a llamarles.
Entrecerró los ojos, esperando alguna trampa, y mirando alrededor en busca de algo raro, se aproximó un par de pasos.
Sea lo que sea que queréis, primero mostraos debidamente y luego hablaremos.
Dijo vigilante.

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29/08/2018, 23:11
Haim Senen Eliud

mis cuencas vacías se dirige al tiflin que pregunta sobre mi ultimas palabras. Haciendo que por un momento agradeciera que no tuviera carne para mostrar gestos faciales, los cuales serian de asombro y parte temor. Todo por contemplar su tamaño, demasiado grande para lo cual yo hubiera visto o recordado en mi liberación, mas si añadimos el hecho que su sangre, tiene un toque infernal recurriendo su cuerpo. No seria algo que me gustara mucho, demasiado problemas dan los seres infernales. Al menos, tenia medio sangre infernal, haciendo o aspiraba yo, que fuera lo suficiente como para que no menguara sus capacidades mentales y fuera tratable, en contra de esos diablos.

-Si, Haim me llamo. Y siento que no puedo esperar mas, la gente igualmente esta ansiosa por el resultado.

Es raro hablar de mi ansias por saber el resultado, y que cuando salga de mi boca. Este tan ausente de emociones, como si fuera unos de esos Mordrom que tanto he oído hablar de su plano de orden puro. Y no bien, al decir esto. Escucho las palabras de aquel ser de extraños trajes, que tanto deseaba yo escuchar. Por fin el resultado de mi dinero,vería futuros o seria pobremente aplastada por la maliciaEl charlatán, por fin- Y apretando con fuerza el papel espero ansioso el resultado. Solo para sentir dolor punzante en lo que alguna vez hubo corazón en mi pecho.

El numero "91", el que se llevo toda la gloria, y la cual si yo hubiera sido mas sabido al escoger uno, habría yo estado en el estadio y no aquí. Mirando de lejos a la figura ganadora, este duro giro de los acontecimiento es lo suficiente, como para que me motivara a quitarme la mandíbula y dejarlo caer en el piso, en señal de estar muy sorprendido con los resultados.

Y con esto, la experiencia ha sido completamente experimentada. No era buena, pero se supone que toda experiencia se debe experimentar y aprender de ella....Aunque en esta, por mi estado emocional no tenia muy claro en que aprender, pero serviría para dejarlo marcado en esas esferas, lo llamaría "Esperanza comida por la espera". Pero ni eso creo que tenga el tiempo suficiente.

Y así, pensaba partir completamente,listo para dar una caminata solitaria y deprimente por todo el asunto, pero mis intenciones son alteradas cuando la aparición de "eso" es lo suficiente como para llamar mi atención. O mas bien, extrañarme escuchar por primera vez, una voz tan carente de emoción como la mía. Rápidamente, me muevo y recojo mi mandíbula que posicionado de nuevo, con una series de "clac" para asegurarme que no se vuelva a caer. Hablo para averiguar sus intenciones, tal parece que aunque la experiencia de ser "estafado" no me dejo nada nuevo, podria esto prontamente ser olvidado por un nuevo recuerdo.

-Vacio como mi habla. Nunca lo he oido de otra persona, que eres. Bueno, te escucho extraño ser.

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30/08/2018, 03:47
Mattheus Volkhen

El elfo oscuro confirma mi teoría, se trata de un drow, aunque extrañamente no parece ser de los que viven bajo tierra sino que este proviene del lejano este.

-Mattheus Volkhen, de todos los caminos aunque originario de Puerta del Oeste -le respondo con una rápida reverencia que solo consiste en una ligera inclinación.

Finalmente llega la hora y el charlatán invita a un niño que se encuentra presente entre la multitud para que haga de parte imparcial y elija un número, que ingenuo, todos los críos que han tenido la desgracia de criarse en la calle perdieron la inocencia cuando se vieron obligados a valerse por si mismo, si lo sabré yo...

Al ver que no solo había ganado una mujer-gato sino también otras tres personas más, llevo rápidamente mi mano a la empuñadura del espadón, listo para salir a la carrera y reclamar para mi el honor de teñir el filo de mi arma de rojo. Sin embargo, para fortuna del parlanchín y para mi desgracia, los tres sujetos resultaron ser timadores que debieron salir huyendo para no ser capturados por los ogros, una verdadera pena, tenía muchas ganas de manchar mi espadón con la sangre del charlatán. A diferencia de los demás, yo no sentía que me hubieran engañado con la rifa ya que el tipejo había recurrido a tecnicismo pero aún así eso no disminuía mis ganas de atizar al charlatán...

Una vez que la muchedumbre se dispersa y los raros acólitos de la mandamás local empiezan a limpiar el lugar, me dispongo a marcharme al igual que el resto pero de repente una voz monocorde y carente de toda emoción que recuerda a la del esqueleto que nos acompaña nos llama desde un callejón cercano. Por la parte de la vestimenta que se ve, podría decirse que se trata de alguien rico pero por su antigüedad y la forma de hablar del desconocido empiezo a pensar que se trata de un no-muerto aunque también podría tratarse de cualquier otro tipo de ser, después de todo estamos en Sigil.

-Te escuchamos, pero antes sal a la luz para que podamos verte y hablar de frente -le digo al desconocido.

“Salir a la luz”, quien diría que justo yo pronunciaría esas palabras…

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30/08/2018, 08:17
Svenn

El extraño, una vez pudo verles con claridad, emitió una rotunda, aunque átono y sin inflexión, interjección.

-"Oh" - casi podían percibir el tono de exclamación y sorpresa, pues gestualmente sí era expresivo - "vaya que casualidad"

Se adelantó al serle solicitado, saliendo del esquinazo para revelar algo que tal vez les habría sorprendido en otro lugar menos pintoresco y multicultural. Incluso les podría haber sorprendido algo, si no llevasen ya un rato... hablando con otro esqueleto.

Este carecía del brillo antinatural en las cuencas de Haim y de su porte, quizás porque no iba blindado y armado, pero inconscientemente se sentía que era algo más... Este nuevo esqueleto, aparentemente no se distinguía en nada de los esclavos sin mente de los Cenizos en el Mortuorio; sin embargo estaba dotado de consciencia, incluso en lo poco que le habían visto, de personalidad.

-"Albricias, compañero" - habría gritado, si no fuera porque su voz surgía nigrománticamente de él sin modular ni entonar - "es una felicidad saber que me hallo entre gente de mente abierta y no seré recibido con hostilidad" - resultaba muy expresivo, con grandes aspavientos y poses teatrales generando un extraño contraste con su voz enlatada.

Fue saludando a cada uno con un apretón de manos y parabienes, mientras se presentaba con reverencias floridas. Su forma de expresarse era peculiar, no parecía un Enjaulado, ni usaba el vocabulario habitual de la ciudad.

-"Bienhallados seáis. Mi nombre es Svenn. Encantado, caballero. Un gran placer saludarle."

Una vez hechas las presentaciones, pasó al motivo de su interrupción, siempre con su estilo florido de expresarse - salvo en su voz monocorde -

-"Si a ustedes les parece bien, podría pasar al tema que me ha llevado a importunarles. Me temo que mi tiempo aquí fuera es limitado. No he podido evitar fijarme en que parecen interesados en un viaje costoso e, intuyo, no disponen de efectivo para hacerle frente; además parecen ustedes personas competentes y capaces, que no se arredran ante lo desconocido ni le temen al posible peligro." - era tan recargado en la forma de expresarse como en los aspavientos, incluso teatral, era difícil saber si estaba fingiendo pues a su voz monocorde se añadía la total falta de expresión facial que se pudiera leer.

-"Hablo en nombre de Hargrimm el Sombrío, líder de las Naciones Muertas y, si fuera de su interés, les invitaría a que me acompañaran a su presencia con el propósito de llegar a un acuerdo comercial, nosotros les gestionaríamos el viaje deseado a cambio de que antes lleven a cabo una labor de investigación que Hargrimm les podrá señalar con más detalle."

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30/08/2018, 10:38
Tauron

El individuo que les había llamado se había mostrado, revelando lo Oscuro del asunto. Tauron no se sorprendió mucho al ver a otro esqueleto parlanchín, pero empezaba a pensar que alguien se había dejado abierta la puerta del Mortuorio (el Gran Cencicero había oído que lo llamaban) y estaban escapándoseles todos los cuerpos a los Cenizos. Estrechó la huesuda mano del esqueleto disimulando la desconfianza que le producía. Después Svenn empezó a darle a la húmeda -en sentido figurado- y el tiflin escuchó educadamente lo que el esqueleto tenía que decirles con su voz monocorde y sus exagerados movimientos, como si estuviese siendo manejado por un titiritero con mucha habilidad con las manos pero poca para  las voces.

Estaba en lo cierto: Tauron estaba pelado. Debería de haber manejado mejor el dinero que había ido ganando en las peleas ilegales, pero la Jaula no era un lugar barato. Y las mismas peleas ilegales le habían metido en el lío que le obligaba a salir de allí cuanto antes, mejor. Les estaba hablando de un Tío Sombrío y un acuerdo comercial que podía interesarles... Se sintió receloso, ya le habían pelado una vez aquel día, y la gente que hacía aquel tipo de tratos no solía ser trigo limpio. Sin embargo, no tenía muchas más opciones en aquel momento, ¿no?

-El masca ese del que hablas suena importante, ¿qué tipo de favor necesita? ¿Hay que apuntar a alguien en el Libro o se trata de algo con más sutilezas? -Tauron miró a ambos lados de la calle, solo estaban los dabus dándole a la húmeda, pero aún así: -Será mejor que hablemos de lo Oscuro del asunto en un lugar más discreto.

Le puso una mano en el hombro amistosamente a Svenn para que este comenzara a andar hacia donde fuera que iban a ir, y notó como sus huesos se movían debajo de la capa. A partó la mano rápidamente, como si le hubiera dado un calambre.

-Qué yuyu. -le susurró a Haim. Inmediatamente se dio cuenta de lo inapropiado de decírselo a otro esqueleto. Carraspeó un poco, disimulando.

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30/08/2018, 20:06
Yangol

El extraño resultó ser otro muerto viviente. Por sus modales y la naturaleza de su oferta, parecía ser un extranjero al servicio de algún mandamás.

-Suena interesante, pero... ¿Que es lo que ese Hargrimm quiere que investiguemos? ¿Y por que no ha recurrido a los cabezones? ¿Por que nosotros?