Partida Rol por web

No podía precisar a ciencia cierta si aquellos servicios serían de uso público (¿En aquel lugar, con estos bichos pululando?) o las instalaciones estaban cerradas solo para trabajadores, en el segundo caso puede que hubiese taquillas para los empleados en las que pudiésemos encontrar más información, así que sin mucha dilación, y procurando ser más silemcioso que en mi excitada primera salida al pasillo, me encaminé hacia la puerta de los baños masculinos, escopeta en ristre.

Bajé mi voz lo más que pude antes que Bob se alejara, viendo su intención. -Bien pensado. Revisa ese baño; chico, ve con él. Ron, tu y yo revisamos el otro. Descartemos que haya enemigos allí antes de seguir, no quiero que nos caigan a la espalda en emboscada.- Me encaminé entonces al baño contrario al que avanzó Bob.

El jóven mira a Jane Doe mientras habla... y piensa...  "Mira que me jode que la petarda esta me dé órdenes... quién coño se ha pensado que es... aunque de todos modos... no podemos negar que es una decisión cojonuda"

Se acerca a Bob, le toca dos veces el hombro y dice: - Vamos, y usa eso sólo cuando sea necesario. No tenemos que llamar la atención sin necesidad. Nos hemos librado dos veces, pero puede que no haya una tercera. Te cubro
 

Asentí en silencio a las palabras de Jane. No estaba dispuesto a hacer más ruido del necesario.

Lentamente, con el subfusil en una mano, abro con la otra la puerta del baño, muy despacio, rogando entre dientes para que no haga nada de ruido. Intento abrir sólo una pequeña rendija desde la que poder mirar qué hay en el interior.

Recorréis los metros que os separan de los baños, y llegáis ante sus puertas, contiguas y marcadas de la forma habitual. 

Mientras, el brazo de Bob vuelve de nuevo lentamente a su forma original. 

Os separáis para examinar cada baño antes de traspasar o abrir sus puertas.

Sin embargo, al asomaros podéis ver que la idea, aunque inteligente, resulta innecesaria. Gran parte del tabique que separaba el aseo masculino del femenino está hecho pedazos, desapareciendo la separación física entre ambos espacios más allá del alrededor de las puertas. 

Y el resto está igual de destrozado; el suelo está cubierto de escombros, los azulejos están arañados y golpeados (los que todavía quedan en las paredes), de algunas tuberías desencajadas caen hilillos de agua sobre manchas borrosas de ¿sangre? 

Entráis a paso quedo, hasta que las veis tras una esquina del interior:

Ocho de aquellas criaturas blancas y calvas están apiñadas, devorando un cadáver que apenas podéis distinguir entre sus cuerpos. Apenas distinguís un poco de pelo, una mano, un zapato... cuando se detienen, levantan sus ciegas cabezas, ¡y se abalanzan sobre vosotros, chillando, saltando, corriendo por el techo como arañas!

Os atacan en parejas, aún cubiertos con la sangre de sus anterior presa, y sólo Jane logra esquivarlos momentáneamente. El resto recibe dolorosos tajos de sus garras y colmillos hambrientos. 

-...josdepu--!- Logro mascullar en el momento que veo a aquellos bichos saltar hacia nosotros. Por suerte logro esquivar los ataque, pero los otros no parecen estarlo pasando bien.

Esta vez no saco la pistola. Con un grito parecido a un rugido, sentí mis manos transformarse nuevamente en poderosas garras y me lancé contra el primero de los bichos que había intentado atacarme.

Dios. Nada más asomarme a los baños puedo ver que unas 8 criaturas extrañas están devorando a ¿alguien? No tengo tiempo de girarme para advertir a los demás. Dos de esas criaturas se me tiran encima y noto como sus garras arañan y cortan mi piel.

- Arggg. ¿Estáis bien? Disparad, vamos. Atacad

El ataque por sorpresa y pensar en que hay muy poco espacio entre nosotros hace que vuelva a saltar como un tentetieso, apretando los dientes y volviendo a expulsar aquella extraña cuchilla osea de mi brazo justo cuando noto como me arañan y muerden esos grandísimos hijos de puta...

Al estar acorralado por los dos paliduchos lo único que pude hacer fue revolverme entre ellos, tratando de cortarlos con mi mutado miembro, pero estos parecían más despiertos y dispuestos que los bichos a los que nos enfrentamos antes.

El chaval intenta zafarse de las criaturas, pero sus esfuerzos parecen inútiles. Acaba de recibir varios tajos que le dejan en suelo. Aprovechando el momento en el que las criaturas intentar volver a rasgar con sus garras la frágil piel del jóven, el muchacho emite un grito a partes iguales de dolor e intentando sacar fuerzas de flaqueza, o auto-motivarse... o simplemente porque esto parece una puta película y ahí los protas guapos (porque sin son feos, no son protas) gritan enérgicamente y consagran momentos épicos. Un sonoro -¡HIJOS DE PUTAAAAAAAAAAAAAAA! - Suena en la habitación, mientras unos rayos salen de los fluorescentes de la habitación.

Veo que mis compañeros se disponen a atacar. Miro el subfusil que tengo en las manos. No tengo mucha puntería pero igual si disparo indiscriminadamente puedo retener a esos bichos lo suficiente para que mis compañeros ataquen. Así que, sin pensarlo demasiado, aprieto el gatillo.

Rápidamente, tratáis de contestar a su asalto, con resultados dispares. 

Jane vuelve a convertir sus manos en esas bestiales garras, y trata de lanzarse contra uno de ellos para destriparlo, pero se le escurre en el últimos segundo, mientras Ron abre fuego con su subfusil para tratar de alejar o debilitar a todos los que pueda. 

Es precisamente gracias a esos disparos que el joven que estaba en el suelo consigue un ligero alivio. Al intentar esquivar estos, se apartan de él un momento, y entonces puede levantarse y provocar un infierno eléctrico entre improperios. Mientras grita, las chispas vuelven a saltar, las descargas eléctricas vuelven a llover sobre piel blanca, fulminando a sus atacantes hasta la muerte. 

Poco después, Bob se lanza contra otros dos de una manera más personal. Su brazo vuelve a ser un sable de hueso, con el que gira y corta entre el caos. Inflinge un ancho tajo a uno de ellos, que se derrumba sangrando, pero el otro consigue esquivar sus estocadas. 

Tres han caído, cinco siguen en piel.

Los atacantes de Jane vuelven a la carga, y vuelve a esquivar a uno, pero no tiene tanta suerte contra el otro, que logra hacerle un corte superficial, aunque doloroso. 

Mientras, el resto parece reagruparse un momento y a continuación se vuelve a dividir, para lanzarse de nuevo con sus hambrientos colmillos, uno contra uno, como si hubieran decidido repartirse estratégicamente. Son menos, pero pronto bob y Ron sienten en sus carnes que siguen siendo peligrosos. 

Sin embargo, el sin nombre esta vez sí logra eludir a su atacante.  

Sin mediar palabra y aprovechando la proximidad y la ira ciega causada por el daño que me ha infringido la criatura, pasé de intentar ser rápido y flexible, lo que quería era quitármela de encima cuanto antes y de la manera más contundente posible, así que prácticamente traté de darle un machetazo con mi espada osea, descargando sobre ella todo mi peso.

Vi el primer ataque, esquivándolo con rapidez, pero el segundo hizo cortes en mi brazo, sacándome un gruñido.

Lancé una mirada furibunda hacia el que había logrado herirme, concentrando todo mi odio en él. Y con mis garras me lancé en su dirección.

¡BUUUUUF POR LOS PELOS!! Casi me pillan los tipos estos..... ¡Vamos a por otra, que a éstos si les han pillado!

El golpe de la criatura fue tremendo. Acusé el impacto y noté los arañazos en mi piel. Pero algo en mí había cambiado. No me sentía debilitado y, sin apenas esfuerzo, me incorporé y sujetando con firmeza el subfusil grité:

- ¿Listos para atacar? ¡AHORA!

Una nueva ráfaga de balas acompañó a mi grito.