Partida Rol por web

Elle llegó, delphox estaba a su lado, estaba lastimado, pero no tanto, la que si estaba lastimada y no físicamente era Elle, que hizo todo el esfuerzo para no soltar algunas lágrimas. La chica fue con la enfermera e hizo que delphox fuera con ella para ser curado, el pokemón pasó su mano por el cabello de la joven, pero ella se encogió de hombros, mirando a otro lado, musitando que lo sentía y que era todo su culpa...

La joven no notó a los chicos y se fue a otro lado, en un rincón, y comenzó a sollozar, las lagrimitas caían sobre sus rodillas y se estaba planteando seriamente en volver a casa, que aquello no era lo suyo, que debió seguir con los concursos pokemón y no aventurarse como entrenadora. Era un fracaso y lo peor es que su amigo sufría todas las consecuencias. 

Vilke iba a responderle a Fraye pero vio entrar a Elle bastante triste así que le dio un codazo a Fraye.- Vaya, hechele bolas.- Le dice mientras hace un gesto para que vea a Elle, sabia que si alguien estaba triste el mejor para alegrarlos era Fraye, no importa que haya pasado alguna estupidez de él te hará reír.- Cualquier cosa me pegas un grito y ofrecemos un par de navajazos.

Toshio regresó algo cansado al centro pokémon. Dejo su Feraligatr en manos de la enfermera Joy mientras se sentaba en un sofá, cerca de la tabla donde se mostraban los líderes y gimnasios, y dejó reposar su cuerpo un rato mientras tanteaba cuál sería su siguiente desafío.

Por ahora no le había ido nada bien, dos derrotas consecutivas. Y eso que en la primera había tenido la "ventaja" del tipo. Pero no iba a tirar la toalla tan fácilmente. Cuando hubo descansado lo suficiente y la enfermera Joy le devolvió a su pokémon completamente recuperado, volvió a elegir rival. - Mordisquitos, esta vez vamos a por un reto mayor. - Le dijo a su Feraligatr mientras señalaba el panel de los gimnasios, apuntando al gimnasio Mente y su líder Izzy. Acto seguido, entrenador y pokémon salieron a toda prisa del Centro Pokémon en dirección al gimnasio de tipo psíquico.

Erol entro al centro pokemon algo cansado y sucio, había estado entrenando su habilidad en combates triples y creía estar por fin listo para enfrentarse a un líder de gimnasio en uno, llego hasta el mostrador y le pidió a la enfermera Joy que curara a sus pokemon, había sido un duro entrenamiento y estaban agotados.

Mientras sus pokemon eran atendidos aprovecho para darse un baño y cambiarse de ropa, después de recoger a sus pokemon y asegurarse de que estaba todo listo, se dispuso a partir hacía el siguiente gimnasio, en ese momento vio a una chica entrar con un Delphox, se le notaba cabizbaja, Erol supuso que había perdido un combate, aunque a Erol le hubiese gustado ayudarla, pero realmente no había nada que él pudiese hacer, el bien podría estar igual si no fuese por que había tenido suerte en sus combates.

-Vamos al siguiente gimnasio Baki-

   Llegando cargado con una bolsa grande de dulces, nuestro pequeño ninja entra en escena, este iba lamiendo su paleta mientras llegaba hasta donde la enfermera Joy - Señorita, por favor lo podría volver a curar, los golpe del pokemon de aquel vidente, fueron tan duros como el anterior -

   Dejando a cargo la pokeball de Usopp a la enfermera, Akamatsu empieza a buscar entre todos los competidores alguna cara conocida, hasta que en una mesa bastante alejada de la entrada estaba la señorita Elle y un poco mas allá se encontraba el par de jóvenes parlanchines.

    - Que tal seño...¿rita ?- el niño corto su palabrería en el instante , la chica aunque intentaba evitar demostrar las lagrimas, los ojos rojos y la voz quebrada al intentar devolver el saludo la delato en el acto.

- ¿ Volvió a ocurrir ?- el niño responde dándole el tono mas cotidiano- Sabes, empiezo a notar que los lideres se están olvidando de las antiguas bases de esta competencias- mientras saca un libro de colorear lleno de Garabatos en cada hoja- las historias que me contaban sobre el Jefe Koga cuando aun pertenecía a esta competencias eran geniales, aun cuando le obligaban a usar pokemon de acuerdo al nivel del entrenador desafiantes, este se permitía hacer gala de sus habilidades como lider para probar al retador- con cada frase el niño iba pasando las hojas del libro a modo de presentación- pero los que me que e visto con mis ojos, han sido un joven genio que paso todo el tiempo tecleado en su ordenador, y un Vidente que se adelanta a cada paso que uno este preparando- aun cuando no lo quería demostrar, en esta ultimas palabras el niño mostraba cierto enojo al hablar de sus dos derrotas.

Vilke se acerca sigilosamente detrás de Akamatsu y le tapa la boca con un pañuelo y se lo lleva medio "secuestrado" a la parte más lejana del centro Pokemon, necesitaba alejar a ese niño lo más que pudiera.- Shhhhhhh.- Fue lo ultimo que se escucho de Vilke antes de desaparecer con Akamatsu.

Fraye al notar la llegada de Elle y ver su estado actual, seguido de lo que le dijo su amigo Vilke se dirige apresuradamente a donde Elle para intentar animarla - Hola Elle, veo que no estas teniendo un buen día, bueno recuerda lo que te dije hay días buenos y malos, pero concéntrate en afrontar ambos con una sonrisa - Seguido de esas palabras de aliento dirigidas a la joven hace entrega de las flores que había recogido - Estas las vi por aquí cerca y me recordaron a ti, recuerda que los de Kalos vamos a esta para apoyarnos - Seguido de eso esboza una gran sonrisa para darle ánimos a Elle y pone su mano sobre la cabeza de la chica para que sienta que no esta sola. 

    no entendía que estaba ocurriendo, el pequeño estaba siendo llevado contra su voluntad hacia otra parte .... ¿Espías de Teselia ?..., sin darle tiempo a que lo sacara de centro pokemon, el pequeño ninja aprovechando su baja estatura, da un salto para quedar ala altura de la boca del estomago de su secuestrado y le entierra ambos pies, repetidas veces hasta que lo soltara y sin perder el tiempo a reaccionar, comienza a correr por la espalda del mismo hasta tener sus pies rodeando la cabeza de la "presa" la cual estaba cubierta por una gorra ... ¿ donde la e visto antes ?...pensó akamatsu hasta recordar a uno de los 2 jovenes.

- Soooo... niño de Kalos... ¿ que se te ofrece ?- mientras con una mano se afirmaba de la cabeza de este, con la otra mano pasaba su Kunai por la oreja del joven.

Near regreso al Centro pokemon después de su derrota, se sentía algo desanimado pero aun quedaban bastantes batallas de por medio, antes de poder subir debes aprender a caer por lo que, no le daba mucha importancia, solo llego hasta donde la enfermera Joy y le dijo amablemente, Por favor cura a Cerebro, quedo muy mal herido.

Mientras sanaban a su pokemon se detuvo a ver la pizarra de Gimnasios y hubo uno que llamo su atención, al momento recibió de nuevo a su Alakazam y se dispuso a ir hasta allá.

Estaba realmente triste, cuestionándose profundamente el seguir ahí, y tenía en su mano la pokebola de Phox, la que nunca usaba, y suspiró, si ella se sentía débil e incapaz, era obvio que su compañero también lo estaría, así que se limpió un poco las lágrimas, era verdad que le había ido bastante mal en los dos últimos duelos, pero ¿era razón para renunciar?, es decir, si fueran cinco asaltos, quizás, solo que le preocupaba demasiado la seguridad de su amigo... pero su abuela le había dicho que no se dejara atemorizar nunca, Elle se limpió las lágrimas, cuando el pequeño Akamatsu apareció.

—ejem... realmente no lo sé, Akamatsu, quizás si sigues... encontraras a líderes como los que describía la persona de la que ma hablas — era un jefe, quizás era como un líder o algo así, Elle le sonrió, aun tenía los ojos húmedos, cuando apareció Vilke, pensó que los saludaría pero se llevó al niño y Elle se puso de pie intentando detenerlo, cuando aparece Fraye delante de ella con un ramo de flores. Elle no entendía muy bien lo que había pasado, pero tomó las flores, sintiendo su dulce aroma.

— gracias... — lo quedó mirando, ahora eran sus mejillas las sonrojadas por aquel gesto — si.. no ha sido bueno, pero es más bien porque mi amigo paga las consecuencias — miró hacia la entrada de la atención de la enfermera que ya traía a Phox, lucía mucho mejor y rápidamente fue hasta donde estaba Elle, no muy contento por las flores que le había regalado a su entrenadora — ah... por cierto, él es Phox, Phox, él es Fraye, también es de Kalos — aun a pesar de la presentación, Phox no estaba muy a gusto con la cercanía de ese chico — ah, por cierto, es un él.. no una ella, creo que por eso está molesto  — le susurra Elle al chico, mientras miraban a Phox que permanecía con los brazos cruzados. Elle puso su mano en el hombro de su compañero Pokemon, esperando que dejara de ser demasiado serio, aunque esa era la personalidad del Pokemon. 

Luego de conversar, Elle decidió a qué gimnasio iría, no estaba del todo segura, pero era mejor empezar por algo, pensó. Tragó saliva y les pregunto a los chicos si la acompañaban a GIMNASIO PALETA.

Ya con más energía, D'Layla se levantó del banco en el que había decidido restaurar sus fuerzas y tiró los deshechos de su tentempié a la basura. Se dirigió al PC del Centro Pokémon y habló con el Profesor Ciprés sobre cuál debería ser su próximo Pokémon. Tras unos cinco minutos aproximadamente, una súperball apareció, y la chica la colocó en el cinturón, junto a los huecos donde deberían ir sus otros dos Pokémon, que aún estaban recuperándose.

Se disponía a repasar la lista de gimnasios, cuando sonó la señal de que sus Pokémon estaban listos. -Oh, ya está.- se sorprendió, mientras se iba la vuelta e iba al mostrador. -Muchas gracias, srta. Joy, que pase un buen día.- agradeció a la enfermera, cavilando cuál podía ser su próximo destino.

Esto no fue un duro trabajo, pues había un gimnasio al que llevaba tiempo echándole el ojo. -Hmm, ¿está desocupado por lo que veo?- se fijó, y a la vez fijó su objetivo con una gran sonrisa y emoción. -¡Allá vamos!- 

Saito entró corriendo al centro Pokémon, como siempre, llegó hasta la enfermera Joy y rápidamente sacó su pokeball. -Enfermera Joy, cura mi Pokémon por favor. Otra vez nos han derrotado...- Ante la mirada de tristeza del joven entrenador, la enfermera recogió la pokeball y entró a la sala de curas. 

Saito se fue a la zona de descanso, cuando entró vio una chica rubia muy bonita y se quedo mirando un rato mientras se sentaba en un sillón de la sala. -*Vaya que chica más bonita, me encantaría hablar con ella... pero tengo que estar pendiente de Hanzo. Espero encontrarme con ella en otro momento, parece que es entrenadora así que seguramente coincidamos más a menudo.*- Después de una breve pausa pensando en la entrenadora y el próximo destino al que iba a ir, la enfermera Joy salió de la sala con la pokeball, el joven entrenador corrió hasta la enfermera y le preguntó. -¿Hanzo esta bien?.- Cuando la enfermera le contestó no perdió más el tiempo, cogió la pokeball y muy educado se despidió. -Muchas gracias enfermera Joy, espero que pase un buen día.- Salió del centro Pokémon en dirección al gimnasio Corazón, pero antes quería hacer una pausa para entrenar junto a Hanzo. Lo sacó de su pokeball y estuvieron entrenando arduamente en un bosque de los alrededores. 

Cuando pasaron un par de horas Hanzo sintió la sintonía con las hojas y consiguió sacar un poder latente que soltó en forma de un nuevo movimiento. -Ese movimiento ha sido increíble Hanzo, seguro que con tu nuevo movimiento ganaremos la primera medalla.- Saito estaba dando saltos de alegría junto a su Pokémon. -*Es increíble la fuerza de superación que tiene Hanzo, no puedo fallarle.*- Más motivados que nunca siguieron su camino hacia el gimnasio de Kari.

Fraye se sintió un poco avergonzado por haberle dicho ella al pokemon de Elle, es que se había dejado llevar por las apariencias así que de inmediato procede a disculparse - Lo siento Phox, no quería que te sintieras ofendido, se ve que eres un pokemon muy fuerte y que apoya a su entrenadora - El se acerca mas a Phox y le dice mientras pone su mano en su hombro cubierto de su cálido pelaje carmesí - No dejes que Elle abandone - Luego se voltea hacia donde Elle y le sonríe - seguramente el siguiente gimnasio es el bueno.

Yo ya quiero ver como resulta mi combate contra el gimnasio Ula-Ula, estoy muy ansioso y Justice esta igual - Dijo notándose la hiperactividad contenida por no saber que sucedería con su Gallade que mas que su pokemon parecía un amigo, un poco mas sensato que el mismo, aunque aveces pierda los estribos.

Vilke estaba un poco adolorido por los golpes que recibió de parte de Akamatsu.- Pues yo no necesito nada, es otro el que necesita algo.- Dice mientras hace un gesto con la cabeza para que vea a Fraye, después se ríe un poco, pero se detiene al recordar que tiene un Kunai en su oreja.- Estemm... ¿Puedes quitarme el kunai? no es muy como saber que tienes algo que puede matarte tan cerca de ti.- Dijo intentado apartar lo más que pudiera el kunai de él.

-¡Vamos vamos vamos que estoy on fire!

Como un rayo, Aidan entró al centro pokémon para curar tanto a su fabulosa nueva adquisición como al resto de su equipo. Hecho eso se centró en la tabla de gimnasios libres y ocupados. Había varios jugosos.

Claro que seguro que con "ventajitas" como las de Misty...

Pero siendo una competición, en algún momento había que arriesgar. Ya se vería si salía bien o mal. Mientras se aleja, rumbo ya al siguiente gimnasio, puede escucharse una tonadilla. O quizá sea la imaginación de la gente.

^{_{-Aquí estoy porque he venido, porque he venido aquí estpy. Si no os gusta mi canto, como he venido me voy.}}

Akamatsu siguiendo las palabras del joven bajo de él, se pone a buscar con la mirada a la señorita Elle, la cual se encontraba hablando con el otro chico del otro día.

-haaaaa, vale vale, entonces... ¿ no eres un espía ? - responde un tanto decepcionado, pues el poder llevar un espía vivo a Fucsia, seria un verdadero logro del cual estar orgulloso.

- haaa...heee, si claro claro, enseguida bajo- y sin mucho problema, vuelve a guardar su arma dentro de su ropa mientras daba un salto para bajar del joven- hasta otra oportunidad chico de kalos, la próxima no intentes ponerme un paño en la boca.

    Acercándose al mostrador y recibiendo la pokeball de su compañero de manos de la enfermera, Akamatsu se prepara mentalmente para su próximo reto.

-Vamos Usopp, a por la señora Samina!!-

Dash entró en el centro Pokemon, esta vez caminando, y entregó sus pokeball. Estaba haciendo pucheros, pero mientras esperaba se acercó a una de las máquinas expendedoras y compró un batido de chocolate y se lo bebió y ya no estaba tan trise. Así que fue a la pared donde estaban los líderes y lo miró, sorbiendo por su pajita, haciendo un poco de ruido. Cuando le llamaron, se acercó a recuperar a sus amigos y se guardó las bolas en el bolsillo. Y entonces salió corriendo.

- ¡GIMNASIO PRINCESA, ALLÁ VOY! ¡TENGO QUE GANAR ESOS 5 PUNTOS!

Fraye se sintió un poco avergonzado por haberle dicho ella al pokemon de Elle, es que se había dejado llevar por las apariencias así que de inmediato procede a disculparse - Lo siento Phox, no quería que te sintieras ofendido, se ve que eres un pokemon muy fuerte y que apoya a su entrenadora - El se acerca mas a Phox y le dice mientras pone su mano en su hombro cubierto de su cálido pelaje carmesí - No dejes que Elle abandone - Luego se voltea hacia donde Elle y le sonríe - seguramente el siguiente gimnasio es el bueno. 

Yo ya quiero ver como resulta mi combate contra el gimnasio Ula-Ula, estoy muy ansioso y Justice esta igual- Dijo notándose la hiperactividad contenida por no saber que sucedería con su Gallade que mas que su pokemon parecía un amigo, un poco mas sensato que el mismo, aunque aveces pierda los estribos.

 Phox le hizo un despreció, ladeando su cara a otro lado, no se le pasaría pronto, menos si le estaba coqueteando a su entrenadora, y si no fuera porque las flores estaban en las manos de Elle, de seguro las hubiera quemado. La chica, por su parte, se encoge de hombros y pone cara de vergüenza, conocía el carácter de su compañero y sabía por donde iba su molestia pero creyó que no era conveniente hacerlo tan evidente. Fraye coloca su mano en el hombro de Phox y él estuvo apunto de quemársela pero cuando escucha lo que le dijo, lo observa, amenazante obviamente, pero sin hacerle nada, volviendo a reiterar la mirada de pocos amigos que ya le había lanzando. 

— jejeje... parece que no te quemará, eso es bueno — acota Elle, suspirando profundamente — espero que te vaya muy bien, Fraye...yo... la verdad es que creo que volveré a casa, no quiero ver a Phox sufrir más... — nuevamente los ojos grises de la chica se humedecieron a lo que Phox niega con la cabeza, y haciendo sonidos intenta decirle que él estaba dispuesto a seguir adelante — ¿en serio?... ¿seguro? — le preguntó, aun dudando de hacer aquello, pero luego suspira y asiente con la cabeza.

— entonces... lo intentaremos una vez más, ¿te parece? — Phox afirmó con la cabeza, feliz, y sin que Elle lo viera, pasó su vara por la cabeza de Fraye y le encendió un mechón, sólo como broma, porque tampoco iba a dejar así como así que se acercara a su Elle.

Vilke entró al centro pokemon bastante calmado, fue a donde la enfermera Joy y le dio sus pokemon.- Curelos por favor.- Dijo con una sonrisa, había perdido pero no se desanimo y fue directamente a la lista de gimnelasios.- Humm... ¿Cual será el próximo gimnasio que rete?.- Hablo para si mismo, luego fue a por sus pokemon, dio las gracias y salio del centro pokemon, no perfectamente a quien retar pero no perdía nada intentado probar suerte.

-¡Vamos vamos vamos que estoy on fire!

Como un rayo, Aidan entró al centro pokémon para curar tanto a su fabulosa nueva adquisición como al resto de su equipo. Hecho eso se centró en la tabla de gimnasios libres y ocupados. Había varios jugosos.

Claro que seguro que con "ventajitas" como las de Misty...

Pero siendo una competición, en algún momento había que arriesgar. Ya se vería si salía bien o mal. Mientras se aleja, rumbo ya al siguiente gimnasio, puede escucharse una tonadilla. O quizá sea la imaginación de la gente.

-Aquí estoy porque he venido, porque he venido aquí estpy. Si no os gusta mi canto, como he venido me voy.