Partida Rol por web

La puerta empieza a emitir un brillo leve, eclipsado por el polvo y la arena que se encuentran en la superficie. La puerta se va abriendo poco a poco y deja ver un largo pasillo que baja con un giro. Extrañamente está iluminado.

Una sensación de desamparo e incertidumbre os rodea.

"Ugh... yo no me fío de entrar ahí. Creo que os voy a esperar fuera." - Vrurx da unos pasos hacia atrás.

“Vrurx no te vayas muy lejos por si pudiéramos necesitar tu ayuda” -le digo mientras contemplo el pasillo- “Hay algo que me da mala espina ahí abajo...Quizás solo un seguidor de Valion sea quien tiene que adentrarse...”

Entro.

Una vez Merebor entra por la puerta, esta se cierra detrás de él.

Sin mucho que poder hacer, ya sea intentando hablar a través de la piedra o probar a abrir de nuevo la puerta, continuas bajando un rato por los pasillos. Cada vez hay más inscripciones desconocidas y un cierto olor a incienso según vas bajando.

Finalmente te encuentras en el pasillo final. Desde el inicio de este ves una sala con mucho humo, probablemente del incienso. Hay un trono con una armadura, que parece sujetar algo, pero no lo ves claramente por el efecto de la humareda.

Avanzo por el pasillo hacia la sala llena de humo.

- "¿Quién seguirá abasteciendo de incienso este sitio?" - digo extrañado.

Al entrar en la sala observas mejor a la armadura que está sentada en el trono de piedra. Es una armadura plateada, medirá 1.90m, aun que es bastante delgada. En una mano sostiene una guja mientras que en la otra sostiene un bastón.

Al hablar, la cabeza de la armadura se gira lentamente hasta fijarse en ti.

- "¡La paz de Valion te acompañe!" - digo a modo de saludo.

La armadura se sobresalta, levantándose y alzando su guja mientras se dirige a tu posición.

- "Me llamo Merebor, he venido siguiendo los pasos de Altor el santo" - la actitud de la armadura es extraña... estoy preparado para esquivar.

La armadura cada vez se mueve más veloz y alza su guja para golpearte. Intentas esquivar pero es más rápido, su guja se dirige a tu cuello... hasta que para a varios milímetros de tu carótida.

La armadura aparta su guja y se arrodilla.

"Disculpad, os había tomado como un intruso... Merebor." 

Notas como la persona que lleva la armadura respira muy hondo, con mucho pesar.

"¿Entonces se vuelve a necesitar otra cruzada?"

- "Esta es la primera vez que visito este lugar, ¿sois vos el conocido Symbar de la historia?"

"¡Así es!" - Contesta enérgico. - "Entonces, ¿A que venís?"

- "A pedir y a preguntar. Se ha encogido mi corazón al ver a los hermanos muertos en la entrada del templo. ¿Qué ataques sufrieron los monjes y las sacerdotisas?"

Symbar guarda silencio.

"¿Cuál es tu motivo para venir aquí?"

- "Las tradiciones cuentan que en distintos momentos de necesidad Altor el santo acudió aquí a pedir la ayuda del bastón concedido por Valion. Vengo pues, como te he anunciado, a pedírtelo"

"¿Tú... el bastón?" - Ves como aprieta el mago de la guja y se levanta.

"¿Qué mal ha caido en el mundo para volvera necesitarlo?" - Dice mientras mira el bastón en su mano izquierda.

- "Es difícil de contar, el mal en el mundo nunca llega a desaparecer, en la eterna lucha que cada uno libra dentro de si.

Está cerca de consumarse una profecía sobre un mesías oscuro, que ha actuado con crueldad contra muchos reinos, y que ahora, por lo que sé, conspira. Sospecho que otros males se entrelazan con éste para el que fui llamado a combatir. Quizás el regreso de Orcus o parte de su poder. El mundo necesita de Valion. Para esta empresa humildemente pido el bastón."

Symbar gira su cabeza vertiginosamente al oir el nombre de Orcus. Con bastante agresividad se pone enfrente tuya, tocándote la cara con su armadura. Sientes su aliento.

"¿Y tu solo podrás combatirlo? ¿Incluso a Orcus? ¿Y encima requieres del bastón? No estás preparado."

El campeón de Valion alza su mirada al cielo.

"Se necesita otra cruzada por lo que me dices."