Partida Rol por web

 Mientras todos vieron las miradas de un par que solo mira, mientras uno empalaba alrevez al sahuajin y X y el Kuo-toa hicieron un corto enfrentamiento.... 

El enloquecido tiburón bípedo abre sus mandibulas filosas y se dirige hacia Haiedon quien habia dado un golpe con la alabarda que penas lo rozó, y este decide vengarse mordiendo.

Falla cayendose al lado y golpeando un golpe de puño que deja machucada la madera de la cubierta

Gerard al ver que ninguno de aquellos seres acuáticos se le acercaba desenvainó la espada y con total serenidad, sin dejar de vigilar los movimientos de sus enemigos, se acercó de forma lenta y segura, cual caracol avanzaba entre la maleza.

"Si nadie viene a por mi, tendré que ir a por ellos, pero siempre teniendo ojo avizor para evitar que me ataquen por sorpresa."

Mientras iba pensando su táctica, el filo aojador se movía siempre en modo defensivo, como si esperase que alguno se le lanzase encima para atacarle.

Aprovechando el ataque fallido del hombre-tiburón vuelvo a intentar golpearlo con la alabarda, pero mis movimientos son tan lentos que no consigo alcanzarlo.
Preparándome para el siguiente ataque de la criatura retrocedo un par de pasos alejándome del borde del barco.

((Zugas se lleva la mano al pecho donde el monstruo impacta con éxito. La herida parece fea, pero el monje aguanta el dolor como le habían enseñado, ya habría después tiempo para preocuparse. Se mueve ligeramente para coger línea de tiro y lanza otro shuriken al Kuo Toa, que atacaba a otro de los compañeros del barco.))

Quedaban dos, tras unos pocos segundos de duda Ernal se lanzo hacia su siguiente victima Poniendose justo en el lado opuesto de Haiedon para atacar por la espalda al hombre tiburon, ya que parecia ser el mas peligroso.

Veo a la criatura que me intento golpear y luego de un momento saco mi espada, era hora de comenzar mi ataque contra este, levanto la espada y luego de tenerla sobre mi la dejo bajar..

- Es hora.

 Tras una oleada de fracasos indudables de una variedad de armas notable, tambien el kuo-toa y el tiburon bípedo atacaron, el kuo-toa fallo y el segundo grande mordió con fiereza el hombro de Haiedon, sintiendo este unos dientes fieros como cuchillas.

 Viendo la escena de violencia sin piedad del hombre-tiburón, el marinero con miedo entra en un frenesi caotico sin saber que hacer, con intenciones de tirarse.... Los demas miran expectantes y nervioso la situación, viendo realmente la fuerza y la resistencia de aquella criatura grande, sin hablar de la mas chica. 

Viendo que la cosa está algo descontrolada prepara una via de escape por si sus siguientes esfuerzos no fueran suficientes. Busca una linterna ojo de buey y separa la parte de la mecha del depósito de aceite. Vierte el contenido alrededor de la puerta por su cara externa, a fin de poder cerrarla y evitar el humo ganando así algo de tiempo. Prepara la mecha (que todavía debería arder por el aceite que la impregna) por si tuviera que volcarla sobre el aceite desparramado. Siendo criaturas de agua el simple hecho de ver fuego tendría que causar un efecto chocante en ellas. Acto seguido deja su espada en su funda y saca su látigo arremetiendo a distancia contra el que pueda y asegurandose que a su espalda está la puerta que previamente ha preparado.

 La bella Danifae por mas que haya hecho un ataque casi sorpresa, su latigazo hizo un remolino en el aire bastante vergonzoso y no le pego a nada ni a nadie.

 A todo esto, otros dos esperan actuar....

Gerard por fin se acercó a sus enemigos aprovechando que ellos se encontraban atacando a uno de aquellos tripulantes que lo acompañaban.

-Ahora o nunca, es el momento de pescar- Con esas palabras, el filo aojador lanzó un espadazo al hombre-tiburón con la intención de atravesarlo y eliminar así la amenaza que ya comenzaba a convertirse en molesta.

Gerar agarra desprevenido al hombre-tiburón, dandole un ligero espadazo por la espalda.... Mientras tanto el kuo-toa muy bravo mira pensando en que hará!

El marinero borracho sigue en pánico; mientras los demas tambien estan preparados para hacer cualquier ataque o acción

Una risita se escapa de mis labios mientras contemplo la lucha.

 Mientras ustedes luchaban, se escuchan unos gritos desde afuera del barco "Reeemen o naden hacia la costaaa! mucho peligrooo!"

Danifae, que escucha el grito (deduciendo que este es un aviso de alguno de sus compañeros o el capitán) y se ha cubierto la espalda, busca con la mirada a sus compañeros más cercanos y les apremia a que se acerquen a donde ella está. Una vez dentro, de ser amenazados por algún "bicho" de aquellos que nos ataca, preparará el plan de fuga arrojando la llama sobre el aceite que había derramado por la zona de la puerta bloqueando así el paso y saltará por la ventana del camarote. Siguiendo el consejo de aquella voz que gritaba que nadaran hasta la orilla.

Viendo al tipo que no hacia nada Ernal se enfado visiblemente, con un movimiento amenazante le grito sin perder de vista al tiburon:

¡¡Empieza a hacer algo o te empalare por el culo y despues te clavare la lanza!!

Maniobrando para mantenerse en la espalda del tiburon Ernal lanza otra estocada.

Rio de nuevo mientras el hombre de la lanza me amenaza de manera tosca y comica.
no malgastastate mi magia en algo tan infimo como esto, podeis llevar la situación perfectamente. Pero si aun deseas que interfiera puedo hacer arder todo este pequeño barcucho. Pierdo el tiempo discutiendo con barbaros. le digo al cuervo de mi hombro.

doy unos pasos tambaleantes hacia atrás mientras cubro inutilmente la herida con una mano y dejo caer la alabarda.

  No podré de acabar con este ser solo con fuerza bruta.

ignorando las voces de que aconsejaban huir saqué el escudo y la cimitarra y me encaré de nuevo contra contra el hombre-tiburón

 Gerard y Ernal le pegan sin pudor alguno al hombre-tiburón gritando con furia y dolor, un haciendo levemente un corte al costado del pecho y el otro le clava su lanza ligeramente por la espalda chorriando sangre purpura.

Zugas lanza un especie de estrella de metal que se la clava en la frente al kuo-toa, Este se enoja y se dirige hacia el cuasi-capitan distraido y desesperado buscando hacer algo pero el kuo-toa no logra. Sin embargo el hombre-tiburón como venganza si va tras el capitan y le arranca la cabeza con sus mandibulas cortantes de tiburón, este cuerpo moviendose mientras drena sangre de los hombros sin cabeza hasta no hacerlo mas(quizas pensando que es su unica salida)