Partida Rol por web

"Decir que Babroth se volvió tarumba es quedarse corto, Merebor." Profiero, claramente asqueado "Desde el momento en que nos conocimos sólo ha puesto trabas... robando sólo para sí el símbolo de emergencia, dandonos una ínfima parte de la tiza, abandonandonos ante el drow y los trasgos sin mirar atrás y haciendo oidos sordos ante los gritos de dolor. No olvides Merebor, que gracias a Babroth, Enly murió. Gracias a su estrepitosa, imprudente e inesperada huida, por que no puede calificarse de otra forma, la pobre muchacha murió de forma horrible" -Miro a Babroth a la cara, si es que tiene- "Murió atravesada por un virote en la garganta, ahogada en su propia sangre, mientras él se dedicaba a corretear por ahí buscando una salida"

Hago una pausa, tomando aire. "Pero no todo quedó ahí, por supuesto. Cuando luchaba contra una de esas bestias e intenté ayudarle el me devolvió el favor usandome como parapeto y habría sido ensartado por el cuerno de la bestia si este no hubiese estado roto." -Extiendo una palma hacia Babroth. "Así que este es el gran héroe que ha podido volver y descansar en los brazos de Melzir... y vaya, hasta le ha dado tiempo hacer compritas y traer regalos mientras nosotros casi somos destrozados por una explosión mágica que arrasó Castamir"

"¿Habéis descansado bien poderoso campeón?" Me dirijo a Babroth "¿Habéis tenido sueños placenteros? ¿Quizás de valerosos guerreros que son licuados por una explosión mágica frente a vuestros ojos? Por que Merebor y yo presenciamos tan dantesco espectaculo y os aseguro que no lo olvidaremos jamás... compartiendo camino con el pobre caballero Galian y los pocos que sobrevivieron, cubiertos de los despojos de sus camaradas hasta Marvalar..."

"Y cómo olvidar la hospitalidad de los Marvalenses... con sus maravillosos interrogatorios y los picheles de agua turbia..." Me giro para dirigirme a Merebor "Así que adelante, amigo, adelante... aceptad gustoso sus regalos, pero sabed que el siguiente posiblemente sea una puñalada en la espalda"

Sin mediar más palabra busco entre las mesas un lugar confortable y un buen jarro de vino.

Escucho sin inmutarme el discurso de Egelvild y me dirijo a Merebor

"¿Es impresión mía o está más feo...?"

"Ya vale Babroth, no seas maleducado además.

Tiene toda la razón en reclamarte los daños que has causado por tu egoismo inoportuno.

Melzir, si este tipo ha de venir con nosotros tendrá que garantizarnos que no va a poner las misiones en peligro.
Para empezar... //miro con suspicacia a Babroth// deberá mostrarnos su rostro."

"¡Tremenda osadía...!" - digo elevando la voz por primera vez - "¿Yo...poner en peligro la misión...? ¡No fui yo quien no dijo nada sobre el inhibidor mágico de la ciudad, ni quien asustó a Grisn con vuestros chapuceros planes que no iban a ningún lado!"

Doy un paso atrás y me pongo erguido, cuan alto soy y continúo.

"¡Sin la ayuda de Grisn no podíamos encender la almenara sin que sonara la alarma y no os movíais...! ¡Enly llegó ya herida a donde nosotros por que insistió en separarse a mi pesar...! ¡Y la situación ameritaba largarnos de ese sitio...! Si no volvíamos con la información para Melzir nuestras vidas no hubieran significado nada...¿qué hacíais mientras yo abría camino...?"

Pongo mi escudo en el suelo con un gran golpe mientras mi voz sigue elevándose.

"¿Acaso no fui yo quien luchó contra esa bestia y te avisó en élfico del peligro...? ¿Acaso no fui yo quien casi cae al vacío al enfrentarme a esos seres...? ¡Yo me enfrenté cuerpo a cuerpo contra esa bestia...! ¿Y todavía osáis echarme la culpa a mí? Fue ÉL" - señalo a Egelvild con mi guantelete - "quien trajo ese terremoto a nosotros, no yo...ÉL es quien ha provocado más destrozos a la ciudad...y yo no robé el símbolo grabado en el cuero, se suponía que no nos separaríamos...pero me dejasteis ahí..."

"¡Por Valion que no se te ocurra gritarnos!." - grita Merebor yo.

"Te cubrí con mis flechas como sabes, incluso antes de escuchar tus indicaciones. Ya en la plaza me dediqué a protegeros.

Y en el callejón todavía podríamos haber aguantado un poco más en vez de saltar como si nada. A las puertas no podíamos hacer nada más este hombre estaba ensartado en un virote como para esperar más enemigos. No se qué provocó el terremoto pero nos vino de perlas para tirar un par de goblins a los abismos.

...Tu identidad Babroth... Retírate la capucha."

Al oir las palabras de Babroth me levanto de un golpe y planto con estrepito las manos en la mesa "¡¡¡¿Culpa mía decís?!!!" -Levanto un dedo acusador y señalo a Babroth "¿Que fuí yo quien oculto la información sobre el inhibidor? ¿Se puede llamar ocultar información a no dejar hablar a nadie? Por que tu, Babroth, y ese trasgo, hijo tuyo, parecíais tener demasiada prisa por ir de un lado a otro, por hacer algo, por matar, por hallar oro, por salir de allí."

"¿Os remueve tanto la conciencia que teneis que culpar a terceros? ¿Os atrevéis a poner sobre mi cabeza las vidas de una ciudad entera?¡¡Maldita sea!! Si dejaseis coger resuello y no tener tantas prisas las cosas podrían haber sido distintas"

Vuelvo a dar un golpe en la mesa, ahora con el puño cerrado. "¡No, Babroth, no! No os atrevais. No dejais tiempo a la reflexión, no veis más camino que el vuestro y no tolerais más miras que las vuestras. ¿Cómo os atrevéis a juzgar si nuestros planes son mejores o peores? ¿Cómo os atrevéis si quiera a decidir el modo de actuación por todos los demás?"

Relajo un poco los musculos de la espalda y bajo el tono "Quizás sois un hombre bragado, de grandes viajes y experiencia, pero os puede la impaciencia. Quizás debamos nombraros lider y obedeceros, y moriremos como corderitos en mitad de una plaza, en un callejón mugriento o en cualquier otro sitio donde os entre un arranque de prisas. Y moriremos solos, sin nadie que mire atrás, por el simple pecado de querer pensar las cosas dos veces antes de morir." Suspiro.

"¿Pero a vos qué más os da, gran héroe? ¿Qué más da la vida de un arquero semielfo? ¿O qué importa la vida de un engendro contra natura como yo? Mientras podáis disfrutar de vuestros nuevos juguetitos, de preciosos guanteletes comprados con sangre, o regalar flechas brillantes... barata la vida del compañero." Me siento, con la mirada perdida, la vista apagada "Y aún así Babroth, cuando luchabais contra esa bestia, intenté ayudaros... Me abrasé por intentar ayudaros... Malherido salté para intentar ayudaros. ¿Y cual fué vuestra reacción?" Hago una pausa larga antes de recostarme en mi asiento, y mirando el vaso de vino con el que jugueteo termino. "Dais asco"

Sin dejar de elevar la voz, continúo. "¿Irreflexión...? ¡Grandes palabras para los incultos...! ¡En la batalla los segundos cuentan y si no se mueve uno con rapidez está muerto o peor; puede dar muerte a los demás...!" - levanto el escudo a mi altura habitual de combate y golpeo con fuerza con mi guantelete - "¿Escuchas eso...molesta acaso...? ¡Mil batallas he combatido y me es tan normal como escuchar la lluvia! ¡Si no eres capaz de hacer las cosas con presteza no eres quién para ser aventurero! ¡En cuanto me di cuenta del inhibidor lo compartí inmediatamente, no como tú, íbamos a meternos en una ratonera sin salida!"

Dejo de golpear el escudo, pero mi enfado se acrecenta aún más.

"Como os dije Melzir fue quien nos lanzó un conjuro para que no fuesemos escuchados con facilidad por el enemigo... ¡era nuestra única oportunidad de darnos cuenta de lo que sucedía en la ciudad, la tardanza no era una opción...! ¿O acaso querías que atrajese a todos a metros a la redonda al correr...? ¡Yo fui quien encontró a Grisn y le ayudé a reconocernos y quien se puso en primera linea para que no os viesen a vosotros, ya que estaban alertándose por vuestra patanería...! ¡Si muriéseis bajo mi mando todavía sería por una causa aún mayor que la de nosotros, todos tuvimos el mismo sueño del mesías! ¡Y al contrario que tú no hecho la culpa de mis fallos a los demás!"

Me giro hacia Merebor y, sin bajar la voz, digo:

"¿¡Es eso una amenaza, Merebor...!?"

- "No, no es propio de los seguidores de Valion amenazar por las buenas a aliados. En cuanto a ir rapido o no: no era obligatorio entretenerse en avisar a toda la comarca en la almenara, decidimos alargar nuestro tiempo en la ciudad, las posibilidades de movernos bajo el conjuro toda la misión se deshicieron en esa misma decisión de gastar tiempo. Además la interdicción mágica nos habría dificultado todo igualmente."

Hago una pausa.
- "Bueno. Creo que por el momento ya hemos descargado suficiente ira." - digo con un tono más pausado. Paso una mano por el brazo más sano de Egelvild. - "Los regalos no compran nada, Egelvild pero volverá a haber una misión por delante. No nos vendrá mal equiparnos bien. Melzir tendréis que poner orden en esta cuadrilla, hay una caida por la que deberíamos guardar algún silencio aunque no la conocieramos mucho." -

Merebor se queda absorto en sus pensamientos, quizás oraciones mientras como unos cacahuetes que hay en el mueble de las viandas.

Justo cuando voy a estallar en una cascada de reproches las palabras de Merebor parecen calmarme. "Desde luego Merebor sois mucho más prudente y sensato que nuestro amigo. Mirad su postura... cuando agota los argumentos de su boca parece que sólo sabe hablar por la espada." Hecho un trago de vino sin perder de vista a Babroth "Tanto da. Sólo sabe aplastar enemigos, verlos destrozados, y oir el lamento de sus mujeres".

Levanto el vaso de loza en alto. "Por Enly" Digo mientras hago una libación y derramo una parte en el suelo "Que los dioses manes te protejan y la tierra te sea leve" Tras lo cual doy otro trago.

Saludo el brindis con un cacahuete y me lo como en silencio.

Aún enfadado, bajo el escudo y comento con desagrado.

"Seguid apenandoos por una muerte egoista, no creo que sepáis lo que es la muerte hasta que la experimentéis...se nota que aún sois muy...demasiado inocentes y pasionales, es absurdo seguir la discusión contra dos paredes."

Relajo ligeramente la postura.

- "Hagamos un enfoque práctico a algunos de los problemas. Babroth acércame el cuero del símbolo, haremos copias." - cojo útiles de escritura (en nuestra visita pasada estaban cerca ya que Egelvild los había bajado de una habitación).

- "Después hablaré con Ocri, estas flechas están muy bien afiladas, merece un aplauso".

Con el disgusto aún encima, dejo el cuero sobre la mesa mientras comento.

"Si lo hubieras hecho como dijiste que harías, no hubierais tenido tantos problemas...además, vosotros ya estábais por iros cuando recogí el cuero y os repartí la tiza...estaríais atascados aún donde quiera que estuvieseis de no ser por que os lo repartí."

"¡No sabía que morir fuese un acto egoista! ¡Lo que aprende uno!" Digo con profunda ironía.

"No todos tenemos una insaciable sed de sangre como vos, Babroth. Sólo honramos a un compañero caído. Te daría otro puñado de monedas para que sigas acumulando cosas brillantes, como las urracas, y nos dejases un rato tranquilos, pero tuve que deshacerme de ellas para evitar morir. ¡Que egoista por mi parte!"

- "¡Ya basta!"

Tomo el cuero y hago 2 copias lo mejor que puedo para Egelvild y para mi.

Cuando termino le doy una a Egelvild. - "Toma Egelvild"

Con furia contenida en mi voz, comento "...y por eso mismo es por lo que no entenderás nada y seguirás siendo demasiado inocente...esa muerte no merece ningún tipo de honor; hizo lo que quiso y murió por su propia culpa por actuar por su cuenta."

En cuanto recojo el trozo de cuero original y lo vuelvo a guardar en su sitio, digo con voz furibunda.

"...empiezo a pensar que fui demasiado considerado consiguiéndote esas flechas, Merebor...no haces más que justificar a ese ser de ahí" - señalando con la cabeza a Egelvild.

Ignorando por completo la bilis insidiosa de los labios de Babroth bostezo y acto seguido me dedico a contemplar el trabajo de Merebor. "Muchas gracias compañero, es un buen trabajo"