Partida Rol por web

Diana deseaba acabar con aquellos Caras Azules, pero habian ordenado la retirada. Para evitar que la siguieran, corrio.

Haciendo oscilar en el aire una pesada espada a dos manos, el caudillo Truil carga contra el capitán Johan, gritando:

- Nos habéis intentado expulsar de nuestras tierras durante demasiado tiempo. Es hora de que lo paguéis... ¡CON SANGRE!

Seguido por sus hombres, empiezan a atacar al capitán.

Bloqueando con facilidad el ataque del caudillo con su escudo, Johan empieza a replegarse hacia sus tropas.

- ¡Retirada, maldita sea! ¡Cuando vuelva la caballería estaremos perdidos! ¡Replegaos!

Los Ulds se juntan en pequeños grupos, mientras luchan por cerrar filas para replegarse de forma ordenada, pero los bárbaros Truil, enardecidos por el efecto de la droga y por el devenir de la batalla, luchan con renovado denuedo para aprovecharse lo máximo posible de la situación.

A lo lejos, veis que la caballería Truil, que se había alejado momentaneamente, gira para volver a la carga.

Diana se dio la vuelta y con su arco, disparo al jefe de las Caras Azules. Diana sonrio malignamente al ver como el dolor asomaba a la cara del jefe Cara Azul, y huyo siguiendo a Alex, el unico al que reconocio entre la multitud, mientras rezaba a la Madre-Corazon que el Capitan resistiera los ataques y que huyera rapido.

Alex corrió como pudo, hacia donde realmente habia partido, intentando hacer que los truil no le pillasen por sorpresa ni por la espalda. Era demasiada gente, por lo que no sabia lo que hacer, pensó en una buena espada, pero lo habia dejado todo ya atrás asique decidió volver , pero visto lo visto los Truil ganarian con facilidad si se retiraban, asique  se paró, dio media vuelta y desenvainó sus dagas , esperando a algun adversario Truil al que atacar y aniquilar.

Alex se da la vuelta y ve como varios grupos de Truil intentan alcanzar a las tropas Ulds, ahora en clara retirada. Diana llega a su lado y busca con la mirada al caudillo de los Caras Azules, en combate con vuestro capitán. Tensando el arco, apunta con cuidado. Su flecha se clava en el torso del Truil, que grita de dolor. Os mira con odio desde la distancia y envía a sus hombres contra vosotros, mientras continúa su ataque contra Johan. El siguiente golpe e su espadón rasga la cota de malla de vuestro capitán, que responde con un rápido contraataque a su brazo.

Los 5 truil que le acompañaban se unen a otros dos y cargan hacia vosotros, mientras os fijáis en que cada vez os encontráis más solos en el campo de batalla.

Diana corrio hasta donde estaba Alex, y con su arco, volvio a disparar al jefe de los Caras Azules, antes de que llegaran los demas Caras Azules.

A su alrededor, todos huian, seguidos de los Caras Azules que acababan la vida de algunos soldados poco afortunados.

No podia permitir que los Ulds perdiesen, o al menos debia llevarse a varios más por el camino, con suficiente aplomo decidio ir a atacar al primero que se le pasase por delante.

Despues de su maniobra ofensiva volvio a su posición, esperando alguna ataque por parte del enemigo, cuando justo se le unió como aliada Diana, que estaba en buen estado, cosa que le relajó bastante pero que no le quito su estado de tensión.

Alex se lanza contra los Truil, acabando con uno de ellos de un rápido ataque de sus dagas y frenando en seco su acometida.

Diana apunta de nuevo al caudillo Truil. Su flecha surca de nuevo el aire para clavarse en el pecho semidescubierto del jefe de batalla. El guerrero se tambalea, mareado por el impacto y aturdido por el dolor. El capitán Johan no desaprovecha la situación y se lanza contra su oponente, clavándole la espada en el torso con un grito de victoria. El lider de los Caras Azules, tambaleándose, cae muerto al suelo.

Un grito desgarrador se escucha en el aire y veis cómo una amazona que os había pasado desapercibida se lanza contra vuestro capitán...

Montada en un poderoso caballo de batalla, con su cara pintada de azul como todos los varones de su clan, el grito de la guerrera al ver caer al caudillo deja helados a guerreros de uno y otro bando,

Con su mirada inyectada de odio, carga contra el capitán Johan con su lanza en ristre. El tremendo impacto de la carga lanza a vuestro oficial varios metros hacia atrás y sacude por completo a la mujer, que suelta la lanza para no caer derribada. A los pocos metros detiene a su caballo y desmonta con agilidad. En ese movimiento veis una intensa luz rojiza refulgiendo de un medallón que pende de su cuello.

Camina con paso firme hacia vuestro capitán y arranca la lanza de su cuerpo sin vida, alzándola sobre su cabeza con un grito desafiante.

Derribado por el golpe y con la lanza atravesándole el pecho, los ojos del capitán Johan buscan al arquero que le ha ayudado en su combate contra el caudillo Truil. Mareado por el impacto, fija finalmente su mirada en vosotros y, vomitando sangre por la boca os habla con su último suspiro.

- ¡Huid! ¡Corred a Uldnacht! ¡Debeís contarles lo que ha ocurrido!... ¡IDOS!

Sonrio una vez mas al ver como el jefe se derrumba. Habia empezado la batalla con mal pie, pero ahora iba mejor. Su mirada se ensombrecio al ver como una amazona quitaba la vida al capitan. "Pobre hombre... No se merecia ese final" piensa con amargura. Pero ahora no hay que lamentarse, sino luchar, y dispara 2 flechas sobre la mujer.

Vió como la punteria de Diana hacia que el caudillo Truil se tambalease y cayese al suelo muerto.

-Buen trabajo.

Dijo el chaval al ver la destreza que tenia su compañera con el arco, puesto que era una d elas pocas veces que la veia disparar.

Pero sin venir al cuento, los jinetes llegaron, una de ellas, se centró al mismo tiempo en Johan, e instantes después su muerte repentina.

-¡Nooooooooooooo! - exclamó, al ver como su compañero de su padre habia fallecido dando alas a ellos para continuar con vida.

Lleno de ira, cogió una de sus dagas, la derecha concretamente, y con rabia, se la lanzó a la mujer, sim prestar a detalles que esta pudiese tener.

Independientemente de si este daba o no en la mujer, decidó agarrar a su amiga Diana, y llevarsela de allí, ya que sabia que pronto serian aniquilados si se quedaban allí.

La mujer se aparta a un lado rápidamente mientras las flechas y la daga pasan inofensivamente de largo. Con una mirada llena de odio os mira y vuelve a gritar señalándoos con su lanza.

- ¡Son hechiceros! ¡No dejéis que escapen! - Por un momento parece titubear sobre si dirigirse a su caballo unos metros más allá o quedarse junto al cuerpo del caudillo de los Caras Azules.

Los Truil junto a Alex renuevan su ataque y le golpean repetidas veces en la mano y el torso. Pese a que la cota de mallas absorbe gran parte del daño, la sangre empieza a deslizar por su brazo. Mientras otro contingente de salvajes carga contra vosotros, las últimas palabras de vuestro capitán resuenan en vuestra mente.

Intentó defenderse como pudo , pero eran demasiados Truils, y estos hcieron apalear su cuerpo y brazo, del cual habia salido herido. Visto lo visto cogió una espada del suelo con su mano no dañada, y la clavó en el suelo mientras intentaba avisar a Diana de la retirada, echando a correr antes que ella para alejarse, aunque, claramente dolorido por el daño producido en su brazo y pecho.

La mujer a lo lejos decide quedarse junto al cadaver del lider Truil, lo cual no os preocupa demasiado, pues ya hay suficientes Caras Azules que se dirigen contra vosotros. Mientras cargan gritando, atacan de nuevo.

Hacia el este, véis cómo las tropas Ulds, diezmadas tras el último asalto Truil, empiezan a unirse e intentan plantar cara mientras preparan sus arcos y lanzas para una retirada ordenada que os daría tiempo a alcanzarles antes de que se vayan definitivamente del campo de batalla.

Disparo a los 2 Truils que con sus espadas herian a Alex. Pronto llegarian los refuerzos, pero si seguian ahi mas tiempo las cosas podrian ponerse bastante feas.