Partida Rol por web

01 de abril de 2006. Atlanta (Georgia). Mañana.

Tu tío Fingers os lo había dejado bien claro, entrar, arrasar y salir limpiamente del sitio. Supuestamente tenía que ser un trabajo sencillo, pero uno de los chicos insistió en pintar un enorme XVIII bA en la pared frontal, donde la MS-13 tenía pintado su graffiti con el nombre de la banda. Y fue sencillo, más Danny, que es un puto perfeccionista, tardó algo más de lo habitual en plantar su huella graffitera en el muro y os pillaron.

Pero mejor retroceder un poco, unas horas atrás. Tú estabas sentada al lado de Fingers, escuchando sus indicaciones con toda la atención de la que eres capaz. Los demás chicos de la banda os rodeaban a ambos, como si estuvierais en uno de esos jodidos campamentos para niños ricos, sólo os faltaban los palos con marshmallows, porque el fuego ya lo teníais con el bidón encendido en medio, que hacía de uno de los puntos más focales de luz de aquella noche tan oscura, a pesar de que como todo el mundo suele decir, en Atlanta nunca anochece de tantas luces que impregnan la ciudad cuando el Sol se va.

Os habíais reunido como siempre en aquel agujero subterráneo que Fingers llamaba "local", una antigua tienda cerrada de merchandising de los Falcons, debajo del Fulton County Stadium. Siempre tuviste claro desde el primer día que entraste en él, que ha vivido tiempos mejores, como su equipo. Algunas camisetas del viejo uniforme sobresalían por algunas cajas abandonadas y arrinconadas de cualquier manera (seguro que Tío Fingers consiguió el local de forma poco "ortodoxa", como le gustaba decir a él cuando en realidad se refería a ilegal/a palizas y sobornos, decía que era su palabra del día favorita). El asunto que os tenía reunidos es que el MS-13 de nuevo se había pasado de la raya y había entrado en vuestro territorio a vender crack, delante de vuestras narices y sin pedir permiso de ningún tipo! Eso era intolerable!

-Intolerable!
-Démosles una paliza!
-No, quemémosles vivos!

Se dijeron muchas palabras de indignación y odio a muerte. Los chicos de la 13 eran unos locos si creían que podrían vender crack en vuestro barrio y pensar que saldrían impunes.

-Y los niños, 'mano, no tienen luces, les venden a los críos como si fueran pirulas de fresa y plátano!
-Deberíamos destruir su lab para que vieran como las gastamos, Jefe!

Las propuestas fueron muchas hasta que tu tío Fingers abrió la boca y zanjó el debate, su voz es ley en aquella parte de vuestro pequeño mundo urbano.

-Esto es lo que haremos...

Sí, él siempre decía haremos pero tú sabías que en realidad quería decir "vosotros haréis" porque él procuraba no mancharse nunca las manos directamente, porque tenía que mantener su imagen de businessman en el barrio y al fin y al cabo, todos erais menores de edad y no podíais ir a la cárcel y Fingers ya había cumplido pena en un par de ocasiones. No es que no os pillaran nunca, alguno de los chicos (y alguna de las chicas trofeo) había pasado por una larga temporada en el reformatorio, pero tampoco es que fuerais al trullo exactamente. Y siempre al salir Fingers os recibía con los brazos abiertos y un cochazo como regalo por no chivarse y cumplir "condena".

Fingers no era mala persona, cuidaba de los suyos y era generoso en sus compensaciones, pero también era el tipo más despiadado en la ciudad. Todos sabían que si ibas a por él o le traicionabas acababas nadando con las botellas vacías, las ratas y los mendigos en el río. Pero sobretodo no te reconocía ni tu madre. Fingers era conocido justamente por eso. Es lo que tiene haber sido un antiguo boxeador, además de carterista, aunque eso fue más en su juventud. Su verdadera, bueno, única carrera profesional oficial fue la de boxeador hasta que decidió que no ganaba suficiente porque le partieran la jeta día sí y día también, y acabó tan hasta arriba de mierda que al final optó por hacer lo que se le daba mejor: hacer carrera en las bandas del viejo barrio. Y se llevó el premio gordo, ascendió rápido en la XVIII bA hasta conseguir ser the Boss. Ahora nadie le rechista y los tenderos le pagan su porcentaje de forma puntual a cambio de que sus chicos sean amables con sus establecimientos. Fingers es un hombre de palabra y cumple siempre, por muy maleante que sea, y así ha conseguido que el barrio esté tranquilo: tenderos felices y Fingers controlando los índices de delincuencia de su zona (esa es otra frase que le gustaba mucho decir, que su trabajo era regular los índices de criminalidad. Lo aprendió leyendo los periódicos, es un tipo muy auto-didacta).

Os indicó la ubicación del nuevo local del MS-13, un viejo taller de coches y os dijo que no os entretuvierais, que dejarais la huella y salierais cagando leches, que él se encargaría de que entendieran que ese era el primer y único aviso. Después de eso, dejó a los chicos aullando y gritando las burradas que harían a los MS-13 y se acercó a ti, en un intento de llevarte aparte, fuera del alcance de los oídos de ellos.

-Debes recoger una cosa por mí, es un paquete envuelto en periódicos, precintado con cinta americana gris. No debe verlo nadie- te insistió, mientras te repetía que eso haría que nunca más volvieran a asomar el morro por el barrio. Te quedó claro que ese paquete es MUY importante. No sabías muy bien porqué. Y sigues sin saberlo.

Entrasteis en el taller de coches con gran velocidad, a primera hora de la mañana, la mejor hora para pillar desprevenidos a los MS-13, que estarían durmiendo (o drogados o borrachos, pero sin enterarse de nada, que eso es lo importante). Y así fue, caísteis como un comando perfectamente coordinado de la tele (bueno, para ser una banda de críos armados, claro), hasta encontraste el paquete que te pidió tu tío que le llevaras. Los MS-13 se acojonaron vivos, corrían como pollos descabezados por todo el local, intentando huir de vuestras patadas, disparos, risas y puñetazos, pero estaban totalmente acorralados y atrapados. Sin escapatoria visible. Danny se puso a hacer el graffiti mientras el resto os dedicabais a controlar a los MS, pero entonces todo empezó a ir mal, las sirenas de la policía empezaron a oírse con fuerza al otro lado de las paredes, rodeándoos...

Aún te preguntas como ha podido pasar esto, ni porque cojones estás metida en semejante mierda, rodeada de polis, en un local de los MS, y con un paquete en las manos que parece si no al menos más que sospechoso.

-Estás muerto, huevón...
Lo gruñí muy en serio, joder; ¡puto Danny! Bueno, igual no me lo cargaría porque no es mal tío y hace unas placas* flipantes, pero que le iba a meter era un hecho que ya había anotado en mi agenda mental.

¡De puta madre! Una invasión sencilla, chupada, todo había ido sobre ruedas...Con la suerte suficiente hubiera salido de ahí sólo con un corte dentro de la boca al morderme por un puñetazo. Con Cruz jugamos a marear un poco a uno de la Mara que estaba demasiado torrado como para entender lo que estaba pasando; eso antes de empezar a pegarle patadas. Lo estábamos pasando de cine, y entonces apareció la pasma, a arrinconarnos.

Lo primero que pensé fue: "Coño, ¿qué hago con esta mierda?" y traté de pensar rápido. Esto lo quiere tío Fingers; no lo pueden pispar los jakes* porque seguro que no es nada limpio. Obviamente no se me ocurrió nada porque no soy la que mejor piensa ni tengo un bolsillo lo bastante grande para un paquete así.

Me pongo nerviosa. Y cuando me pongo nerviosa me cabreo un huevo y medio. Engancho al primer "camarada" Salvatrucha y le dejo bien claras mis necesidades, que necesitan ser atendidas AHORA.

-Salida de emergencia, hijo de puta.-le sacudo un poco.-¿O sois tan memos de no tener una?-si que lo son, estoy segura. Pero preguntar es de educación.

Sabes por pasadas experiencias que ahora mismo la policia está empezando a acordonar la zona y que no pasarán muchos minutos antes de que entren, de hecho, te extraña que no lo hayan hecho ya, dado que está claro que es una redada con todas las letras. Alguien habrá dado el soplo o simplemente han pillado a estos delincuentes de medio pelo traficando con crack y sencillamente les han seguido hasta su guarida?

Los chicos de tu banda están empezando a hacer lo mismo que los de la MS-13, correr de un lado a otro del taller como pollos descabezados, sin saber muy bien qué hacer. Danny, el del grafitti, está acojonado, paralizado, con el spray en la mano. Manu el Puro (sobrenombre que le dieron sus amigos por cierta parte de su anatomia, los chicos son asi) está intentando organizarlos a todos, sabes que es el más duro, él ya ha estado dos veces en el reformatorio, pero por eso mismo no dejará que le atrapen una tercera vez porque iría a la cárcel ya que ha cumplido 18 años. Coje su pipa y rompe uno de los pequeños cristales que compone uno de los ventanales, parece estar dispuesto a liarse a tiros con los Jakes.

No tienes mucho tiempo para pensar y enganchas al primer MS-13 que encuentras, un chico afroamericano, delgaducho, vestido con una camiseta de baloncesto de los Lakers y una gorra negra con la visera cruzada hacia atrás. Tiene un feo moratón en el pómulo derecho y te mira directamente a los ojos.

-Porque habría de decirtelo? Vosotros os colásteis en nuestra casa, freiros con nosotros- responde con frialdad y sonríe torcidamente. El chico parece tener más cojones de lo que en un principio podría parecer y tu sigues con un paquete en las manos difícil de esconder debajo de tu ropa...

Estos putos Salvatrucha...Le agarro de la cara para empujarle de vuelta al suelo con brusquedad, cabreada. ¿Qué coño? No estoy satisfecha; también le meto una patada bajo las costillas con la punta de la zapatilla, apartándome después de esa mierda.
-Pues es lo que me faltaba, freírme junto a la 13...-gruño para mí.
Manu ha sacado la pipa en un movimiento cagaprisas y desesperado, de esos que consiguen que tú y tus hermanos acabéis saliendo del marrón en bolsas de basura.
-¡Relax, bro!-me acerco a él cogiéndole el brazo con una mano.-¡No dispares! ¿Quieres empezar un tiroteo? Porque parece que los jakes no.
Y es cierto; ¿por qué no nos están sacando ya de aquí a tiros? Tampoco han entrado a buscarnos...Joder. Si estos capullos de los Salvatrucha tuvieran una salida ya la estarían usando, y nos estaríamos pegando otra vez para ver quién sale y quién pringa. Me rasco la cabeza con rabia y miro hacia fuera por el cristal roto, intentando ver las posibilidades que tenemos por número.

El chico al que acabas de tirar al suelo y patear te mira con profundo odio y escupe a tu zapatilla, con verdadero asco. Se ha hecho un ovillo, esperando recibir más golpes pero cuando ve que paras y te pones a hablar con uno de los tuyos, se levanta y sale corriendo, no sabes hacia donde, porque está fuera de tu campo de visión.

Manu, visiblemente nervioso y sudando a mares, no para de renegar en castellano todo tipo de insultos seguidos de un montón de "putos" y parece a punto de ponerse a disparar cuando oye tu voz y se gira hacia ti.

-Mejor ellos que nosotros, princesa. Ellos empezaron y nosotros lo terminaremos, Sis- es su única respuesta.

Afuera la policía está intentando ponerse en contacto con los de dentro con uno de esos altavoces, parecen estar muy seguros de tener la posición ganadora y no dispuestos a disparar si os comportáis todos y os entregáis sin más ruido.

-Tenéis 2 minutos para salir con las manos en alto, desarmados y sin ofrecer resistencia antes de que entremos por la fuerza- se oye que sale del megáfono del negociador -Repito no tenéis otra salida, no es necesario convertir esto en un baño de sangre!

La mayoría de los chicos de la 13 parecen estar dispuestos a rendirse. Tus chicos no tanto. Danny parece salir de su parálisis momentánea y te mira, esperando una respuesta divina que les saque de esto... Tú siempre has sido la voz cantante o al menos eso consideran ellos al ser la sobrina de Fingers, eres lo más parecido a una "líder" reconocida, la siguiente en la cadena de mando y en la línea sucesoria que parte desde Fingers...

Sonrío de lado, casi en una carcajada, al oír el aviso de los jakes. 
-"No es necesario convertir esto en un baño de sangre"...-repito con una mueca burlona y un tono más despectivo todavía, poniendo un momento el paquete entre mis piernas para sacar mi pipa y quitarle el seguro. Los Salvatrucha serán unos cagagayumbos, pero la 18 peleará. Allá ellos; seríamos más pistolas si no corrieran como las ratas que son.-Que alguien revise el sitio y compruebe que sólo hay una entrada, rápido; pensad dónde esconderíamos nosotros un escape. Si sólo hay una entrada...-sonrío un poco.-No podrán entrar todos a la vez.

Los policias esperan los dos minutos de rigor, otorgados sólo porque son conscientes de que en el interior la gran mayoría son críos menores de edad y no quieren que el Ayuntamiento y los medios de comunicación se les echen encima por una redada que haya terminado mal. Últimamente la opinión pública está muy sensible con esos temas...

Los chicos de la 18th empiezan a mirar por el local, siguiendo las órdenes de Valary pero nadie parece tener suerte. Entonces Danny se acerca a Valary, de forma discreta y te susurra algo al oído.

-No me mates pero oye, yo juraría que cuando entramos había 7 chicos de las 13 y ahora sólo hay 5 y ninguna salida abierta...- su afirmación es insegura y algo confusa, fruto de su estado mental de nervios. Pero es que no para de intentar contar a los pollos descabezaos de la 13th y no le salen los números.

Miras alrededor, a los críos de la 13th, siguiendo la idea paranoica de Danny. Al principio no pareces captar nada, todo está normal, hay 5 chicos, además de los tuyos, que son otros cinco, en total 9. Espera, donde demonios está el 10? Ha sido una alucinación tuya o de repente hay uno menos?

-Ves! Ves!!- casi te grita al oído Danny, paranoico perdido y señalando hacia el mismo sitio donde tu estás mirando y donde supuestamente había un chico de la 13th. un pelirrojo con un moratón en la cara, que tú misma le habías plantado ahí con la puntera de tu bota. Hace un segundo estaba ahí, pero en lo que dura un parpadeo, vamos, un segundo después, simplemente ya no está ahí. Tus entrañas te dicen que esto tiene algo que ver con ese jodido chico, el de la mirada rara, que no se ha acojonado ante tí. Intentas localizarlo pero no le encuentras y en ese barrido es cuando te das cuenta de que algo no cuadra, esa pared de ahí, la de detrás del banco de trabajo está demasiado lisa, mejor dicho, parece que alguien haya prolongado la misma pintura y patrón de desconchones, como si fuera una fotocopia, una muy buena, hay que reconocerlo, pero extraña y al fin y al cabo, nunca se repiten ese tipo de marcas por dos veces a un metro de distancia, de forma tan exacta, o eso crees.

Danny, que sigue situado a tu lado, no para de mirar a vuestro alrededor, girando hasta hacer 360º, parece estar enloqueciendo por momentos.

-Tiene que haber una salida de atrás, todos los talleres tienen una, todos, porque este no?- murmura, para sí mismo, pero tú alcanzas a oír su farfullido. Entonces notas como alguien te sopla a la nuca y una risa por lo bajo.

-Qué, 18, ya no estás tan al mando como crees, verdad?- reconoces que es la voz del chico afroamericano de antes pero no le ves por más que mires -Nos vemos en el Infierno, nena...- te susurra al oído y notas como alguien te besa en la cara, cerca de la oreja y después nada.

Le meto un empujón a Danny por el pedazo de susto que me mete al darnos cuenta, casi a la vez, de lo que estaba ocurriendo con los de la 13. Fácil: "desaparecen" en menos de un pestañeo. Curioso; me recuerda a lo que alguna vez me han dicho mis compañeros que he hecho.

Iba a responderle algo a Danny cuando oigo la voz del negro cabrón al que había pateado, demasiado cerca, sin poder verle. Maaaal rollo...¡y me besa! ¡ME BESA! Reacciono bruscamente dando manotazos con el paquete al aire, como si intentara darle o apartar la sensación rara que se había quedado en mi cara.

-Ven.-le doy un toque con el pie a Danny para acercarnos a ese punto extraño de la pared. No guardo la pistola, porque la pasma entrará en cualquier momento y no me van a coger desarmada si no podemos salir de aquí. Al llegar a la pared busco parparla, empujarla, patearla casi con desesperación por las prisas.
-Hijos de puta...-susurro.

Das manotazos al aire pero no notas nada sólido a lo que golpear, en un primer momento. No tienes ni zorra idea de qué cojones está pasando pero cada vez te huele peor el asunto del negrata. Por otro lado, el chaval no da más señales de vida al respecto, parece que ya se ha divertido suficiente contigo, por el momento, o ha encontrado algo más interesante que hacer, que "picarte". Así que cuando te acercas a esa zona extraña de la pared, ya ha dejado de incordiarte.

Danny te sigue como un perrillo. Te mira extrañado y aunque al principio no parece entender qué estás haciendo, es un chico listo, quizás poco útil en peleas, pero es listo como el hambre (sabe calcular, que ya es más de lo que saben muchos de la banda) y empieza a imitarte y a palpar la sección de la pared.

-Auch!- grita de dolor, de repente -Joder, alguien me ha dado un rodillazo!!- mira como un loco a su alrededor pero no consigue ver nada -Val, que está pasando joder?!- te mira desesperado, porque no entiende nada, los chicos de la banda rival desaparecen y alguien le ha golpeado y no hay nadie cerca, más que tú y él...

Cuando empiezas a tocar la pared y a intentar fijarte en los detalles no consigues ver gran cosa, en un principio, hasta que parece que tocas aire... y alguien te sopla en la nuca! Y Danny aulla, a tu lado, de dolor. Alguien se está definitivamente divirtiendo a vuestra costa.

Más que tocar la pared estaba empezando a aporrearla de impaciencia y un cabreo considerable. Al primero que enganche de la Mara Salvatrucha lo voy a dejar hecho puré, vamos.
Al fin doy con aquello "extraño" que buscaba; una pared que no es pared. No sé del todo qué es, pero creo que se puede pasar por aquí.

-Danny.-llamo su atención chasqueando los dedos delante de sus narices, y trato de adentrarme por esta parte.

Mientras buscas una salida, la policia se ha cansado de esperar y con un ariete empiezan a tirar abajo la puerta principal. Un golpe, dos golpes y la puerta cede limpiamente, cayendo aparatosamente al suelo. Manu grita algo a los demás chicos y deja de disparar por la ventana, para apuntar a los policias que están empezando a entrar con velocidad. Los policias van todos ellos armados y cargando con chalecos antibalas. Los primeros en caer son Enrique y Leo, el primero de un disparo en el pecho y el segundo en la pierna. Los siguientes son de la banda asaltada. Todo se está precipitando más rápido de lo que todos esperabais.

A tu lado, Danny se gira, con la cara contraída aún con el dolor por el golpe en la rodilla, y se queda paralizado de nuevo, al ver como cae la puerta y luego entran los maderos, uno a uno, disparando a todo lo que se mueva. Vuelve a girarse histérico hacia tí.

-Vale, por donde??!!- está muy asustado, dolorido y tremendamente nervioso, pero le da igual y se lanza hacia donde indicas, sin pensarselo ni un segundo más, cualquier cosa que pudiera haber al otro lado le parecerá mejor que esto. Tus ojos ven incrédulos como la pared se traga a Danny sin más, como si nunca hubiera estado ahí o fuera él el que pudiera atravesar paredes. Sigues sin entender qué está pasando con esa jodida pared! Pero ahora no es momento de pensar y debes tomar una decisión muy dura: escapar y dejar atrás a tus chicos o bien quedarte y perecer con ellos.