Partida Rol por web

Problemas en Durbenford

La posada del Ciervo y el Martillo

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31/10/2008, 13:11
Director

Continuamos en esta escena.

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03/11/2008, 11:59
Eyskhan

Dando buena cuenta de su merecida cena, Eyskhan comenta el plan con sus compañeros

- Entonces... a medianoche , no? entramos a saco o elaboramos un plan algo más sutil?... algo como... mmmm... no se , como mínimo abrir la puerta de entrada, que recordemos que estaba bastante reforzada y nos va a costar derribarla si vamos a lo bruto. A alguien se le dan bien los mecanismos y esas cosas?

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03/11/2008, 13:59
Aaron

Mientras ceno tranquilamente, escucho el plan que propone Eyskhan yo creo que deberíamos de entrar de un modo lo mas sigiloso que podamos, porque ya se sabe, pueden llamar a la guardia y aunque estén lejos, si son llamados, su obligación es venir.

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03/11/2008, 14:52
Eyskhan

- Coincido con lo del sigilo, aunque una vez dentro no creo que llamen a la guardia. Recordemos que se dedican a cocinar menudillos de zombie. Lo suyo sería que alguien abriese la puerta o una ventana... También tenemos que hablar sobre el problema de qué hacer si nos cruzamos con jovenzuelos con pinta de nobles. Podemos meternos en problemas si vamos a lo bruto y nos cargamos sin querer a un niñato hijo de un noble.

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03/11/2008, 17:02
Helen DunsReich

 Como aparecida de la nada, Helen aparece por detrás de Eyshkan y dice:

Vaya, vaya, parece que necesitais a alguien con ciertos talentos... Y a mí me vendría muy bien un grupo como el vuestro. ¿Puedo sentarme y hablamos de negocios? Estoy segura de que será provechoso para todos.

Añade con una sonrisa.

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03/11/2008, 17:25
Director

Parece que Helen se ha quitado la coleta... ;)

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03/11/2008, 20:46
Quarion Forestkeeper

Antes de que llegue la mujer, Quarion contesta a Aaron.

En principio no deberíamos tener problemas con la guardia, estarán lejos de la casa a la hora convenida si la sacerdotisa cumple lo prometido...

En el momento en que ve aparecer a la mujer, Quarion visiblemente mosqueado por la súbita presencia de la mujer espeta.

Está claro que eres capaz de presentarte sin avisar así que, ¿qué te puede importar nuestro permiso para sentarte?

Notas de juego

Es que al eladrin no le gustan las sorpresas.

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03/11/2008, 23:01
Eyskhan

El dracónido observa con frialdad a la recién llegada, parpadea lentamente, desvía levemente su mirada hacia el costado y , de repente, abre los ojos rápidamente

- Truvio, no te vas a acabar ese trozo de pollo, verdad?

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04/11/2008, 00:26
Helen DunsReich

 Helen mira a Quarion divertida.

¿Acaso no os dije que os encontraría? Además sigo en deuda por lo del otro día y si necesitais algo de sigilo...

Le guiña un ojo.

Y respecto a tu pregunta... Suspira y de pronto se pone seria. Sí, me importa mucho. Tengo una oferta para vosotros y me gustaría que me escuchaseis. Ahora bien, tal y como he llegado me puedo ir... Aunque en ese caso os perderíais una oportunidad única.

Su voz baja a un susurro

¿Habeis oido hablar del Innombrable?

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04/11/2008, 01:04
Eyskhan

El escamoso rostro de Eyskhan se ilumina de conocimiento repentinamente y mira a Helen

-Claro! tu eres la chica del combate contra las plantas del otro día! Así a la luz no te había reconocido... Has cenado? iba a pedir algo más que me he quedado con hambre.

Y ya en voz baja

- Tu también estás enterada de lo del Turudún ese? precisamente esta noche... bueno, tu primero, cuenta lo que venías a decirnos

 

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04/11/2008, 09:07
Director

Notas de juego

Cita:

Así a la luz no te había reconocido...

Es por la coleta ;).

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04/11/2008, 11:09
Truvio

Inquieto por la inminente incursión truvio no tiene mucho apetito,

- Sí, Eyskhan, mantente en forma aunque sea a costa de mi pollo :D

Al acercarse por sorpresa Helen, Truvio pega un bote.

- Que susto, espero estar más atento en la casa

- Hola Helen, se te ve mucho mejor hoy, al oir el tema de la proposición Truvio mira alrededor preocupado, aunque Helen haya hablado en voz baja. Con un gesto le hace sitio a su lado en el bando y le indica que se siente. ¿Qué es eso que propones?

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04/11/2008, 12:02
Eyskhan

Notas de juego

Cita :Es por la coleta ;).

A mi es que todos los humanos me parecen iguales  :P

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04/11/2008, 14:55
Aaron

Hola Helen, te encuentro mejor que el otro día, coge una silla, siéntate (en el suelo) con nosotros y cuéntanos lo que sepas sobre el culto del Innombrable.

Notas de juego

Cita :
 

A mi es que todos los humanos me parecen iguales

Creo que dijo que era una elfa (tambien conocidos como fefos del bosque, jajaja)

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04/11/2008, 17:27
Helen DunsReich

 Helen agradece con una mirada la proposición de Truvio y se sienta a su lado.

Antes de nada, agradeceros que me sacaseis de apuros. Os desenvolvisteis bastante bien y por eso he pensado en vosotros para cierta misión que tengo que realizar. De todas formas, si necesitais algo de sigilo esta noche quizás os pueda ayudar, si quereis. 

Mira a Quarion y sonrie

No creais que simplemente os devuelvo el favor o que lo hago únicamente por altruismo. Necesito veros más en acción para asegurarme de que no estaba equivocada.

Helen mira a Aaron y vuelve a ponerse seria.

Respecto al innombrable, me temo que no sé mucho más que el nombre y que es una amenaza para la estabilidad de estas tierras. He sido encargada de recuperar cierto objeto que de caer en manos del innombrable... Helen se para como si pensase. Digamos que es mejor que lleguemos antes que sus agentes.

Una vez dicho esto, se acomoda en su silla, hace un gesto al camarero para que venga y comenta:

La localización la daré cuando esté segura de que puedo confiar en vosotros. Respecto al pago, el sitio debería estar plagado de objetos mágicos y tesoros ya olvidados por sus legitimos dueños después de la corrupción del lugar. Teneis derecho sobre todos ellos salvo el mencionado anteriormente. ¡Además, ayudais a una damisela en apuros!

Se rie.

¿Qué me decís?

Notas de juego

 Helen es humana.

Por cierto, eso de "coge una silla y sientate en el suelo" lo he obviado porque no le veia mucho sentido :-D

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04/11/2008, 18:12
Quarion Forestkeeper

¿Qué es ese sitio? No necesito que me cuentes dónde está pero sí quiero saber cuál es su relación con el Innombrable. Creímos que teníamos localizada su sede social y es lo que teníamos intención de asaltar esta noche...

Dice Quarion.

Por supuesto que nos vendría bien algo de sigilo. Las tripas de Eyskhan suelen desvelar nuestra posición en menos que canta un gallo...

¿Ha sido un intento de broma?

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04/11/2008, 20:03
Helen DunsReich

 ¿En serio? ¿Aquí en Durbenford?

Helen te mira, sopensando tus palabras.

Vaya, parece que voy a tener más de un interés en acompañaros en vuestra pequeña expedición.

Dice murmurando a si misma. Luego prosigue

Del Innombrable me temo que únicamente sé que busca ese objeto y que es muy importante que no lo consiga. La gente que me emplea no ha decidido contarme más y yo lo prefiero así.

Se encoge de hombros

De todas formas si buscais pistas sobre Él, seguramente encontremos algo donde está el objeto si es que es tan importante.

Después del comentario de Quarion,  se rie mirando a Eyshkan y dice

Desde luego, apetito tiene. Al menos lo que come lo gasta en músculo. Yo tengo que cuidarme algo más. 

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04/11/2008, 23:22
Quarion Forestkeeper

Al menos parece que por el momento nuestros fines coinciden...

Dice Quarion a la espera de que el resto de sus compañeros emita una opinión al respecto.

Notas de juego

Si no me había dado cuenta de que Helen es Emilio XDDDDD

Y yo creyendo que hablaba con un PnJ

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04/11/2008, 23:30
Helen DunsReich

Notas de juego

 Es que con la melena roja no se me reconoce nada :-P

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04/11/2008, 22:51
Asher Accolon II

Volvió a deslizarse por el acero templado con una pasada constante y calculada. Un agudo grito metálico escapó de la afilada superficie, jaleando el desfile de la piedra de amolar. En realidad no hacía ninguna falta; las dos espadas encantadas del montero jamás, desde el encantamiento que las vio nacer, habían perdido ni medio ápice de letalidad. Pero el predecible sonido chirriante relajaba al explorador: era predecible, controlado, delimitado y "natural"; sincero, como el batidor se habría dicho a sí mismo si acostumbrara a hablarle a su mente.

Pero el guerrero no era hombre de muchas palabras, ni siquiera para sí mismo. Segundo; así acababa su nombre. El niño que fue había crecido a la sombra de un roble abrumadoramente ancho: el gran Accolon de los bosques, azote de osgos, que había salvado la ruta comercial del asedio de Urbo el Descabezador. Ni siquiera la crónica cojera de batalla provocada por aquel enfrentamiento con el caudillo salteador había suavizado el constante desafío al que un pequeño con ganas de emular a su heroico progenitor se enfrentaba cada día. Croslen era un señorío sencillo. si tu padre era herrero, eras herrero, si tu padre era cabrero, ordeñarías cabras... pero ¿qué harías si tu padre era un héroe?

Un heroe estricto y rígido, tan buen mentor como mal alentador; Asher nunca escuchó el sonido de una congratulación sincera. Cuando seas mayor serás como tu padre- era el constante soniquete retumbando en su cabeza durante toda su niñez. El montaraz comprendía y muy bien las estúpidas razones que podían haber llevado a Iresha a la lamentable situación en la que sin duda se había metido... Lord Croslen era de todo menos una roca fácil de saltar.

Para él había sido más sencillo, pues el monstruo de los héroes siempre acababa dando cuenta de los muros más altos a derribar: el ego no perdona. Cuando su avejentado padre decidió que su terca cabezota y su tullida pierna eran todo lo que hacía falta para acabar con la banda de trolls que se había apoderado del palco de honor en las peores pesadillas de la región, no hubo nadie capaz de quitarle la idea de la mente; al menos no hasta que los monstruos lo abrieron en canal, apagando sus pensamientos para siempre.

Fue el pequeño guía local que vivía a la sombra de su padre quien guió a los soldados por la entrada trasera de la angosta cueva; fueron sus sutiles manos las que llenaron de aceite la zona durante la ausencia de las criaturas, tras vigilarlas dos días a la intemperie. Fue su mano la que encendió el chisquero mientras una enorme bocaza trataba de enviarlo de visita con el primer Accolon y sus lágrimas las que quebraron la pétrea silueta de su ancestro grabada en el fondo de su vergüenza y dejaron paso a Asher “no como su padre”, quien se había ganado su propio nombre a pulso entre los lugareños, y a pesar de ello, tan distinto era, porque lo cierto es que no le importaba en absoluto.

Asher hacía lo que era correcto, lo que creía adecuado y práctico en cada situación; las cosas eran como debían de ser, y poco importaba si se nombraban o no. Vivía por instinto; un instinto afilado y temible como el arma que arrancaba líneas regulares en la piedra que trataba de amolarla en sus manos, con pérfida ironía. Pero el sonido lo relajaba y aquello era todo lo que importaba. Sus servicios como guía y guarda local le granjeaban mucho más de lo que necesitaba; mucho más de lo que su bendita madre pudiera necesitar. Mucho más de lo que pedía; la brillante cota de mithril eladrin que descansaba semioculta bajo sus ropas de viaje subrayaba aquel hecho. Al guardabosques no le habían pasado desapercibidas las miradas de Quarion a la loriga, preguntándose en su fuero interno cómo demonios había podido llegar allí. Dichas armaduras se conseguían por méritos sobradamente probados entre los de su gente... o por saqueo; y la segunda opción parecía tan ajena a la figura del mercenario como unos cuernos en su frente. Si había sido un regalo... bueno, tal vez este humano sí que estuviese hecho de una madera muy distinta a la habitual.

El polvillo de piedra metalizada seguía cayendo inexorablemente al suelo de la posada, mientras Asher seguía con su labor, antes de hablar finalmente:

-Tal vez no habría por qué entrar por la puerta, que imagino que es el modo más sencillo de llamar la atención del noble. Los fríos aún están lejos, y estoy seguro de que la casona tiene unas buenas chimeneas; aún mejor, podría haber lucernarias en el desván.- indicó el guerrero, mientras su acero viajaba hacia la espalda en un semiarco quebrado.

La espada encontró su vaina de manera casi automática, natural, como si aquel movimiento hubiera sido repetido cientos de veces anteriormente. El instinto del sigiloso movimiento resultó tan impresionante como simple en su ejecución; sin duda, sin titubeos o golpeteos molestos: como debía de ser, como la naturaleza; simplemente un engranaje bien engrasado. Lo cierto era que la presencia de la mujer ni lo incomodaba ni dejaba de hacerlo; simplemente no venía a cuento dentro de lo que realmente importaba, que era la inminente incursión. Objetos místicos, misiones imposibles... no, había que centrarse; luego ya habría tiempo para lo demás, si hacía falta, pero primero Iresha y la misión del Barón Crosler.

Notas de juego

He terminado de leer por fin, así que me rengancho, y con ganas, of course. Ya empiezo a meterme bajo la piel del antiguo Accolon, aunque va a sufrir algunos leves cambios más propios de Asher. ;-) En realidad las intervenciones han sido más bien escasas, así que tengo mucha cancha; no va a suponer ningún problema.