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Relatos de Invierno y Verano: Ritos de paso

05 - LAS UBRES DEL AGUA

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12/04/2023, 12:43
Niña

La niña tardó en reaccionar. Aún llorando, se puso en pié y fue con vosotros, como pidió Ojos y el resto aceptaron. Aunque Vara recelaba. A mitad de camino, volvió a hablar en su extraña lengua, poco a poco, respondiendo a vuestros gestos. No a vuestras palabras, pues no las entendía.

La niña se señaló el pecho con una mano, y con la otra se quitó los mocos de la nariz. Grau-verde. "Verde", el nombre del color, sí lo entendisteis. Lo otro, ni idea. Así que Verde Nosequé, se llamaba. Os señaló a vosotros, para escuchar vuestros nombres de nuevo. Tampoco le eran fáciles. Se los repetisteis.

Cuando señaló a Vara... respondió a su anterior gesto de los cuernos, afirmando con la cabeza y señalando a cada uno de vosotros. Si, si, si, si, si. ¡Anda! Resultó que "si" era "sí". ¿Y "no" sería "no"? Eso podía facilitar las cosas mucho con ella, y con Los Otros en general, que estaban por llegar.

Un momento, ¿vosotros érais los cuernos? ¿Qué significaba eso? ¿Habíais incendiado las Ubres del Agua? ¿O los Lobos? ¿Qué significaba todo esto? Vara parecía intuir algo que el resto aún no.

Lo que sí teníais claro es que Los Otros nunca nunca jamás habían habitado las Ubres del Agua ni ninguna tierra próxima en días a la redonda. Era un lugar sagrado para vosotros, tanto como Horcajo. Estaba en el corazón de vuestro territorio. Muy lejos de la frontera, muy lejos de la llanura. ¿Cómo iba a ver Otros allí? Y sí, de haberlos... pues habría habido conflicto. Se les habría expulsado. No era una tierra para labrarse, era una tierra para pastarse. Aquello sería un sacrilegio. Este tipo de conflictos se daban más en los límites de Invierno y Verano, donde vuestras familias apenas iban. Grupos de Otros que rompían vuestras hermosas praderas para sembrar sus escuálidas plantas.

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12/04/2023, 15:53
Cazadora Lunar

Comencé a caminar con cierta inquietud y desasosiego, sintiéndome observada e intranquila con cada nuevo paso pues al parecer las afirmaciones de Vara podían estar más cerca de lo que pensé en un primer momento y eso, eso era cuanto menos, inquietante... Si los lobos estaban cerca y estaban buscándoles estaban poniendo en peligro a otras comunidades, a otras gentes que simplemente buscaban un lugar en donde vivir, en donde asentarse con sus familias y en donde labrarse un futuro...

¿Era nuestra culpa? ¿Nuestros actos habían ocasionado todos aquellos males? ¿Por qué? ¿Por qué las deidades nos castigaban así? Fuera como fuera debíamos estar aún más alerta, especialmente si los lobos estaban tan cerca como parecía... 

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12/04/2023, 18:33
Ojos de Ceniza

Cañaveral conocía aquel lugar como los Hogares de Piedra. Ver sus robustas paredes surcadas de grietas y coronadas de vegetación me trajo innumerables recuerdos, de cuando yo no era más que un niño y apenas empezaba a caminar la senda del zajoril. Con suerte, si buscábamos bien, aún podríamos encontrar las fantásticas pinturas que Cañaveral hizo tantos Veranos atrás, evocaciones de los rituales que comenzaba a enseñarme. Incluso cabía la posibilidad de que viese la silueta de mi propia mano, mucho más pequeña, en pintura blanca, sobre la rugosa y fría superficie de la roca.

A medida que, con la inestimable ayuda de Vara, la historia de la niña iba siendo desentrañada, esta adquirió un giro sombrío: habíamos sido nosotros quienes habían provocado el desastre de las Ubres del Agua. Quizá hubiesen sido los Lobos, pero eso no me encajaba con la señal de las astas de la joven. ¿Gran Cabra? Aquello sí que habría sido inaudito. Un acto como aquel sin duda le habría hecho perder el favor de Ataecina, si realmente había sido tan osada como para cometerlo.

La chica dijo llamarse «Grau Verde», o eso me pareció entender. No sabía lo que podría significar la palabra grau, pero, observando a la muchacha, pude hacerme una idea.

¿Grau? —pregunté, señalando los ojos de la joven. Tendría sentido, habida cuenta de que los ojos de la chica eran como dos hermosos bosques de verdes que eran. Luego me señalé a mis propios ojos—. Ojos —dije con claridad, para a continuación señalar las lejanas formas socarradas y cenicientas de las Ubres del Agua—. Ceniza. —Y, señalándome de nuevo al pecho—: Ojos de Ceniza.

Le dediqué a la joven una sonrisa suave y algo triste. Le vendría bien descansar en un lugar seguro y acompañada de amigos, aunque no pudiese entender nada de lo que estos decían.

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13/04/2023, 16:06
Vara Cimbreante

Parece que la niña se iba calamando, ya no estaba tan excitada y aunque seguía hablando en su idioma que no entendíamos pero que ya las señas ayudaban a la comprensión, de hecho Ojos se permitió el lujo de intentar aprender alguna palabra y enseñar alguna otra también.

Caminamos por el valle de la corneja en dirección al refugio que no recordaba. Si realmente algun día estuve allí no lo recuerdo pero parecia ser que todos si habían estado. Quizas los viajes que hacía a verano con mi familia tirase a algun otro valle y que hubiesen abandonado estos valles antes de que tuviese capacidad de generar recuerdos.

Recuerdos de las ubres del agua tenía, pero quemadas y las señas de la niña me pusieron de nuevo alerta, así que cargué una flecha en el arco y caminé preparado hasta que llegamos al lugar fijado.

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13/04/2023, 20:48
Masdedos

Se me antojó un buen refugio para descansar sólo por el hecho de que ya lo conocía, ya había dormitados entre sus rocas y bebido de sus aguas para algún descanso mientras me esforzaba en aprender a trepar con mis manos de doce dedos. Por fin algo que podía llamar “familiar”.

Hasta que Vara habló, e hice el viaje hasta allí con una mosca de paranoia detrás de las orejas porque las reacciones de la niña, Grau-verde (así se presentó y así la llamaría), parecieron confirmar lo que él dijo. Gente como nosotros, quizás los Lobos.

¿Pero cómo? ¿No se suponía que les llevábamos ventaja? —trataba de atender a las interacciones de Ojos con Grau-verde para no perderme ninguna información pero mi atención había pasado a la posible cercanía de nuestros perseguidores. — No tiene sentido; ni siquiera si no tuviera que ver con nosotros, ha sido un incendio muy reciente…

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13/04/2023, 21:56
Rayos del Sol

Tenía que ir con cuidado, ya no sentía que estuviera tranquilo y parecía que muchas cosas comenzarían a ir mal, y que el advenimiento de la tragedia estaba a la vuelta del siguiente cruce, vuelta de árbol, o refugio, todo lo que puede salir mal, saldrá mal, y el pensaba en eso muchísimo antes de que se instaure la ley de Murphy, la chica se presentó, así que tenía que hacer lo mismo.

-Rayos, Sol, Rayos, de Sol

Se sintió raro y estúpido en iguales proporciones pero se las apaña para no mostrar la molestia en el rostro, más parecía que todos van con algo de paranoia y él no era la excepción.

No se podía estar relajado, ni siquiera cerca del refugio.

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14/04/2023, 10:39
Niña

La niña se rió un poco con vuestros gestos, negando con la cabeza. Después, buscó a su alrededor y tomó una brizna de hierba. Os mostró su espiga. Grau. Grau. Dijo, señalando la espiga, y luego su boca y su estómago. ¿Sería trigo, avena o algún otro cereal de los que siembran y comen los Otros?

Soltó la espiga, y volvió a poner las manos en su cabeza, estirando un dedo en cada una. Los cuernos. Muuuuu, muuuuuu. Mugió, entretenida. Sus penas se disipaban con este juego de gestos. Os señaló uno a una de nuevo.

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14/04/2023, 10:44
Cuentacuentos

Los Hogares de Piedra. Así les llamó Ojos, y así se llamaban. De todos, Vara era el único que hacía tanto que no iba, que no lo recordaba bien. El resto teníais muy buen sabor de boca estando allí.

Rayos, Vara y Cazadora exploraron las peñas y sus grietas. No había signos de otras personas, sólo alguno restos del verano pasado. Y zonas donde se habían cobijado jabalíes y otros animales durante el invierno. Era un sitio seguro.

Mientras tanto Masdedos, Ojos y la Niña acomodaron una de las lumbres para encender un fuego para la cena. Era un espacio amplio, en que entrabais todos sentados en corro. Una vez limpiado, pudisteis explorar los Hogares de Piedra para buscar la mejor cama, o revivir algún recuerdo..., o seguir la charla con la pequeña Otra.

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14/04/2023, 16:39
Ojos de Ceniza

A medida que íbamos hablando y pasando rato juntos, parecía que Grau-Verde iba sintiéndose cada vez mejor, lo que me supuso un verdadero alivio. Es más, incluso empezó a bromear y a reír. Tuve la impresión, o más bien la seguridad, de que no tardaríamos en ser capaces de entendernos.

Una vez hubimos adecentado el lugar y acomodado una fogata, me dispuse a recorrer una vez más aquellos espacios y pasadizos de roca. Les hice un gesto a Masdedos y a Grau-Verde para que viniesen conmigo si lo deseaban. Estaba invadido por una emoción y una alegría que no habría sabido explicar; realmente tenía ganas de volver a ver el lugar donde, tanto tiempo atrás, empecé a ser quien ahora soy.

Notas de juego

Perdón por el cortopost, pero no se me ocurría mucho más que escribir hoy XD.

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14/04/2023, 18:07
Cazadora Lunar

Aunque las formas y la tranquilidad que parecía desprender la niña ahora podrían hacer que otras personas se relajaran yo era incapaz de ello... Las extrañas explicaciones de la niña de los otros, unidas a las palabras de Vara y aquellos sonidos... ¿Una vaca? 

Había algo que no terminaba de encajar en todo aquello y aunque sentía que estaba recuperando una parte de mi pasado sabía que aquello no volvería jamás... No podría regresar con mi familia y no sabía si podía llamar de nuevo a alguien, familia... O en formar la mía propia... ¿Acaso no podría seguir libre por siempre?

Busqué algo para cazar, intentando así que todos aquellos pensamientos abandonaran mi mente e incluso, si había suerte, encintrar alguna pista... 

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15/04/2023, 07:07
Rayos del Sol

Parecían que estaban complacidos con las formas y juegos de la niña, no estaba mal, nada mal, solo que no era el momento, y aún que sonreía a la pequeña, había algo, una comezón que no se podía rascar y que seguía aumentando, estaba claro que no era el único, por eso su mirada cambió a una de preocupación, es por eso que se acercó a Cazadora, parecía distraída, preocupada, molesta de alguna manera intrínseca, toca su hombro para poder hablarle.

- ¿Estás bien? Ven, vamos a cazar, una presa grande seguro nos animará -

Luego miró a Vara y a Masdedos, para pedirles algo.

- Mantengan se atentos, lo o los que quemaron las Ubres de Agua aún deben estar por ahí -

Encomienda la seguridad del grupo a Vara, es un buen tirador y un excelente apoyo para Ojos y Masdedos por si las cosas se complican.

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15/04/2023, 21:20
Vara Cimbreante

Espiga verde, un nombre que le venía muy bien a la niña, seguro que cuando crezca podrá ser una espiga dorada.

Me mantuve buscando por los alrededores arco en mano en busca de algo para cazar o algunas bayas o productos que poder llevar a la boca. La hoguera ya estaba preparada cuando terminé mi búsqueda y parecía que ya estaban buscando lugar para dormir,

Escuché luego a Rayos que nos pedía que nos mantuviésemos alerta y eso hice, quizás hoy deberíamos hacer guardias, ya me encontraba preparado, la herida no me dolía y parecía que la cicatriz no iba a dar muchos problemas así que podría hacer la primera guardia para devolver la ayuda que me habían prestado los días anteriores para que pudiese descansar.

Subí a un lugar alto y desde allí medio oculto me mantuve alerta en busca de movimientos que pudiesen indicar cualquier peligro.

- Tiradas (1)

Motivo: Buscar

Dificultad: 10

Habilidad: 3+4

Tirada: 4 8 10

Total: 8 +3 +4 = 15 Éxito

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02/05/2023, 15:10
Cuentacuentos

Empezó a caer la tarde y todos os reencontrasteis en la zona abierta de los Hogares de Piedra. Ojos, Masdedos y la Niña salían del interior de las rocas. Sonreían, pero su rostro indicaba que habían llorado. Vara, Rayos y Cazadora volvían del bosque. Arrastraban un jabalí que ya habían preparado, en parte. Sus rostros mostraban orgullo y complicidad. 

A la lumbre, asasteis una buena tajada de aquel cerdo. Estaba delicioso. Hacia días que no comíais tan bien. La Niña lo devoraba con más apetito incluso que Pardo. Casi parecíais una familia cualquiera, que comenzaba su primer día de verano en Verano. 

Notas de juego

Escena de charla mientras estoy out ;)

También podéis hacer post retrospectivos, por si queréis añadir algo en la cueva o en la caza 

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02/05/2023, 16:06
Cazadora Lunar

Aquella presa me traía recuerdos de mi prueba pero donde antaño la hice sola ahora la habíamos cazado en grupo, un grupo de caza... Al fin parecía que tenía mi propia partida de caza, mi propio grupo en donde ya no era una simple aprendiz, sino una cazadora de pleno derecho...

Llegamos al lugar, presentando la pieza a quienes nos acompañaban en el viaje y a la nueva incorporación, dejé que hicieran los ritos pertinentes para agradecer por el jabalí y aparte un poco de carne para dejarla para otros animales y para alimentar la tierra.

Despiezar la pieza en partes para su consumo no era complicado, unas partes se podían cocinar mejor, otras podían usarse para desecar la carne, la cecina... Además, con la piel y los huesos podríamos hacer alguna cabaña, puntas de flecha, alguna prenda de ropa... Las posibilidades eran tantas que me resultaba gratificante...

- ¿Quién podría encargarse de qué parte y para qué? Yo puedo curtir la piel para darle otro uso, del mismo modo que puedo separar las partes para lo que necesitemos... - Ladeé ligeramente la cabeza mirando a Ojos, a Masdedos y a la niña - ¿Todo bien?

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02/05/2023, 20:25
Ojos de Ceniza

Masdedos, Grau-Verde y yo regresamos de nuestro recorrido por los Hogares de Piedra con una expresión exaltada en el rostro. Cuando estuvimos reunidos en torno al fuego, les conté a los demás lo que habíamos encontrado: las Paredes que Hablan, el lugar donde nuestros ancestros pintaban sus historias, y donde los zajoriles dejaban constancia de sus ritos y su saber. Habíamos visto el Relato de los Terceros, y también las huellas de las manos de antiguos zajoriles. Dediqué a Masdedos una mirada cómplice antes de continuar:

Una de esas huellas tenía seis dedos —expliqué, conteniendo mi emoción—. No sé cómo no se me había ocurrido antes. Muchas veces, los dioses nos marcan de alguna manera cuando nos eligen. A mí me dieron estos ojos mortecinos y débiles a la luz. ¡A Masdedos le dieron un sexto dedo! Ya tenía la sensación de que ella portaba la voz de los espíritus en su interior, pero no había pensado que ese era un signo claro. —Mi rostro se puso serio entonces, y continué—: Masdedos, no puedo responder a las preguntas que me has hecho ahí atrás. No lo sabemos todo. Es posible que tu familia no supiera ver tu señal, o que esta los asustase. Los zajoriles caminamos entre dos mundos, y eso es algo que a menudo da miedo a aquellos que nos rodean. En todo caso, yo puedo tratar de enseñarte todo lo que sé. Nunca es demasiado tarde.

Le sonreí, intentando transmitirle confianza. Su don era algo demasiado valioso como para ignorarlo. Luego, mirando a Cazadora, me encogí de hombros.

Vosotros sabéis más que yo de cómo sacar provecho de las partes de los animales. En cambio, dadme algo de madera y os puedo hacer lo que queráis.

Era una exageración, claro, pero no se me daba mal trabajar la carne de los árboles.

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05/05/2023, 08:30
Rayos del Sol

- Yo tallaré los huesos y me encargaré de darles punta para las flechas de ambos -

Ese será el trabajo que hará, respondiendo a Cazadora, al menos hasta que Ojos empezó a hablar, y el que tenía ¿Un par de heridas invalidantes en sus extremidades? Bueno, no ahora, pero en un futuro, estás heridas le pasarán factura a su cuerpo.

Se dedicó a escuchar con un rostro perreo mientras disfruta de la carne, la mejor carne que había probado nunca, y la disfrutaba, más que cualquier cosa en el mundo hasta ese entonces.

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05/05/2023, 18:55
Masdedos

Explicarle a Grau-verde por qué me había puesto a llorar no fue sencillo, pero creo que cuando le mostré mi mano encima de la silueta de otra mano con seis dedos pudo entender que aquello era especial para mí.

Al regresar con el resto vimos que habían tenido una más que provechosa caza, arrastrando un buen jabalí que nos llenaría de fuerzas para lo que nos quedaba de viaje. Con la pieza entera además tendríamos para ropas y armas.

Ojos explicó por mí, ya que a mí todavía me provocaba congoja, lo que las rocas nos revelaron. Me costaba pensar en comer sin dejar de mirar mis meñiques de más en mis manos, pensar en nada más que la confirmación de que podía ser zajoril.

Con la piel curtida y con el pellejo puedo hacer algo de ropa. Para Grau-verde sobre todo —nosotros no salimos del todo preparados pero ella estaba literalmente sin nada.

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11/05/2023, 21:56
Vara Cimbreante

La presa yacía en el suelo al lado de Rayos, un certero machetazo había acabado con su vida mitigando su ya elevado dolor y estres de la caza. Cazadora se acercó y dio gracias, inicio el rito y de apartó al finalizar. Me acerqué a la presa, me agaché y poniendo una mano sobre la presa cerré los ojos y traté de encontrar a madre tierra.  No se muy bien que esperaba ver, sentir, escuchar... las sensaciones vividas estos dias pasados, las visiones, las sensaciones, esa conexión, esperaba volver a conectar con esa plenitud y darle gracias a madre tierra por el regalo que nos había puesto a merced, pero no sentí nada. Le di gracias al jabalí por permitirnos transceder a su muerte y decidí que debía llevarle conmigo siempre.

De vuelta junto a nuestros amigos decidieron repartir la presa y emplear sus piezas para hacer ciertos objetos. 

- Yo también se curtir, me he pasado el último año colaborando en la comunidad con esta tarea, dije muy resuelto. - Pero si me gustaría hacer un colgante con uno de sus colmillos.

Escuché atentamente lo que Ojos comentó sobre Masdedos. Me acerqué a ella y le puse la mano en el hombro.

- Seguro que entenderás lo que tengas que entender cuando sea necesario. No dudes.

Miré a Ojos y le dije:

- Quizás deba ella hacer el viaje esta vez.

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17/05/2023, 13:06
Cuentacuentos

Aprovechasteis muy bien los últimos rayos de sol. El jabalí quedó despachado en muy poco tiempo. Y aquel lugar ya parecía un hogar de verdad. El cuero, limpio de carne y pelo, se oreaba al calor de la hoguera sobre un tendal improvisado. También varios tendones para hacer cuerdas. En otro tendal había puestas a ahumarse largas tiras de carne sazonadas y embutidas en tripas, justo sobre la columna de humo. No os tendríais que preocupar por comer en mucho tiempo. En una olla improvisada con el estómago del animal, al lado de los grandes filetes que estabais asando y devorando, se estofaba para el futuro aquellos cortes y vísceras que no podían secarse. Pardo daba buena cuenta del hígado, un más que merecido premio por lo bien que se estaba portando. ¡Un perro comiendo ese manjar! A quien se le dijera en Horcajo... os correrían a collejas. Pero ya no era sólo perro, era familia. Por último, a lo largo de vuestra conversación nocturna, los huesos iban convirtiéndose en puntas de flecha y lanza, y adornos.

Dormisteis a pierna suelta en los Hogares de Piedra. Sabiéndoos a salvo por una noche, y con la tripa bien llena. Ojalá la vida fuese así siempre. No hubo pesadillas esa noche. Las estrellas parecían sonreíros.

 

Notas de juego

Todos recuperáis 2 puntos de vida.

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17/05/2023, 13:41
Niña

La mañana amaneció fría, pero no os importó. Tras alimentar la hoguera para que siguiese secando y ahumando la carne y las pieles, hicisteis otras rutinas propias de un campamento. En esas estabais, entretenidos aquí y allá, cuando la pequeña Grau Verde, llegó corriendo y gritando hasta la hoguera, tan asustada como cuando la encontrasteis. No se callaba, pero no le entendíais nada.

Parecía un gazapo de conejo asustado tras vosotros, pálido como la luna, que graznaba incesante como un polluelo desatendido. ¿Qué pasaba?