Partida Rol por web

Los que avanzáis y estais a la vista podéis ver como un grupo de tres humanos vestidos totalmente de negro y con la cabeza cubierta por una capucha se dirigen a los mercaderes, parece que no os han visto y si lo han hecho no han mostrado ningun signo que lo indique

Cedric no puede evitar que sus músculos se tensen mientras van acercándose al mercado, y sus manos le cosquillean con las ganas de desenfundar las espadas y limpiar todo lo que le rodea.

Por suerte, aún le queda algo de sentido común, y mantiene a raya sus propios deseos, mientras sus ojos intentan catalogar todo lo que se le muestra, al tiempo que su rostro se vuelve pétreo, en lo que él considera que debe ser una cara acorde con el lugar.

Veis como parecen estar hablando con uno de los mercaderes
y tras coger algunas cosas que no podéis apreciar lo que es ya que están ellos delante tapando la vista se sacan algo del bolsillo y se lo tienden al mercader

Los ojos del explorador consiguen captar la escena, o quizá no toda, pero lo suficiente como para que la intriga haga presa en su interior.

Observando a sus compañeros y haciéndoles un gesto tranquilizador, se acerca hasta el puesto e intenta comprobar qué es lo que se vende, y si de paso puede escuchar algo.....pues mejor.

Mientras observa, a la distancia, como algunos de sus compañeros se internan en el mercado, Torlín trata de rememorar todo lo que sabe sobre los jurapenados. Lo poco que recuerda lo preocupa cada vez más - Ser un verdadero problema - se lo escucha decir mientras menea la cabeza preocupado.

Liam desechó la idea de usar magia para disfrazarse. Un demonio tan poderoso quizá podría ver a través de la ilusión y sospecharía. Tendría que caminar sencillamente a cara descubierta junto a Eanor. Cedric y Leah los acompañaron.

- Bien, vosotros id al mercado y nosotros intentaremos ver si podemos sacar algo de información de los supuestos magos. Nos encontraremos donde esperan los demás.- les dijo antes de separarse.

Junto a Leah y Cedric, avanzo mirando a ambos lados de la calle por la que avanzamos. Cualquiera que se fije en mi cara y me conozco, puede ver que, la alegre expresión que siempre le rodea, ha sido mudada por una expresión seria, atenta a cualquier problema que pudiera surgir.

Os acercáis a los mercaderes y de paso ois los últimos retazos de la conversación de los túnicas negras -Hemos de volver dentro, el examen esta apunto de empezar, si llegamos tarde se va a enfadar y ya sabéis como se pone

Observáis que recogen unos símbolos de plata en los que perecen que llevan algo inscrito

Eanor pensó con tristeza que la propia repulsa que le producía el lugar le daría la expresión de un nigromante peligroso y malhumorado.
La visión de los acólitos le sacó de sus pensamientos. Miró a Cedric con preocupación.
-*

Aunque le había sorprendido la intervención del mercader, el elfo le miró con altivez y le habló con una afabilidad distante.
-Recién llegados, buen hombre. Ahora nos dirigíamos a la Academia. ¿Qué nos puedes contar de ella?

El explorador mantiene la boca cerrada, pues está convencido de que dejar la voz cantante a Eanor es la mejor idea, pues está claro que el más versado en temas de magia es la persona idónea para hablar.

Mientras tanto, intenta reconocer el terreno desde donde se encuentra. Así mismo, centra su atención en los artículos a la venta.

Leah camina junto a sus compañeros, serio el rostro, agachada la cabeza. Al ver a los tres hombres, fija la vista en ellos intentando ver qué es lo que intercambian con tanto interés. Cuál es la venta y cuál es el precio.

El mago alzó una ceja, mostrando cierto interés.
-Hum... ¿pruebas? ¿De qué tipo? Hasta donde yo sé, todos los aprendices son bienvenidos.