Partida Rol por web

El gimnasio Enjambre estaba situado en una pequeña y humilde localidad de Kanto conocido como Pueblo Paleta. La villa era muy pequeña, pero podía vanagloriarse de tener dos gimnasios. Por un lado estaba el gimnasio del profesor Oak, el Gimnasio Sabio, y por el otro estaba el de Tracy que se encontraba a las afueras junto a un verde y espeso bosque.

Para encontrar el lugar había que adentrase en el oscuro lugar y seguir los senderos que por culpa del pasear de la gente se habían ido creando. Por allí aparecían gran cantidad de pokémon bichos, desde minúsculos Garvántulas hasta hermosos Beautiflies. Quien temiera a los bichos, ese lugar no sería el más indicado para él. 

Tras varios kilómetros recorridos, el aspirante se encontró con un joven que tenía una cinta en el pelo de color rojo y llevaba un cazamaripisas en su mano. Al escuchar el ruido se giró y sonrió.

¡Vaya! ¡No me esperaba encontrarme hoy nadie aquí! A este gimnasio solo llegan los que de verdad muestran un corazón fuerte y firme. No todos soportan a los bichos, pero veo que tú sí. Perfecto. Dijo observándolo con detenimiento. 

Veo que ya tienes tu primera medalla de gimnasio. ¡Enhorabuena! Pero si quieres obtener la medalla aguijón ahora tendrás que enfrentarme a mi en un combate doble. ¿Entendido? Preguntó sacando a escena dos de los pokémon que iba a utilizar. 

¡Adelante, Scizor, adelante Golisopod!

El primero que consiga derrotar a los otros dos, ganará el combate. Si tú lo haces, obtendrás tu segunda medalla, la Medalla Aguijón, si fracasas, entonces tendrás que dejar este bosque y marcharte de aquí.

Dash llega corriendo a todos lados y el gimnasio Enjambre no fue una excepción. Apareció corriendo y gritando hasta llegar a Tracey.

- ¡Hola!- Gritó. Empezó a escuchar lo que decía, pero al poco se había aburrido y empezó a mirar las raíces.- Oye, tu gimnasio está muy poco currado. ¡El de Matt molaba más! ¡Este no tiene ni paredes! Vaya decepción. ¡Vamos a luchar! ¡Adelante, Blaziken y Mamoswine!

- ¡Blaziken, Envite Ígneo contra Scizor! ¡Mamoswine, usa Canto helado contra Golisopod!

Tracy no se tomó ese comentario muy bien cuando lo escuchó. Mi gimnasio es al aire libre, muy pocos son como el mío, así que deberías sorprenderte por hallarte en un sitio así. Comentó presumiendo del lugar en el que se encontraba.

En cualquier caso, comencemos de una vez el combate. Sé que vienes a por la medalla aguijón, pero la verdad, me has quitado todas las ganas de dejarte obtenerla. ¡Adelante, Scizor, dalo todo y golpea con Puño bala a Mamoswine! Golisopod, tú golpea con Hidroariete a Blaziken. ¡Acabemos con ellos de un solo golpe, confío en vosotros!

El combate prácticamente se había resuelto en los primeros golpes. Dash ordenó a Mamoswine comenzar con un movimiento de alta prioridad, lanzando una pedrada de hielo sobre Golisopod que gracias a su amplia defensa apenas le hizo un pequeño rasguño. A continuación contra atacó Scizor también con un movimiento de alta prioridad y de tipo acero, lo cuál provocó un terrible impacto sobre Mamoswine. El pokémon de tierra cayó al suelo, pero al final fue capaz de ponerse en pie a pesar de que estaba gravemente herido. Después fue Blaziken que rodeó su cuerpo de fuego y cargó contra Scizor. El pokémon de tipo bicho y acero era sumamente vulnerable al fuego por lo que fue incapaz de resistir el envite y cayó al suelo gravemente herido. Pero cuando se quiso dar cuenta, Golisopod estaba contraatacando por la espalda con un gran puño de agua. 

El combate prácticamente ha sido resuelto, Golisopod está prácticamente en forma, mientras que Mamoswine está muy malherido. Yo si fuera tú no perdería más el tiempo aquí y me iría a buscar un gimnasio al que puedas enfrentarte con mejor resultado. Dijo Tracy a Dash alegre por haber prácticamente ganado al joven que había criticado su gimnasio. Quizá Matt pueda ayudarte a mejorar. Sentenció con cierto tono sarcástico.

- ¡Pero si no es ni un edificio! ¡Cómo va a ser un gimn...!- Dash se calló cuando vio el combate desplegarse a toda velocidad ante él. Como sospechaba, la pelea estaba casi sentenciada en el primer turno. Así que no tenía muchas más opciones que seguir atacando.- ¡Sí, claro! ¡Rendirme! ¡Ni de broma! ¡Mamoswine, usa Chuzos contra Golisopod!

Está bien. Dijo Tracy ante la negativa de Dash de rendirse. Así lo único que conseguirás es que tus pokémon se enfaden contigo. Es mejor retirarse a tiempo que hacerles sufrir innecesariamente. Tracy miró al Mamoswine gravemente herido y mordiéndose el labio preocupado por lo que iba a hacer lanzó la orden para ganar el combate.

Entonces repite el movimiento y acaba con él. ¡Hidroariete contra Mamoswine! Terminemos de una vez. 

Y así sucedió, Mamoswine estaba tan herido que no pudo hacer nada por esquivar el golpe y Golisopod lo empujó hasta casi la entrada del bosque quedando así debilitado. Me temo que ya no te veré más por aquí. La medalla aguijón no está hecha para ti. Dijo Tracy encogiéndose de hombros. Supongo que Violeta te lo pondrá más fácil. 

Dash devolvió a su Mamoswine a su pokeball, con los ojos lagrimeándole.

- ¡Joooooo! ¡No es juuuuustoooooo!- Chilló, al borde del berrinche.- ¡No es juuuustoooooo!

Se secó las lágrimas con la manga, y sorbió sus mocos.

- Buen combate.- Masculló.- Al menos te he derrotado a un Pokémon. Y perdona por meterme con tu gimnasio. No está tan mal.

Y Dash se dio la vuelta y se fue andando hacia el Centro Pokemon.

El gimnasio Enjambre estaba situado en una pequeña y humilde localidad de Kanto conocido como Pueblo Paleta. La villa era muy pequeña, pero podía vanagloriarse de tener dos gimnasios. Por un lado estaba el gimnasio del profesor Oak, el Gimnasio Sabio, y por el otro estaba el de Tracy que se encontraba a las afueras junto a un verde y espeso bosque.

Para encontrar el lugar había que adentrase en el oscuro lugar y seguir los senderos que por culpa del pasear de la gente se habían ido creando. Por allí aparecían gran cantidad de pokémon bichos, desde minúsculos Garvántulas hasta hermosos Beautiflies. Quien temiera a los bichos, ese lugar no sería el más indicado para él. 

Tras varios kilómetros recorridos, el aspirante se encontró con un joven que tenía una cinta en el pelo de color rojo y llevaba un cazamariposas en su mano. Al escuchar el ruido se giró y sonrió.

¡Vaya! ¡No me esperaba encontrarme hoy nadie aquí! A este gimnasio solo llegan los que de verdad muestran un corazón fuerte y firme. No todos soportan a los bichos, pero veo que tú sí. Perfecto. Dijo observándolo con detenimiento. 

Veo que ya tienes tu primera medalla de gimnasio. ¡Enhorabuena! Pero si quieres obtener la medalla aguijón ahora tendrás que enfrentarme a mi en un combate doble. ¿Entendido? Preguntó sacando a escena dos de los pokémon que iba a utilizar. 

¡Adelante, Scizor, adelante Golisopod!

El primero que consiga derrotar a los otros dos, ganará el combate. Si tú lo haces, obtendrás tu segunda medalla, la Medalla Aguijón, si fracasas, entonces tendrás que dejar este bosque y marcharte de aquí.

Llego al gimnasio y veo que todo está preparado para pokemon tipo insecto, y si a eso le añadimos la humedad y demás... Mis pensamientos son interrumpidos cuando aparece el líder de gimnasio.

- No te preocupes, daré todo para ganar... Adelante Tyrannus, adelante Akros!!

Nada más aparecer mis pokemon, comienza a aparecer una tormenta de arena, por obra y gracia de Tyrannus.

- Vamos a por ello chicos!! Akros, Testarazo contra Golisopod; Tyrannus, usa Triturar contra Scizor!!

Buff...! Exclamó Tracy preocupado al ver a los dos pokémon que se cernían sobre él. Vaya dos bestias tienes como acompañantes. ¡Menudo peligro! En cualquier caso, nosotros no vamos a dejar amedrentarnos. ¿Verdad que no, compañeros? Dijo animado tras ver el combate que estaba a punto de llegar.

¡Vamos, Scizor, aprovecha a actuar rápido y lanza un fuerte picotazo sobre Tyranitar! El pokémon de Tracy se lanzó dando un gran salto y clavando su aguijón en uno de los puntos débiles de su enorme rival. Tyranitar cayó al suelo debido al tremendo impacto que había sufrido y Tracy sonrió pensando que aquel golpe había sido suficiente para derrotarle, pero se equivocaba, el pokémon roca de Ryo era aún más duro de lo que parecía y se puso en pie para continuar el combate.

En ese momento fue cuando Tyranitar escuchó la orden de su compañero y se lanzó sobre Scizor para encajarle un buen mordisco y devolverle el golpe. Scizor bloqueó su mandíbula con sus pinzas y a pesar de que sufrió un duro golpe, al menos fue capaz de frentar el daño del impacto. Y entonces fue Aggron quien se lanzó a la carga sobre Golisopod que andaba distraído con el combate de su compañero y al no ver venir el ataque quedó gravemente herido y fuera de combate.

¡Ouch! ¡Eso habrá tenido que doler, Golisopod, vuelve!

El combate aún no estaba decidido. Tracy poseía al pokémon más rápido de los tres y su fuerza podría suponer un problema para sus rivales. En cambio, Ryo aún poseía a dos de sus pokémon y uno totalmente ileso. El combate aún podría cambiar, pero tampoco había muchas esperanzas para el líder.

- Bien chicos, terminemos con esto!! Tyrannus, Triturar una vez más; Akros tu usa Testarazo!

Si no es Tyrannus es Akros el que terminará con ese pokemon y tendré mi victoria.

Scizor se movía a gran velocidad de un lugar a otro creando confusión a sus rivales y moviéndose a través de la tormenta de arena que Tyranitar había generado. Sin que ninguno de los dos pudiera verle, Scizor golpeó por la espalda al pokémon gargantuesco de Ryo dejándolo completamente herido y debilitado.

Aggron se asustó al ver la velocidad de su rival, y a pesar de que hizo todo lo posible por golpearle, Scizor era tan rápido que esquivó los golpes sin que pudieran ni llegar a rozarle.

El combate seguía sin estar decidido, pero ahora Tracy y Ryo estaban en igualdad de pokémons, aunque Scizor era más rápido, pero también estaba algo herido.

La cosa no pintaba bien, solo me quedaba Aggron. Pero con la velocidad de ese pokemon había que jugárselo todo.

- Akros, deja que se te acerque y cuando ataque usa Represión de metal!!

Tracy se dio cuenta de lo que acababa de suceder. Solo le quedaba Scizor para enfrentarse a Aggron. Su rival era de tipo acero y también roca, los movimientos de tipo bicho no serían de ninguna ayuda, y los de acero tampoco es que fueran a hacerle un gran daño. Aún así lo intentó:

¡Vamos, Scizor, golpea a toda velocidad! ¡Usa puño bala! El movimiento volvió a pillar por sorpresa a Aggron que fue incapaz de esquivarlo, pero aún así no le hizo mucho daño, así que no tenía que preocuparse por nada. Además, justo en el momento del impacto, el cuerpo de Aggron se recubrió por completo de una capa de acero y Scizor sintió como si se estampara contra una pared.

El pokemon bicho de acero quedó muy debilitado pero aún así se puso en pie para continuar el combate. Tracy se acercó a él y le acarició su férrea cabeza. No te molestes, Scizor. El pokémon seguía queriendo luchar pero su entrenador lo devolvió de nuevo a la pokéball. No había nada que hacer, lo siento. Dijo devolviéndolo en contra de su voluntad.

Segundos después se acercó a Ryo y le tendió la mano y junto a ella estaba la medalla aguijón. 

¡Enhorabuena!

¡Has conseguido tu segunda medalla!

La emoción que embargaba a Ryo no se podía describir. Aceptó la medalla con deportividad.

- Fue difícil el combate, tu Scizor no es para descuidarse.

Una vez con su medalla, Ryo se dirigió hacia el Centro Pokemon para poder seguir su camino.

El gimnasio Enjambre estaba situado en una pequeña y humilde localidad de Kanto conocido como Pueblo Paleta. La villa era muy pequeña, pero podía vanagloriarse de tener dos gimnasios. Por un lado estaba el gimnasio del profesor Oak, el Gimnasio Sabio, y por el otro estaba el de Tracy que se encontraba a las afueras junto a un verde y espeso bosque.

Para encontrar el lugar había que adentrase en el oscuro lugar y seguir los senderos que por culpa del pasear de la gente se habían ido creando. Por allí aparecían gran cantidad de pokémon bichos, desde minúsculos Garvántulas hasta hermosos Beautiflies. Quien temiera a los bichos, ese lugar no sería el más indicado para él. 

Tras varios kilómetros recorridos, el aspirante se encontró con un joven que tenía una cinta en el pelo de color rojo y llevaba un cazamaripisas en su mano. Al escuchar el ruido se giró y sonrió.

¡Vaya! ¡No me esperaba encontrarme hoy nadie aquí! A este gimnasio solo llegan los que de verdad muestran un corazón fuerte y firme. No todos soportan a los bichos, pero veo que tú sí. Perfecto. Dijo observándolo con detenimiento. 

Veo que ya tienes tu primera medalla de gimnasio. ¡Enhorabuena! Pero si quieres obtener la medalla aguijón ahora tendrás que enfrentarme a mi en un combate doble. ¿Entendido? Preguntó sacando a escena dos de los pokémon que iba a utilizar. 

¡Adelante, Scizor, adelante Golisopod!

El primero que consiga derrotar a los otros dos, ganará el combate. Si tú lo haces, obtendrás tu segunda medalla, la Medalla Aguijón, si fracasas, entonces tendrás que dejar este bosque y marcharte de aquí.

El gimnasio Enjambre definitivamente coinicidía con lo que uno esperaría de un gimnasio tipo bicho, rodeado de más pokemons bicho de los que había visto nunca. Se entretuvo mucho tiempo observando los distintos pokemons y sus interacciones, los había de todos los colores imaginables, aunque el estudio de algunos fue interrumpido porque no tomaron a bien que los siguiera para ver sus nidos. Particularmente un enjambre de Beedrills lo tuvo corriendo por el bosque por casi 15 minutos hasta que pudo perderlos. Jadeando levantó la vista para ver a un chico un poco mayor que él con una cazamariposas. Sonrió al reconocer al lider e inclino ligeramente la cabeza como saludo. -De acuerdo - Aceptó echando mano a sus pokebolas, miró con atención a los dos pokemons que tenía enfrente, pensando con detenimiento su estrategía antes de llamar a sus compañeros -Vamos Shiro, Darwin! - Llamó y sus amigos hicieron presencia, esta vez sabía exactamente lo que iba a hacer.

-Shiro! Tajo Aéreo! - Grito de inmediato - Darwin usa rayo hacia Golisopod!

Arahel había terminado agotado después de la carrera que se había pegado, pero rápidamente se colocó en posición de combate y supo las órdenes que tenía que dar a sus dos pokémon. El primero en actuar fue Jolteon que dejó caer una potente descarga eléctrica sobre el Golisopod de Tracy. Ningún pokémon de tipo agua hubiera sido capaz de aguantar un ataque como aquél, al menos ninguno que no tuviera su cuerpo protegido por una dura concha. Golisopod cayó al suelo gravemente herido, pero aún no cayó debilitado y por eso fue capaz de ponerse en pie y seguir luchando.

Después fue Charizard quien empezó a batir las alas con energía para crear unas potentes y cortantes corrientes de aire. Scizor se movía a gran velocidad esquivando cada una de ellas, hasta que llegó un momento en que no pudo más y terminó siendo golpeado también. Scizor también cayó al suelo sumamente herido, pero su salud era formidable y también logró sobrevivir a aquel golpe.

Tracy miró extrañado a sus dos pokémon, sabía que los había entrenado bien, pero no los creía capaces de sobrevivir. ¡Guau, chicos! ¡Cuánto me alegro! ¡No creía que fuésemos a ser capaces de sobrevivir a esos golpes! ¡Así que es hora de contraatacar antes de que resulte demasiado tarde! ¡Scizor, Picadura a Jolteon! ¡Tú, Golisopod, hidroariete contra Charizard!

Ambos pokémon dieron un gran salto y se lanzaron contra sus dos oponentes. El primero de todos clavó su fuerte aguijón en el cuerpo de Jolteon, causándole un gran daño, pero no lo suficiente como para acabar con él. El segundo golpeó con su cuerpo envuelto en agua, dejando a Charizard totalmente debilitado.

Tracy tenía a sus dos pokémon gravemente heridos, pero al menos había logrado quitarse a uno de los dos pokémon de Arahel, así que amenos que Jolteon fuera capaz de usar un ataque que dañara lo suficiente a los dos la victoria sería para el líder del gimnasio.

Todo se repetía una vez más, su charizard debilitado, y su jolteon gravemente herido. Estaba a punto de bajar los brazos y rendirse cuando una mirada de Darwin le comunico que la decisión de este era otra. Lo miró apesadumbrado "Quieres seguir?" Recibió un pequeño ladrido en respuesta como si su pokemon hubiera sido capaz de leerle la mente. -Bien - Mascullo para sí, si su pokemon quería seguir, el tenía que seguir también, aún tenían una última chance. -Darwin! Vozarrón!! - Grito como si fuera él el del ataque y su pokemon se unío pronto con la misma energía.