Partida Rol por web

- "Symbar. ¿Y quién está preparado? El mundo necesita saber que la lucha por el bien la realizan quienes nacieron en el HOY.

El mundo no debe depender solamente de la bondad de Altor, o el celo de Symbar que leemos en las historias y poemas de devociones... los dones de Valion se dan a todas las criaturas.

Hoy el bastón debe asistir a quienes pretenden que continúe la vida. Aunque sean indignos o tripiecen en las dificultades."

- "¿Responde Valion a tus oraciones Symbar?"

"No... desde sostengo el bastón no lo escucho..." - Dice Symbar, entre apenado y dubitativo.

- "Es difícil cuando llega la noche oscura del alma... todos los orantes la pasan. Sigue hablándole y pidiéndole claridad el nunca deja de escuchar. ¿Querrías que rezáramos juntos?"

Symbar cavila. 

"Y a ti... ¿Te responde?"

-Y ahora es cuando nos vamos de aquí -digo riéndome. 

- "En cierta manera, se hace entender dentro del corazón. Hace unos días tuve un bello momento en un templo. Solo hay que confiarle lo que hay dentro del corazón, y afirmarse en que aceptas lo que venga. Que siempre ha de tomarse como un reto para hacer algo bueno por los demás..." - si hay algun lugar señalado en esta estancia hacía allí, si no, cerca de uno de los porta-inciensos de la habitación me siento en el suelo. Invitándole a hacer lo mismo.

Hay una zona, una especie de altar, no lo ves muy bien con el humo. Allí es donde se concentra todo el incienso. Symbar va contigo y se arrodilla para realizar su silenciosa oración.

Tu terminas tu oración, pero el parece continuar. Echando tu vista a lo que tienes delante, lo que en un principio parece un altar es más bien una tumba.

Saco el diario, lo abro en el suelo frente a los dos en alguna de las páginas que contienen oraciones o devociones... me esfuerzo en orar un tiempo más.

Symbar advierte de esto y se gira hacia el libro, contemplándolo.

Una vez terminas tu oración, Symbar extiende su mano para agarrarlo.

- "Léelas en voz alta, las oraciones... Te harán bien."

"Es esto lo que creo que és?" - Dice con pena, se lo acerca mucho pero no parece sacar conclusiones. - "No consigo... leer..." - Dice Symbar aún mas apenado.

"¿Tanto me he alejado?" - Notas la frustación en sus palabras. - "Leelo... aunque solo sea una frase."

Symbar te tiende el libro.

-Montemos guardia. Intentemos estar lo más tranquilos posibles. Quedaos dos aquí, por si Merebor llamase o pasa cualquier cosa, y uno de vosotros acompañadme a entretener al niño. Procurad no armar escándalo, encender hogueras o tiraros pedos... no quisiera llamar la atención de la bestia. -Digo encaminándome hacia la salida y preparando la ballesta.

-  Sus memorias y devociones si. Ésto me trajo aquí.  - comienzo a recitar una de las oraciones

- "El alma que toma el camino de Valion trata con bondad a quienes encuentra,

escucha el clamor de quienes le asaltan en los caminos, es lento a la ira y rápido en perdón,

Valion lo reconfortará cuando el enemigo esté sitiándolo,

difícil será la lucha cuando el enemigo sea él mismo."

“De acuerdo, yo me quedaré aquí haciendo guardia”

"Hermosos versos, tan cerca y a la vez tan lejos..." - Symbar suelta su guja y deja el bastón encima de la tumba.

"Necesito el libro para encontrar la paz. Ahora me doy cuenta de lo distanciado que estoy de Valion... ¿Podría?" - Symbar, una leyenda, te pide el libro casi suplicante y con una voz de arrepentimiento.

- "¿Es su tumba? " - digo acercándome.

"Os espero afuera, no me gusta este lugar..."

Vrurx sale.

"Si..." - Notas el dolor.

Vrurx se va sin que el troll le vea.

- "Symbar. Si, te dejaré el libro, y recibiré de ti el bastón. Espero que se desvele pronto para tí. Creo que adivino las partes que todavía no soy capaz de leer. En sus crónicas encontrarás también alguna tristeza que albergaba sobre ti. Cuando las leas ponles una mirada de agradecimiento y aprende de su sabiduría."

- "Tengo una pregunta más que me inquieta, y también algo que podrías hacer."