Partida Rol por web

No uno ni dos ni tres... sino cuatro ballestazos se clavan en el cuerpo del mito que chilla de dolor, hasta que el hachazo de Hothar termina con su vida.

Pero la puerta se abre desde dentro y oís una loca risa maligna que sale de su interior...

El hacha de Hothar cae sobre el mito que se desploma muerto... pero en ese momento la puerta que la pequeña criatura estaba aporreando se abre. A la tenue luz de una antorcha el enano puede ver como dos guerreros humanos armados con porras y con collares de hierro al cuello le miran con dureza.

Pero esa es una visión bastante normal, lo peor es lo que observa al fondo de la habitación, allí un extraño humanoide azul ¡un derro!, acaba de acercar una pequeña estatuilla negra a una ratita que se encuentra en una jaula... ¡y la rata crece y crece hasta convertirse en un monstruo horrible, reventando la jaula y mirando al enano con ojos inyectados en pus!

-Jijiji.-medio chilla el derro tomando una pequeña ballesta y cargándola.-¡Matad a los intrusos, esclavos! ¡Matalos! jijiji- rie como una rata, como si estuviera completamente loco.

Antes que empiece el combate Maedros lanza un hechizar persona sobre uno de los guerreros, dispuesto a poner las cosas lo mas favorables posibles a favor de su grupo

Nada más abrir la puerta uno de los guerreros, Maedros susurra unas palabras de poder y siente como aquel humano cambia su hostilidad por una amistad virtual hacia él.

-No... ¡No les ataquemos! Son amigos...-dice confuso.

-¡Matad! ¡Matad mis esclavos!-Grita el derro, sin que el guerrero, que se lleva la mano a la cabeza, haga mucho caso.

Pero la rata de una forma sobrenatural si obedece al humanoide de piel azul y sale corriendo de la habitación dispuesta a morder a quien sea. ¡Y ese quien sea es Hothar!, al que muerde en el cuello, provocando una tremenda herida... que casi tumba al pobre guerrero, que siente que si hace un movimiento brusco se le abrirá la yugular...

Klatet se mueve hacia su compañero herido y le toca en el hombro mientras dice:

Quien sabe si caerás hoy, pero no será ahora...

Mirella se coloca junto a Hendrik y alzando la mano lanza un proyectil de fuego entre sus dedos, pero pega muy por encima de la criatura

¡Gracias hermano!

Con fuerzas recuperadas, aunque no estaba para muchos trotes, descargo mi urgrosh sobre la enorme rata. Trazo mi movimiento favorito y barro con la cabeza del hacha de abajo arriba para después frenar el impulso y descargar el extremo de la lanza apra clavar la rata en el suelo. Pero ambos ataques quedan flojos y apenas hacen mella en la criatura...

Sgún sale el humano, descargo mi hacha sobre el, pero trastabillado, yerro el golpe por más de un palmo...

Tanto el hacha como la lanza resbalan sobre la dura piel de la rata que chilla nerviosa. Los dos ataques fallidos son suficientes para poner nervioso a Hothar... y conseguir que no logre alcanzar al guerrero que sale de la habitación echando pestes de su compañero, el cual le grita... -¡No debemos atacarles, son nuestros amigos!

-¡Qué van a ser nuestros amigos! ¡Son los enemigos del amo!.- responde el que acaba de salir, golpeando a Hothar con una porra en toda la cabeza.

Pero ésto sólo enfurece al enano, porque su cabeza es francamente más dura que la porra...

En un momento todo vuelve a estallar. La puerta se abre y empiezan a salir enemigos. El pobre enano se lleva todos los golpes, por lo que William decide ir en su ayuda a pesar de que él tampoco está en muy buena forma. Además, con tanta gente el arco no sirve de mucho.
Mientras avanza hacia el guerrero que acaba de salir, desenvaina su espada y ataca. Pero el golpe pasó demasiado lejos de su objetivo.

- Desde luego, para ser unas alcantarillas a las que nadie baja, están muy concurridas. ¡Que la justicia de Iomedae caiga sobre todos ellos!

Activo el judgement de justicia (+1 al ataque). Cargo la ballesta, doy un paso hacia abajo y disparo al guerrero de fuera.

William no logró golpear al enemigo pero vio como el virote de Hendrick se clavaba en su piel, el combate no iba mal cuando.

Jijiji, jijiji.-era la risita del Derro, cada vez más cercana y...

¡BAM!-una enorme explosión sonó en mitad de los pathfinders, y unas ondas sonoras agrietaron los huesos de nuestros héroes, instantes después sólo Maedros había resultado ileso, Hothar estaba sangrando en el suelo, William apenas podía tenerse en pie. Hendrick, Klatet y Mirella aguantaban algo mejor...

El soldado esclavo que os atacaba había muerto, el virote y el petardazo habían sido demasiado para él... pero la rata tenía los ojos inyectados en sangre...

Maedros grita a su "nuevo amigo"

- ¿No te das cuenta? Ha enloquecido e intenta matar a amigos y enemigos, ¡tienes que ayudarnos!, ¡atácale a él y a su mascota antes que nos mate a todos!

Dicho esto el hechicero lanza contra el Derro el truco de daze, intentando evitarle que siguera actuando y les diera un respiro

Maedros vuelve a murmurar palabras arcanas, pero esta vez no tienen ningún resultado visible.

-¡Jijiji!-chilla el derro, y luego habla en un común horrible. -Tus brujerías son inútiles, no puedes hechizarme porque estoy loco! ¡Jijiji! ¡Y mi esclavo no me atacara!- se las promete muy felices...

La rata pasa por encima del enano para morder a William pero a pesar de que el humano está aturdido y ha dejado caer el arma... su mordisco se queda en la armadura del explorador.

El guerrero hechizado duda acerca de que hacer...