Partida Rol por web

Reign: El Fuego Interior

[Prólogo] El Decimosexto Gremio

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23/11/2012, 20:39
Oligis Ledoma
Sólo para el director

Realmente interesante…

No esperaba encontrarse un golpe de suerte como este, desde luego. Porque tiene diáfanamente claro que está a punto de producirse un nuevo atentado. Y no solo disfrutará de la fortuna de presenciarlo en primera fila, identificando a todos sus artífices y observando su modus operandi, sino que además va a tener incluso la oportunidad de intervenir, adelantándose a los acontecimientos, para manipularlos en su favor… espléndido

Durante algunos instantes sopesa la posibilidad de dejar que las cosas se precipiten para entonces aparecer como oportuno salvador, esa podría ser una estupenda carta de presentación ante la Maestra Svetlana y los suyos… pero perdería la opción de interrogar a su prisionero en privado, porque es evidente que hay que capturarlo vivo a toda costa para hacerle cantar como un ruiseñor. Algo se está moviendo en el Gremio, si el sicario que han enviado viste con la indumentaria oficial de los aprendices… y Oligis debe saberlo. A solas…

Pero lo primero es lo primero, si algo te enseña la experiencia es a ser metódico.

Debe saber si “el enterrador” trabaja solo o cuenta con más colaboradores entre el público asistente al fastuoso sepelio oficial del Maestro Rowan. Expande sus sentidos para detectar a cualquier otro sospechoso entre la multitud, sabe perfectamente en qué debe fijarse.

Y una sonrisa taimada aflora a su narigudo rostro mientras se encoge inconscientemente y frota sus manos emitiendo un suave ronroneo de satisfacción, apenas audible…

Si actúa solo, la dosis de veneno Monkeydrop (curare) que el Maestro Ledoma lleva siempre encima podría facilitar enormemente la discreta desaparición del sepulturero, antes de que tenga ocasión de realizar su trabajo… que al fin y al cabo, no es sino enviar bajo tierra al objeto de sus atenciones… aunque no precisamente de la forma que todos esperan… ríe por lo bajo su propia ocurrencia. Un pequeño corte bastará, aunque sólo sufra un efecto menor quedará aturdido unos minutos que son tiempo de sobras para que sus matones se lo lleven en volandas, sin llamar mucho la atención, hasta donde puedan “hablar” tranquilamente…

- Tiradas (3)

Notas de juego

Sentido (¿Vista, Examinar, Escuchar?) 3

Sentido Mágico 3+4, en una segunda tirada.

PD: Disculpa la primera tirada no-desglosada

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28/11/2012, 18:55
Director

El grupo de hechiceros alados que trajo el ataúd del Consejero se dispone a introducirlo en un lujoso mausoleo, digna obra del gremio de Masones de Uldholm y, sin la menor duda, un lugar mucho más espacioso que la mayor parte de los edificios de la Periferia que conoces. De algún modo, te da la impresión de que esta gente vive centrada en su opulencia sin preocuparse lo más mínimo por lo que ocurra fuera de sus gremios.

Te tensas un momento cuando el enterrador se dispone a seguir al féretro al interior del mausoleo. Sin embargo, no tardas en relajarte, dándote cuenta de que es perfectamente normal, pues es el trabajo que debería hacer un supuesto sepulturero. Tus sentidos confirman tu pensamiento. Pese a estar rodeado de hechiceros, tu entrenamiento te hace capaz de distinguir los conjuros de sintonización que han lanzado sobre si mismos para poder acceder a los poderes de su escuela de otro tipo de sortilegios que puedan utilizar más puntualmente. Te centras en el enterrador según se adentra en el edificio y no detectas nada raro sobre él.

Decides esperar, pues seguirles al interior del mausoleo llamaría demasiado la atención de las decenas de personas que está a tu alrededor. A los pocos minutos los alados hechiceros salen por la puerta y el sepulturero se queda atrás, cerrándola con cuidado.

Súbitamente empieza a llover y no te cabe la menor duda de que el cambio de clima es tan poco natural como las alas de los magos que te rodean. Al fin y al cabo los lenguatormentas son conocidos por su dominio del clima y de alguna forma este el conjuro que ha provocado esta lluvia parece honrar a su fallecido maestro.

Sin embargo, la lluvia tiene otro efecto en la comitiva. La gente se apresura por volver a la ciudad, en vez de remolonear y cuchichear en el propio cementerio. Observas a Ilsa, que se queda un momento pensativa mientras otro consejero del gremio, el único sin capacidades de hechicería, se acerca a ella. Miras de soslayo al sepulturero, casi sorprendido de que no haya intentado ningún asesinato público, y te sorprende ver cómo una de las acompañantes de la maestra Svetlana, Biza Carkenna, se acerca a él para hablar.

Cada una de las dos parejas empieza a alejarse en una dirección diferente te obligan a decidir qué hacer.

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29/11/2012, 23:50
Oligis Ledoma
Sólo para el director

Dilemas, dilemas… la vida está repleta de ellos – piensa el Rey Sombra con resignación.

Puesto ante la obligación de escoger a quien seguir, opta por asegurarse la baza del "sepulturero"... y no confía lo bastante en la capacidad de reacción de sus dos matones como para ordenarles que ellos cubran la otra opción, vete a saber cómo actuarían... y si se produce una situación tensa, ahora perjudicaría mucho más su causa un inoportuno malentendido con la Maestra Svetlana que perderse algo interesante. No ha dejado de inquietarle que su interlocutor sea el único consejero sin capacidades hechiceras… podría no ser tampoco quien aparenta, pero al fin y al cabo ella es una Maestra Lenguatormentas, se supone que sabe defenderse sola…

Y seguramente una Oficial recién nombrada sea bastante más vulnerable. Ordena a sus hombres que se queden atrás pero que estén atentos para actuar cuando les avise, y se adelanta buscando el anonimato de las sombras… No va a perder de vista a Biza Carkenna y si el “sepulturero” se decide a atacarla, ahora que están a solas, aparecerá finalmente como un inesperado salvador, intentando sacar el máximo partido de su oportuno rescate…

Por el contrario, si el hombre del chaleco de cuero negro de los Aprendices se separa de ella sin actuar, con tal de que salga de su vista un instante para actuar por la espalda… hará buen uso del curare que acaba de embadurnar en una de sus dagas gemelas. Lo hará desaparecer con absoluta discreción y con ayuda de sus matones lo llevará hasta uno de sus refugios.

Y allí tendrán una conversación realmente interesante…

- Tiradas (4)

Notas de juego

Tiradas de Sigilo y si procede de Ataque (Daga) y Esquiva

Tirada de efectos del Veneno (Potencia 8 -4 por un corte leve)

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02/12/2012, 19:32
Sepulturero

Sigues a la oficial y al sepulturero, que se adentran en el cementerio con paso tranquilo. Por el lenguaje corporal del enterrador, no te parece que esté dispuesto a emprender ningún ataque contra la hechicera.

Les dices a tus hombres que esperen para no llamar la atención y bordeas algunas tumbas, adelantándote en el camino que parecen seguir los dos. No tardas en ver dónde se dirigen, a la caseta de madera del enterrador. Un buen sitio para una emboscada, y también para que el asesino intente algo contra la chica si es su objetivo.

Decides adelantarte a los acontecimientos y entras a la caseta por una ventana trasera. Rápidamente, buscas algún lugar donde poder esconderte si deciden entrar. Te colocas detrás de la cama, sabiendo que podrás deslizarte bajo ella en un santiamén si llega a hacer falta. Escuchas la conversación de la pareja, que parece haberse detenido fuera. Es el enterrador quien está hablando.

- ...se interese tanto por el entierro de tres sin-gremio muertos en una pelea. Al fin y al cabo, enterramos gente en fosas comunes todas las semanas y a menudo han sido víctimas de una cuchillada que otra... ¿Quiere pasar, señorita? 

La amable invitación del sepulturero no obtiene respuesta y escuchas los pasos de la joven alejándose. Te acercas a la puerta, dispuesto a reducir al asesino si intenta hacer algo. No es así.

- ¡Ah! Todos los oficiales y maestros son iguales - dice el hombre abriendo la puerta. - Nunca se preocupan por la gente de la Periferia. No sé en qué se diferencian ellos de los nobles del antiguo reino...

Con tu daga en la mano, saltas sobre el sepulturero, que desde luego, no reacciona como un asesino entrenado. - Pero... ¿quién...? - Con gesto paralizado por el terror, se queda completamente quieto, como si hubiera sido el mismo ángel de la muerte quién se hubiera abalanzado sobre él.

Notas de juego

No ha dejado de inquietarle que su interlocutor sea el único consejero sin capacidades hechiceras… podría no ser tampoco quien aparenta

En realidad conoces bien al interlocutor, al menos de oidas. El Consejero Christian es un erudito, miembro del consejo de su Gremio por méritos propios. De hecho, de los cinco consejeros del Gremio de Encantadores, lo habitual es que dos sean de cada una de las escuelas principales (lenguatormentas y danzallamas) y el quinto un historiador o erudito independiente.

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04/12/2012, 19:34
Oligis Ledoma

Tras un brevísimo instante de pasmo inicial, todo encaja de golpe en la astuta mente habituada a las maquinaciones del ladino Rey Sombra

Y mientras coloca una de sus dagas (la que no lleva veneno) bajo el gaznate del pobre sepulturero, le interroga con una voz que apenas es un susurro ominoso:

- Cuéntame ahora mismo todo lo que sepas del muerto al que le robaste el chaleco de cuero que llevas puesto – le mira a los ojos y añade – Si me mientes lo sabré en el acto y lo pagarás – amenaza - Dime dónde, cuándo y cómo encontraron a esos tres “sin gremio” y por qué estaba tan interesada en ellos la Oficial Lenguatormentas

Cualquier información que pueda proporcionar este infeliz, por mínima que sea, puede resultar útil para planear el próximo movimiento…

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tirada de Intimidar con el efecto adicional de la Disciplina Esotérica de Mando del Tirano (nivel 1)

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08/12/2012, 12:15
Sepulturero

El enterrador se estremece ante tu amenaza.

- Fue ayer... Por la mañana, si no recuerdo mal. Un sargento de la guardia vino con varios soldados para enterrar tres cuerpos en una fosa común. La hechicera llegó después... Me acuerdo de ella porque agradecí la pausa... Es mala cosa cavar con este calor... - Está a punto de desplomarse, pero intenta colaborar para salvar su vida. Dejas que se tome un respiro antes de continuar.

- Preguntó por los tres. Al parecer habían asaltado una taberna para asesinar a un chico. No... No recuerdo su nombre... 

Es demasiado para él. Empieza a temblar y tus fosas nasales no tardan en llenarse con un hediondo olor cuando el sepulturero no pude controlar sus esfínteres por más tiempo.

- ¡Por favor! No sé nada... Sólo soy un enterrador y ¡ni siquiera tengo un gremio!... Por favor... - Sus últimas palabras son más un sollozo que una súplica.

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10/12/2012, 21:11
Oligis Ledoma

Cuando llega a la conclusión de que este pobre desgraciado no puede proporcionarle ninguna información más de utilidad, Oligis decide apartarlo a un lado y marcharse, pero no sin antes hacerle una advertencia a modo de despedida:

- Tú nunca me has visto – le dice con una sonrisa – Recuérdalo, porque quienes hablan de mí me invocan, y cuando me llaman vuelvo a aparecer…

Y cuando ya está a punto de salir de la casa, nuevamente por la ventana – cuestión de estilo – añade una última recomendación:

- Por cierto, yo de ti me desharía de ese chaleco de cuero que robaste al muerto, quítatelo y quémalo, o te puede granjear más visitas inesperadas…

Con una siniestra carcajada se desvanece en la noche – todo sea por la imagen -

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13/12/2012, 10:27
Asesino

Te alejas de la caseta del sepulturero y te reúnes con tus hombres, dispuesto a volver a casa.

- ¿Ha acabado con él, amo? - te pregunta uno de tus escoltas. - Si quiere, yo puedo terminar el trabajo...

Continuáis caminando de regreso a la ciudad. La puerta de la muralla está menos concurrida que antes, puesto que a causa de la lluvia la gente se ha apresurado para volver del entierro. No tenéis demasiados problemas para pasar, puesto que a pesar de no pertenecer formalmente a ningún gremio, tu posición en los bajos fondos de la Periferia es suficientemente conocida por los guardias, y sabes que tu verdadero gremio paga algunos sobornos a la guardia de la ciudad para que sus miembros de alto rango tengan fáciles accesos a ciertas zonas de la ciudad.

- Y ahora, ¿dónde vamos? - pregunta uno de tus acompañantes, sin saber dónde te diriges ni si tendrá que continuar fingiendo ser tu escolta.

Notas de juego

Tus hombres aún no tendrán la información que has pedido, así que ¿qué haces ahora?

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16/12/2012, 19:56
Oligis Ledoma

- Cuando requiera de vuestra ayuda os lo indicaré – contesta de forma impersonal a sus seguidores – Hasta entonces limitaos a acompañarme en silencio.

Le molestan los conatos de iniciativas impropias, pero por otra parte sabe que no son más que muestras de la voluntad por agradarle. Y no debería desalentar tales actitudes. Aunque pueden llegar a ser algo irritantes.

Cuando le inquieren sobre qué hacer ahora, debe reconocer internamente que buena parte de su enojo se basa, en el fondo, en que le obligan a pensar su próximo movimiento antes de estar realmente preparado para realizarlo.

Tiene muy claro que prefiere contactar con el grupo de la Maestra Svetlana haciendo que sean ellos los que acudan a buscarle, debidamente orientados hacia su identidad como Rey Sombra, el usurero y prestamista de medio pelo del que se dice que cuenta con unos cuantos matones a su servicio para asegurar el cobro de sus deudas, y que del mismo modo es una persona muy bien relacionada que sabe de todo lo que se mueve en la Periferia. Así podrá jugar con ventaja sin identificarse como miembro del Gremio de Asesinos hasta que sea el momento oportuno.

Sin embargo, hasta que llegue el momento de entrar en escena no tiene mucho que hacer, objetivamente, más allá de esperar que sus contactos le informen de alguna novedad, algún movimiento inusual en la propia Periferia o en los Barrios Centrales. Además, ya ha distribuido al resto de su gente vigilando y protegiendo en secreto a todos los objetivos…

De forma que tan sólo puede esperar a que la rata se acerque a buscar el queso.

Qué difícil se hace siempre esa parte, esperar inactivo a que todo lo que has dispuesto funcione como debe.

- Nos vamos a casa – responde finalmente a la última alocución de sus acompañantes.

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21/12/2012, 10:36
Hannah

Vuelves a tu pequeña casa de la Periferia y te despides de tus dos escoltas. Encuentras la casa vacía, e imaginas que tus aprendices están haciendo la investigación que les pediste. Te sientas un momento a pensar cuál será tu próximo movimiento cuando Hannah abre la puerta.

- Maestro - dice sorprendida. - No esperaba encontrarle aquí...

Se acerca a una de las sillas de la pequeña sala de estar que da directamente a la puerta de la calle, pero no se sienta, esperando que le des permiso para hacerlo. Por supuesto, no lo haces.

- Hemos estado investigando al soldado, tal y como nos pidió. Aprovechando que ha pasado la mañana en el funeral del Consejero Rowan, conseguimos acceder a su casa y su puesto de trabajo sin que nadie nos detectase. Al parecer, la gente con la que colabora es demasiado elitista como para pasarse a investigar por la Periferia. Él mismo sólo se acerca a este barrio cuando sus labores en la guardia le obligan a hacerlo - Maldices un momento. Si ni Biza, ni Eric ni, mucho menos, la maestra Svetlana se acercan a la Periferia, es improbable que puedas guiarles hasta tu identidad del Rey Sombra.

- De cualquier forma, hemos descubierto alguna cosa sobre Eric, tal y como nos pidió. En su vida privada, parece estar teniendo algún problema con su esposa, Kiba Carkenna. Al parecer la mujer es tremendamente celosa y no soporta vivir bajo el mismo techo que su propia hermana, Biza.

Finalmente, coge una de las sillas y se sienta, casi desafiándote con la mirada para ver si se lo reprochas.

- En el trabajo, el teniente prospera con normalidad. Es un hombre eficiente, muchos dicen de él que es un perfecto caballero salido de una novela. Por lo que hemos escuchado, estos últimos días ha recibido algún tipo de presión de sus superiores por los acontecimientos que le llevaron a encarcelar a dos hechiceros y a llevar a una centauro ante el Consejo. Continuamos investigando los temas legales, pero parece ser que mañana tendrán que sacar de la cárcel a esa mujer-caballo, Diana.

Termina su informe y espera en silencio tus preguntas, comentarios o cualquier nueva orden que quieras darle.

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27/12/2012, 18:55
Oligis Ledoma

Disfrutando de la gratificante presencia de su sensual pupila, el Rey Sombra analiza mentalmente la información, mientras juguetea con gesto distraído, haciendo bailar hábilmente una moneda entre sus nudillos. Cuando ella toma asiento por iniciativa propia, antes de habérsele concedido permiso, en un gesto casi desafiante… se limita a sonreírle e indicarle con un huesudo dedo el lecho que hay en un rincón:

- No, mi dulce Hannah, en la silla no – la castiga - Te prefiero allí… ve desnudándote…

Cuando acabe de disfrutarla a su conveniencia, le comentará sus planes de preparar un encuentro con la mujer-caballo, tan pronto salga de la prisión. Pero antes querrá saber con qué cargos exactamente fue encarcelada, tanto ella como ese joven hechicero danzallamas…

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03/01/2013, 17:30
Hannah

Hannah no puede evitar que se note el desagrado que le produces, pero no por eso deja de complacer tus deseos. Por un instante piensas qué hará cuando por fin le enseñes los secretos que ansía conocer.

- Diana y Alex Vangrant fueron detenidos por provocar disturbios en la puerta Oeste, mi señor - dice solícita cuando le preguntas las causas del encarcelamiento de los dos hechiceros. - Por lo que sus hombres han averiguado, una vez en prisión les retuvieron bajo sospecha de deserción, pues habían regresado sin el resto de su unidad.

Se queda un momento haciendo memoria.

- Al parecer, fue un tal Sömersen quien les retuvo en el puesto de guardia de la Avenida Oeste, pero precisamente Eric hizo que soltasen a la centauro para llevarla al Consejo. Desconozco por qué no fue Alex quien le acompañó, ni cómo consiguió salir del cuartel más adelante, pero puede ser un buen punto de partida para su investigación, ya que la propia Diana vuelve a estar recluida allí.

Por un momento se ilumina su mirada de forma esperanzada, dejando entrever el deseo de que vayas a investigar allí y la dejes a solas de una vez.

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12/01/2013, 11:21
Director

Notas de juego

¡Up! ¿Hay algún problema con la partida?

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12/01/2013, 13:27
Oligis Ledoma

Disfrutando de la relajación que produce haber dado rienda suelta a sus bajas pasiones, aun a costa de su ambiciosa pupila, el maestro Ledoma acaba de concretar su nuevo plan de acción, pues parece evidente que la aproximación hacia sus objetivos tendrá que empezar por abajo.

Pues bien, si la Maestra Svetlana y sus acólitos se consideran “demasiado buenos” para pensar siquiera en pisar la Periferia y ese estirado guardia que colabora con ellos, el tal Erik, también es de los que piensan que su mierda huele mejor que la de los demás… intentaremos entrar mediante uno de los trucos más viejos del mundo. Aprovechando que la mujer centauro está aun en prisión, me convertiré en su compañero de celda, siempre bajo la cobertura del pequeño prestamista conocido como el Rey Sombra, y largaré delante suyo que se muchas cosas de los bajos fondos y deberían tratarme mejor o empezaré a largar…

Veremos entonces si muestran interés en contactar con la mejor baza que podrían soñar para investigar lo que se mueve más allá de su ámbito de influencia. Y cuando esté dentro, podré manipular las cosas a placer, hacerles comer de la mano. Llevarlos por donde yo quiera…

Notas de juego

Disculpa el retraso, se han juntado varias cosas. Lo comento en el lugar apropiado.

El curso de acción de Oligis Ledoma creo que está claro: hacerse detener y conducir a la celda contigua a la de Diana. Detenido por usura y tráfico con bienes robados. Entonces, a largar por la boca... y que muerdan el anzuelo! ;)

Y para salir, será tan sendillo como pagar la multa/soborno al guardia adecuado...

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13/01/2013, 19:13
Director

Sales a la calle y te quedas un momento pensativo. Si les detuvieron en la Puerta Oeste lo más probable es que les encerrasen en el cuartelillo más próximo a ella, en la avenida que une la Puerta con los Barrios Centrales. Te diriges hacia allí, pensando cómo puedes conseguir que te encierren por un delito sin que sea lo suficientemente grave como para enviarte a una presión más segura que el calabozo del cuartelillo.

Cuando llegas a esa zona, has tomado una decisión. Te colocas cerca de alguna de las tiendas de los Barrios Medios, esperando alguna patrulla de guardias. Cuando al fin vislumbras el uniforme de uno de los guardias, miras hacia el otro lado fingiendo vigilar y extiendes la mano hacia el escaparate de una de las tiendas, cogiendo algún objeto de no mucho valor de forma suficientemente descarada como para que el tendero se dé cuenta.

Los gritos del mercader son rápidamente coreados por los testigos que te han visto "robar" y la guardia no tarda en sujetarte.

- Vas a pasar la noche entre rejas, ladronzuelo - dice uno de los guardias mientras te agarra del brazo. "Justo lo que quería", piensas en respuesta.

Llegáis al cuartel, donde un grupo de soldados charlan entre ellos en la sala principal. Dado que has tenido la precaución de ir desarmado, no tardas demasiado en ser empujado a través de una puerta al fondo de la sala. Un pequeño pasillo da acceso a varias celdas y te lanzan sin demasiados miramientos a una de ellas. A través de los barrotes puedes ver a una centauro. Diana.

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15/01/2013, 22:51
Oligis Ledoma

El encorvado hombrecillo es llevado a rastras hasta la celda, mientras patalea un poco y forcejea sin demasiada energía, como si lo hiciese más por una cuestión de prurito profesional que por otra cosa, no fueran a soltarle algún sopapo si se pasaba…

Una vez lo arrojan dentro y cierran la puerta espera lo justo, a que se alejen unos pasos, para arrojarse sobre los barrotes y empieza a desgañitarse insultándoles, amenazando y clamando a los cielos que, por supuesto, es inocente de todo lo que le acusan.

Comoquiera que los guardias le ignoran sin más y se marchan hablando entre ellos sobre lo buenos que son los roscos de una panadería cercana, el escuálido preso deja de esforzarse tanto en berrear y su cantinela se convierte más en un murmullo de despropósitos. Va vestido íntegramente de negro, con unas vestimentas gastadas pero que en su día debieron ser de calidad y resultan algo pretenciosas para una rata de la Periferia como él. Resulta algo chocante pero puede entenderse mejor si te molestas en escuchar lo que ahora susurra:

- No sabéis con quien os estáis metiendo, pies planos, burócratas lameculos, sucios bastardos hijos de mil padres y una única y gorda ramera – va rumiando su irritación – No podéis tratar así al Rey Sombra, yo no soy un vulgar prestamista muerto de hambre al que intimidar para extorsionarle y sacarle unos cuartos… ¡yo soy alguien importante! – y tras su solitaria perorata vuelve a gritar – ¡ALGUIEN IMPORTANTE! ¿ME OIS? …oh, mierda…

Dicho esto vuelve a su monologo autoreferente:

- Se equivocan al intentar ningunearme, porque yo conozco gente, lo sé todo de los barrios bajos de la Periferia – grazna – Por algo llevo toda la vida tratando con la escoria que se mueve por aquí, nadie sabe más cosas que el pequeño Rey Sombra… pequeñas y grandes cosas, vulgares chismes y terribles secretos… pronto lamentarán el haberse metido conmigo… - parece que tiene cuerda para rato – Conozco gente en todas partes, incluso algunos que los matarían mientras duermen sin que la zorra de su esposa se enterase hasta despertar junto a su cadáver al día siguiente…

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17/01/2013, 13:44
Diana

La centauro, aguantando una risilla, se acerca a los barrotes.

- Ten cuidado, Rey Sombra - te dice en voz baja. - Si les tocas mucho las narices, puede que te lleves una paliza, por bocazas.

Se sienta sobre sus cuartos traseros y mira el techo con expresión aburrida.

- ¿De verdad eres alguien importante en la Periferia? Debes de serlo, porque si allí insultas a alguien de esa forma, te cortan la lengua... O eso he oído.

Empieza a golpear suavemente con los dedos los barrotes de la celda, aburrida. La observas por un momento y, a pesar de que es una hechicera que ha pasado por el rito de transformación de su escuela, su madurez parece brillar por su ausencia. Si quieres sacar algo de información de esa mujer, o lo que quiera que sea, vas a tener que trabajarlo.

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20/01/2013, 18:55
Oligis Ledoma

El hombrecillo parece contemplar de reojo a la extraña mujer centauro, como si intentase evaluar si le merece la pena hablar con ella… pero como tampoco tiene mucho más público por aquí, decide prolongar sus airadas quejas y fanfarronadas con una conversación:

- ¡Claro que soy alguien importante! – se incorpora, se estira todo lo que puede, con la nariz apuntando hacia arriba, y trata de sacar pecho – Estás ante el mismísimo príncipe de los prestamistas y usureros, soy el Rey Sombra – lo dice como si debiera sentirse impresionada – Puedo cubrir cualquier demanda de crédito, siempre que aceptes el interés que yo decida imponer – presume – pero más te vale pagar tu deuda puntualmente cuando llegue el plazo, porque me sirve una auténtica legión de matones implacables y no te va a gustar si te visita el cobrador de la barra de hierro

Ahora lleva las manos a la espalda, muy tieso él, separa algo los pies y se balancea suavemente adelante y atrás mientras continúa con sus bravatas:

- Puedo comprar cualquier objeto que hayas “obtenido” y mi interés sólo se centrará en su calidad, no en su procedencia – asegura – pero si tu negocio es la información, lo sé prácticamente todo, e incluso si hubiese algo que yo aun ignorase – sigue vanagloriándose - puedo averiguarlo en unas pocas horas para quienes pagasen adecuadamente…

Entonces se gira hacia la puerta por la que han desaparecido los guardias y pierde toda su impostada dignidad sacando un palmo de lengua y haciendo un gesto grosero con los dedos de ambas manos…

- Y desde luego puedo arreglarle las cuentas a ese guardia rufián que me ha encerrado aquí, pensando que podría extorsionarme con un impuesto de protección sobre mi negocio – y reemprende la retahíla de insultos y amenazas – Necios, cretinos, hideputas, mamones, lameculos, mamarrachos, chaperos de esquina, muertos de hambre… ¿Creéis acaso que no pago ya un porcentaje a alguien más importante que vosotros para que me protejan? Ya lamentareis haberos metido en terreno ajeno…

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22/01/2013, 12:08
Diana

La centauro te mira con expresión aburrida, pero algo de lo que dices parece captar su atención.

- ¿Información? - pregunta agarrándose a los barrotes. Desde luego no parece una persona muy hábil en la interacción social. - Y, ¿cuánto cobras por conseguir cierta información?

Se queda pensando un momento.

- Ten en cuenta que yo no tengo mucho, así que espero que el precio sea realmente bajo...

Hubieras esperado que te propusiese un quid pro quo, un intercambio de información, pero por algún motivo parece que ni siquiera se le ha ocurrido. Sin embargo, sabes que si eres tú quién se lo dice, lo aceptará encantada.

Notas de juego

¡Dios! ¡Me cuesta un montón meterme en el personaje este! La niña que lo llevó era más rara que un perro verde (se dedicaba a asustar a las criadas) y, ya que está hecho, quiero que quede más o menos consistente con lo que hacía antes... ¡Pero no puedo con ella!

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23/01/2013, 22:37
Oligis Ledoma

Parece que Ledoma no ha tenido demasiada suerte escogiendo su interlocutor para acceder al grupito de la Maestra Svetlana… va a tener que simplificar las cosas para que el cerebro equino de este peculiar espécimen de mujer centauro capte las indirectas:

- Mi información nunca es barata – empieza – Porque lo bueno se hace pagar, pero tan importante como qué quieres averiguar es el quién quiere averiguarlo…

Cuando se da cuenta de que con semejantes insinuaciones veladas su compañera de celda sigue precisamente a dos velas, no le queda más remedio que aclararlo:

- Vamos, que a menos que la información sea para ti misma… - cosa que dudo mucho a menos que se trate de la cotización de la alfalfaTendrás que ponerme en contacto con los interesados para que trate directamente el precio con ellos…