Partida Rol por web

Tras separar aquella disminuida monstruosidad del joven y viendo que tengo vía libre para atacarlo, me lanzo, espada osea en ristre a tratar de empalar su ciega cabeza, acompañando el movimiento con un gruñido gutural.

- ¡UN GHHHHHHHH!

El joven rueda hacia un lateral de la sala tosiendo, muy afectado por el golpe de ese bicho inmundo mientras ve que Eduardo Manostijeras pincha al ser blanquecino ese que le ha tirado al suelo -Joder... gracias gente...

-Estamos juntos en esto, tío.- Le dije al chico ojerizo mientras veía a Bob intentar empalar a la criatura. Aún cuando ya sabía que si lo deseaba podía transformar mis manos, me contuve por el momento, ya que el compañero parecía tenerlo resuelto, pero de todas formas me interpuse entre la criatura y el chico que aún no había escogido nombre por si acaso. Quizás no era la mejor en hacer eso luego de la mordida que me había dado el otro bicho, pero algo en mi interior me impedía ser el tipo de chica que se escondía sin hacer nada.

Recordando lo que había hecho en la habitación, me concentré en una caja rígida que había cerca del monstruo, y traté con todas mis fuerzas de que se estampara contra el bicho.

Mientras que "Jane Doe" procuraba proteger al muchacho, "Bob" se abalanzó gruñendo sobre la criatura blanca aturdida, y de un golpe traspasó con su cuchilla de hueso el cráneo del engendro de parte a parte. Aquello pareció acabar con su vida. 

Una fracción de segundo después, un pequeño contenedor saltó contra aquel mismo ser, con tanto ímpetu que el brazo de Bob quedó cubierto de sangre y trocitos blanquecinos. Al mirar hacia la puerta vieron a "Ron", resollando, con el brazo extendido y una expresión de alivio. 

Tras acabar con aquel engendro y limpiarme como puedo el brazo y cuerpo de sus restos, dispersados por la agresión contundente a distancia de Ron, trato de rastrear la habitación en busca de cualquier cosa que nos pueda ser útil, ya sea un arma, documentación, pases, cualquier cosa, pero no parezco tener suerte, tal vez sea por los nervios e incertidumbre de saber qué coño está pasando... Y QUIÉN COÑO SOY...

El chico se levanta y entre jadeos dice:

-Gracias, joder, otra vez ¡os debo otra!  No sé que será este lugar, ni qué hacemos aquí, pero en esta habitación seguro que podéis encontrar algo que os sirva. Yo estuve buscando antes y pude encontrar cosas útiles, pero seguro que vosotros encontráis mejores cosas.

El jóven señala varias cajas, por las que ha podido buscar él:

-Por aquí hay machetes, y cosas que podrían ser usadas como armas cuerpo a cuerpo, por aquí - Señala unas cajas más abajo  : Tenéis cosas que se pueden colgar del cinturón y aquí: - Señala un grupo de cajas que está en el suelo: - Armas de fuego, escopetas y mierdas de esas

-¿Armas?- Pregunté, mientras me disponía a revisar si había algo de ropa, o papeles que explicaran que estaba pasando. -Supongo que podríamos estar en una instalación militar, ¿tal vez un laboratorio experimental?- Sugerí. Pensativa, revisé mi piel, brazos, busto y piernas, buscando algún tatuaje o cicatriz. -¿Alguno de ustedes podría ver si tengo algún tatuaje o marca en la espalda?-

Mientras Jane busca entre los bultos del lugar, aparentemente teniendo más suerte que yo, echo un vistazo a su espalda, fijándome especialmente en hombros, cuello y brazos, para ver si posee marcas artificiales de algún tipo.

No veis ninguna marca particular en las espaldas de Jane Doe. Sudor y alguna mancha, pero nada más. Ni tatuajes misteriosos ni códigos de barras. 

Sin embargo, en sus brazos, como en los del resto de vosotros, hay algún que otro puntito cicatrizado, como de pinchazos.

Ante la pregunta, "Ron" también se acercó y aprovechó para echar un vistazo. 

-Te puedo asegurar que no tienes nada de particular en la espalda- Podría haber dicho algo más entusiasta, pero también sabía que aquel no era ni el momento ni el lugar apropiados, así que se volvió hacia los contenidos del almacén para cambiar de tema -Conque armas y herramientas, ¿eh? ¿Habrá algunos pantalones?

Tras el comentario del chico me abalanzo algo nervioso sobre aquel equipo. Antes de poder darme cuenta tengo un kit médico en una mano y una escopeta en la otra, pero antes de buscar o tomar otra cosa (A mi cabeza no le parece una gran idea lo del arma, pero puede que toque replantearse unos principios que a fin de cuentas desconozco tanto como mi nombre) otro enfermizo humanoide blancuzco viene a por mi...

Siguiendo el ejemplo de Bob, busco rápidamente entre las cajas que nos hemos encontrado.

Algo útil tiene que haber, vamos...¡vamos!

Consigo ahogar un grito de júbilo cuando localizo un subfusil. El tacto frío y duro del arma me da seguridad. Ahora me siento más protegido antes esas ¿cosas?.

Rápidamente atrabo una linterna. Nunca se sabe...

- Vamos, pillad algo y acabemos con estos bichos.