Partida Rol por web

Aunque era de esperar que la niña hablara usando la jerga local, para mi sorpresa utiliza un "dialecto" aún más difícil que los que hablan los de la ciudad, lo cual me obliga a hacer un esfuerzo adicional para entenderle. Sin lugar a duda, quienes hayan inventado esta maldita jerigonza se merecen su propio lugar de sufrimiento en el infierno...

-¿Sabes si al colgado lo encontraron a este lado o al otro del charco? -le pregunto a la pequeña usando gestos para ayudarme- Por cierto ¿puedes decirme donde está ese "bujero" en el que tiraron el brazo?

-Aguarden un momento... ¿Entendí mal o la niña dijo que están muriendo gente de los suyos? Porque si es así, puede que no sólo estén atacando a los no muertos...

La chiquilla le miró extrañada.

-"Al otro lado del charco sólo hay pared. ¿Cómo va a andar allí un fiambre?" - sin pretenderlo había dado una respuesta, puesto que lo que quedaba claro es que la pequeña no sabía que el lago era en realidad un rebosadero de una corriente subterránea y tenía otras salidas. Probablemente nadie que no tuviera magia para respirar bajo el agua se habría arriesgado a explorar aquello, y más en éste entorno mortífero plagado de depredadores.

Cuando le preguntó por el agujero, la chiquilla señaló en una dirección que no parecía ir ni hacia dónde venían ni pasando el campamento por el camino, sino adentrándose en la espesura de hongos y estalagmitas en la dirección contraria al montón de basura en que se encontraban. Probablemente no fue muy precisa, pues señaló sin dejar de mirarle con desconfianza y miedo en ningún momento, como temiendo que aprovechase una distracción para atraparla.

-Bien... al menos ya sabemos que no conocen el túnel subacauático, así que es probable que no hayan tenido contacto con las naciones muertas, aunque no es seguro...

La niña rata parecía hablar en una lengua casi ininteligible, y el Drow tuvo que esforzarse para entenderla. El caso era que las únicas cosas útiles que les contó fueron que había otros tres hombres rata que se marcharon hace tiempo y que al muerto lo habían encontrado en el lago por el que habían venido. Vale Renacuaja, te daremos comida. Pero nos llevarás al bujero ese primero. Tienes hambre, ¿no? dijo algo teatralmente el Drow, esperando que se mostrara cooperativa.

-"Si, mazo gusa tengo." - 

El drow había tenido que acompañarse de gestos para hacerse entender.

-"Es a tiroepiedra. Pero hay que achantar la muí y los pieses, porque del bujero pueden saltar espantos de to pelaje."

La cría teriántropa se paró en cuanto llegó de nuevo al claro. Seguía oliendo mal y, claramente, la fuente del olor - nueva para Yangol - era ella. Aunque ya no olía a podredumbre, seguía el persistente olor dulzón y asfixiante.

-"Ey, mascas, digo... Podríais descolgarme el fiambre, ¿que no? Yo ahí no llego."

La chiquilla miraba el torso medio invisible entre el humo con ansia y hambre. Sus tripas rugieron con fuerza en ese momento.

-En zonas subterráneas como esta la comida no suele abundar y es lógico que se formen partidas de caza que desciendan a Bajosigil, arriesgando sus vidas a cambio de la esperanza de conseguir algo con lo que alimentarse -le digo a Yangol explicándole que la supuesta muerte de los hombres-rata que mencionó la niña se debe a la depredación natural y no a los ataques que sufren los no-muertos.

La chiquilla no solo responde a mis preguntas sino que nos señala en que dirección se encuentra el agujero aunque antes de volver a hablarle, le lanzo una mirada al gith, dándole a entender que no debe hablar de más frente a ella y que debía de haberse guardado lo del túnel que hay debajo del estanque.
Luego de escuchar como Zolgren y la niña regatean la ubicación del agujero a cambio de comida, intervengo.

-Renacuaja ¿que parte te gustaría comer? -le digo a la pequeña licántropa mientras desenfundo lentamente mi daga, indicándole que no voy a lastimarle sino a trocear para ella una parte del muerto- Sin embargo, no te lo daremos hasta que nos lleves al "bujero". Además, una vez que terminemos de examinar el "bujero", te bajaremos el resto del "fiambre" y este será todo para ti -agrego sabiendo que el principio básico de la negociación es el toma y daca y que una abundante recompensa futura siempre es tentadora.

Mientras espero a que la chiquilla responda, miro al cadáver. No soy partidario de profanar a los muertos pero también soy de los que se adaptan a las situaciones y en esta ocasión sus restos pueden servir a un bien mayor. Además, siendo honesto conmigo mismo, cortar un trozo del cadáver no es muy distinto a faenar un ciervo o una liebre o incluso a decapitar a los delincuentes por cuyas cabezas había una recompensa...

Cuando por fin la niña salió, comprobé que el olor venía de ella, lo cual, de por sí, ya era desagradable. Pero cuando pidió que le bajáramos el "fiambre", tuve que taparme la boca, asqueado. Sabía para qué era el cadáver, pero oír hablar de ello...

-Sólo avísenme cuando lo van a hacer para que pueda mirar hacia otro lado- comenté ni bien logré reponerme

-"La jeta." - afirmó, sin dudar ni un segundo, mientras se relamía y se frotaba las zarpitas. Cuando puso cara de duda se señaló la cara - "na más queda media, se la guardaba el jefe para un día especial."

Mattheus se puso a bajar el cadáver, mientras Yangol se alejaba unos pasos, su intención era quedarse vigilando a la niña, pero ésta estaba tan emocionada, que no dejaba de dar saltos en torno a la hoguera y el cadáver haciendo imposible hacerlo sin contemplar la macabra tarea del inquisidor.

La cara estaba parcialmente roída, también muy ahumada y un poco pasada. Resultaba muy difícil decir nada del muerto, salvo que era un humano bastante viejo y con barba blanca. Mattheus se le quedó mirando, le despertaba una sensación vagamente familiar, pero no sabía decir más. Tampoco es que apeteciera detenerse a contemplar aquel espectáculo terrible.

-¿Estás segura? La cara me parece bastante sosa... yo diría que los antebrazos y los muslos son los que tienen más carne -le pregunto a la pequeña ya que si yo estuviera en su lugar elegiría una pieza con más músculos aunque tampoco es que tenga experiencia comiendo humanos... 

Tras acercarme al cadáver daga en mano, me preparo a cumplir con mi parte del trato aunque al ver el rostro del muerto más de cerca, me quedo unos instantes mirándole. No se porque pero esas facciones y esa barba blanca me resultan familiares...

-Compañeros... -digo titubeando sin apartar la mirada del "fiambre"- ¿El hedor de este lugar está comenzando a afectarme o en realidad el muerto se parece a Kayru, el Cenizo?

Me sorprendí al escuchar la pregunta de Mattheus.

-¡¿Qué?!¿Me estás diciendo que... ese viejo al que todos odiaban... terminó aquí?

No quería mirar, pero por el bien de la resolución del caso y, por qué no, un poco de curiosidad, para qué negarlo, me obligué a observar el cadáver con más atención.

La negociación con la cria Ratoide fue bien y a cambio de dejarle carroñear al colgado, les indicaría el camino al agujero. Pero entonces Mattheus dijo que el rostro del colgado le recordaba a Kayru El Cenizo... El Drow se fijó bien... sí, tenía un aire... pero aquello no podía ser. Aquel cadaver llevaba allí mucho tiempo, y habían hablado con Kayru la tarde anterior. Si este es Kayru, lleva ya tiempo muerto. Eso nos obliga a preguntarnos... ¿quién era pues el Kayru que conocimos? preguntó el elfo oscuro. En cierto modo sintió la necesidad de regresar a las Naciones Muertas para interrogar al supuestamente falso Kayru, pero era mejor no precipitarse por el momento.

La cría teriántropa asintió enérgica confirmando que prefería la cara, relamiéndose. Estaba muy convencida, así que supuso que los detalles del degustar la carne humana se le escapaban.

Mattheus se fijó más en detalle en la cara del muerto, desde luego tenía un parecido notable a Kayru, estaba ahumado, medio comido y algo descompuesto, por lo que era difícil afirmar más allá de toda duda. Zolgren no se había fijado en un primer momento, pero ahora que lo decía el dhampir... sí, podía ser, si le tenía que sacar un parecido, sin duda sería con el Cenizo.

Yangol, ante la posibilidad de que hubieran encontrado nuevos indicios, superó su reticencia y miró. El no le sacaba parecido con nadie, eran unos restos humanos profanados de forma horrible y le resultaban irreconocibles. Sí, podía ser un viejo, parece que tenía barba, sí, podía ser que fuera blanca, o que se hubiera quedado así por el trauma al verse cautivo y prever el destino al que se había enfrentado.

La muchacha les interrumpió preocupada, tirando de la manga de Mattheus. Había dejado de apestar en ese rato y ya no olía tan mal como el vertedero. Solo muy mal.

-"Eh, que habíamos queda'o que el fiambre era de la muá. ¿no? Os llevo al bujero y para el buche el fiambre. ¿no?"

La macabra observación a la que me había sometido había resultado infructuosa.

-Pues yo lo lo veo tan parecido y... Zolgren tiene razón. Las fechas no coinciden. No puede ser el mismo viejo pero, tal vez tenía un hermano...

-O, lo que es más probable, este es el auténtico Kayru y el que conocimos es un impostor, tal vez un cambiaformas u otra persona bajo un conjuro de ilusión, de allí que siempre intentara mantener su rostro oculto bajo la capucha, para que no pudiéramos detectar el engaño -le digo a Yangol mientras me río internamente de su idea del "gemelo malvado"- Además, las fechas coinciden, las desapariciones se intensificaron durante el último mes, después de que la mancha de sangre apareció en el estanque. Es muy probable que nuestro impostor matara a Kayru en el espejo de agua, se deshiciera del cadáver tirándolo allí mismo y que desde entonces esté usando la morada del Cenizo como base de operaciones, después de todo Clea y Bizcocho de Hígado desaparecieron cerca de esa zona y el sable de Anne apareció en el fondo del estanque...

Antes de que pueda terminar con mi argumentación, siento que me tironean de la manga y al girarme veo que se trata de la niña-rata, la cual insiste con el tema de la "comida".

-Disculpa pequeña, el muerto es conocido nuestro y necesitaremos su cabeza durante unas horas -le digo a la chiquilla- Aún así, no voy a dejarte sin comer. Te bajaré el resto del cuerpo y cuando terminemos te devolveremos lo que falta.

Sin nada más que agregar, decapito al muerto y me quedo con su cabeza. Luego, bajo el cadáver pidiéndoles previamente ayuda a mis compañeros y lo dejo en el suelo para que la pequeña licántropa se alimente.

-¿Alguien tiene un saco o alguna manta para envolver la cabeza? No creo que nos convenga ir con esto a la vista, y más si vamos a por el brazo ya que los depredadores de Bajosigil podrían oler la sangre y el hedor a muerte -le pregunto a mis compañeros mientras espero a que la testa cortada deje de chorrear la poca sangre que aún le queda.

El gesto de decepción de la pequeña duró sólo hasta que le dejaron el resto del cadáver al alcance. Para cuando terminaron de buscar algo en lo que envolver la media cabeza ahumada, la chica ya se había hartado de comer y estaba escondiendo tajadas del resto.

-Oh, ya entiendo -dije mientras me rascaba la barbilla- Entonces, éste sería el verdadero Karyu y con el que hablamos era un impostor... Tal vez el verdadero no era tan desagradable, después de todo. Al menos, para Anne y Bizcocho valía lo suficiente como para conversar con él.

Mis ojos se abrieron como platos cuando vi a Matheus decapitar al cadáver y pedir por una bolsa. Esta investigación ya había sobrepasado por mucho mi capacidad de asombro.