Partida Rol por web

Ryu llegó por primera vez cabizbajo al centro pokemon, esta vez no había sido la superioridad del contrario la que le dio la derrota sino su propia falta de habilidad.

Enfermera, cure a mis pokemon por favor. 

Miró la lista de entrenadores, debía redimirse, recogió sus pokemon y sacó al primero de todos, su inicial. 

Vamos pequeño, a por Jessie. 

Parte de Zakkai llegó impresionado por la fiera demostración de poder y experiencia que Ash había mostrado derrotando a sus pokemon,siguió buscando un reto aunque claramente aún no estaba preparado para muchos pero eso sólo demostraba el largo camino que tenía para seguir adelante,el joven entrenador dragón estaba emocionado por cada derrota y por cada victoria que se cruzaba en su camino.

Tras dejar sus pokemones recuperándose con la enfermera Joey Zakkai pensaba cómo continuar -Cambiare un poco las cosas los combates triples son complicados para mi pero eso los vuelve geniales- despues de ojear un poco el mapa solo podía pensar un lugar para ir y hacer un cambio de ambiente al que se había acostumbrado el entrenador -Un gimnasio de agua eso es perfecto no he enfrentado pokemon de agua,¡Así que gimnasio agua allá voy!- el joven salio corriendo del centro pokémon tras tomar de vuelta a sus pokemons curados.

Ryu llegó algo cabizbajo al centro pokemon. Por favor enfermera Joy, cure a mis pokemon. Alomejor no estaba hecho para esto, alomejor el final de la liga le superaba, aunque estaba tan cerca, que decidió ir a ver que gimnasios estaban libres. Pasó horas pensando hasta que la enfermera Joy sacó sus pokemon y se les devolvió.

Este no he probado. El tipo de mi inicial. Gladio, voy a por tí.

Salió del centro pokemon y se le vio montar en su pokemon para ir volando, como cada vez.

Cuando Kenryu iba caminado bastante perdido, noto que varias personas incluyendo a una persona que identifico como entrenador se metian en un edificio supuso que era un edificio para entrenadores por lo que decidio entrar a investigar.

Al entrar noto mucha gente que iba y venia y creyendo que todos eran buenos amigos de los pokemon se lleno de entusiasmo, a tal punto que su personalidad cambio alimentada por esa euforia temporal.

Dentro del lugar alguien llamo particularmente su atencion, era una mujer con una cara dulce y una amable actitud, quien estaba detras de lo que el considero una mesa.

Se acerco a ella sin pensarlo mucho. Buenas tardes señorita, mi nombre es Kenryu.

Buenas tardes, mi nombre es Joy, ¿En que puedo ayudarte? La chica resulto ser la enfermera del centro pokemon.

Es un gusto conocerla, y aprobechandome de su ofrecimiento le dire que soy un entrenador novato ¿podria decirme cual deberia ser mi primer paso a seguir?

Confundida la enfermera Joy por la inusual pregunto lo miro, sin tardar mucho en reponerse de la inusual escena respondio. Si ya tienes un pokemon deberias ir a desafiar un gimnasio, con una dulce sonrisa y un suave movimiento de mano señalo un tablero electronico donde se mostraba la informacion de los gimnasios actualizada constantemente, aqui puedes revisar los gimnasios y su estado actual.

Con una enorme sonrisa Kenryu agradecio para dirigirse al tablero. Pero fue detenido por la enfermera Joy.

Espera, antes de que te vayas quisiera explicarte un par de cosas mas.

Kenryu regreso al mostrador, Eso sera realmente util para mi señorita.

Por favor llamame Joy, soy la enfermera a cargo de este centro pokemon, aqui curamos a los pokemon heridos y cuidamos de los pokemon cansados tras las batallas pokemon, por favor, pasa con frecuencia a cualquier centro pokemon no presiones demasiado a tus pokemon. La enfermera se confundio un poco al ver el cambio de actitud de Kenryu, quien habia perdido el entusiasmo al sentir que las batallas pokemon eran peor de lo que el habia pensado que serian, de hecho casi desiste de su aventura y regresa a casa pero la dulce sonrisa de la amable enfermera Joy lo reconfortaron lo suficiente para animarse a continuar. ¿Entiendes?

Con una sonrisa mas modesta Kenryu contesto. Claro se... Joy, muchas gracias.

Aqui estamos para ayudar cuando nos necesites. Se depidio la enfermera Joy, Kenryu se despidio con una simple sonrisa mientras caminaba hacia atras y volteaba hacia el tablero. Bien, regresare pronto.

Al pararse tras unos entrenadores a ver el tablero empiezo a hablar en voz baja con su pokemon que estaba dentro de su pokebola.

Estaba pensando en iniciar con una batalla en la que tuvieras ventaja pero parece que el gimnasio oscuro esta ocupado, puede ser una mala idea, pero que te parece si vamos por un gimnasio de veneno.

Ok Mitsuki, entonces andando.

Azura entro al centro Pokémon y logró llamar la atención de las personas que ahí se encontraban por su belleza - Empieza nuestra aventura, Emperador- dijo hablándole a su pokeball - Este cartel es muy peculiar - Mostraba interés cuando Azura ve un cartel a lado del mapa - Hielo - susurra mientras piensa, ella llego con la intención de que su primer gimnasio fuese de Hielo pero está advertencia le daba escalofríos - No importa, se lo debo a mi papá - recordó el porque estaba ahí así que salió rumbo al gimnasio de Hielo

Chartreuse entró de manera estrepitosa junto con un ludicolo que medía casi lo mismo que ella.
-Abran paso a Chartreuse -dijo la chica con una sonrisa altanera, con el pokemon a su lado cruzándose de brazos en una actitud similar-. Entrenadora Oficial, ganadora de muchos premios y competencias, futura Maestra Pokemon -decía mientras se internaba en lugar.

Ella se detuvo un momento para ver a la gente a su alrededor. -Parece que no hay mucha competencia aquí. No esperaba más. A donde voy siempre soy la mejor, ¿a que sí, Pancho? -Le dio un codazo a su compañero ludicolo, quien de inmediato se cruzó de brazos en otra posición.

Chartreuse echó un vistazo al listado de gimnasios.
-Hm. Vamos a ver, ¡oh, hay uno dragón! Los dragones siempre son de lo más fuerte, tal vez deba de -Ya iba en dirección a la puerta cuando vio el anuncio de peligro-... Cuidado, ¿eh? -Abrazó al ludicolo de lado-. Lo siento, Pancho, pero parece que los dragones come-ludicolo tendrán que esperar, ¡el peligro nos llama!

Y en cuarto lugar entró un muchacho polvoriento, con el pelo sucio y las botas manchadas de barro. Necesitaba ducharse. Pero, por desgracia para cualquier persona en un radio de 3 metros, en los Centros Pokemon no había duchas para entrenadores. Este muchacho era Himitsu Ayumu, e iba acompañado de un Magnezone con una higiene similar.

-¡Aja! ¡Ja! ¡Ja! ¡O sea, o sea, que ya hemos llegado! El Centro Pokémon de, de... ¿Qué ciudad es esta?-

Miró a su alrededor a ver si había algún cartel que lo indicara, pero nada. Cero resultados, como quien dice.

-¡Bah! ¡Qué, qué más dará! ¡El caso es que hemos llegado! ¡El primer paso hacia la fama y la fortuna, Hubble!- El muchacho no parecía entender muy bien lo que era una voz de interior. Afortunadamente, en ese momento no había nadie en la habitación salvo una enfermera aburrida delante del mostrador, echándose un Solitario.

-Desde aquí tenemos que, que, um... ¿Cuál es el plan, Hubble?- Como tantos otros entrenadores habían hecho antes, dió un vistazo a la lista de gimnasios. La bombilla se encendió.

-¡Perfecto! ¡El Gimnasio Viento es perfecto! ¡Da 4 puntos! ¡Incluso, incluso ya tengo una estrategia en mente!-

Pero antes, el chico sucio se sentó sobre el ya polvoriento sofá de la sala de espera. Tampoco había tanta prisa, y a lo mejor se encontraba a alguien con quien conversar.

¡Vaya!, tenemos gente nueva en el centro pokemon, dijo el entrenador rubio mirando a su pokemon, magnezone es genial, seguro que pronto estáis compitiendo en la liga con nuevos amigos. 

Esto, no quiero ser indiscreto, dije mirando al entrenador, tengo un pokemon de agua, si quieres puede "regarte" en la parte de fuera. Tras ello comencé a reírme, aunque no creo que importe mucho eso. 

Kenji entró en el centro pokemon e ipso facto se dirigió al cartel de los gimnasios. No quiso que nadie le molestase antes del desafío, ni siquiera la enfermera Joy que le saludó sin recibir ninguna respuesta por parte de Kenji.

– Muchos gimnasios. – Pensó. – ¿Cuál debería elegir?

Sin duda Kenji pensó en la ventaja de su pokemon a la hora de afrontar el dilema, pues probablemente era la decisión más difícil que tomaría en las siguientes semanas.

– Solo un pokemon es problemático. – Acarició su pokeball. – Aunque el rival usará uno de igual manera, puedo quedar confinado en un combate imposible de ganar.

Sabía que tenía ventaja ante el tipo fantasma, pero los dos gimnasios habían derrotado a muchos aspirantes, por lo que seguramente la ventaja de tipo no funcionaría contra los líderes.

– No será tan fácil como ganar con una ventaja de tipo. – Miró a los entrenadores de alrededor que parecían igualitos a su padre, llenos de sueños e ilusiones, pero sin habilidad. – Sin duda el de lucha no. ¿Qué otras opciones quedan? Fuego, bicho o agua pasaron por su cabeza.

Le llamó la atención que había un solo gimnasio en el que no había registros recientes de combate. Así que se decidió.

Salió del centro pokemon de igual manera que había entrado, esquivando a la gente y se dirigió al GIMNASIO ÍDOLO.

Chartreuse se veía bastante sorprendida con la llegada de Himitsu. Después vio como Ryu se le acercaba.

Chartreuse se aproximó a ambos, y apuntó al chico polvoriento. -¡Tú! -dijo dramática, para luego hacer la señal de pulgar arriba-. Se nota que eres un gran entrenador. No te importa lo sucio y desaliñado que te veas, porque lo importante es tu habilidad para las batallas. Yo respeto eso y -El ludicolo a un lado de la chica comenzó a bailar-. ¡No, no, no! -Le gritó al ludicolo-. Pancho, él está así porque quiere, no necesita que lo bañes -Regañó al pokemo-. Como sea, si han estado en Hoenn, probablemente han escuchado de mí, la mejor entrenadora oficial y joven promesa, ¡Chartreuse! -Se cerró de brazos con una sonrisa vanidosa y el ludicolo hizo una pose similar, para después ambos apoyarse el uno en la espalda del otro.

¡Pero bueno! ¡Que falta de educación tiene la gente! ¡No podía estar TAN mal, ¿verdad?! Himitsu se miró al espejo. Se olió el sobaco. Sí. Sí podía estar tan mal. ¡Pero aún así! ¡No se podía evitar! ¡La gente se ensucia cuando camina! ¿Es que nadie había visto nunca a un aventurero indomable?

-...Supongo que puedo encontrar algún baño público antes de ir al gimnasio...-

Los dos tipos que le habían asaltado de esa manera eran una niña llamada Chartreuse y... un tipo. Ambos tenían un brillo en su mirada. El brillo de la ambición. ¿Estaban en busca del dulce néctar del triunfo, al igual que él?

Himitsu se rascó el pelo y se ajustó las gafas antes de hablar.

-Oh. La verdad, la verdad, es que solo hace poco tiempo que estoy siguiendo noticias de la Liga. Así que, ¿lo siento? No te conozco de nada. ¡Pero estoy seguro de que tienes una historia interesante!-

Miró a los dos una segunda vez, de arriba a abajo. ¡Si eran entrenadores Pokémon de viaje, seguro que habían visto cosas con las que pocos pueden soñar!

-Mi nombre, mi nombre es Himitsu Ayumu. Y voy en busca de aventuras. ¿Algún rumor? ¿Alguna curiosidad? ¿Alguna anécdota casi fantástica?-

El ánimo de Chartreuse cambió de manera drástica en cuanto escuchó a Himitsu decir que no había escuchado hablar de ella. Su sonrisa se convirtió en una mueca de decepción. Viendo esto, ludicolo le dio unas palmadas en la espalda y enseguida se puso a saltar y bailar, haciendo que nuevamente la chica se animara.
-Gracias, Pancho -Le habló al pokemon en voz baja.

-¿Así que quieres saber de alguna anécdota emocionante? ¡Pues tengo muchísimas historias de mis muchos viajes! ¡Mil y un cosas que esta entrenadora -Abrazó al ludicolo de lado-, y este valiente pokemon han visto vivido en mi larga y grandiosa aventura! -Se sentó cerca de ahí-. Muchos conocen del incidente con Magma y Aqua, eso hizo que muchos voltearan a ver a los pokemon de la tierra y el mar, pero esos dos no son las únicas leyendas. Había unos extraños escritos, tal vez más antiguos que todo Hoenn. Escritos indescifrables que conectaban con túneles subterráneos en lugares desolados, que podían guardar la clave para algo fabuloso, algo que tal vez nadie haya visto en miles, o millones, ¡o miles de millones de años! Todo dependía de mí. Descifrar esos escritos, llegar a esos lugares lejanos y enfrentarme a los secretos antiquísimos -Chartreuse se encogió de hombros-. Pero todo eso parecía mucho esfuerzo, así que le pedí ayuda a un arqueólogo para traducir los escritos, a cambio le di una esfera rara que encontré en mi viaje, ¿rocío bondad? Creo que se llamaba algo así, seguro que no era nada importante. Después usé mi fama de entrenadora oficial para que un grupo de ranger me dijera la mejor forma de llegar al lugar que decían los escritos, y así fue muy fácil todo -Levantó los brazos hacia arriba como si contara una historia de terror y el ludicolo procedió a encender una linterna debajo de la cara de Chartreuse-. Lo que vimos ahí, dentro de la cueva a la que nos guió todo, fue algo horrible, espantoso, un gigante hecho de piedra, y el único ruido que hacía era "beep." Claro, yo nunca tuve el más mínimo miedo, y no es como que primero fuera a esconderme a un rincón -Hizo una risa exagerada-, eso sería ridículo. No, fui directamente hacia esa cosa y ambos tuvimos una batalla que duró tres días y tres noches... o media hora, es difícil saber el tiempo dentro de una cueva -Al final se recargó en el sillón y ludicolo a su lado-. Y esa es la historia de cómo se hundió otra isla en Hoenn. Ese monstruo de roca y yo nos hicimos amigos, pero cada uno fue por su lado. Creo que ahora trabaja en demolición o algo así -dijo la chica con confianza.
 

Con una medalla más y una amiga nueva, Arahel regreso al centro pokemón para que todos descansaran y curaran sus heridas. Mientras la enfermera Joy se encargaba de Shiro y Darwin, busco algo para comer para él y para la joven espeón que había lo había seguido montaña abajo.

Dió un bocado a su bola de arroz mientras miraba el mapa de los gimnasios. -Quieres intentar con alguien de tu tipo? - Preguntó mirando a su nueva compañera que comía felizmente a sus pies. -Bien, iremos allí

Para todos:. Leed las reglas de la partida. Los post deben de hacerse en tercera persona y en pasado y a ser posible tened cuidado con las faltas de orkografía, por favor. Y hasta que no publiquéis la ficha de vuestro primer pokémon por la escena de creación, no tendréis acceso a esta escena.

Os recuerdo también a todos, que aunque estéis actualmente combatiendo, podéis usar el centro pokémon para hablar, interactuar, compartir opiniones, eso sí todo de forma on-rol.

También os comento que aunque veais actualizar la tabla y a vosotros no os he posteado, es porque estoy con otros compañeros antes, porque habrán posteado antes que vosotros. Trato de seguir un orden estricto a la hora de ir posteandoos. Y lo que voy haciendo es postear cuando saco un rato, y no siempre me da tiempo a hacerlo con todos.

También me gustaría recordaros que para que yo considere que os habéis dirigido a un gimnasio, tenéis que dejarlo claro en las Notas de Juego del post. De lo contrario pensaré que solo estáis pensando o hablando pero que no tomáis la decisión todavía. Y a ser posible indicad el nombre del gimnasio, que para eso lo tienen ^^

En cuanto consigáis una medalla, recibiréis vuestro siguiente pokémon, así que pasaos por el hilo de creación de personaje y decidme cuál será el siguiente que vais a elegir para que yo os pueda dar los stats. ¡Hasta que no lo consigáis y tengáis la ficha hecha, no podréis escoger gimnasio!

Un cartel escrito a mano estaba junto al mapa de los gimnasios:

Cuidado con la Ventisca del Gimnasio Hielo

Chartreuse se alejó de las personas con quienes hablaba. -Cierto, hablando de historias y hazañas, hay algo que todavía no he hecho -Buscó un par de asientos vacíos y, en lugar de sentarse en ellos, ella y se subieron sobre los asientos-. ¡Escuchen todos! ¡Si todavía no lo he dicho, soy Chartreuse, pero no sólo soy una entrenadora oficial, sino que soy Maestra de Tipo Planta! ¡Si alguien quiere el título tendrá que pasar sobre mí primero! ¡Pero acepto a cualquier retador que tenga ganas de perder ante mí! -Gritó la chica para todo aquel que tuviera oídos, tras lo cual el ludicolo hizo también un grito efusivo. Luego ambos procedieron a bajarse de los asientos.

Tarako volvió de su último combate como siempre, con una sonrisa de oreja a oreja. Sin embargo, esta vez no era porque una nueva medalla colgara de su pechera, si no por la emoción que le generaba su nuevo título y el poder ser retado por otros entrenadores. 

Se dirigió al centro de la sala y alzó la voz para que todo el mundo pudiera oírle. No quería que nadie se perdiera el anuncio, pues cuantos más lo oyeran más potenciales entrenadores para retarle y eso es lo que él quería, medirse con otros entrenadores, combatir más, hacerse más fuerte.... 

¡Hola a todos! Soy el nuevo maestro de tipo volador. ¡Espero sus desafíos! Los dientes del muchacho brillaban por el sol que entraba por una ventana y su media sonrisa le daba un aire de confianza abrumadora.

Para Zakkai sus últimas derrotas eran algo que lo tenía sorprendido no podía creerlo estaba siendo un total fracaso como entrenador pokémon,estaba defraudando a sus compañeros y se sentía mal por ello pero no quería rendirse el se negaba con todo su ser a retirarse -Esta vez si lo conseguiré no volveré a caer- como había pasado las anteriores ocasiones el entrenador dejó a sus pokemon recuperándose con la enfermera Joy antes de salir corriendo a un nuevo gimnasio pero él no pensaba escapar.

Ire a un gimnasio eléctrico esta vez lo lograré y si no es así lo volvere a intentar una y otra vez- con esas palabras Zakkai salió del centro pokémon tras tomar a sus compañeros aun en sus Pokeballs rumbo al gimnasio Chispa esperando contar con una mejor suerte que antes,aunque siendo realista el pensaba que no le podría ir peor.

Kenji volvió al centro pokemon con un sabor agridulce de su último combate. Parecía que la lógica no funcionaba tan bien como él esperaba pero aún así no quería hacerse notar entre los entrenadores, al menos, no por ahora.

Su siguiente combate iba a ser tanto o más decisivo que el anterior, así que, creyendose mejor que sus compañeros, quería afrontar a un líder que hubiera conseguido muchas victorias.

Un líder de tipo fantasma podría ser perfecto para probar sus habilidades, así que se encamino hacia alla con la esperanza de salir victorioso de aquella lucha.