Partida Rol por web

Una vez habéis recogido todo el equipo que pensáis necesario para cumplir la misión, os reencontráis con Hestia y Nefti en la puerta de la Logia Pathfinder, desde donde la muchacha os llevará hasta el lugar al que vio que llevaron a varias víctimas del secuestro.

Maedros llegó pronto al punto de reunión y saludó con una franca sonrisa a la dama Hestia, y tan solo con un cabeceo a Nefti.

- Por mi parte estoy listo

Recojo mi mochila (equipo de por si acaso, nunca se sabe) y bajo al recibidor del edificio, donde la mujeres y el chelaxiano esperan ya.

- Señoras, caballero - digo con una leve inclinación de cabeza -, estoy preparado. Cuando gustéis.

Bajo al momento, pues pocas cosas tenía yo en posesión, y estaban todas preparadas en la mochila. Así que llego de los primeros.

A los pocos minutos, me impaciento.

¡Estamos perdiendo el tiempo! ¡Cuanto hace falta para coger cuatro cosas! ¡Bahhh!

Fist asiente con un cabeceo a vuestras palabras y os quedáis mirando a Nefti, que inmediatamente empieza a hablar.

-Como os he contado, me arrojé al agua de los astilleros y allí me escondí, luego asomé la cabeza y seguí a un grupo de secuestradores y prisioneros hasta una taberna situada en los astilleros, me fijé en el nombre, era la Posada del Marinero Desafortunado. Os puedo guiar hasta ella.-

Es mediodía en Cassomir, y desde la puerta de la Logia, situada en segunda fila en los grandes astilleros de la ciudad podéis ver a los ciudadanos y trabajadores saliendo de los astilleros y dirigiéndose a las casas de comida o haciendo un descanso en los muelles para tomar un poco de alimento y descansar antes de volver a sus trabajos.

Quien diría que entre tanta actividad y aparente normalidad, pobres almas son secuestradas día a día.

Fist salió del edificio con su zurrón como única pertenencia aparente. Sin armas ni armadura. Más parecía que iba como guía del grupo que como apoyo guerrero.

-Partamos pues. Una posada siempre es un buen destino para mi.

Mientras decía esto, sonreía visiblemente, como perdido en recuerdos no tan lejanos.

El grupo recorre las concurridas calles de Cassomir hasta llegar a una zona de los astilleros que ve poco uso y menos personas.

Una vez allí contemplan como la Posada del Marinero Desafortunado se eleva precariamente sobre el agua sucia de la bahía. Mas o menos la mitad de las paredes exteriores están cubiertas por una capa de pintura fresca blanca y la mayor parte de las ventanas están tapiadas. El tejado se inclina ligeramente hacia la bahía, como si en cualquier momento el tinglado entero pudiera venirse abajo y deslizarse al océano. El muelle que lleva a la posada está hecho de madera putrefacta sujeta a anchos y apestosos pilares. Hay bastantes botes de remos sujetos en toda su longitud.

Bueno chicos, esto parece estar muerto... probemos con alguna de las puertas laterales, a ver si encontramos una forma de entrar. Y con un poco de suerte, habrá alguien dentro al que podamos preguntarle algo. ¿Os parece?

-Me parece bien. Vamos.

El enano caminó tentando el suelo a cada paso. No le gustaba el estado de ese muelle. Cuando llegó a su destino, llamó a la puerta. 

-¿Hay alguien ahí dentro?

Miro el muelle... y sobre todo escucho los crujidos.

- Casi parece que estuviéramos anunciando nuestra llegada. En todo caso mejor ir de uno en uno, dudo que esas tablas resistieran que pasaran por ellas a la vez dos de nosotros

-Estos asuntos es mejor acometerlos de frente, muchacho.

Resoplo un poco ante el ruido que hacemos, aunque no dista mucho del que suelo hacer yo habitualmente.

Bah!!! A mi me da igual que me oigan, ¡pero no quiero tener que pasar la tarde quitando la sal del mar de mis barbas! Así que mejor será de uno en uno, no vaya a ser que ceda esta madera podrida bajo nuestro peso. Que uno está en forma pero es robusto...

Suelto una gran carcajada, pero la verdad es que la cerveza hace algunos estragos dependiendo de la época del año...

Fist avanza por los maderos sin ningún problema salvo por los fuertes crujidos, Hothar y Maedros deciden esperar por si se al avanzar varios se quiebran, mientras Hendrik...

Ese muelle no me inspira ninguna confianza, deberíamos buscar una entrada alternativa.

- Esto tiene toda la pinta de estar cerrado. Las tablas que protegen la entrada de la calle no parecen estar en muy buen estado, y el ruido que hace el muelle al pasar por encima ya habrá alertado a quien quiera que esté dentro. ¿Por qué no intentamos quitar las tablas y entramos por la parte segura?

Mientras Hendrick comenta de entrar por la puerta principal quitando los tablones, algo que parece practicable, Fist llama a la puerta y pregunta, comentando que éstas cosas hay que hacerlas de frente...

Y la puerta se abre revelando a un tipo andrajoso con un escudo una extraña porra y una rata enorme a su lado, que mira al enano con ojos hambrientos.

-Estos asuntos es mejor acometerlos de frente, muchacho.

-Claro que sí.-dice mientras levanta su porra.